Red seguía confundido ante las palabras del padre de Brock.
-Sigo sin entender-observaba minucioso el objeto.
-No me hagas pensar que me equivoqué contigo muchacho, hay alguien tras de todo esto.
-¿Quién es?
-¿Recuerdas a Akira?
-Por supuesto, fue nuestro tutor hace un año, antes de que sucedieran hechos inesperados.
-Algo me contó.
-No sabía que lo conocía señor Sada.
-Fue mi alumno hace un tiempo, en las tardes visitaba mi gimnasio para recibir entrenamiento, pero no voy a hablarte de eso en este momento. Hay cosas mucho más importantes, hace unas semanas lo visité en el hospital dónde se encuentra internado, aun sigue sin recordar lo sucedido aquella noche en la que fue secuestrado. Me dijo algo sobre unos fósiles que te dio a guardar.
-¿Cómo se que no se trata de una trampa?
-Muy astuto, empiezo a pensar que no eres tan tonto.
-Claro que no, además sigo sin entender para que me estás diciendo todas estas cosas ¿no hay un laboratorio de investigación en Ciudad Plateada?
-Me está resultando bastante molesto hablar contigo, percibo que quieres dejar de lado una responsabilidad tan importante como esta.
-Es que...yo no soy alguien en quién puedan confiar Akira y usted, ni siquiera sé la razón por la cuál me encargó esos fósiles.
-Yo tampoco-le dio la espalda-será mejor ir con los otros, por lo visto no eres el indicado para guardar el ámbar-cerró el cofre y lo metió de nuevo en su maleta-andando.
-En verdad lo siento-susurró.
-No sigas con esa actitud lastimera, me irritas.
Giovanni recibió una llamada a su Móvil.
-Señor, le habla Shin, del laboratorio de investigación en Ciudad Plateada.
-¿Qué quieres? ¿hay noticias sobre mi preciado ámbar?
-No señor, pero tenemos una pista importante.
-Te escucho.
-Parece que el sospechoso está más cerca de lo que usted imagina.
-Al grano, no me hagas perder mi preciado tiempo.
-Lo siento, recibimos un reporte de que este sujeto fue recibido en la estación de tren por un funcionario al servicio de la High Pokemon School, es probable que se halle ya en la escuela.
-Perfecto-colgó-Jesse, James, quiero que se encarguen de ello.
-Lo haremos con gusto señor Giovanni-respondió la chica.
-Cómo ansío tenerte en mis manos, mi preciado ámbar-sonrió pérfido.
Al medio día todos se hallaban en el restaurante Allard donde Misty hizo la reservación.
-El recorrido por la escuela me gustó mucho-sonrió Hanako-eres una gran anfitriona Misty-bebió un poco de agua de su copa.
-No tenías que molestarte de esta forma-respondió modesto Kaito.
-Para mi no es ninguna molestia, ustedes son los padres de mi novio, es mi deber hacerlos sentir como en casa-dijo sonrojada.
-Me gusta escucharte hablar así Misty-la miró suspicaz la madre del morocho mientras probaba la ensalada.
-Demonios, la está mirando de esa forma-susurró Brock.
-¿Sucede algo amigo?-preguntó Pegaso.
-Descuida-tomó el tenedor nervioso-mejor sigamos comiendo.
-¿Red cierto?-miró al jovencito detenidamente Hanako.
-Si, señora-evadió la mirada.
-Supe que te enfrentaste a Kaito, lo mencionó alguna vez, debió ser algo inusual, por lo general nunca me habla de su trabajo en casa.
-No sigas con eso mujer.
-A decir verdad, fue un combate interesante, en especial por ese Aerodactyl-respondió el azabache.
Brock se burló de forma infantil.
-¿Qué te resulta tan gracioso?-preguntó molesto.
-Nada Red, tus bromas me matan de risa ¿acaso no has escuchado que Aerodactyl es un Pokemon extinto?
-Deberías saberlo, para eso tienes la Pokedex-intervino Misty.
-Ya se que Aerodactyl es un Pokemon extinto o eso pensé hasta ese momento-golpeó la mesa enojado Red.
-No deberías alterarte de esa manera, si eso piensas entonces no te tiene que importar lo que piensen los demás-respondió Kaito.
-Estoy de acuerdo señor Sada-sonrió Pegaso para animar al chico-vamos Red, sólo era una broma, mejor sigamos disfrutando del almuerzo.
-Lo siento-se sonrojó el jovencito-supongo que tienes razón-bebió un poco de agua helada para calmarse, aun sentía al padre de Brock mirándolo insistente-no puedo hacerme cargo de un asunto tan complicado como el que quiere-susurró.
