Positivo.
Positivo.
Positivo.
Positivo. Positivo. Positivo.
Era la única palabra que pasaba por la mente del peli violeta. Positivo. ¿Qué haría? Positivo. Tenía miedo. Positivo. ¿Le diría a ChanYeol?
¡La maldita prueba de embarazo había dado positivo! Habiendo intentado varias veces más solo para quedar seguro, se rindió. Era positivo.
Estaba preocupado, asustado y nervioso. ¿Qué le garantizaba que iba a ser una buena persona para el futuro integrante? No es como si ya tuviera hijos, pero por alguna razón sentía un deje de emoción en su estómago. Tal vez si estaba preparado, él podía decidir cuando quería tener hijos y ¿Por qué no?
Se acarició el estómago con una sonrisa nerviosa- Hola bebé- murmuró- ¿Cómo le diremos a Channie? Espero poder ser una buena umma para ti ¿Sabes? Estoy seguro que serás un hermoso bebé- sonrió. Definitivamente estaba preparado, tenía miedo, pero estaba seguro que su gigante novio, no iba a pedirle que aborte; el jamás haría eso de todos modos.
Con las piernas temblorosas fue a recostarse en su suave cama, la cama de su novio, de él. Llevaban saliendo hace tres años, por lo que vieron conveniente comprar un departamento para los dos, ambos habían estado de acuerdo en eso.
Ahora debían comprar una casa, su bebé definitivamente no iba a criarse en un lugar chico, necesitaba espacio para explorar y correr a su gusto. Abrumado con la reciente información se durmió imaginando diferentes reacciones de su gigante.
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-Baek-ee- una profunda voz le susurró al oído- Baekkie despierta- cálido con ese aliento caliente soplando en su cuello, abrió los ojos adormilado. Teniendo un perfecto plano de un cuerpo gigante encima suyo con esa bonita sonrisa que el menor tenía- Tengo hambre bebé- el peli violeta bufó.
-¿Me despiertas porque tienes hambre? Prepárate algo tú mismo- murmuró luego de volver a acurrucarse entre las colchas.
-Pero no cocino tan bien como tú, me gusta cuando tú lo haces. Tiene ese toque diva que le falta a la comida- el mayor rio.
-Deja de inventar cosas, ya me levanto- el menor se bajó de la cama y corrió hacia la cocina como un niño pequeño.
Y la verdad es que la mayoría de las veces actuaba como uno, pero eso le encantaba del menor, ser tan infantil y tonto, se le hacía adorable.
-¡Baek! Despierta- se oyó la grave voz del menor.
-¡Ya voy!- grito exasperado, sin duda tendría trabajo que hacer con un bebé y otro bebé gigante.
Y lo mismo que pensó, le cayó como un balde de agua fría, debía contarle a ChanYeol… Ahora sí tenía miedo.
……..
En unos días el pelinegro gigante cumplía años, algo exasperado por no saber que regalarle, no podía ser cualquier cosa, debía ser especial.
-¿Qué crees que podemos darle a appa bebé?- dijo con voz dulce mientras se acariciaba el abdomen- ¿Tu serías un regalo perfecto? ¿Crees que deberíamos contarle?- ya habían paso dos semanas y todavía no había abierto la boca.
Le había contado a D.O y LuHan, estos le habían aconsejado decirle cuanto antes y no cuando ya tuviera nueve meses y el bebé ya naciera.
-No es tan fácil chicos- se lanzó sobre la cama, con algo de cuidado claro.
-Sé que no es fácil, pero mira: yo pensé que pasaría lo mismo con SeHun, y no ha sido así- replico de cabellos cobrizos- De hecho se emocionó con la idea de ser padre, sé que tienes miedo pero será mejor hablar antes de que tu barriga crezca y se note- LuHan aconsejó, su pequeño niño en brazos; cabe aclarar que tenía la misma cara de bebé de LuHan y también rasgos de SeHun, era igual.
-Eso no me asegura que ChanYeol actuara de la misma forma, tengo miedo- se pasó la mano por la cara- D.O, ¿Qué hago?
-Lamento decirte que tengo que repetir lo que dijo LuLu, es la mejor opción- y tenían razón, mucha razón- ¿Debería preguntarle a Lay? Él no tiene hijos pero algún consejo puede darme- pensó- ¡¿Qué hago?!
