Red se dirigía a la habitación de Green, se quedó estático un instante en la puerta, tuvo una horrible sensación en su pecho, golpeó esperando que el chico abriera.
-Green, ábreme, soy yo-seguía insistente, entró a la habitación y descubrió una hoja de papel sobre la cama, el chico la tomó y observó con horror lo que decía-"Si quieres recuperar a Green, ven a verme en la cueva Digglet de Carmín Att: Bill"-el jovencito palideció y sintió como todo su mundo se venía encima-Bill, maldito-susurró-se sostuvo de la pared-iré por ti Green-tropezó con una silla y salió corriendo, sus movimientos eran torpes, de repente se estrelló con Blue.
-Red ¿te sientes bien?-lo miró preocupada-estás pálido.
-Si, no es nada, te veo luego-temblaba un poco.
-¿Has visto a Green? he tratado de encontrarlo toda la tarde pero no ha sido posible, creo que está enojado conmigo.
-No tengo idea de donde puede estar-evadió su mirada-te veo luego-trató de correr pero algo lo detuvo, era la mano de la chica.
-¿Qué sucede contigo?
-Ya te dije que me siento bien-trató de sonreír sin obtener resultado.
-Estás mintiendo-lo miró fijamente-lo que me pregunto aún es por qué.
-Impresiones tuyas.
-Hasta hoy día Green ha confiado ciegamente en mi y nunca lo he defraudado ¿crees poder confiar en mi Red?
-De acuerdo-apretó sus puños el jovencito-Green está en peligro ¿por qué debes ser tan insistente Blue?-le entregó la carta que había encontrado en la habitación del castaño-entiende que debo ir a Carmín para salvarlo.
La chica leyó atentamente la nota e hizo un gesto de indignación.
-Red, trata de calmarte-lo abrazó-no ganarás nada poniéndote así, te ayudaré, iremos juntos a ese lugar, pero debemos estar preparados ¿de acuerdo?
-No quiero que nos aléjemos nuevamente-susurró.
-Lo se, alistaré algunas cosas y partiremos hacia Carmín en media hora ¿de acuerdo? nos veremos en la entrada del bosque y por favor, no le digas a nadie de esto.
-De acuerdo, iré por mis cosas también-corrió rápidamente.
En Pueblo Lavanda Surge descansaba un poco mientras tomaba un plato de sopa.
-¿Por qué hace todo esto?-observaba fijamente al anciano.
-Si me has seguido hasta este punto es porque de seguro ya desconfías un poco menos de mi-respondió el anciano sentado en un cojín-tomó un poco de té en una taza de cerámica-ya mencioné que podría afianzar tus movimientos.
-Si, ya se lo que me dijo, pero no entiendo su hospitalidad, yo...no soy una buena persona-agachó la cabeza.
-Él te está ayudando como lo ha hecho con todos nosotros, no deberías ser tan descortés-interrumpió una chica bajita y de cabello castaño-se nota que eres un melindroso.
-¿A quién le dices melindroso?-se levantó alterado.
-A ti cabeza hueca.
-No te doy tu merecido sólo porque eres chica.
-¿Acaso ese es un impedimento idiota?
-Ya hablé, además no estaría bien hacerlo en frente de este anciano.
-Por mi no hay problema pequeño-respondió el sujeto.
-¿Está seguro?-lo miró aterrado-¿está de acuerdo con que golpee a esta chica?
-Ya te lo dije, no tengo ningún impedimento.
-Excelente-susurró-en ese caso, te mostraré el poder de mi fuerza-lanzó un puño hacia ella.
La chica reaccionó rápidamente y curvó su espalda hacia atrás incorporándose con velocidad tomando a Surge de la camiseta.
-Tonta, no podrás con mi peso-lanzó otro golpe fallido.
-Eso está por verse-agarró fuertemente al chico levantándolo y lanzándolo lejos.
-¿Pero cómo?-susurró mientras caía dándose tremendo golpe contra el suelo.
-Lo has hecho muy bien Aimi-sonrió el viejo.
Surge se levantó indignado y se marchó.
Red se escabulló con su maleta hacia la entrada del bosque, en el camino se encontró con Brock.
-¿Piensas ir a algún lado?-preguntó el morocho.
-No, claro que no ¿por qué la pregunta?
