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Hace años, en una ciudad de Corea del Sur llamada Jeonju vivió un joven de alma pura y atrayente belleza, hijo de Kim Young Woon, mejor conocido como el Rey Kang In; famoso por haber fundado la Dinastía Goryeo. Y su consorte Park Jung Soo o Leeteuk, como gustaban llamarla pues era una persona especial.
Kang In fue un hombre sobresaliente en todos los ámbitos logrando así consolidar un reino que duro 424 años. A la edad de 46 años tuvo a su primer y único hijo; Kim Sung Gyu.
Sung Gyu siempre fue un niño tranquilo, amoroso y gentil. Era alto, delgado, cabello castaño, ojos pequeños y dulces, labios rosados abultados y piel blanca como la leche. Trataba con gran respeto a sus padres y a los sirvientes. Todos decían que se parecía a su madre pues ambos eran de un alma pura, blanca, sin manchas. Por esto mismo fue envidiado por personas de mala calaña, especialmente por Lee Sung Jong; hijo de Han Kyung, rey de Baekjae.
Sung Gyu y Leeteuk eran los más grandes tesoros de Kang In, tanto los amaba que los protegía con su vida. Pero llego el día en el que el rey no pudo protegerlos más.
Hubo un golpe de estado de parte de Sung Jong. Entro con más de quinientos guerreros siguiéndolo. Destruyo todo a su paso hasta llegar a la Casa de Kim. Kang In tras enterarse de esto encargo a Sungmin; un sirviente de confianza, pusiera a salvo a su hijo y a su esposa.
Kang In lucho contra Sung Jong y sus tropas contra atacando con el doble de guerreros que Sung Jong, ganándole con creces, matando a más de la mitad del ejercito de su rival y haciendo que el príncipe huyera. Pero no contó con que la intención de Sung Jong era otra.
Ante la pelea que se estaba llevando al frente de la Casa de Kim, cincuenta hombres se acercaban por detrás, por donde saldrían el príncipe Sung Gyu y la reina Leeteuk escoltados por Sungmin y diez hombres más. Al darse cuenta de la emboscada Sungmin y los otros diez hombres pelearon tratando de proteger a sus señores, pero eran más y perdieron la vida ante ellos dándoles así la facilidad de raptar al príncipe y a la reina.
Horas más tarde fue encontrada la reina cerca de una montaña, muerta. Kang In no lo soporto e hizo todo por encontrar a su hijo pero fue inútil, cada vez se ponía más débil y ante esto sus rivales atacaron. Su reino fue destruido y el asesinado.
Cuando Sung Gyu fue raptado por los guerreros de Baekjae estos lo llevaron con Hyorin, una hechicera contratada por Sung Jong para que lo matara sin tener que mancharse las manos, mas no contaba con que aquella joven hechicera estuviera enamorada del príncipe Sung Gyu, que sin poder negarse a la petición de Sung Jong lanzo un hechizo a Sung Gyu que lo paralizo para siempre, sin matarlo; lo convirtió en un maniquí.