-No te alteres, eso no le hace bien al bebé- murmuró el de cabellos cobrizos y carita de ciervo- Vas a tener que cuidarte mucho a partir de ahora.
-Lo sé, lo sé. Necesito ir al doctor para una revisión- los chicos asintieron y D.O manejó hasta la clínica.
-Respira Baek, todo estará bien.
Al cabo de unos cuarenta minutos salió del consultorio con una sonrisa, todo parecía en orden y no había complicaciones, se había sacado muchas dudas que tenía encima y se sentía con un peso menos de encima.
……….
-¡Ya se!- gritó el chico de ojeras- Creo que como buen regalo además de un buen pastel, obvio. Pero sería buena idea de que sueltes la bomba ese mismo día- los ojos del peli violeta se abrieron exageradamente, parecido a D.O.
-¡¿Estás loco?!- exclamo- No hare eso, definitivamente no es una buena idea- no haría eso nunca, y menos en el cumpleaños del gigante.
-BaekHyun ¿Piensas esconderlo? El secreto no se mantendrá por mucho y lo sabes- razono Lay.
-No… No es tan fácil como parece- musitó- Bien lo hare, no en su cumpleaños pero veré cuando.
……..
Inconscientemente me encontré en una tienda de ropa para bebés y niños, observando todas las pequeñas prendas con colores y diversos tamaños.
Pasaba los estantes con ropa casi con admiración, ¿Sería niño o niña? Estaba claro que solo importaba que estuviera sano y sin ningún problema; esperaba que tuviera un poco de los dos, tal vez la altura de su gigante novio, algún detalle suyo, nadie duraría que era hijo de ellos, su hijo.
Acaricio su vientre mirándolo con una sonrisa soñadora, esperaba que todo saliera bien.
-¿Serás una bonita niña, o un galán?- esperaba poder hacer ese tipo de cosas con su gigante, que el bebé reconozca su grave voz sin asustarse o que estuviera emocionado agitando sus bracitos cuando el alto volviera de trabajar. Si, soñaba mucho, pero no estaba mala querer vivir una vida de ese tipo.
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Había ido al supermercado a comprar los respectivos ingredientes para el pastel, de chocolate y todas esas decoraciones que le gustaba hacer.
-¿Te gusta el chocolate, cierto? Es delicioso- murmuró, se estaba volviendo un hábito hablar solo y el gigante lo había notado- Unos confites de chocolate no le vendrían mal a una torta ¿No crees? ¡Uh! Mira, hay confites más grandes por aquí- tomando bolsas y bolsas de dulces, harina, chocolate en barra, leche y muchas cosas que no le vendrían mal, ya que estaba de paso.
-Esto va a gustarle a tu papá-con alegría fue por la caja y pagó todo tomándose un taxi hasta su casa. Era temprano en la mañana, había madrugado para poder preparar el pastel y hacerle un desayuno especial al menor, todo tenía que salir perfecto.
-Vamos a sorprender a tu papa bebé- murmuró con una risilla traviesa. Había técnicamente luchado para zafarse de los fuertes brazos del menor cuando se despertó hace más de dos horas, soltó un suspiro y comenzó a mezclar ingredientes.
-Esto quedara muy sabroso, espero que te guste mucho- rio.
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-¿BaekHyun?- murmuró con voz ronca al no sentir el pequeño cuerpo entre sus brazos- ¿Dónde estás? – miró la hora: 08:12.
Ok, era temprano, acordándose que era sábado, volvió a desparramarse en la cama (la diferencia entre ellos dos, uno es un bruto y el otro es más bien delicado). Unos ruidos en la cocina hicieron que entrecerrara los ojos confundido ¿Estaba en la cocina? O tal vez se había metido alguien a la casa… encogiéndose de hombros volvió a intentar dormir.
¡Era su cumpleaños! Ese recuerdo lo despertó de golpe. Seguramente el mayor estaba preparándole algo especial como siempre; mejor esperaría a que el otro viniera.
Al cabo de media hora se escucharon unos suaves pasos entrar en la habitación, un adormilado ChanYeol que se había aburrido de esperar y se estaba durmiendo.
-¿Estas despierto?- pregunto cariñosamente recibiendo un gruñido- Bien… ¡Feliz cumpleaños!- el menor abrió los ojos despacio y sonrió dulce.
