A las afueras de la escuela Misty y Brock se despedían.
-¿Un regalo para mi?-preguntó el chico.
-Así es, espero te guste.
-Perfecto-se dispuso a abrirlo.
-Alto-golpeó su mano-debes esperar a que sea la media noche.
-Muy bien-la acariciaba adolorido.
-Supongo que este año-se sonrojó-me deja hermosos regalos, entre ellos…tu.
-Misty, gracias-respondió sorprendido-tu eres muy especial para mi-sonrió.
-La pérdida de nuestro amigo es invaluable, sólo espero que donde esté, se encuentre mejor-su voz se quebró.
-Puedes estar segura, Misty-la abrazó.
-Feliz navidad, Brock.
-Feliz Navidad, Misty.
Y así todos comenzaron sus viajes por llegar a sus respectivas ciudades.
Ya eran las 10:00 pm en Kanto, todos ya se encontraban con sus familias, bueno, casi todos…
-Maldición ¿por qué decidí viajar en tren?-gritaba Blaine.
-Lo sentimos señor, el próximo expreso parte en una hora-respondió la recepcionista del servicio.
-¿Y usted cree que yo estaré a tiempo para navidad en una hora? Yo vivo en la isla canela.
-Es todo lo que podemos hacer, disculpe usted.
En ciudad Plateada Brock y sus padres estaban ultimando detalles para la llegada de Santa Claus.
-Brock, cariño, por favor, ayúdame a poner la mesa para la cena navideña.
-Muy bien mamá-refunfuñó el morocho.
-Amor, ayuda a Brock, suficiente televisión por hoy.
-Como digas mujer.
En Celeste Misty, Pegaso y la familia de ambos se reunían alrededor de la chimenea de la casa.
-Pegaso ¿qué te sucede?-preguntó Misty-últimamente te veo muy callado.
-No es nada, es solo que…puede sonar absurdo, pero no deseaba que ese chico muriera de esa manera tan espantosa, me hubiera gustado, ya sabes…conocerlo mas.
-Les he cocinado estas deliciosas galletas de jengibre, espero les gusten-sonrió Adan.
-Gracias papá-dijo Misty mordiendo la galleta-está…deli…ciosa-el sabor no era de su entero agrado.
-Creo que se me pasó la mano con el azúcar.
-Pues a mi me gustaron mucho-intervino Sakura su hermana.
-Por fortuna hice mis galletas de chocolate-interrumpió Sora.
Todos rieron, sintiendo la paz de esa época en sus corazones.
Entre tanto Surge arribaba a ciudad Carmín.
-Hijo, bienvenido, sigue, estamos en una gran celebración-dijo su padre.
En la casa de su familia todo era alegría y fiesta, la música puesta a todo volumen, todos bailando, un gran banquete en la mesa, el ambiente era excelente.
-Ya me hacía falta esto-susurró el rubio.
En Azulona Érika se aburría por montones en las elegantes cenas a las que su familia debía asistir.
-Puede que no la esté pasando muy bien, pero...al menos siento la paz en mi corazón, si, hice lo correcto con Blaine, maldición, no le di su regalo-susurró, una enorme tristeza la embargó, salió al balcón del lugar a tomar un poco de aire-no entiendo, hice lo correcto, entonces...¿por qué me siento tan mal?-estaba helada, se quitó su guante blanco-creo que no debí involucrarme contigo.
-Princesa, sus padres la esperan para la foto anual con los duques.
-Diles que ya voy-cubrió su rostro.
En Fucsia Koga y su abuela tomaban un plato de Ramen, para él esa era su mejor forma de pasar navidad.
-Abuela…
-¿Si?
-Gracias por todo la comida está deliciosa-un gesto de bondad se mostró en su rostro-feliz navidad.
-Feliz navidad Koga-lo miró con dulzura.
Sabrina se encontraba en Azafrán algo indispuesta.
-¿Mis papás no vendrán esta noche?
