Erika caminaba destrozada por el pasillo de la escuela, pensaba una y mil veces las palabras de Oak.
-Jin-apretó sus manos-llegó como pudo a su habitación y encontró al chico dibujando.
-Erika, mira el dibujo que hice para cuando mis papás lleguen de su viaje. Tenía unos trazos delicados, la técnica del chico era admirable-somos todos en la isla Prima, también estás tu.
-Tienes un gran talento...Jin-sintió una fuerte presión en su pecho y rompió en llanto.
-Erika ¿qué sucede? ¿acaso no te gustó?
-No es eso, descuida, sólo me duele un poco la cabeza-puso sus manos en el rostro.
-¿Estás bien amiga?-preguntó Misty extrañada.
-Lo siento-secó sus lágrimas-me siento un poco enferma, es todo.
-¿Segura?
-Descuida ¿qué se te ofrece?
-Los padres de Brock llegarán mañana a la escuela, quiero dar una buena impresión, me preguntaba si me podrías prestar uno de tus vestidos.
-Por supuesto, tengo unos muy lindos que compré la semana pasada.
-En ese caso estaré encantada de verlos y de paso me cuentas qué te sucede realmente.
Bill se hallaba en su laboratorio contemplando su cetro.
-Creo que es hora del verdadero despertar.
-Así es, falta muy poco-susurró una horrible voz.
-Como ansío que llegue ese momento, tendré a toda esta región bajo mi dominio.
-No seas impaciente, pronto la oscuridad inundará este lugar sumiendo a todos en la desesperación.
-En ese caso, que inicie la primera fase-levantó el objeto-Yami, haz que despierte la perla incubada en ese cuerpo imperfecto-gran cantidad de energía negativa salió disparada-como me gusta esta alquimia-susurró complacido.
Misty y Erika se encontraban algo indecisas en la elección del vestido de la pelirroja.
-Maldición, no se cuál escoger-gritó la chica-todo es culpa de Brock, cuando me dio la noticia era muy tarde-observó a Erika que estaba en las nubes-¿qué sucede amiga?-tomó su mano.
-Descuida, ya te lo dije...
-Soy tu mejor amiga y eso me ha servido para identificar cuando estás enferma o no ¿hay algo que te esté agobiando?
-Son sólo ideas tuyas-movía los vestidos colgados rapidamente.
-Yo creo que no-la detuvo-¿acaso no confías en mi?
La princesa calló un instante y luego sintió de nuevo la presión en su pecho, de nuevo las lágrimas se escurrieron por sus mejillas pero esta vez en silencio.
-Encontré este vestido para ti...Misty-interrumpió Jin-¿sigues enferma Erika?
-Estoy bien, vaya que tenemos aquí-tomó el vestido-tienes muy buen gusto, definitivamente no me equivoqué contigo al pedirte ayuda ¿qué opinas Misty?
-Está muy lindo-respondió desanimada y preocupada.
-Vamos, arriba ese ánimo, ya te dije que estoy bien, mañana tienes un acontecimiento muy importante, ahora que veo bien ese vestido floral, hay unos zapatos divinos que te gustará llevar, te los mostraré ¿Jin puedes ir por unos refrescos a la máquina expendedora?
-Por supuesto, hace un poco de calor-salió corriendo.
-Te contaré todo, pero promete que no dirás nada de esto a los demás, lo que escuché es un asunto muy delicado.
Surge había terminado sus deberes.
-Impresionante-dijo Fuji-este salón está reluciente, eres muy hábil con esto, ni siquiera Aimi puede hacer tal trabajo así.
-No tiene por qué agradecerlo, es mi trabajo ¿de qué otra forma podría vivir en este lugar?-respondió con falsa indiferencia.
-Parece que ya se detuvo la lluvia.
-En realidad desde hace unos días dejó de llover, que viejo tan raro-susurró.
-Muchachos tontos, sólo ven lo que hay frente a ellos.
-No tiene por qué insultarme, estoy haciendo mis labores con agrado ¿no es suficiente para usted?-dijo irritado el rubio.
-Claro que si, pero cuando hablé de que la lluvia se detuvo me refería a ti.
-Ahora entiendo-recordó las palabras de Aimi-entonces a eso se refería esa niña.
-Mañana comenzaremos el entrenamiento.
-No pensé que fuera tan rápido...
-¿Quieres o no que te enseñe?-se alejó.
-Claro que si-respondió animado-gracias señor Fuji.
Al otro día Misty y Brock despertaron muy temprano para recibir a los padres del morocho.
-Te ves algo pálida ¿dormiste bien?
-No te preocupes, supongo que son los nervios de la situación, el almuerzo será al medio día, hice la reservación en el restaurante del centro, se llama...-sacó una tarjeta-Allard, tengo que confirmar para las ocho los platillos así que espero ser acertada con ello mientras tanto tu puedes ir mostrándoles la escuela así vamos ganando algo de tiempo.