-Muchas gracias bebé- el peli violeta dejo la bandeja con el desayuno especial de cumpleaños en la mesita de luz.
-¿Cómo dormiste?- le dio un casto beso en los labios mientras este se acomodaba para desayunar.
-¿Desayunas conmigo?
-Estoy haciendo algo en la cocina, disfruta tu mañana sin tener que trabajar-con una sonrisa encendió el televisor y lo puso en el canal de deportes- Te amo gigante- con un beso volador salió del cuarto.
-Esto se siente bien- murmuró el alto mirando la apetitosa comida.
……
El pastel ya estaba en el horno, bien hecho. Limpio un poco el desastre y se dirigía a tomar una ducha cuando escucho en un grito proveniente de la habitación. Asustado camino hasta ella, abriendo la puerta, se asomó y vio al gigante estático al lado de la cama.
-¿Amor, estas bien?- la actitud lo extrañaba, ChanYeol era raro, pero él sabía entenderlo.
-T-tu-tu- balbuceo con los ojos más grandes de lo normal. Ahora lo estaba asustando ¿Qué diablos le pasaba?
-¿ChanYeol, que sucede?- el menor salió de su trance y se acercó con pasos apresurados al mayor; lo tomo de los hombros y lo miro fijamente, como intentando descifrar algo.
-¿Qué…?- la pregunta fue interrumpida al ver en las manos del gigante unos papeles…. No. No. No. No. No. No.
No podían ser esos papeles, era imposible. Los había escondido muy bien.
El menor abrió la boca para hablar pero inmediatamente la cerró al ver el pánico en el rostro del más bajo.
-¿Dónde los encontraste?- logró formular, el menor frunció el ceño.
-¿Enserio? ¿BaekHyun que diablos es esto?- puso los papeles en la cara del mayor- ¿Un estudio clínico? ¿Embarazo positivo…?
-Déjame explicarte- pidió antes de que hablara, o había excusas pero algo se le podía ocurrir- No es lo que parece- o no.
-¿No es lo que parece? BaekHyun ¡Tus datos están aquí!- exclamo exasperado. Esto no se suponía que tenía que empezar así.
-Iba a decírtelo… pero…
-¿Pero qué?- sin excusas, sin nada, solo se tapó la cara con las manos ante la profunda mirada del menor.
-Solo… tenía miedo… yo… No debías enterarte justo hoy- el menor frunció el ceño y ladeo la cabeza.
-¿Justo hoy?
-Sí, es tu cumpleaños y…. No debía ser una especie de noticia tan, tu sabes, fuerte- el menor sonrió ampliamente descolocando al mayor ¿Eh? En un segundo sintió que sus pies no tocaban el suelo; ChanYeol lo había alzado en sus brazos y ahora corría por la habitación saltando.
-¡¿Pero qué diablos te pasa?!- gritó agarrándose fuerte del brazo del menor.
-Se supone que debería estar molesto por que no me lo habías contado pero ciertamente, no lo estoy- lo bajo al suelo.
-Espera… ¿No estas molesto?- lo miró desconfiado.
-¿Cómo podría estar molesto? ¡Voy a ser padre!- el mayor rio contagioso por la alegría del menor; esa no era una reacción que él esperaba, era mucho mejor que eso.
-Seremos padres- aclaró BaekHyun- Que tonto, tenía miedo de lo que me fueras a decir- el menor rio.
-Si eres un tonto- recibió un golpe en el brazo- ¡Auch! Definitivamente es el mejor regalo de cumpleaños.
-Ese no era tu regalo- puchereo el mayor, el menor lo tomo de la cintura y lo beso dulcemente.
-¿Crees que seré buen padre?- el más bajo lo abrazó apoyando su frente en su duro pecho.
-Serás un genial padre, no te preocupes- el menor sonrió feliz y beso su pelo.
- ¿Sabías que seré gordo y feo en unos meses cierto?- el peli negro rio.
-Gordo y feo te amare igual- el mayor lo golpeo débilmente en el brazo.
-Tonto- dejo un beso en el pecho del alto.
………
-¡Quiero fresas con crema!- BaekHyun estaba recostado en el sofá con un pote de helado de chocolate que hace una media hora, era un antojo.