-No señorita, los vuelos se retrasaron y al parecer llegarán mañana…
-Todos sabemos que eso no sucederá, siempre es lo mismo cada año, como sea…
-Feliz navidad señorita.
-Te puedes retirar, por cierto, llévate toda la comida de la mesa.
-Pero señorita Sabrina.
-Solo hazlo-gritó.
-Como ordene-comenzó a recoger todo.
La chica miró por la ventana las estellas y la majestuosa ciudad con sus grandes aires de festividad.
-Celebración estúpida-apretó su puño derecho-de pronto su mano comenzó a temblar-maldición-susurró.
En ciudad verde Giovanni se encontraba encerrado en su habitación.
-Hijo, sal un momento de ese cuarto, ya casi es navidad.
-En un momento voy-salió muy sonriente-estoy listo.
-Qué adorable te ves, vamos a cenar.
Yellow también estaba con su abuela.
-Te noto extraño-bebía una copa de vino la mujer.
-No te preocupes, solo me siento algo indispuesto.
-¿Estás así por él?
-No entiendo ¿por qué no me ha perdonado? me prefiere sobre Red, él ya murió.
-Yellow-lo tomó del rostro-es imposible mandar en los sentimientos de otros, si es verdad que lo quiere entonces no es mucho lo que puedes hacer.
-Yo no me puedo rendir tan fácil.
-Eres igual a mi.
-¿A qué te refieres?
-Nada, sólo me recordaste una situación familiar, piensa bien las cosas, quizá salgas bastante lastimado de todo esto, decide cuando parar o de lo contrario puedes destruirte, por cierto, tu móvil ha estado sonando todo el día ¿no piensas contestar?
-No es nada importante.
-Pues no pareciera, la persona que te llama es muy insistente.
-Iré por las cosas de la cocina, no quiero saber nada de ti...Morti.
Al fin Blaine logró llegar a las 11:30 a casa.
-¿Dónde estabas?-preguntó su mamá preocupada.
-Lo siento, pensé que podría ahorrar si viajaba en tren, me equivoqué después de todo.
-Ve a cambiarte, ya casi está lista la cena.
-Como digas, me algra verte mamá.
Green se encontraba dando un paseo en pueblo Paleta.
-Qué bien se siente estar aquí, me gusta sentir el lugar al que pertenezco, últimamente han sido muchos acontecimientos-se detuvo-Red…-se dio cuenta que la casa del jovencito estaba apagada y sin luces navideñas, con él muerto y su mamá secuestrada era poco lo que se podía hacer.
Mientras tanto en la casa de Oak.
-Profesor, profesor-llamó uno de sus asistentes emocionado.
-¿Qué sucede?
-Es la casa de Red, no lo creerá hay luces navideñas.
-Eso es imposible-corrió el profesor al lugar.
Cuando llegó al lugar pudo constatar lo que le había dicho el sujeto. Abrió la puerta muy emocionado y se encontró con una gran sorpresa. Green estaba decorando el árbol navideño de la casa, su aire era nostálgico y lleno de felicidad.
-¿Qué?-se sonrojó el castaño.
-¿Por qué?
-No importa que él no esté aquí, quiero hacer algo por su memoria.
-Te entiendo-lo miró conmovido-eres un buen chico Green-acarició su cabello-veo que después de todo Red hizo algo bueno en todos-vamos a casa.
-Abuelo...¿podría quedarme un rato más?
-De acuerdo, pero no te demores, ya casi es navidad y todos están en la casa esperándote.
-Gracias.
-Eres algo psicópata-interrumpió Blue-entras a una casa abandonada y además buscas las cosas navideñas para decorar, me asustas.
-¿Quién pidió tu opinión?-la miró molesto.
-Estoy bromeando, no te imaginé haciendo algo así nunca-lo miró extrañada.
-Cállate, sólo quiero pensar que sigue aquí.
-Supongo que es normal que pienses así además, la casa se ve mucho más linda así-sonrió.