-Llegó el plato fuerte-dijo aplaudiendo el pensador.
Erika y Kano habían ido por unos helados a la cafetería, de regreso a su habitación encontraron a Jin dibujando como de costumbre.
-Tu dibujo es realmente hermoso-quedó sorprendida la chica-me parece bastante familiar.
-Eres tu-la miró sonriente-es así como te veo, princesa Erika.
-No digas esas cosas, me sonrojas-tomó el papel, había plasmado una mujer bella y de aire impetuoso-es sorprendente el gran talento que tienes Jin ¿has pensado en ser pintor? tu princesa es muy linda.
-No, prefiero algo más ambicioso, como ser Mangaka, además la chica de mi dibujo no es una princesa, es una reina, una chica capaz de dominar todo un imperio.
-Está bonito-lamía Kano su helado-¿me enseñas a dibujar así?
-No creo que puedas-respondió Jin-dibujar así toma mucho tiempo y dedicación, además aun no lo termino, me falta pintarlo.
-Eres un envidioso-se cruzó de manos Kano.
-No vayan a pelear de nuevo-intervino Erika-Jin ¿quién te enseñó a dibujar así?
-Fue mi mamá, desde chico siempre apoyó mi talento, la quiero mucho, prometió llevarme a ver las pinturas en el museo de arte moderno, me emociona mucho eso.
-Ahora veo-susurró Erika-iré a comprar unos postres para la tarde-salió corriendo.
Jin prosiguió con los detalles de su dibujo.
-Enséñame a dibujar así-hizo un puchero Kano.
-Deja de ser fastidioso, te he dicho que no-respondió irritado.
El pequeño tomó una hoja y un lápiz, luego comenzó a dibujar.
-Ya verás, haré un dibujo mejor que el tuyo.
-Quisiera ver eso-seguía en su labor pasando suavemente el carboncillo sobre el papel.
-He terminado-saltó Kano contento.
-¿En tan poco tiempo? vamos a ver-abrió sus ojos enormemente-no es posible-había hecho un dibujo igual al suyo.
-Te lo dije-le sacó la lengua.
-Sabía que no eras normal, los demás creen que Pegaso y tu son hermanos, pero algo me dice que los están engañando a todos ¿eres humano?
-No entiendo de qué me hablas-lo miró inocente.
-Supongo que no tiene caso preguntarte directamente, tendré que hacer mis propias investigaciones, no dejaré que le hagas daño a Erika.
-Hablas como si te gustara-lo miró fijamente.
-Claro que no-se sonrojó-no es correcto que ella me guste, es mayor que yo.
-Primero Pegaso y luego tu-sonrió el pequeño.
-¿Eh?-lo miró extraño-¿de qué estás hablando?
-Las personas se la pasan pensando en lo que es o no correcto aun cuando las puertas de su verdadera felicidad están al frente.
-Supongo que tienes razón.
-Seguiré dibujando-recobró su aire de inocencia.
Brock, sus amigos y sus padres llegaron nuevamente a la escuela.
-He pasado un día increíble con todos ustedes-dijo Hanako-el almuerzo al igual que la compañía estuvo exquisito ¿nos disculpan un momento a Brock y a mi?-se alejaron del grupo.
-¿Qué sucede mamá?
-Ella es la chica ideal ¿no lo crees hijo?
-No quiero pensar en esto aun.
-Hijo, quiero que labres un futuro desde ahora, en tu juventud ¿no entiendo cuál es el problema?
-Quiero que dejes de meterte en esto, ha sido suficiente, vi la forma en la que la observabas al almuerzo.
-¿Qué hay de malo en ello?
-Basta, he dicho-la miró contundente.
-Está bien, dejaré de insistir por el momento, pero estaré lista para atacar nuevamente y cuando entiendas las cosas que quiero para ti es muy probable que me lo agradezcas.
-¿Sucede algo?-preguntó Misty.
-Descuida amor, estabamos discutiendo asuntos algo...privados.
-¿A dónde fue tu amigo de cabello oscuro hijo?
-¿Se refiere a Red señora?-respondió Pegaso-acompañó a su esposo a la cafetería de nuevo, parece que recibió una llamada importante.
-Entiendo-susurró la mujer-será mejor que vayamos a un lugar más adecuado, como el edificio de los dormitorios.
-Muy bien-la miró el pensador extrañado.
Kaito llevaba a rastras al jovencito.
-¿Qué sucede? ¿por qué es tan raro señor?-gritaba irritado.
-Ellos saben que el ámbar está aquí, conmigo.