-¿Otra vez?- preguntó ChanYeol que venía de lavar el auto.
-Si, ve por favor. ¡Alimenta a tu hijo! – gritó apuntándolo con la cuchara.
-Puede ser niña, recuerda.
-¡Es tu hijo de todos modos! – el menor suspiró rendido.
-Iré, guarda las garras gatita- beso sus labios ferozmente y se fue corriendo al ver la sonrojada cara del mayor. Y sabía a lo que se refería, claramente había visto las marcas en la amplia espalda del menor al levantarse.
Su estómago había empezado a crecer un poco, recién estaba de dos meses y los antojos empezaban a salir a la luz. Y no era nada gratificante sentirse gordo y feo, pero eso no importaba porque amaba al ser que estaba dentro de él.
Y esa noche, BaekHyun comió frutas con crema, ChanYeol no podía resistirse a su carita tierna.
……….
-¿Tu que prefieres, niña o niño? – ambos estaban acostados mirando una película, que ninguno de los dos estaba realmente mirándola.
-Mmm niño, así podrá mirar los partidos conmigo, animar al equipo- ambos sonrieron- Podríamos compartir intereses particulares en las mujeres y esas cosas- bromeo ganándose un golpe en el brazo.
-Idiota.- el menor se sobo el brazo- Podría ser un niño… pero quiero una niña- sonrió dulcemente- Podría cocinar conmigo y jugaríamos juntas, digo juntos- se sonrojo, el menor soltó una fuerte carcajada- La vestiría como una hadita y la peinaría- “adorable”, pensó el gigante al verlo suspirar con una sonrisa dulce, no tardo en apoderarse de esos dulces labios rosas que tanto amaba.
-¿Te dije lo adorable que eres? Si es niña que se parezca a ti- musitó acariciando el crecido vientre.
-Si es niño quiero que se parezca a ti, o a los dos, una mezcla rara- rio besando los labios del menor.
-¿Escuchaste bebé? Estamos esperando que salgas- el gigante acercó su cara el estómago del, ahora, rubio enano- Seré tu papá, tendrás una mamá fabulosa, te queremos mucho- beso el blanco estómago. BaekHyun no pudo evitar sonreír al ver la tierna imagen de un futuro papá emocionado por ver a su hijo, “adorable” pensó.
- Solo hay que esperar a la próxima consulta médica para saber si eres niña o niño- hablo el rubio tomando las grandes manos del menor entre las pequeñas suyas- Tu padre es un bobo pero aun así es la cosita gigante más tierna que has visto- rieron sonoramente para luego compartir un beso.
………
Ambos salieron con una sonrisa del consultorio, ChanYeol parecía que estaba a punto de llorar de felicidad y el pequeño BaekHyun si había llorado.
LuHan lo esperaba en el auto con su esposo y su bebé.
-¿Y?- preguntó emocionado el de cabellos cobrizos.
-¡Es un hermoso niño!- agito los brazos BaekHyun; LuHan saltó emocionado y los abrazo seguido de un sonriente SeHun (si, estaba sonriendo. Estaba LuHan, no hay de que sorprenderse).
-¡Qué bueno! ¡Oh por dios! ChanYeol podrás jugar con él y mirar los partidos como tú querías- rio LuHan.
-Si, podre hacer todas esas cosas- sonrió el gigante.
-¡Hay que celebrar! Llama a todos LuLu, vamos a tener una buena cena- exclamo SeHun mientras alzaba a su pequeño hijo.
-Bien, vamos- LuHan se encargaba de llamar a los demás mientras se escuchaban gritos del teléfono: “¡Sabía que sería niño!”, “Chen, págame”.
………
-¿Podemos llevarle esto? Nuestro bebé tiene que tener estilo- se encontraban en una tienda de ropa para niños, estaba de siete meses y ya debían comprar muchas cosas.
-Por supuesto que tendrá estilo, será hijo de Byun BaekHyun- sus aires de diva no se irían nunca.
-Cierto amor- sonrió. Se llevaron una buena cantidad de ropa para el nuevo integrante en la familia- Tengo hambre- hizo un puchero, “demasiado tierno” pensó el mayor.
-Ya llegamos a casa, espera.
………
-Los papeles ya están listos, todo en orden. La casa es suya- dijo un sonriente empleado de una inmobiliaria donde la pareja había comprado una casa.
