Hacía un hermoso día soleado en Pueblo Paleta, un pequeño Red y sus padres hacían un picnic. Mientras el hombre jugaba con el niño la mujer terminaba de servir los bocadillos sobre un mantel con pequeñas figuras de Charmander.
-A comer-gritó la mujer moviendo sus manos.
El hombre llevó al niño en sus hombros mientras reían juntos.
-Vaya, todo esto se ve delicioso ¿verdad Red?-sonrió el sujeto.
-Si-agarró un sandwich y lo mordió hambriento.
-Siempre has sido de buen apetito-lo miró la mujer.
-Te amo-sonrió el hombre tomándola repentinamente de la mano.
-No hagas esas cosas-se sonrojó-Red está viéndonos.
-Red...está comiendo-lo miró sorprendido-Delia, me siento muy afortunado de tenerlos a ustedes.
-Prométeme que nunca te irás de nuestro lado.
-Claro que si-levantó su dedo meñique-jamás los abandonaré a Red y a ti.
-Entonces podré estar tranquila-tomó el dedo del hombre con su meñique también-últimamente han sucedido cosas extrañas en la región...
-No pienses en eso, mejor debemos alegrarnos de que en una semana entraré a Silph S.A. al fin nuestros problemas de dinero se solucionarán.
-Por otro lado, no estarás todos los días conmigo-se quebró su voz.
-Todo estará bien-secó sus lágrimas y luego se levantó para salir corriendo-andando Red-extendió su mano-vamos a seguir jugando.
-Alumno Uchida...¿se siente bien?-preguntó el profesor al jovencito que se hallaba aun algo elevado.
-Si, descuide-se sonrojó el azabache-lo siento mucho.
-Ha estado el día de hoy muy disperso-susurró el docente-prosigamos, como les decía...el señor Suzuki será su nuevo docente de química.
-Para mi es un gran honor estar en este lugar-se inclinó el sujeto el cuál tenía cabello cano y ojos de un negro profundo-estaré encantado de enseñar a todos ustedes la composición y propiedades de la materia y las transformaciones que esta experimenta.
-¿Te sientes bien?-preguntó Brock a Red.
-Sólo me distraje un rato, no es gran cosa, a menudo suelo pensar tonterías-escribió en su cuaderno los ejercicios y se distrajo de nuevo volteando a mirar a Pegaso. El pensador sonrió haciendo sonrojar al jovencito quién lo evadió para adentrarse en sus pensamientos-no, no es correcto.
Erika y Oak sostenían una seria conversación en el despacho del sujeto.
-¿Cuántos días piensas tomar?-revisaba el docente minuciosa una carta que le había entregado la joven princesa.
-Sería un mes aproximadamente.
-Es bastante tiempo ¿eres consciente de tus deberes por cumplir con este permiso?-la miró fíjamente.
-Por supuesto.
-En ese caso...no tengo objeción ¿a donde irás?-tomó su cabeza.
-A Ciudad Carmín-sonrió-hay un asunto bastante importante que no puede esperar-se levantó-por cierto Profesor...¿ha analizado mi petición?
-¿La de Jin? aun no he tomado una decisión, hay muchos asuntos pendientes e importantes.
-De acuerdo Profesor-abrió la puerta-todos tenemos cosas qué pensar.
Aimi estaba algo aburrida en el balcón del jardín trasero.
-Te veo pensativa-la interrumpió Fuji.
-Maestro, perdóneme, aun no termino mis deberes-respondió apenada.
-No tienes por qué decir tal cosa, desde ayer te he visto un poco distante ¿acaso es por Surge? ¿crees que tienes la suficiente determinación como para romper su coraza?
-Por favor maestro, no diga tales cosas-se ruborizó.
-Tus palabras no son consecuentes con la forma en que reaccionas-la observó meditabundo-es probable que tengas un conflicto interno.
-Ese chico Surge...usted dijo que tiene un secreto doloroso ¿acaso le ha hablado de ello?