-Te veo algo ansiosa-le dio un beso-esto es de gran importancia pero tómalo con toda la calma que amerita.
-De acuerdo-respiró hondo-¿te gustó mi vestido?
-Te ves muy linda-se sonrojó-ya verás que todo saldrá muy bien-la tomó de la mano.
En la cafetería Erika y Jin se encontraban desayunando.
-¿Cómo te sientes hoy?-preguntó el niño.
-Ya mucho mejor, descuida-sonrió la chica.
A su mesa llegaron Pegaso y Kano.
-Hola Erika, buen día.
-Buen día Pegaso, hola pequeño Kano.
-Misty me pidió el favor de que estuviera con Red para la llegada de los papás de Brock ¿podrías hacerte cargo de Kano? solo será un momento.
-No tengo problema, pero qué grosera de mi parte, chicos les presento a Jin, es un amigo mío.
-Mucho gusto Jin, soy Pegaso y este pequeño de acá es mi hermano Kano.
-Él no es tu hermano, ni siquiera se parecen.
-¿Qué?-saltó sorprendido el pensador-¿por qué dices esas cosas?
-Lo dice porque es un tonto-interrumpió Kano sacándole la lengua.
-Ni siquiera te conozco bien mocoso, no me estés molestando.
-Oye niño-intervino Pegaso-el único que le puede decir mocoso a mi hermano soy yo ¿entendido?
-Bueno chicos, tampoco es para que peleen de esta forma-trató de conciliar la joven princesa-y si, estaría encantada de cuidar de Kano siempre y cuando este par de chicos no se peleen y eso te incluye a ti también Pegaso.
-De acuerdo-refunfuñó.
-Yo también podría ayudarte-interrumpió Blaine-buenos días Erika-sonrió seductor.
-¿Qué haces aquí?-respondió irritada la chica.
-Tranquila, no tienes por qué ponerte a la defensiva, muñeca.
-¿Muñeca? ¿qué pasa contigo idiota?-empuñó su mano.
-Esas delicadas manos no deberían golpear a nadie-tomó a la chica.
-Será mejor que me dejes en paz ¿qué sucede contigo tonto? ¿dónde dejaste tus lentes?
-Ya no los necesito.
-Déjala tranquila-gritó Jin-¿no te das cuenta que ella no quiere estar contigo?
-Vaya-se burlo-¿quién es este enano?
-Mi nombre es Jin y no soy ningún enano.
-No le hagas caso, lo mejor será que te marches Blaine.
-No te entiendo, hace unos meses me habías dicho...
-Eso fue antes de definir nuestras prioridades, no pienso volver a repetirlo, soy una chica con determinación.
-Como quieras, hay muchas otras chicas que estarían dispuestas a ser algo más que amigas, adiós-se marchó arrogante.
-¿Qué le sucede?-susurró la chica sorprendida y decepcionada-no es normal que se comporte de esa forma.
-A pesar de todo te sigue importando-dijo Pegaso.
-Claro que no-se sonrojó-¿no escuchaste lo que dije? ese tonto ya no me interesa más.
-¿Entonces por qué tu cara? parece como si estuvieras afectada con su comportamiento y más aun con sus últimas palabras.
-No la molestes tu también-volvió a gritar Jin-Erika es una persona maravillosa, no tendría por que sentirse así por alguien tan idiota como ese chico.
-Jin-susurró la chica esbozando una modesta sonrisa-muchas gracias, Pegaso, será mejor que te apures y deja de decir tonterías.
-Muy bien, gracias, espero las cosas salgan como espera Misty-se alejó el pensador.
-Le dice a su hermano mocoso y él es un completo inmaduro, como sea, ahora ustedes dos-tomó a Jin y Kano del brazo-quiero que hagan las paces.
-Debes estar loca-respondió Kano queriendo hacer un berrinche-este niño es un tonto, además se metió con mi hermano, no lo quiero.
-Pues yo tampoco te quiero, eres un mocoso horrible y además apestas.
-Cállate-gritó Kano-Erika, dile que se retracte.
-No, no me voy a retractar por lo dicho, es la pura verdad, Kano también fue grosero conmigo, me sacó la lengua.
-En ese caso creo que no habrá postres para hoy en la tarde, es una verdadera pena-respondió la chica-y bien...¿harán las paces o se quedarán sin nada esta tarde?
-De acuerdo-hizo un puchero el más chico-perdóname Jin.
-Igualmente pequeño Kano-dijo con falsa ternura.
-Ahora dense la mano.
-Está bien-extendió su mano Jin mientras temblaba-¿amigos?
El más pequeño mordió fuerte al chico.
-Eres un animal, te odio-gritaba Jin.
-No me molestes, eres un tonto.
-Será un largo día-susurró la princesa.
Misty, Brock, Pegaso y Red estaban esperando en la entrada de la escuela la limusina que llegaría con los padres del morocho.