-¿Enserio?- preguntaron ambos demasiado felices. Habían esperado mucho y pagado lo suficiente para que sea algo duro, la casa era cara, pero realmente había valido la pena.
-Si, aquí las llaves. Dulce estadía para los tres- la pareja sonrió feliz tomando las llaves de su nueva casa.
-¿Crees que fue la decisión correcta?- se dirigían a su nueva casa en el auto, el menor llevaba las manos al volante con una amplia sonrisa, había trabajado mucho para poder costear la casa, el mayor no podía trabajar todavía entonces el esfuerzo era el doble. Trabajaba en un estudio componiendo para los más grandes artistas de varias partes del mundo. Amaba su trabajo, tal vez era algo difícil tener ideas innovadoras para cada composición pero la paga era muy buena. El no eran cualquier compositor de todos modos. BaekHyun en una empresa de diseño, su pasión por la moda era asombrosa. Tenía muchos bocetos de distintas combinaciones perfectas en su carpeta, nuevas ideas para retomar su trabajo cuando el pequeño bebé naciera; soñaba con poner su propio estudio de diseño, y lo iba a lograr.
-Si, si lo fue- sonrió emocionado, todo está saliendo muy bien.
Al llegar volvieron a sorprenderse de lo hermosa que era, no era exageradamente grande pero era muy bonita. Con un hermoso jardín con césped bien cortado, para que los niños pudieran correr a su gusto; la casa consistía en cuatro habitaciones, con un baño una. La cocina era amplia y la sala de estar también. Las paredes tenían un bonito color crema, habían elegido los colores antes de que la casa fuera entregada, así que todo estaba pintado.
Había un estudio donde el gigante podría estar con su guitarra, sus partituras y componer a su gusto. Otra habitación donde había una gran biblioteca, o al menos estaban los estantes en ella, los libros iban a ir apareciendo con el tiempo, cortesía de BaekHyun. Podía diseñar y demás en ese espacio.
Había un cuarto de juegos, diseñado para los niños, tal vez cuando crecieran podía convertirse en un lugar de videojuegos, las cosas que los adolescentes hacen todo el tiempo. Y por adolecentes también se refería a ChanYeol, no se despegaba de la consola en todo el día, era divertido jugarle partidas a su pequeño novio y ganar siempre. Si, tal vez se abusaba, pero no importaba, el ganaba.
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La casa fue tomando su color y espacio con el tiempo, había cosas perfectamente colocadas con un toque moderno y artístico al hogar, dándole un aspecto hogareño muy agradable. Las habitaciones estaban ya con sus pertenencias y cosas que iban comprando con el tiempo, todo iba saliendo perfecto.
Incluso para el menor, estaba nervioso, caminando de aquí para allá esperando a sus amigos, esperaba no arruinarlo.
-¿Estas bien?- Kai lo miró preocupado.
-No, o bueno si pero no tanto. Necesito una opinión- SuHo mordió su sándwich escuchando atentamente.
-¿Qué opinan sobre esto?- de su chaqueta saco una pequeña cajita de terciopelo azul, la abrió dejando ver el hermoso anillo de diamantes, tan delicado, tan BaekHyun.
-¡Oh por dios!- grito Tao- ¡Es perfecto!- una lagrima de felicidad corrió por su mejilla, Kris lo abrazó consolando a su llorón novio.
-Te felicito hermano- SeHun se paró abrazando al gigante, estaba feliz por sus amigos, muy feliz.
-¿No creen que es mala idea?- preguntó con una sonrisa nerviosa.
-¿Qué? Claro que no, llevan saliendo mucho tiempo y BaekHyun espera un bebé tuyo. Vas a ser padre, creo que te tardaste un poquito- rio Kai.
-El negro tiene razón- replico SeHun- Es una buena idea.
-Bien, le pediré matrimonio hoy mismo, pero necesito que me ayuden a preparar el lugar, ambiente romántico Tao, ayúdame- el nombrado asintió emocionado- LuHan, ayuda a D.O con la comida. Lay prepara un postre, yo decoraré el lugar. ¿Listos?- todos asintieron y se pusieron manos a la obra.
Todo debía salir perfecto.