-Aimi...claro que no y si así fuera no compartiría tal información contigo, un secreto confiado es un regalo que sale del alma, no valdría la pena menospreciarlo dándolo a todos.
-Anciano-se acercaba el rubio-¿podremos meditar en este momento?
-Pensé que te parecía una pérdida de tiempo.
-Quiero convencerme de lo contrario, no se burle de mis intenciones.
-En ese caso te espero en una hora en el jardín-se retiró.
-Aimi...yo...quiero-tomó aire-quiero pedirte disculpas por haberte gritado.
-¿Me estás pidiendo...?
-Tampoco es para que armes un alboroto-se marchó-aun me debes una batalla.
Giovanni golpeó la mesa de su escritorio, estaba realmente enojado.
-Maldito Bill, esa basura en compañía de los incompetentes de Jesse y James robaron mi preciado ámbar.
-Siempre supe que esos no eran de fiar-murmuró Sabrina.
-No quiero escuchar tus estupideces ahora-gritó el chico lanzando todo de su mesa-esos infelices se han burlado de mi, juro que los aplastaré con mis propias manos-bufaba de cólera-ni siquiera tus perlas podrán salvarte.
-Jefe ¿qué haremos con los otros entrometidos?-interrumpió temeroso Koga.
-Para ellos también tengo algo preparado, pronto todos sabrán de la furia desatada del Team Rocket.
Red y Brock salían de clases hacia el laboratorio de química.
-¿Qué te pareció el nuevo profesor?-preguntó el morocho.
-En realidad no presté mucha atención.
-Hola chicos-los abordó Pegaso-Red ¿te gustaría salir en la tarde? están estrenando una nueva película de Zombis.
-No lo creo-volteó su rostro-tengo cosas más importantes que hacer-se marchó algo afanado.
-Ha estado raro todo el día-¿qué podría tenerlo tan inquieto?
-No estoy seguro-se quedó pensando-ese chico es todo un misterio.
-No puedes hablar en serio, a Red le das algo de comer y ya te haces su amigo, aunque...el día de hoy si parece estar en las nubes-entraron a clase de química.
El Profesor ya había iniciado.
-No me gusta imponer reglas absurdas, pero será mejor que lleguen temprano a mis clases-limpió sus lentes algo empañados-lo único que deseo es que aprendan-escribió algunas palabras en la pizarra-la química es una rama que cuenta con su propia historia, podemos ver como existe desde la antigüedad con la edad de los metales e inclusive la pólvora creada por la civilización China, pasando por periodos de suma importancia como la alquimia y la Iatroquímica ¿alguien en este salón ha escuchado algo de la alquimia?-observó detenidamente a Red.
-El jovencito se sintió tan aludido que levantó la mano.
-Si...¿tu nombre es?
-Red, Red Uchida señor-respondió nervioso.
-¿Qué podrías decirnos de la alquimia? ¿qué es para ti dicha técnica?
-La entiendo como una técnica que maneja la energía que recorre el universo con el fin de transmutar la materia.
-¿Has tenido algún tipo de experiencia con alquimia?
-No, claro que no, jamás he visto algo como eso.
-De acuerdo, vamos a recordar algunos conceptos-retomó la clase-muy bien, Red Uchida-sonrió levemente.
Erika y Jin se despedían en la habitación del chico.
-Prometo no durar demasiado tiempo en Carmín-acarició su cabeza-ya verás que una mes pasa volando.
-Por supuesto, Erika...-la tomó de la mano-extraño a alguien-la chica lo miró conmovida pensando que se trataba de sus padres.
-¿A qué te refieres?
-Hay alguien que quizá nadie recuerda, pero una vez me aseguró que no debía estar pensando en lo que está o no bien, todos podemos crear nuestro concepto de verdad, nada debe ser necesariamente absoluto, mi verdad en este momento eres tu, yo te quiero-se ruborizó-espero algún día cuando sea más grande pedirte que seas mi novia y estar juntos por siempre, estoy seguro que mis papás estarán muy contentos de ello.
-Quiero ver cuando seas grande si sigues pensando igual-besó su mejilla-te veré en una semana Jin.