-Por la maleta-lo señaló.
-Ah, la maleta-respondió nervioso-la maleta tiene una ropa vieja que pienso botar en el lago.
-Que malo eres mintiendo, entonces tendré que acusarte con el Profesor por contaminación en el lago.
-No, Brock no hagas tal tontería-lo jaló del brazo.
-Entonces...¿a dónde irás?
-Esto, yo...yo...-evadió su mirada-tengo algo importante qué hacer, por favor, confía en mi.
-Lo hago, todos los días confío en ti.
Red lo observó sorprendido.
-Aun así, que confíe en ti no quiere decir que no seas un tonto impulsivo que se mete en dificultades-respiró profundo-espero que él sepa valorar todo lo que haces, cuídate Red-se marchó.
El jovencito lo observó sorprendido.
-¿Estás listo?-preguntó Blue.
-Si, claro-seguía sorprendido-no entiendo ¿como lo descubrió?-susurró.
-¿Seguirás balbucenado o rescatamos a Green?
-Lo siento, por lo visto es un día con muchas emociones.
-Red, no es momento de pensar tales cosas, debemos ir al rescate, andando.
Surge estaba en la entrada del refugio del anciano que lo había ayudado.
-Maldición, sigue lloviendo demasiado, por otro lado...no quiero quedarme un segundo más en este lugar, toda esta gente extraña, me humilló.
-¿Piensas marcharte con esa lluvia?-preguntó Aimi.
-No es algo que te incumba-respondió altivo.
-Como quieras, vete, pero este señor es muy amable.
-Tu hablas como si estuvieras muy agradecida con él.
-No es para menos, el señor Fuji me tendió la mano cuando fui abandonada, es lindo ver cómo alguien puede ayudarte sin esperar nada a cambio.
-Ayudar-susurró el chico, el recuerdo de Yuki vino a su mente-vaya pensamiento más tonto, me quedaré otro rato, al menos mientras para de llover.
Red y Blue llegaron a Carmín, luego de dejar sus cosas en el hotel emprendieron marcha hacia la cueva, la lluvia dificultaba un poco la entrada ya que se habían presentado algunos derrumbes.
-Está lloviendo demasiado-gritaba el jovencito, la lluvia no los dejaba escuchar muy bien.
-Descuida, estamos cerca del tunel, allá podremos acampar un momento.
Luego de caminar unos 20 minutos ambos chicos llegaron al lugar.
-Muchas gracias-dijo Red comiendo un onigiri-está delicioso.
-Descuida-inspeccionaba visualmente el lugar-muy bien, hora de la diversión ¿trajiste tu perla dorada Red?
-Si, también traje mi Pokedex-sacó el dispositivo de su bolsillo-¿dónde podrá estar ese miserable?
-Lo más seguro es que se encuentren en el interior de la cueva.
-Acá dice que los Digglet fueron los constructores de la cueva, es por eso que lo consideran un patrimonio natural, sería genial capturar uno.
-No es tiempo de pensar en ello, ya casi llegamos al centro de la cueva-los chicos quedaron sorprendidos ante una gran excavación que había formado una cúpula.
-Con que piensas capturar estos pequeños, no creo que eso le guste-interrumpió Bill.
-Infeliz, dinos ¿donde tienes a Green?-lo miró Red enojado.
-Vaya que eres impaciente mi querido Red-tronó sus dedos e hizo aparecer al castaño inconsciente.
-Green-corrió hacia el chico.
-No tan rápido, vamos a poner las cosas mucho más interesantes ¿verdad Yellow?
-Por supuesto-sonrió pérfidamente el rubio.
-Aléjate Yellow, esto no es asunto tuyo.
-Pero claro que si, ustedes quieren quitarme el cariño de Green, por eso no puedo desaprovechar la oportunidad para sacarlos del camino, esto es bastante personal, ve Digglet-arrojó su Poke-ball.
Erika disfrutaba de una agradable compañía.
-¿Así que fuiste traído aquí por ordenes del Profesor Oak?
-Eso me dijo el mayordomo, aunque por alguna razón lo noté algo extraño.
-¿Jin o sea que tus padres y el Profesor son buenos amigos?
-Así es, en ocasiones iba a visitarnos con su esposa, es una señora muy cariñosa, aunque las última veces fue solo.