………
-¡Por dios! ¡ChanYeol!- grito sintiendo las contracciones en su estómago, el menor corrió apresurado hasta donde el rubio se encontraba sobándose el estómago- ¡Ya es hora!
El menor con el pulso acelerado y sudando como un loco, tomo el bolso que ya tenían preparado y ayudo a bajar las escaleras a su, ahora, prometido (la boda sería después del nacimiento del bebé, claro). Condujo a toda velocidad, maldiciendo a los estúpidos autos que se interponían en el camino, por suerte no chocaron ni nada por el estilo.
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-Tranquilo, ya te dejaran entrar- intento tranquilizar a su menor. Kris estaba viendo al menor caminar nervioso por toda la sala de espera durante unos cuarenta minutos, estaba exasperando a todos.
-¡No me pidas que me calme!- se pasó las manos por su ya revuelto pelo- ¿Y si le paso algo? ¡Mi bebé y el amor de mi vida están ahí adentro!- Kai rio, se veía tan adorable, todo un padre nervioso.
-Ya cálmate, pase lo mismo con LuLu, te recomendaría que entres en pánico y llores- LuHan golpeo a su esposo por ser tan… ¿Tonto?
-¿Park ChanYeol?- el aludido se paró inmediatamente al escuchar su nombre salir de la boca del doctor- Ya puede pasar, los familiares y amigos después- los papás de ambos chicos asintieron.
-¡Ve! Tus bebés están ahí- lo animó D.O. El gigante asintió y camino con pasos apresurados hacia la sala de partos. Luego se acordó que el mayor había sido transferido a otra sala, y fue por otro camino.
-¿Baek-ee? – entró con las manos sudando al cuarto, murmurando- ¿Estas bien?- el rubio tenía una sonrisa dulce y cansada por el esfuerzo mientras un hermoso niño descansaba en sus brazos. Los ojos de ChanYeol se aguaron al instante al ver la tierna imagen. Su bebé. Sus bebés.
Con miedo se acercó a admirar al pequeño con sus bracitos encogidos y los ojitos cerrados, ya lo habían limpiado en la sala de partos así que vestía un enterito de color azul que ellos mismo habían comprado para este momento.
-Hola bebé- susurró con una sonrisa y los ojos aguados- Soy tu papi, esperamos mucho para que salieras…. Eres tan hermoso- el mayor limpio sus lágrimas y las del menor.- Te cuidaremos mucho, te amamos ¿Oíste? – tomo al bebé entre sus brazos con nerviosismo ¿Reconocería su voz? El pequeño se acurruco aún más entre sus brazos sacándole una sonrisa eterna; acaricio su carita y dejo un besito en su frente. Era tan hermoso, como su BaekHyun, su vida, su todo.
En ese momento se dio cuenta de lo mucho que amaba su vida, a su dulce prometido y a el pequeño que tenía entre sus brazos; ahora tenía dos luces por la cual despertarse todos los días.
Se acercó al mayor y unieron sus labios con necesidad, ese pequeño era lo que ellos habían creado, no podía estar más feliz.
-Te amo tanto BaekHyun, me haces tan feliz- murmuró sobre sus labios, las comisuras de la boca ajena se elevaron dejándole ver al menor su hermosa sonrisa.
-Te amo Channie, gracias por todo- otro beso más y el bebé volvió a acurrucarse en los brazos del mayor.
-¡Es tan hermoso! –susurró/grito Tao en cuanto entraron a la habitación haciendo el menor ruido posible.
-Es parecido a ti- SeHun señalo al rubio- ChanYeol vas a tener que supervisar el doble- bromeo.
-Felicitaciones chicos- Kai abrazó al gigante- Ahora serás el nuevo cambia pañales, SeHun te cede el puesto.
-Déjame negro- su pequeño hijo, Zhing Ni, miraba atentamente al pequeño- ¿Viste lo pequeño que es?- le dijo a su hijo, LuHan sonrió ante la tierna imagen.
-¿Cómo se llama?- preguntó Lay que se acercaba de la mano con su novio con una bolsa de regalo-Tomen—se la tendió a ChanYeol con una sonrisa dulce, derritiendo a su novio SuHo al ver su hoyuelo.
-TaeHyun- murmuró BaekHyun- Se llamara TaeHyun- todos aprobaron el nombre con una sonrisa. Ese podría definirse como el mejor día de su vida.
