En la escuela el pánico se apoderaba de los alumnos y docentes quiénes habían quedado asustados ante el ataque del Team Rocket.
-Jefe Giovanni-llamó Koga al chico-tenemos el objetivo.
-Perfecto, tráelo cuanto antes, necesitamos marcharnos lo más pronto posible.
-Como usted ordene ¿qué haremos con los miembros del Club de fans Pokemon y el Coronel Obinata?
-Comunica a los soldados que nos encontremos todos en el punto acordado.
-Enseguida.
-Todo está saliendo a pedir de boca-se mostró complacido el chico.
-Es malo que te confíes si todo va como quieres-interrumpió Sabrina-Giovanni, las cosas se pueden salir de control en unos segundos, me sorprende que no estés tomando esto con la calma que apremia.
-Déjame en paz-respondió molesto.
-De acuerdo...es solo que me extraña bastante que Bill no se haya pronunciado en estos días, no es una persona que se quede quieta.
-Deja la paranoia, ese infeliz ha descubierto que no le conviene tenernos de enemigos.
-Puedes decir cuanto quieras, pero ya se ha visto antes, cuando más calma hay es porque más destrucción se avecina-levantó su Poke-ball.
-Silencio, no sigas, mejor preparémonos para marcharnos y en caso de que el plan tome otro rumbo, tu serás mi mano derecha ¿de acuerdo?
-Como digas.
En el gimnasio de la escuela Yellow y Blue luchaban inutilmente contra Houndoom.
-Los ataques tipo agua de Blastoise no le hicieron ni un rasguño-respiraba agitada la chica-no podré bajar sus PS si es tan rápido.
-Este Pokemon es mucho más fuerte que el Umbreon al que se enfrentaron tu y Green, Pikachu tampoco ha podido atinarle, ni siquiera surtió efecto mi caña de pescar.
-Sus ataques son diferentes a los que conocemos ¿qué podemos hacer?-desesperó la chica.
-No es momento para ponerse así Blue, ese sujeto tiene a Green y voy a descubrir dónde se encuentra, así deba morir en el intento ¿lo has entendido?
-Tienes razón, es demasiado pronto para rendirnos, toma un descanso Blastoise, ve Wigglytuff, usa anulación.
Houndoom desapareció de repente.
-¿A dónde se ha ido?
-Será mejor ser precavidos, no es posible que se haya marchado, me temo que así no podrá tener efecto alguno el ataque de tu Wigglytuff Blue.
Houndoom apareció de repente frente al Pokemon de la chica, dio un golpe certero con sus garras dejando a Wigglytuff sin PS.
-Es imposible, lo derribó de un sólo ataque-observó la chica horrorizada.
Houndoom observaba a la chica a punto de devorarla.
-Blue, corre-gritó Yellow.
Houndoom desapareció de nuevo. La chica emprendió la huida pero resbaló con el piso de madera, volteó su rostro y miró a Houndoom a punto de caer sobre ella enseñando unas horribles fauces, sintió un miedo incesante recorrer todo su cuerpo, solo pudo cerrar sus ojos mientras esperaba su fin, notó que nada había sucedido, un gran estruendo se escuchó. Alguien había detenido al Pokemon con sus fuertes brazos.
-Vaya alimaña-dijo Surge sosteniendo su mandíbula-¿qué esperas niña? huye junto al rubio.
-¿Qué clase de persona sería si huyo?-respondió.
-Cuando esta cosa te iba a comer no te veías tan determinada.
-Tienes razón, fue un momento de debilidad, hora de seguir luchando-levantó la voz.
-Yo también-respondió Yellow.
-Muy bien, siendo el caso creo que podrán atacar mientras lo sostengo.
-Yo me encargaré, ve Blastoise, pistola de agua.
Un gran chorro impacto el Pokemon.
-Pikachu, impactrueno.
Houndoom no emitía sonido alguno, era como si se resistiera a los ataques, un fuerte humo se desprendía de su cuerpo.
-No lo puedo creer, aun no se debilita-gritó Surge-maldición, su cuerpo me está quemando.
-Suéltalo, de cualquier forma ya debe estar débil-ordenó Blue.
-¿Estás loca?-sus manos humeaban-si lo suelto será más difícil volver a tomarlo, adelante, lancen sus mejores ataques.
-De acuerdo, Blastoise, de nuevo, chorro de agua.
-Pikachu, impactrueno.
Houndoom comenzó a retorcerse y a producir un aullido ensordecedor, su temperatura corporal subió más.
-Ni pienses que con esto vas a hacer que te suelte, no se detengan.
-Lo hemos logrado-dijo Blue asombrada, Houndoom se deshacía mientras caía al suelo una perla negra la cual se derritió, las manos de Surge estaban verdaderamente lastimadas-permíteme ayudarte.
-No es nada-respondió altivo.
-¿Por qué nos ayudaste?-preguntó Yellow-¿a qué has vuelto?