-Entiendo-bebió un poco de su café-quizá pueda ser que te vas a quedar en la escuela ¿no te gustaría?
-Si voy a estar contigo supongo que son buenas noticias, aaunque...-se quedó pensativo-de ser así mis padres me hubieran dicho su decisión.
-Quizá sea una sorpresa-sonrió la chica-¿no lo crees?
-No sabía que ustedes dos se conocían-interrumpió Oak.
-Profesor-se levantó la chica-así es, Jin y yo nos conocimos en la fiesta de año nuevo, mis padres y los de él son muy buenos amigos.
-Ahora entiendo-puso su mano en la cabeza el hombre-Jin ¿vendrías conmigo un momento? necesito hacerte algunas preguntas.
-De acuerdo Profesor-lo tomó de la mano-te veo al rato Erika.
En la cueva Digglet Red y Blue se veían en graves dificultades por culpa de Yellow.
-No es posible-tapó sus oídos el jovencito-era un simple gruñido-gritaba aturdido.
-Es cierto ¿como es que un Pokemon como ese puede tener tal potencia?-respondió Blue.
-Su conversación me aburre, el señor Bill me ha otorgado nuevas habilidades-levantó su voz el rubio-Digglet, ataque de arena.
Una enorme ráfaga de polvo y tierra se levantó en el sitio cubriendo la poca iluminación y bajando la temperatura.
-Sigo sin entender-susuró Blue-ese Pokemon tan simple no puede estar generando tales ataques, hay algo más ¿y por qué siento algo extraño bajo nosotros? un momento-se encendió su chispa-lo tengo, Red, ese Pokemon no está efectuando los ataques, solo está sirviendo como transmisor a otros Digglet, estos Pokemon solos son inofensivos pero en grupo pueden causar grandes catástrofes, vamos a detenerlos, ve Blastoise-lanzó su Poke-ball.
-Adelante, Poliwhirl-dijo el jovencito.
-Pistola Agua-ordenaron los dos al tiempo.
La tormenta empezó a cesar poco a poco.
-Bien hecho, es momento de detener a esos dos-dijo la chica.
-Salvaré a Green a cualquier costo-corrió el jovencito hacia Bill-de pronto quedó paralizado.
-¿A dónde crees que vas?-lo miró Yellow con un odio visceral-no dejaré que nadie se acerque a él, bien hecho Pikachu-el Pokemon había envíado una onda paralizante al jovencito.
-Green volverá a mi lado-lanzó su poke-ball como pudo-ve, Charmeleon.
-Finalmente puedo enfrentarte-susurró molesto-en ese caso, Pikachu, impactrueno.
-Charmeleon, lanzallamas.
Ambos Pokemon lanzaron potentes ataques quedando débiles, Pikachu quedó quemado y Charmeleon paralizado. Red y Yellow se miraban de forma detestable, los dos se sentían agitados.
-Juro que no volverás a acercarte a él-gritó el rubio chico propinándo un puño a la cara de Red.
-Déjalo en paz-le reclamó Blue.
-Tu, cállate infeliz.
-Yellow, se que no serías capaz de hacer esto realmente, sólo estás siendo manipulado por el poder de Bill ¿no lo entiendes?-respondió el jovencito sangrando en el labio.
-Cállate-dio una patada en el estómago del jovencito-no quiero seguir esuchando tus falsas palabras, voy a tener a Green a mi lado a cualquier costo ¿lo has entendido Red Uchida? incluso si eso implica el acabar contigo.
-Green jamás estará a tu lado-intervino Blue-este chico que ves aquí es quién realmente lo quiere ¿acaso tu cruzarías todo este viaje para salvarlo? lo dudo bastante, no pudiste mantener una simple promesa hace un tiempo ¿por qué habrías de garantizar su felicidad? eres un maldito cobarde y además eres cómplice del daño que todos sufrimos.
-Cállate-tomó su cabeza el rubio-maldición, no puede ser-arañó la tierra-ni tu ni Red seguirán burlándose de mi-se abalanzó hacia la chica, alguien lo detuvo de un puño, era Red que desprendía un brillo dorado y una gran determinación en su mirada.
-Suficiente de causar revuelo, voy a rescatar a Green, no me importa lo que deba hacer.
