Nuestros tres chicos se siguen divirtiendo en el parque de atracciones mecánicas.
-Red, gracias por este algodon de azúcar-decía Kano devorando la golosina.
-Con cuidado, no querrás atorarte con él-mencionó Pegaso-digo lo mismo para ti Red.
-Está delicioso, no tengo la culpa-lo miró con toda la boca untada-de repente se detuvo un momento con ojos iluminados-chicos, vamos a ese lugar-los tomó a los dos. Llegaron a una máquina de juguetes, el jovencito estrelló su cara contra el vidrio-no lo puedo creer, es un peluche original de la guerrera lunar-sacó una moneda-será mía-tomó el mando con mucho cuidado, oprimió el botón para que bajara el gancho de agarre, logró tomar el peluche pero este se soltó-¿qué? no puede ser-gritó indignado-ahora verás-sacó otra moneda para volverlo a intentar. Luego de un rato Red ya se había quedado sin monedas-No es justo, ya casi la tenía-gritó desesperado.
-Creo que será mejor ir a otra parte-intervino Pegaso asustado-ya casi no quedan peluches en la máquina.
-No, voy a sacar esa guerrera lunar así sea lo último que haga-dijo sulfurado fallando de nuevo-esta porquería-comenzó a patearla-vamos, dame mi guerrera lunar.
-¿Sucede algo jovencitos?-preguntó un guardia de seguridad.
-Esta máquina de ustedes es una estafa-gritaba Red.
-Será mejor que te calmes, no querrás que nos detengan-susurró Pegaso llevándolo a rastras-mejor sigamos subiendo a las otras atracciones, aun nos quedan muchas, que esté bien señor guardia.
Giovanni hablaba con Jesse y James.
-¿En qué le podemos servir señor?-se inclinó la chica.
-Sus deseos son órdenes-dijo James.
-Quiero que traigan a la madre de Red, no podemos dejar que siga en poder de Bill, esa mujer es nuestra única garantía contra ese imbécil.
-Señor Giovanni, no entiendo por qué ha tardado tanto tiempo en poder usar a esa señora.
-Jesse, no hagas preguntas tontas, es claro que no puedo desperdiciar un recurso tan importante como ese ¿acaso me crees tan incompetente como Bill?
-Claro que no señor, me disculpo.
-Por eso siempre has sido una relegada-interrumpió Sabrina-Jesse y James son la viva muestra de la incompetencia-los miró arrogante.
-Puedes llamarlo como quieras, pero por algo somos parte del cordón de seguridad del Team Rocket-respondió James.
-Lo cuál deja claro que somos bastantes vulnerables-se burló la psíquica.
-Lo mejor será retirarnos, no pienso discutir asuntos como esos contigo, mi señor, le aseguro que traéremos de vuelta a esa mujer.
-Eso espero mi querida Jesse, confío en ti.
-No deberías hablar con tanta facilidad Sabrina, es probable que este bajo perfil sea parte de nuestra estrategia, después de todo...no sabes nuestras verdaderas intenciones-sonrió pérfido el compañero de la chica.
Blaine se encontraba bastante pensativo en la fuente de la escuela. Las palabras de Erika le habían afectado bastante.
-Te ves deprimido amigo-lo saludó Brock.
-No es nada-se levantó-mejor voy a seguir con mis deberes.
-Blaine, no tienes por qué ser tan hostil, estoy seguro que tu actitud tiene nombre propio.
-No me estés molestando-se sonrojó-las cosas no son como crees.
-¿Crees que eres el único en problemas? mis papás vendrán a conocer a Misty.
-No le veo el problema, ella es una chica grandiosa.
-¿Crees que no lo se? ella es lo mejor que me ha pasado en este lugar, pero mamá, es una persona tremendamente complicada, temo en todo sentido lo que pueda pasar.
-No te entiendo, resultas más paranoíco que Red.
-Mejor hablemos de Erika ¿ahora qué pasó? según me contaron tu habías decidido quedar como amigo con ella.
-¿Quién te dijo todo eso?-observó aterrado-ah si, olvidaba que tu novia y ella son mejores amigas, Erika me rechazó, me dijo que no estaría esperándome siempre y se que tiene razón pero...no quiere decir que me deje de afectar algo como eso.
-Entonces si te gusta.
-Hice todo esto para concentrarme más en mis estudios, la verdad estoy en una encrucijada, por un lado estar con Erika y por el otro no volver a bajar mi promedio, de lo contrario me tendría que ir.
-Yo puedo hacer las dos cosas, eres bastante complicado-se burló Brock.
-Y por eso tienes esas notas tan mediocres-lo miró gracioso.
-Al menos yo no niego mis sentimientos.
-Quién te oyera diría que es cierto.
Había llegado la noche a Kanto, Red, Pegaso y Kano habían decidido terminar su recorrido en una tranquila atracción, el carrusel.
-Subir a esta atracción me ha traído grandes recuerdos-susurró el jovencito.
-¿En serio? ¿qué tipo de recuerdos?-preguntó el pensador.
-De cuando era más chico, por lo general la feria llegaba en junio a Pueblo Paleta y solía montar con...bueno eso ya no interesa.
-Conseguí esto para ti-le entregó el peluche de la guerrera lunar-fue sencillo conseguirlo, un solo intento, "si supiera que tuve que intentarlo más de 5 veces para sacar ese peluche"
-Muchas gracias-sus ojos color escarlata se abrieron dejando ver un hermoso brillo gracias a las luces del carrusel-me has hecho muy feliz el día de hoy-sonrió ampliamente.