-¿Ellos? ¿de quién habla? otra vez con sus cosas raras.
-Mocoso tonto-lo golpeó en la cabeza-entiende que en estos momentos no estamos seguros en ningún lado, el Team Rocket ha llegado a lugares insospechables, como el laboratorio de investigación e incluso esta escuela.
-Ahora entiendo todo, por eso no quiso dejar el ámbar en manos de ellos.
-Hace unos meses encontré dos trozos de ámbar en el Monte Moon, mientras hacía una excursión, quise mantenerlo en secreto pero ya ves como es Hanako, una verdadera necia, no pudo guardar el secreto y el rumor llegó a oídos del laboratorio de investigación, su director el señor Shin me pidió que le dejara hacer unos estudios otorgándole uno de los ámbares, pero el tiempo se prolongó y nunca más volví a ver el preciado objeto. Con el otro trozo que me quedó pude revivir a un Aerodactyl gracias a las técnicas secretas de la Isla Canela que me aconsejó Akira utilizara. Había dado por perdido el objeto hasta que un día, gracias al mismo Akira logramos infiltrarnos en el laboratorio robando el objeto, por un tiempo logramos mantenerlo seguro pero al parecer el Team Rocket se valió de sucios informantes que se dedicaron a gestionar la forma de volver a quitarlo de nuestras manos. Lograron dar con mi escondite y fue en ese instante cuando accedí a acompañar a Hanako a este viaje. Es posible que en este momento ya sepan que el ámbar se encuentra en la escuela.
-El Team Rocket no es una organización que se deba seguir tomando a la ligera.
-Disculpen-interrumpió un guardia de seguridad-no pueden estar en este lugar, podría ser peligroso.
Erika y Oak discutían un importante asunto en el despacho del tutor.
-¿Estás segura de lo que me pides?-la miró extrañado el hombre.
-Completamente, sería una buena idea si Jin logra hacer parte de esta escuela.
-Sus padres llegarán en unos días, podríamos esperar a que ellos tomen la decisión.
-Profesor-respiró profundo la chica para contenerse al ver que le mentían en la cara-si bien es cierto que los padres de ese chico llegarán, podría suceder cualquier cosa, su regreso podría retrasarse un poco ¿no lo cree?
-Como sea-hizo sonar su garganta incómodo-ya te he dicho que no es asunto para tomar a la ligera.
-O quizá hay asuntos de mayor importancia ¿cierto?
-También-evadió la mirada a la chica.
-Disculpe Profesor-interrumpió su asistente-llegó este sobre para usted.
-¿De qué se trata?
-Es...-dudó un instante mientras observaba a la chica-es el acuerdo de obligaciones legales, de su divorcio-el rostro del Profesor cambió totalmente, parecía que iba a llorar.
-Erika, te pido que te retires en este momento.
-De acuerdo-se levantó la chica-con permiso-se marchó.
El padre de Brock miró al sujeto sospechoso.
-Red, cuando te diga, quiero que corras con el maletín que contiene el ámbar-susurró.
-¿Qué sucede?
-Haz lo que te digo tonto, no permitiré que nos roben el ámbar.
-De acuerdo.
-Ya les dije que no pueden estar en este lugar, retírense-los seguía mirando mientras se acercaba-veo que no quieren hacer caso-sacó su Poke-ball.
-Red, corre, ahora-gritó Kaito.
El Jovencito se alejó rápidamente con el maletín entre sus manos.
-¿A dónde crees que vas?-apareció otro guardia de seguridad-entrégame el maletín.
-Jamás-lo miró contundente abrazándolo.
-No quieres cooperar, ve Drowzee-lazó su poke-ball-como pueden ver están acorralados y en clara desventaja.
-Aun así no permitiremos que roben este ámbar.
-Vamos a poner las cosas mucho más parejas, ve Machop-gritó el otro Rocket.
-Red, no te dejes provocar, sólo están distrayéndote, yo me haré cargo mientras tu huyes, ve Onix.
-Drowzee, confusión-gritó el soldado-una serie de ondas chocantes hicieron caer al jovencito al suelo dejándolo aturdido-esta es mi oportunidad-susurró.
-No tan rápido, Onix, chirrido-un horrible sonido proveniente del Pokemon desesperó a los enemigos-es tu oportunidad, huye Red.
El chico no podía escucharlo, la confusión de Drowzee aun lo tenía bastante afectado.
-Machop, golpe Karate-ordenó el otro sujeto-el Pokemon enemigo hirió gravemente el Onix de kaito.
-No es posible-observó aterrado el sujeto-Onix es demasiado fuerte ¿como pudo ser derrotado por un Pokemon como Machop?