-Me temo que no puedo responder a sus preguntas-se marchó.
-Nada de lo que dices tiene sentido-lo miró la chica-al menos cuéntanos a qué has venido-todo está en caos.
-Lo se, sólo en un momento como este podré tener parte de mi venganza.
-Vengarte ¿de quién? ¿estuviste desaparecido planeando cómo destruirnos?
-No seas tonta, ustedes no son rivales para mi-corrió.
-Lo mejor será ayudar a los de la escuela, parece que hay un gran alboroto allá afuera-dijo Yellow.
-De acuerdo, andando.
En la oficina de Oak el profesor Akira y Delia observaban indignados el caos de la escuela.
-Lindo vestido-sonrió Bill-me gusta lo mucho que cooperas, quizá de esa forma pueda dejarte ver tan solo un poco a tu hijo.
-Tu y tus ayudantes son basura-gritó Akira alterado-¿cúanto más seguirán con esto?
-Usted sabe muy bien que no mucho ya que el gran día ha llegado.
-El gran día ¿a qué se refiere?-susurró la madre de Red.
-No sean impacientes, todo empezará cuando sean las 6 de la tarde.
-Debo deducir que todo este desastre es obra suya Bill.
-Se equivoca profesor, el Team Rocket y yo hemos roto lazos, pero de seguro eso también lo sabía, creo que es el momento preciso para terminar mis asuntos en este lugar, James, encárgate de ellos, es momento de que cooperen, a mi señal, nos marcharemos a nuestro encuentro.
-Si señor.
Green quién era seguido por Pegaso se dirigió por los solitarios pasillos del edificio a la oficina de su abuelo, estuvo a punto de abrir cuando divisó a lo lejos a Koga quién llevaba una máscara y junto a él Red y los soldados Rocket.
-Bastardo-susurró-voy a exterminarlos-sacó su Poke-ball dispuesto a enfrentarlos a todos.
-No estás actuando con prudencia Green-lo detuvo Pegaso.
-¿Qué quieres?-se sonrojó al sentirse descubierto.
-Nosotros tenemos un objetivo en común ¿lo olvidaste?
-¿Te refieres a Red? será mejor que te apartes de mi camino.
-Podemos trabajar juntos y salvarlo ¿no crees que es lo más importante?
-Aghhh, de acuerdo, pero esto no quiere decir nada, andando.
El Coronel Obinata, Kano y los miembros del club de fans eran llevados al punto de encuentro que dispuso Giovanni.
-Hijo, deberías cambiar un poco ese semblante-dijo preocupado el padre de Surge.
-Estoy algo asustado, es todo-recordó su incidente con Erika.
-Pues vaya actitud jovencito ¿crees que tu novia va a quererte así?
-Yo no tengo novia, quería a alguien pero...ya no importa.
-En todo caso, no está bien vivir con miedo, después de todo solo los valientes pueden conquistar este mundo tan hostil.
-¿Cómo le dice eso al niño cuando usted se quedó cruzado de manos cuando nos capturaron?-gritó el presidente.
-Eso nada tiene que ver.
-Obinata es usted un inútil, aahora entiendo por qué los destituyeron.
-Esa no es la forma de hablarle a un miembro del ejercito.
-Mejor cállense los dos-ordenó un soldado Rocket.
-Si señor-respondió sumiso el padre del rubio.
-Patético-susurró el presidente.
-La valentía es la mejor opción cuando no tienes con qué más defenderte ¿no lo crees pequeño? demonios, mi agujeta, se desató-se inclinó.
-No sigas retrasándonos idiota-dijo molesto el soldado Rocket.
-Si señor, disculpe usted-se levantó dando un cabezazo directo a la cara del sujeto-en verdad lo siento, permítame ayudarlo-lo tomó del brazo y lo lanzó hacia otros Rocket-muy bien, que inicie la batalla.
Koga y sus hombres fueron interceptados por Green y Pegaso.
-Maldita sea-refunfuñó el ninja-será mejor huir de este lugar-Rockets, encárguense de ellos-corrió con el chico.
-Son demasiados y nosotros sólo dos-susurró asustado Pegaso.
-Cobarde, si quieres rescatar a Red entonces asume el riesgo, vayan Pidgeotto y Venusaur.
-Es cierto, Pidgeys, adelante.
Los sujetos Rocket fueron neutralizados fácilmente por los dos chicos.
-¿Dónde están Red y Koga?-preguntó Green.
-No creo que estos sujetos sepan a dónde fueron, vamos por este pasillo.
El joven ninja se encerró en uno de los salones abandonados, estaba acorralado.
-El jefe no contesta-se quitó la máscara y la pateó-¿qué haré con este imbécil?-tomó su cabello desesperado-maldición, maldición, su mirada se tornó más fría, voy a tomar mis propias decisiones, haré lo que ellos hicieron, despídete de todos Red-sacó una bomba venenosa, amarró al jovencito a una silla e hizo que el gas se esparciera por todo el salón-veremos si tus amigos llegan a tiempo, dulces sueños-cerró la puerta.