La clase del señor Suzuki había finalizado.
-Los espero la próxima semana, no olviden su tarea.
-Primer clase y nos ha dejado 10 ejercicios ¿qué se ha creído este hombre?-se quejó Brock.
-No tienes que decirlo, aunque...-lo miró a lo lejos-hay algo familiar en él.
-Señor Uchida-lo llamó el docente-¿podría venir un momento?
-Si señor-se acercó.
-Necesito un monitor para mi clase-escribía en su agenda-¿te importaría si te nombro?
-Claro que no, sería una gran honor para mi.
-Tienes potencial-arrancó una hoja de papel-mis monitores deben ir un tema más adelante, así me sirven de apoyo-le entregó el escrito-necesito estudies este tema detalladamente, hay unos ejercicios que deseo igual que resuelvas.
-De acuerdo-lo miró algo molesto-¿qué se ha creído?-susurró.
-¿Hay algún inconveniente?-lo miró detenidamente.
-No señor, ninguno.
-Sabía que podía contar contigo incondicionalmente, ya te puedes retirar-escribió nuevamente en su libreta, sonó su móvil-ahorita no puedo hablar, hay monos en la costa, llámame más tarde, todo va de acuerdo al plan.
-Propiedades de la materia, estados y energía-leyó atentamente-en buen momento terminé en esto-a la salida del salón lo esperaba Pegaso.
-¿Está todo en orden Red?-preguntó preocupado.
-Si, no me estés molestando.
-¿Qué sucede contigo? desye ayer estás bastante extraño ¿acaso dije o hice algo que te incomodara?
-Deja la paranoia, tengo trabajo por hacer-siguió leyendo mientras se marchaba-no es correcta esta sensación en mi pecho, es cálida y me llena de tranquilidad, sin embargo...no puedo sentir algo así por Pegaso, maldición, detesto estar en una encrucijada como esta, Green, no tardes mucho en ser el mismo de antes.
Green y Yellow estudiaban en la habitación del castaño.
-Ya vamos por la mitad-respiró profundo el rubio-agradezco que me ayudes con esto.
-¿Bromeas? eres tu quién ha hecho todo el trabajo, soy bastante afortunado.
-En realidad...tu has hecho todo el trabajo, eres muy hábil con estas cosas, como siempre-hizo un gesto gracioso.
-Ya me conoces-sonrió.
-De cualquier modo-prosiguió con los ejercicios, de repente Green se hizo encima suyo-¿qué haces?-susurró-quítate, por favor.
-Lo siento, es que...me resultas muy lindo Yellow-rozó los labios del chico con sus dedos.
-Será mejor que te controles, esta situación no me resulta muy cómoda.
-Te ves tan lindo cuando te sonrojas-lo besó.
-Lo mejor será que me marche-se levantó el rubio asustado tomando sus cosas de la mesa-te veo mañana en la biblioteca para terminar los ejercicios, no llegues tarde.
-Estaré encantado de volverte a ver Yellow-el rubio cerró la puerta. Green se miró en el espejo de su habitación-podría decirse que soy idéntico-sonrió pérfido-¿o no Green Oak?-chasqueó sus dedos, la apariencia del castaño cambió completamente, se trataba de Bill-¿quién diría que hacerme pasar por este idiota sería conveniente? me encargaré de cada uno de los dueños de las perlas doradas mientras Green muere lentamente en mi laboratorio, tengo algo especialmente preparado.
-Ya no hay tiempo que perder Bill-habló Yami-se acerca el día que tanto anhelamos.
Green despertaba en una horrible mazmorra.
-¿Dónde demonios estoy?-tomó su cabeza, su visión era borrosa-este lugar-susurró-vino a su mente el ataque que le hizo Bill en su habitación-no puede ser-trató de correr hacia la puerta pero una cadena jaló su pierna-maldito Bill-observó horrorizado en la celda frontal una mujer inconsciente-ella es...infeliz-gritó rabioso, sintió su respiración fallar-voy a salir de este sitio con la madre de Red, voy a desenmascararte Bill.