………
El llanto del pequeño resonó en los oídos de la ahora, pareja casada. El menor rodeaba el cuerpo del mayor con sus fuertes brazos, se removió adormilado esperando a que su pequeño novio se levantara.
-Voy yo.- murmuró al recordar el rostro cansado del rubio. ¿Quién diría que sería tan difícil? Pero el pensamiento positivo era que ya crecería y los momentos así no volverían.
Entró a la habitación en la que el bebé lloraba, lo alzo en sus brazos.
-Ya, papá está aquí ¿Tienes hambre?- el llanto del bebé ceso al escuchar la voz de su padre- Ven vamos.
Bajo las escaleras a preparar su leche caliente en un biberón. Había aprendido a preparar muchas cosas para su bebé, aunque claro que prefería que el mayor cocinara para prevenir intoxicaciones.
Había cambiado pañales tantas veces que ya no le causaban nauseas como al principio. Y, debía rendir honor al puesto que SeHun le había cedido.
Habiendo revisado que la leche estuviera a temperatura adecuada se la tendió al pequeño.
-¿Mejor Tae-Tae?- el bebé lo miró con los ojos abiertos mientras tomaba la leche tranquilo.
El alto llevó a su bebé en brazos hasta la habitación de él.
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-Tenemos un intruso- dijo esta vez el mayor que venía con TaeHyun en brazos- Ayúdame- el menor algo adormilado se levantó de la cama y acostó al bebé en el medio de la cama.
-Duerme bien cariño- beso la frente de su hijo para luego juntar sus labios con los de su gigante- Tu también amor- el alto sonrió. Entrelazaron sus manos y durmieron con su bebé entre ellos.
……….
-Cariño, despierta Tae-Tae tienes que ir al jardín- el pequeño moreno se acurrucó más aun, negándose a abandonar su cómoda cama- Vamos amor, tienes que desayunar.
-No, mami, quiero dormir- el pequeño refregó sus manitos en sus ojitos haciendo un puchero.
-¿No quieres ir al jardín? Están tus amigos ahí, ¿recuerdas? – el pequeño dudo por un segundo y volvió a negar.
-No, mami déjame dormir- sí, era idéntico a su padre en ese sentido.
-Vamos, Luca ya está despierto, faltas tú- el pequeño suspiro para luego levantarse, vistiendo su adorable piyama de animalitos.
-Eres mala mami- el rubio sonrió y llevo al moreno a el baño.
-Lávate la cara y cepíllate los dientes; la chocolatada está preparada abajo, con tus galletitas de chocolate- el menor asintió más animado y corrió a buscar su ropa que estaba preparada en su cómoda.
-ChanYeol ¿Llegaras a almorzar?- el gigante estaba desayunando en la mesa con su pequeño niño de tres años, Luca. Las manos de ambos mayores lucían sus anillos de compromiso, todavía seguían usándolos, ¿Son para toda la vida, no?
-Si, a las doce estaré aquí, tengo que recoger a Tae-Tae- el mayor asintió.
-Luca, no lances las galletas- reprendió al pequeño de rizos color caramelo. El pequeño rio dulcemente.
-Perdón- dijo con dificultad, algunas palabras le costaban más que otras.
El pequeño moreno bajo las escaleras saltando, emocionado por desayunar; se sentó en su silla y tomo un sorbo de su chocolate.
-Hola papi ¿Iras a recogerme?- el gigante despeino su cabello y asintió.
-Hola Tae, si iré yo esta vez. – Miro la hora en su reloj y se levantó de su asiento- Tengo que irme, pórtense bien, háganle caso a mamá- los miró para luego dejar un beso en la frente de los niños- Me voy amor- el pequeño mayor asintió dejando un dulce beso en sus labios.
-No conduzcas como un loco por favor- el menor rio- Te amo.
-Te amo más, los quiero bebés- tomo su guitarra y una mochila y se fue lanzando un beso a su hermosa familia.
- Bien, ¿Preparados para un nuevo día en el jardín?- los pequeños asintieron con una sonrisa.
………..
-¡Park TaeHyun!- grito por décima vez, siempre era lo mismo- ¡Baja ya, tienes que irte a la escuela!- el aludido bufó desde su habitación.