Giovanni empezaba a impacientarse.
-Ninguno de esos idiotas me contesta-lanzó su movil al piso destruyéndolo.
-No quisiera ser una molestia pero te lo dije, el problema es que subestimas bastante a esos mocosos.
-Suficiente-la tomó del brazo bruscamente-¿acaso olvidas que soy lo único que tienes? si no te gusta ser parte de esto, entonces ve con tus amorosos padres-hubo un breve silencio.
-Averiguaré qué sucedió-respiró molesta y salió del lugar.
-Si no controlas tu carácter no podrás tener súbditos fieles, tu organización va rumbo al fracaso y no lo notas-se acercó lentamente Bill-Giovanni, ha pasado un buen tiempo-sonrió perverso.
-¿Cómo te atreves a presentarte ante mi?-lo miró enfurecido el chico.
-Calma Giovanni querido, he venido para prolongar tu humillación.
-Basura-gritó mientras sus ojos se abrían dilatando sus pupilas-ve Rhydon-lanzó su Poke-ball.
-Con el tiempo te has vuelto tan predecible, es por eso que tenía algo preparado para ti, algo que pudiera superar la fuerza y el poder de tu Pokemon más fuerte, ve Tyranitar.
Un Pokemon monstruoso esculpido en roca y arena con facciones prehistóricas dejaba ver dos grandes cuencas escarlata como ojos.
-Prepárate para un poder nunca antes visto.
-Eso lo veremos, Rhydon, cornada-el Pokemon arreció con su taladro contra Tyranitar.
-Tyranitar, mordisco.
-Idiota, un ataque como ese no podrá afectar la dura piedra de Rhydon-Tyranitar arrancó con sus fauces un trozo de roca del Pokemon de Giovanni.
-Imposible-sudaba frio el chico-bueno, no me importa la roca de Rhydon es tan dura que seguro lo ha dejado lastimado...¿qué?-alzó la voz encolerizado al ver como la piedra de su Pokemon se deshacía.
-Giovanni, sueles subestimar las cualidades de tus enemigos, piensas más en el dinero que en el poder ¿de qué sirve el dinero si no hay a quién dominar? si no puedes someter la voluntad de los demás, es tu fin inminente, Tyranitar hiperrayo-levantó su mano.
El Pokemon abrió su boca de dónde surgio una gran cantidad de energía siniestra.
-Mátalo Bill-ordenó Yami-no hay tiempo que perder, la hora se acerca.
-Descansa eternamente Giovanni-el estruéndoso poder fue repelido.
-No te metas con él-lo observó Sabrina de manera impetuosa-sabes bien que no te temo-adelante Mr. Mime-el Pokemon había creado una barrera defensiva la cuál ayudó a los dos chicos a huir.
-Ese poder-susurró Bill-como sea, ese no es mi problema...aun-se marchó.
Green y Pegaso llegaron al salón en dónde estaba Red inconsciente.
-Una bomba venenosa-dijo el castaño desatando al jovencito desesperado y tomándolo entre sus brazos-Red, responde-lo sacó del salón al estilo princesa descargándolo en el pasillo- Red...tonto, despierta-el chico no reaccionaba.
-Será mejor que te calmes-lo apartó Pegaso-en una situación como esta lo mejor es conservar la calma-empezó a practicar reanimación pulmonar-mientras le daba respiración boca a boca.
-Imbécil-susurró Green molesto.
-Oye, cálmate, sólo estoy tratando de salvar su vida y pertenecí en mi antigua escuela a la brigada de primeros auxilios ¿tienes algún problema con eso?-dijo sonrojado.
-En ese caso yo también podría salvarlo.
-Green...¿eres tu?-el chico abrió lentamente sus ojos mientras tosía fuertemente. Su visión se tornó borrosa-eres tu-sonrió-viniste a rescatarme, has vuelto-tocó el rostro de Pegaso-gracias-aun seguía sin poder ver bien-muchas gracias Green, te quiero.
-Creo que mejor nos marchamos de este lugar-se levantó el pensador-parece que está delirando por la bomba-ten, dale este antídoto-se lo entregó molesto a Green.
-Gra...gracias-respondió sonrojado mientras se acercaba al jovencito-bebe esto tonto.
-Gracias....Green-lo abrazó-debemos rescatar a mamá, lo prometiste.
-Si, ya lo se, ahora bebe esto-respondió más ruborizado aun.
-Así que aquí estaban-dijo Oak agitado en compañía de alguien.
-Red...¿eres tu?-preguntó Delia-hijo, no lo puedo creer, ha pasado tanto tiempo-sonrió.
-Mamá-refregó sus ojos-¿en verdad estás aquí? ha pasado tanto tiempo-esbozó una alegre sonrisa.