-Misty, Pegaso, se ven algo pálidos-los miró atento Red.
-Impresiones tuyas, supongo que estoy algo ansiosa-respondió la pelirroja arreglando su cabello.
-No digas tonterías Red, pones más nerviosa a mi prima.
-Lo siento, lo siento, no es razón para que me ataquen los dos.
-Todo debe salir perfecto-susurraba la pelirroja-maldición, no se si el vestido que me escogió Erika es el indicado ¿y si piensan lo peor de mi?
-Te preocupas más de lo que debes-la besó en frente de todos.
-Dejen de hacer eso-los miró enojado Red-no puedo creer que se comporten de esta forma.
-Tampoco yo-sonrió una mujer de estatura media, tez blanca y rostro de rasgos finos-no imaginé que fueras capaz de besar a una jovencita en frente de todos...hijo.
-¡¡¡Queeee!!!-palideció aun más la chica-qué vergüenza.
-Mamá-respondió sonrojado-¿no se supone que la limusina...?
-Sufrió una pequeña a avería así que no le vi problema para caminar con tu padre ¿y esta señorita tan linda es tu novia hijo?
-No los incomodes más Hanako-dijo el padre de Brock.
-De acuerdo Kaito, pero es que mira mi nuera, es tan adorable-brillaron sus ojos.
-Señores Sada, quiero darles la bienvenida a nuestra escuela-se inclinó-mi nombre es Misty Royama.
-Mamá, Papá-intervino Brock-ella es mi novia-y estos son Red, mi mejor amigo y Pegaso el primo de Misty.
-Mucho gusto-sonrió el jovencito.
-Tienes unos amigos encantadores también hijo.
-Ya nos conocíamos ¿verdad Red?-miró intimidante Kaito al jovencito.
-Si señor-respondió nervioso.
-¿Qué tal si iniciamos nuestro recorrido? luego de ello iremos a almorzar-trató de romper el hielo la chica.
-Me parece buena idea hija-se sonrojó la mujer-lo siento, es la emoción.
-No se preocupe.
-Mamá, no estés molestando-dijo irritado el morocho-Misty se siente algo nerviosa.
-Hanako ¿no puedes tomar las cosas con calma?
-Kaito, Brock, déjenme ser feliz.
-Red ¿puedo pedirte un favor?-preguntó el padre del morocho.
En su laboratorio Bill caminaba por un largo pasillo que conducía a una puerta mediana, antes de tomar la manija se detuvo.
-De saber que tenía compañía los hubiera recibido de la manera correcta-sonrió irónico.
-Eres bastante astuto, creo que Giovanni te está subestimando-dijo Jesse saliendo de su escondite.
-No soy el único al que subestima.
-¿Eso crees realmente? de ser así nos conmueves-respondió irónico James.
-No tienes por qué hacerlo, después de todo me conviene tener al cordón de seguridad del Team Rocket de mi lado, ustedes no son realmente tan idiotas como le han hecho creer a todos, incluso a la inútil de Sabrina. Sus facultades van mucho más allá ¿me equivoco? no lo creo pocas veces lo hago con estas cosas.
-¿Cómo sabes todo eso?-pregunto la pelirroja.
-Yo veo cosas que el ojo común no puede-levantó su cetro.
-¿Qué es lo que hay tras el espléndido poder de la perla negra?
-Hay un horror inimaginable, que estoy seguro no podrían soportar.
-Me gusta como suena eso ¿verdad Jesse?
-Así es, una lástima que debamos llevar a la señora Uchida ¿o tienes una propuesta mejor para nosotros?
-Al fin nos estamos entendiendo, no me equivoqué con ustedes dos ¿no les gustaría ser mi leales súbditos?
-Si el horror del que hablas nos dará más poder, no tengo ningún problema-respondió la chica.
-En ese caso-creó dos perlas con su cetro-tomen su camino a la victoria, si están dispuestos a soportar todo el horror que conlleva.
El padre de Brock y Red se dirigían a la cafetería de la escuela.
-¿Has entrenado duro desde nuestro último combate?
-Si señor, poco a poco me he fortalecido-respondió tímido.
-Mientes-lo miró contundente-tu exterior se ha fortalecido pero tu interior está destruido, lo puedo ver en tu mirada, ha perdido el ímpetu de aquella vez.
-Creí que ibamos por algo de comer a la cafetería-susurró.
-Deja esa actitud o harás que me arrepienta completamente de mostrarte algo tan importante como esto.
-Creo que no entiendo.
-Ahora entenderás-entró al chico a un salón vacío-necesito que por favor cuides muy bien esta pieza-sacó un cofre y abrió la tapa, en su interior había un pedazo de sustancia dura y liviana de color amarillento.
-¿Qué se supone que es esto señor Sada?-preguntó el jovencito confundido.
-Esto...es un trozo de ámbar viejo.