-Blue, eres una gran amiga-la abrazó.
-Hora de celebrar, ya casi son las 12, andando-salieron del lugar.
De camino a su casa Green se detuvo un momento a mirar la casa de Red por fuera.
-Definitivamente es como si aun estuvieras con nosotros-susurró-no estaré más triste.
-Green, andando-gritó a lo lejos Blue.
-Si, ya voy-salió corriendo.
Eran finalmente las 12 de la noche, la mayoría de las personas en Kanto se abrazaban y se unían en una hermosa y cálida celebración, en la casa de Green todos se sentían muy felices.
-Te ves más grande muchachón-dijo su padre a Green.
-Y es tan guapo como tu-sonrió su madre-de seguro ya tienes una hermosa novia ¿o no?
-Mamá, papá, no me exasperen así-gritó el castaño.
-De seguro no tienes novia, no hay quién te aguante-susurró su hermana.
-Dalia, cállate.
-Es la verdad, la única chica que lo aguanta es Blue, ella si sería una verdadera novia.
-No digas esas cosas-susurró la chica sonrojada.
-Hija, Green no sería un mal partido-susurró la madre de la chica.
-Mamá, no digas tonterías, además Green ya está con alguien.
-¿En serio?-dijeron todos en el lugar.
-¿Quién es?-preguntó su padre-¿es guapa? anda hijo, cuéntame todo.
-Mejor hablemos de otra cosa-dijo el castaño irritado.
Luego de haber cenado Green salió un momento para dar un paseo, las personas estaban en sus casas reunidas, las calles eran frías y solitarias, a lo lejos observó la casa de Red y sintió la necesidad de hacer algo. Llego luego de 10 minutos de estar corriendo llegó a la estación de trenes que ya casi cerraba. Entró a la plataforma en la que ese día se despidió del jovencito.
-Es como si no hubiera pasado el tiempo, con esto podré comenzar a olvidarte, feliz navidad mi querido Red-sonrió ante un tren que emprendía su partida, el chico esbozó una gran sonrisa, se veía completamente alegre-feliz navidad-luego de que el tren se alejó en el horizonte unas cuantas gotas de agua cayeron sobre el suelo congelado-esto...-el chico estaba empapado en lágrimas sin haberse dado cuenta, el sentimiento que lo dominaba le había ganado, su sonrisa comenzó a desvanecerse, su expresión cambió a derrota, resignación, lloraba en silencio-me lo merezco, todo esto lo merezco pero...no quiere decir que pueda soportarlo, no puedo-gritó, las personas lo observaban extraño, el chico salió corriendo hacia un bosque cercano al lugar, ya estaba cansado por lo que no se adentró demasiado, se recostó sobre un viejo roble, respiraba agitado-tengo mucho frio-susurró-de pronto una luz muy fuerte comenzó a brillar de entre los árboles.
-Green, Green.
-Esa voz-susurró el chico-esa voz es de-sonrió nostálgico-es horrible, me estoy volviendo loco, la culpa me está enloqueciendo. porque si yo te hubiera protegido, estarías conmigo.
-No digas eso-apareció el jovencito ante sus ojos-mírame, yo soy real, siempre que tengas este hermoso sentimiento en tu corazón seré real para ti.
-Red, si…eres tu-sollozó-eres tu.
-Por supuesto, Green he venido porque tu deseaste con el corazón estar esta noche conmigo, la bondad del corazón se revela en forma de luz.
-No quiero que te vayas.
-Lo siento, eso no puede ser posible, Green…Feliz Navidad-sonrió-ahora me debo marchar-te quiero.
-Red, no, no te vayas-corrió tras el pero se había desvanecido-Red, eres el mejor regalo de hoy-susurró-voy a seguir adelante por ti, te lo prometo.
Cuando el chico se dirigía de vuelta a Pueblo Paleta notó que un trozo de tela estaba rasgado en una rama, era de la chaqueta del jovencito.
-Red…está vivo.