-Ese poder de nuevo-dijo furioso Bill-suficiente, no me quedaré a ver este espectáculo deplorable, Yellow tu estás bajo mi poder, acaba con Green, quiero ver tu expresión lastimera al haber destruido a la persona que amas-con su cetro hizo aparecer al castaño frente suyo paralizando a Red y Blue-adelante, él sólo se ha burlado de ti, te estuvo manipulando todo este tiempo.
-Por favor Yellow, no lo hagas-susurró Red-te lo suplico.
-Es cierto, Green ha sido mi berdugo-lo miró averso.
-Entonces...dale su merecido-abrió un gran agujero en la tierra con ayuda de los Digglet-adelante, empújalo, quiero ver como lo haces-creó un remolino.
-Esta será mi venganza-sonrió acercándose lentamente-muere...Bill-sacó su caña de pesca enredando ágilmente al sujeto-ahora verás mi técnica-lo lanzó hacia el remolino, el chico despedía un brillo dorado-es cierto que he sido manipulado por ti, pero tengo un límite cuando de él se trata, jamás lo lastimaré-se despedazó la perla negra de su pecho creando un nuevo brillo, una nueva perla dorada había surgido. La parálisis de Red y Blue desapareció.
-Este...¿es el fin de ese sujeto?-susurró Blue.
-Green, Green-corrió Red hacia el chico que yacía en brazos de Yellow.
-No, no lo es, chicos, aléjense-gritó la chica.
Del interior del remolino surgió Bill el cuál enredó con la caña de Yellow a todos.
-Ya me aburrieron, dejaré que los Digglet se encarguen de ustedes-los lanzó hacia el remolino, acto seguido abrió una distorsión espacial y se marchó.
Todos luchaban con la corriente de lodo que los hundía poco a poco, Green que yacía inconsciente era quién llevaba la peor parte pues era absorbido con rapidez.
-Green-gritó Red desesperado mientras trataba de acercarse dando grandez brazadas.
-Hazlo de espaldas-dijo Yellow-nada de espaldas, así llegarás más rápido.
El chico hizo caso pero al tratar de tomar al castaño era como si lo repeliera, el jovencito observó con horror como Green se hundía.
-No, por favor Green, resiste-su corazón se llenó de desesperación-por favor Green, permanece a mi lado-la perla dorada del chico y la de Yellow iluminaron la cueva dando un fulgor incandescente, el remolino comenzó a cesar poco a poco hasta que solo quedó un agujero. Red miró la mano del castaño que salía del barro-Green-se movió como pudo hasta desenterrarlo-Green, estás bien-susurró al cerciorar que respiraba, luego lo abrazó y comenzó a llorar-te quiero.
En Azulona la lluvia seguía incesante.
-Veo que aun no te has ido-dijo Fuji a Surge.
-Desearía marcharme pero...parece que la lluvia no piensa detenerse.
-Hay tristeza en tus ojos-miró fijamente al chico-por eso respondes de esa forma tan grosera, es tu manera de no demostrarlo ¿verdad?
-Oiga señor, el hecho de que me haya ayudado no quiere decir que deba interferir en mi vida personal-respondió irritado.
-Debes extrañar mucho a esa persona.
-¿Qué puede saber usted de eso? no ha vivido las cosas que me han tocado.
-He visto cosas realmente terribles muchacho, cosas inhumanas y crueles que me han hecho perder la fé, por eso trato de hacer el bien, así podré enviar un mensaje de esperanza.
-Esperanza-susurró Surge-si es cierto que puede ayudarme a ser más fuerte entonces...me quedaré con usted.
-En ese caso, deberás colaborar con las labores de este lugar.
-Lo sabía, lo sabía-lo señaló-usted es un farsante, no podía ser cierta tanta amabilidad.
-No le hables así al señor Fuji-lo golpeó en la cabeza Aimi.
-Deja de hacer eso-gritó el rubio.
-Entonces respeta a tus mayores.
-Ustedes dos se llevarán muy bien-susurró el viejo.
En el centro médico de Carmín Green seguía sin despertar, Red yacía a su lado impotente. El chico leía la historieta que le había prestado Pegaso mientras aguardaba.