-Me alegra verte así-se sonrojó-Red...yo...
-Hermano ¿donde está mi peluche?-gritó Kano haciendo un berrinche-¿por qué le diste un peluche a Red y no a mi? eres malo, Red es más viejo que yo-lo pateó-quiero un peluche yo también.
-Sabía que esto iba a suceder, mocoso molesto, ten-le entregó un Caterpie de Peluche-será mejor que lo cuides o de lo contrario no lo recibas.
Red se burló disimuladamente.
-¿Qué te parece tan gracioso tonto?
-Nada, es muy peculiar la forma en la que tratas a tu hermanito, es como si no te importara pero al final se nota lo mucho que lo quieres.
-¿Ah si?-quedó en shock el pensador-entonces es cierto, he comenzado a querer más de la cuenta a este mocoso, igual que a...-susurró.
Yellow estaba en su habitación leyendo una carta.
-Es de Fudo y Eita, me pregunto como irán esos dos-destapó el sobre y leyó la hoja.
"Queridos amigos Yellow y Green, les escribimos desde las Islas Sete, la verdad es que es todo un paraíso, decidimos realizar el viaje con el consentimiento de los padres de Eita antes de que comenzara su tratamiento, ya saben como nos gusta conocer nuevos sitios. Por el momento estamos en la isla Prima, un sitio bastante particular, cuenta con una zona comercial enorme donde puedes encontrar artículos de otras regiones a precios realmente económicos, ya he comprado muchos recuerdos y Eita me regaña mucho por eso. Hace dos días estuvimos en las aguas termales del lugar, es un sitio relajante, no se puede negar que luego de salir de ella te sientes totalmente renovado, además la especialidad de la casa es el caldo de pescado, yo lo probé y se los recomiendo, a Eita en cambio le pareció algo insípido. Mañana iremos al Monte Ascuas, es un volcán inactivo, este tipo de viajes son mis favoritos, ya saben como me gusta la naturaleza. Eso era todo por el momento, espero que muy pronto nos podamos ver, no sería mala idea que nos acompañen en el viaje. Con cariño...Fudo y Eita"
Alguien golpeó a la puerta. Yellow la abrió rapidamente.
-¿Qué haces de nuevo aquí?-miró irritado a Green.
-Ya se que no recuerdo muchas cosas, tengo muy claro que algunos de mis sentimientos se esfumarán con el tiempo, pero no puedes arrebatarme la oportunidad de tratar de estar contigo-golpeó la puerta-en mi mente solo está el momento cuando tu y yo éramos los mejores amigos, ahora quiero ser algo más, he escuchado lo que algunos dicen, que tu y yo llegamos a serlo ¿cuál es tu problema?
-Tu sufriste un accidente, entiéndelo, hay cosas que aun no recuerdas-fue tomado de los hombros-deja de hacer eso Green.
-No pienso detenerme-lo miró fijamente a los ojos tomándolo de la barbilla.
-Por más que quiera, no puedo evitar caer como un tonto ante ti-lo besó mientra se estremecía.
Pegaso llevaba cargado a un dormido Kano en sus brazos, los tres chicos estaban en la escuela.
-Quería agradecerte por el día de hoy, fuiste muy amable conmigo al hacerme sentir mejor-sonrió tímidamente-eres de esas personas amables que llena de alegría a los demás.
-Red, hay algo que quiero decirte-miró sus ojos escarlata.
-Por supuesto ¿de qué se trata?
-Red...quiero decirte que tu me...
-Hermano-gritó Kano-¿ya llegamos?-saltó al suelo mientras refregaba sus ojos.
-No vuelvas a hacer eso mocoso, me asustaste-lo miró rabioso y a punto de llorar.
-¿Qué era lo que me querías decir Pegaso?
-¿Quién yo? no es nada, creo que ya lo olvidé.
-De acuerdo, te veo mañana-abrazó al chico-espero que recuerdes pronto lo que me ibas a decir-se marchó.
-Como olvidar que me gustas Red Uchida-susurró.
-He...hermano-lo miró Kano sorprendido.
-Cierra la boca, no te enterarías de todas estas cosas si no estuvieras de entrometido, además tu también tienes secretos que ocultar.
En su oficina Oak y su asistente discutían algunos asuntos delicados.
-Akira sigue sin recordar lo sucedido ese día, he ido a visitarlo un par de veces y puedo ver en sus ojos deseperación e impotencia, su buen nombre fue manchado de una manera inescrupulosa.
-Lo se perfectamente Profesor, además aun la policía no tiene rastro de la madre de ese chico.
-Ese es otro problema sin resolver, me siento completamente atado de manos ante ello, es necesario un plan de máxima seguridad, no lo quise implementar antes para no generar pánico entre los estudiantes, pero no habiendo más opción.
-Y en cuanto...ya sabe, ese niño.
-¿Te refieres a Jin?-tomó su cabeza-es realmente triste lo que sucedió con él, aun no he determinado su futuro, es una verdadera pena que sus padres hayan muerto en ese accidente.
-¿Cuando piensa decírselo?
-Por ahora es mejor aguardar un tiempo-bebió un poco de té-así el chico podrá asimilarlo y además tenemos muchos problemas con la escuela y el Team Rocket.
Tras la puerta yacía Erika aterrada, había escuchado toda la conversación.
-Jin-susurró mientras tapaba su boca para contener el dolor, respiró profundo y salió del lugar.