-¡Ya voy!- grito con su grave voz, algo que había sacado de ChanYeol: la altura, su voz y su sentido del humor y la sonrisa que no se iba de sus labios.
-¡Luca! ¡Tú también baja!- el aludido grito en respuesta.
-¡Ya voy!- el pequeño mayor suspiro mirando al pelinegro con sonrisita de conejo.
-Siempre lo mismo ¿Quieres comer algo mientras cariño?- el menor negó con una sonrisa.
-¡TaeHyun! Baja ahora mismo, Jung Kook ya está aquí- y como lo suponía, el peli naranja bajo corriendo con una camisa a medio abrochar.
-¡Kookie!- exclamo al verlo sentado con una sonrisa- Me voy mamá, chau- besó la frente del pequeño mayor.
-Espera Tae- abrocho los botones restantes de la camisa y les sonrió- Pórtense bien y lleven sus almuerzos.
-Si mamá, chau- lo saludo desde la puerta.
-Adiós Baek- saludó Jung Kook.
-Adiós cariño- la puerta se cerró, solo faltaban tres más.
-Luca ¿Sabes qué hora es? Vas a llegar tarde- el menor estaba sin camisa revolviendo todo el cuarto.
-Mamá ¿Dónde está mi camisa azul?- el alto de rizos color caramelo estaba en la fase de “enamorado del hijo del HunHan”, Baek se había dado cuenta hace mucho tiempo, claro.
-Está en tu armario, doblada y planchada- el menor corrió y la encontró.
-Gracias mami- Luca, era muy parecido a su gigante esposo: alto, delgado, rizos color caramelo y su grave voz.
-No te preocupes cariño, estoy seguro que Zhing no se fija en cómo vas vestido, él no es así- el castaño lo miró sorprendido y avergonzado ¿Cómo lo había descubierto?
-No preguntes, soy tu Umma, yo sé todo- sus aires de diva no se iban nunca.
-No lo digas delante de todos- pidió recibiendo una sonrisa cómplice de su denominada Umma.
Y faltaba la pequeña Lizzy, de quince años, la protegida de ChanYeol.
-¡Mamá! ¿Sabes dónde deje mi celular?- el pequeño suspiró acostumbrado a ser el único que encontrara las cosas en la casa- Lo dejaste en tu aparador.
-¡Aquí esta! Gracias mami- la joven castaña y altura media, era muy parecida a BaekHyun, pero tenía la actitud de su esposo, una mezcla de los dos.
-Vamos que llegan tarde- camino hasta su habitación encontrándose con su gigante esposo revolviendo el cuarto “de nuevo” pensó.
-¿Qué buscas?- el pelinegro lo miro como una esperanza.
-¿Sabes dónde deje mis partituras? En verdad las necesito- el pequeño abrió el armario y reviso uno de los sacos del menor (que tan bien le quedaban), saco unos papeles doblados del bolsillo delantero.
-¿Buscabas esto?- el menor sonrió agradecido, se acercó tomándolo por la cintura para unir sus labios- ¿Qué harías sin mí?- rodeo su cuello con sus brazos.
-No lo sé, te amo- el mayor rio entre besos.
-Yo más idiota- el menor rio.
-Ya me tengo que ir ¿Ya se fueron todos?
-Luca fue a buscar a Zhing, y Lizzy ya se fue. Todo despejado- el menor tomo su piano eléctrico y unas baquetas.
-Ya me voy ¿Puedes preparar la torta de manzana que tanto me gusta?- el pequeño asintió con una sonrisa, todos amaban sus artes culinarios.
- Solo si me compras helado de chocolate- y eso tendría que ser una compra para toda la familia, porque cuando olían comida lo rodeaban como pajaritos-
-Hecho- se besaron una vez más para luego ver la amplia espalda del menor correr escaleras abajo.
-¡Me voy bebé, te quiero!
-¡Yo más! ¡Cuidado la calle!- el menor le lanzo un beso y desapareció por la puerta.
Sí.
Todo había salido mejor de lo esperado, tenía tres hijos adorables y escandalosos, sin contar a su amado gigante que tanto amaba. Era un diseñador reconocido en su propia empresa, su gigante era un compositor famoso y sus hijos iban con su propio camino al éxito.
Si, amaba su vida. Los amaba a ellos, sus cuatro luces en la vida.
*FIN*