-Más te vale que despiertes pronto idiota-apretó el comic-tienes que pedirme que vuelva contigo para que estemos juntos de nuevo-maldición-gritó-rompí una hoja del comic ¿qué puedo hacer? Pegaso me matará, ni modo, tendré que pagarlo-lloriqueó.
De pronto Green comenzó a abrir sus ojos, estaba irritado por la luz.
-Green ¿estás bien?-se acercó Red emocionado-dime que estás bien-se veía una alegría enorme en el rostro del chico.
-¿Eres tu?-lo miró sorprendido-no, no puede ser ¿qué haces aquí?-dijo con desprecio-lárgate Red, largo de mi habitación.
-Gre...greeen-lo miró desconcertado-no entiendo.
-¿Qué sucede?-preguntó Blue-¿Green estás bien?
-Dile que se vaya-gritó alterado-no lo quiero ver en la habitación, no quiero.
-¿Por qué dices esas cosas Green?-preguntaba tímido.
-Será mejor que salgan de la habitación-dijo el doctor-este chico está en shock.
Red temblaba ante la situación mientras Blue lo ayudaba a salir del cuarto.
-¿Qué sucedió?-preguntó Yellow-¿está bien Green?
-Parece que sufrió un ataque de pánico, el doctor le está aplicando un calmante-respondió Blue mientras trataba de sobreponer al jovencito-¿te sientes bien Red?
-Descuida-se sentó-no entiendo por qué dijo esas cosas, no entiendo nada.
-¿De qué estás hablando?-lo miró el rubio conmovido.
El doctor salió de la habitación.
-Se le ha aplicado un calmante para que descanse-su tono de voz se tornó serio-no quiero alarmarlos pero podríamos estar ante un típico caso de transtorno por estrés postraumático, quizá por eso la reacción del chico al verte Red.
-No entiendo ¿qué es eso?-preguntó Blue.
-Por lo general se da en personas que sufren de un acontecimiento en donde su vida o la de un ser querido está en peligro, con el tiempo pueden desarrollar paranoía e incluso perder ciertos recuerdos, es como si su cabeza fuera un rompecabezas.
-Es posible que se cure pronto ¿cierto?-preguntó Red.
-Si es posible que se sure, pero no puedo asegurarte que lo hará en poco tiempo y completamente, a veces puede llevar años e incluso no superarlo jamás dependiendo el paciente.
-Lo hará, estoy seguro-respondió convencido-Green ha superado cosas mil veces peores que esta-comenzó a llorar-así que no tengo de qué preocuparme, en cualquier momento el me recordará.
Volvemos al presente, está lloviendo, Red yace en la banca, las gotas se escurren en su cabello color azabache, de nuevo en el comienzo.
-Te ves muy mal, te estaba buscando-mencionó Pegaso.
-No quería que me vieran así.
-De seguro lo dices por Green ¿me equivoco?
El chico lo miró queriendo dar una explicación.
-Descuida amigo, tu secreto está a salvo conmigo, además, no soy quién para juzgarte.
-No debí ilusionarme tan pronto, esa noche, cuando dije que Green volvería a ser el mismo de antes...me mentí a mi mismo-apretó sus puños-sólo me quería convencer de esa mentira.
-Quería asegurarme de que estabas bien y para mi eso es suficiente,Red, no deberías decir esas cosas, alguien como tu...-se sonrojó ante algo absurdo que pensó decir-¿quieres leer más mangas de la guerrera lunar?-cambió de tema abruptamente.
-Claro que si-cambió su semblante-por cierto, rompí una hoja del manga que me prestaste.
-¿Qué? ¿te has vuelto loco?-lo gritó.
-Lo siento, prometo pagártelo.
-Descuida-respondió haciendo un gran esfuerzo-puedes quedártelo, tengo más en mi habitación ¿los quieres ver?
-Suena estupendo, por supuesto-sonrió haciendo sonrojar al pensador aun más.
Al llegar a la habitación...
-Ka...kano ¿qué hiciste?-dijo Pegaso al borde de un colapso.
-Sólo coloreé estos libros a blanco y negro, se veía todo muy triste así hermano ¿te gustó como quedó?
-La edición Special está totalmente arruinada-susurró Red-este chico es realmente malvado.
-Lo se, es un mocoso del demonio-comenzaron a llorar ambos.