-Suficiente de juegos-sonrió el sujeto tomando el maletín.
-Buen trabajo-apareció Jesse-ahora entrégame el ámbar.
-Si señora-pasó el maletín a sus manos.
-Esa mujer-susurró Red volviendo en si-yo...la conozco-trató de levantarse torpemente.
-Nos volvemos a encontrar mocoso-lo miró arrogante mientras verificaba el contenido del maletín-agradezco que hayas dejado las cosas tan fáciles para nosotros ¿verdad James?
-Así es Jesse querida, creo que es un buen momento para eliminar esta rata-lo sostuvo del cuello.
-Déjalo en paz, Starmie, rayo burbuja-gritó Misty enojada-el Pokemon no logró atinar al sujeto quién se alejó de forma rápida.
-Creo que hay demasiados invitados a nuestra reunión ¿tienes el ámbar Jesse?
-Efectivamente es el objeto que nos encomendó Bill.
-¿Qué están diciendo Jesse y James?-miró enfadado uno de los rocket-ese objeto es para el jefe Giovanni.
-Tontitos, se equivocan-respondió la chica-este objeto es para Bill, él sabrá darle un mejor uso, hora de emprender la huida, muestra tu poder James.
-Por supuesto, Koffing, polución-el Pokemon levantó una gran humarada que asfixiaba los chicos.
La cortina gris se disipó y al recuperar la visibilidad los chicos no encontraron a los maleantes, sólo estaban los dos soldados Rocket que pronto fueron aprehendidos por la policía.
-¿Quién es ese sujeto Bill?-susurró el padre de Brock-el Team Rocket ha traicionado sus propios ideales para aliarse con él.
-Ha sido causante de las últimas catástrofes en la región, es un sujeto perverso-respondió Red-tiene unas perlas dotadas de energía negativa las cuáles crea con una técnica extraña llamada alquimia.
-El Team Rocket sólo busca enriquecerse a toda costa, pero ese sujeto Bill debe ir tras algo mucho más grande, necesito volver a Ciudad Plateada y contarle a Akira lo sucedido, no tengo que decir que este es un asunto privado ¿cierto Red Uchida?
-No tiene por qué preocuparse señor Sada.
-De acuerdo, ya tuve suficiente de ti, nos han robado el ámbar, así que ambos somos culpables, sigue en tu actitud lastimera, no impresionas a nadie así, por el contrario, resultas cada vez más detestable.
A lo lejos Green observaba la escena.
-Creo que no hay mucho por hacer en este sitio-susurró marchándose tranquilo.
Fuji y Surge estaban meditando en el jardín del refugio.
-Llevo 1 hora sentado, ya me duele el trasero-se levantó el rubio-se suponía que comenzariamos el entrenamiento.
-Ya lo hemos empezado.
-¿Bromea? ¿para qué me sirve estar sentado estático como una piedra?
-Se llama meditación.
-¿Para qué meditar?
-La meditación es una práctica maravillosa, te lleva a sentir una verdadera paz contigo mismo.
-Sigo sin entender la forma en que esta práctica me sirve para afianzar mis movimientos.
-La paz mental te ayuda a controlar tus emociones.
-Hace demasiado calor, mejor siga meditando usted-se levantó irritado-no quiero paz, sólo tengo deseos de vengarme de todas las personas que me han lastimado, ese es mi principal objetivo.
-Ese idiota-susurró Aimi observándolo por la ventana-no puedo creer que sea tan impertinente con el señor Fuji.
-¿Estás espiando a un chico? ¿está guapo?
-Deja de molestar Natsuki-la gritó molesta.
-Lo siento-se sonrojó-me gusta mucho venir a este lugar, después de todo fue gracias a el refugio que papá me obsequió a Eevee, rayos, no puede ser-gritó horrorizada.
-¿Qué te sucede tonta? me asustaste.
-Aimi, ese chico-señaló a Surge-¿acaso no has visto el periódico local?-la regañó.
-Es un nuevo miembro del refugio ¿qué pasa con él?
-Ese chico es un delincuente, lo buscan en ciudad Carmín por robar.
-¿Estás segura?
-Completamente, deberíamos llamar a la policía-tomó su móvil.
-No lo hagas-la detuvo contundentemente.
-Pero amiga-hizo un berrinche.
-Natsuki, me caes bien, a pesar de andar con esas niñas mimadas de Azulona, pero te juro que si llegas a delatar a Surge te golpearé tan fuerte que no recordarás tu nombre al despertar.
-Está bien-respondió azul del miedo.
-Deja todo en mis manos, nadie se burlará del señor Fuji.