Haruka se acomodo bajo las sabanas, repentinamente se sintió demasiado cansado para sumergirse en su tina, su mejor idea fue llegar a dormir, probablemente a la mañana siguiente una fina capa de nieve comenzaría a cubrir las calles lo único malo del invierno era que no podría nadar solo tenía que limitarse a estar en su tina. Agotado escondió su cabeza bajo las sabanas y se hizo un ovillo bajo las mismas, su mente vagaba hasta que por fin se quedo dormido.
Humedad, calor fue lo que hizo que el chico delfín abriese sus ojos con rapidez y lo miro, su amigo de cabellera roja estaba sobre él y su boca se ocupaba de morder el cuello ajeno, Haru no pudo evitar soltar un gemido fuerte, Rin elevo la mirada y dedico una sonrisa coqueta.
-Tenerme esperando a que abrieras los ojos merece un castigo. Murmuro Rin con un tono de voz que Haru jamás había escuchado y lo dejo sorprendido, sin poder hacer más que removerse dando sus movimientos como respuesta.
Rin se agacho y tomo los labios de Haruka, primero dedico un lengüetazo para recorrer la zona marcándola como suya siguió con una mordida al labio inferior mientras sus manos se abrían paso bajo la pijama del ojiazul que había dejado de removerse y se dedicaba a disfrutar las caricias, Rin vio esto como una invitación para dejar de ser tan suave, aun llevaba la ropa del colegio, el uniforme de Haru estaba colgado cerca, el objetivo que localizaron los ojos rojos fue la corbata que tomo sin problema con tan solo estirarse, Los ojos azules del chico delfín trataron de entender el motivo de que su corbata entrara en escena.
El pelirrojo tomo las muñecas de Haru con la corbata las ato con un fuerte nudo que después anudo a la cama, los colmillos brillaron ante la pálida luz de la lámpara de noche de Haruka, puso su boca cerca del oído de su pareja haciendo que la lengua caliente recorriera dicha zona con lentitud.
-Estas siendo un total calienta pollas Rin. El propio Haruka se asombro de las palabras que había dicho pero era cierto, con solo eso el estaba demasiado ansioso por que la acción comenzara, un gemido se escapo de su boca cuando el pelirrojo poso su mano por sobre el miembro ya duro del ojiazul y le dio un ligero apretón. La cabeza del muchacho estaba llena de pensamientos incoherentes como envuelta en una neblina, Rin dibujo una sonrisa y relamió sus labios, con manos firmes tomo la ropa de Haru y bajo los pantalones y la ropa interior, el miembro quedo expuesto, erguido y con pre semen goteando de la punta.
-No planeo hacer nada hasta que tú lo pidas.
Haru se impulso hacia arriba, las manos aun estaban amarradas pero lo había logrado y esta vez fue él quien comenzó con el beso, Rin le tomo por la cabeza e introdujo su lengua a la boca ajena frotándola contra el paladar, dándole leves golpecitos a la lengua del chico delfín para que se uniera al beso, y así lo hizo los dedos de Rin se hundieron en la carne blanda de los muslos de Haru quien ahogo un gemido en el beso que compartían.
Sus pelvis rozaban ardientemente y sus bocas estaban inundadas de la saliva del otro.
El miembro de Rin también quería unirse por lo que el pelirrojo desabrocho sus pantalones negros y se deshizo de ellos con un movimiento rápido, las ganas por sentir el interior del peli oscuro lo hacían perder el control por lo que sin problema paso sus manos bajo las delgadas caderas de su pareja y le dio la vuelta haciendo que quedase boca abajo, aquella parte de Haru quedo ante la mirada casi hambrienta de Rin que tomo su miembro con la mano y sin preparar a su compañero se adentro en el, un gemido adolorido escapo de los labios del ojiazul, un gemido que pareció desgarrarle la garganta, el dolor era intenso, parecía que su cuerpo estaba siendo partido por la mitad, pero al dolor le siguió el placer que después de un rato gano la batalla y le hizo querer mas.
-Rin muévete. Dijo con desesperación logrando que el muchacho soltara una risita a la que siguió una estocada fuerte, un sonido húmedo y un placer irresistible.
Las estocadas se hicieron más fuertes, Rin coló su mano hasta posarla alrededor del miembro de Haru quien tembló con el toque asombrosamente caliente de su compañero, quien comenzó a masturbarlo movimientos rápidos y lentos, las estocadas le llegaban a profundidad, Rin estaba llegando al punto, los largos dedos se apretaron en el miembro ajeno provocando dolor, Haru grito, gimió el nombre se Rin con desesperación en una mezcla de dolor y placer, no podía tocarlo pues sus manos seguían amarradas a la cama, de hecho comenzaba a sentir dichos miembros adormecidos, otra estocada profunda y un gemido mas fuerte por parte de ambos.
-Demonios Haru, estas muy apretado. Dijo Rin exhalando aire, aquello había sonado como un ronroneo, el cuerpo de Haru sintió el orgasmo cerca, una corriente eléctrica atreves de su espina dorsal, pero no podía pronunciar palabra alguna, comenzó a dolerle la garganta, otra estocada más y llego el final. Haruka exploto en la mano de Rin mientras este lo hizo en su interior.
Rin relamió sus dedos otorgándole a Haruka un buen sexo y una erótica imagen después.
Pesadamente, con las mejillas ruborizadas y el corazón acelerado y latiendo fuerte abrió los ojos, estaba confundido con el rumbo que habían tomado sus sueños, levanto la cobija comprobando el efecto de su sueño en su parte inferior, maldijo un par de veces, se puso de pie caminando en dirección al baño. Se sentía como un estúpido mientras caminaba; iba a masturbarse por la culpa de sus sueños.
Suspiro y se sentó en el baño, bajo su ropa y cerró los ojos, sus dedos se cerraron abrazando su miembro pulsante y caliente, exhalo un suspiro mientras daba caricias delicadas que aumentaron su velocidad, rápidos movimientos hacia arriba y hacia abajo, recordó el sabor de la saliva de Rin en su boca, la ansiedad de los besos, las manos, movía su mano más rápido cuando sintió que el orgasmo abrazaba su cuerpo, no hizo falta mucho para que se corriera, gimió ensuciando su mano con semen caliente, respiro profundamente y cuando se hubo recuperado se puso de pie, subió su ropa, lavo sus manos y volvió a su cama.
-Haru estas convirtiéndote en un idiota. Se dijo a si mismo antes de retomar su sueños hacia un rumbo mas “normal”