Recién terminaba Halloween, habían pasado algunos días luego de la terrible noticia que enlutaba la escuela con la muerte de Red. Todos parecían en shock, todos menos Erika quién se levantó muy entusiasmada ese día. La chica se hallaba en la cafetería con un calendario y una libreta, era como si estuviera trabajando en algo realmente importante. No pudo evitar llamar la atención de Misty.
-Parece que tienes trabajo esta mañana-sonrió bebiendo una taza de chocolate.
-Así es, ya hace unos días que fue Halloween-seguía escribiendo.
-Ya lo se-la miró extrañada-como si pudiéramos olvidarlo.
-¿Puedes creerlo? Ya faltan 41 días para navidad.
-Entiendo y...¿qué se supone que haces?
-Ando haciendo todos los preparativos para esta gran época, no se si alguna vez te lo conté pero...yo amo la navidad-dijo en tono eufórico.
-No me digas-respondió en la pelirroja mirándola algo perturbada.
-Tengo que programar desde ahora las compras navideñas, ya sabes, lo mejor llega por estos tiempos, además si soy astuta conseguiré algunas cosas en descuento.
-No puedes hablar en serio-la miró molesta.
-¿Por qué te pones así?
-Bueno, quiero recordarte que hace unos días Red...-se contuvo y respiró profundo, sintió que le faltaba el aire-sólo digo que todo esto es muy reciente, apenas han pasado 2 semanas ¿podrías ser más considerada?
-Bueno-tiró su libreta-no creo que sea para que te enojes conmigo en esa forma.
-Tu no entiendes nada-se marchó.
-Pues tu tampoco-siguió con sus cosas.
-Acá está su chocolate señorita-dijo el chico de la cafetería.
-Muchas gracias-se levantó hasta el estante, miró la bebida e hizo un gesto desagradable-a esto le falta algo.
-No, tiene los mismos ingredientes de siempre.
-Exacto, es una cocoa común ¿Dónde está el espíritu por las fiestas a punto de comenzar? Necesita la infaltable menta.
-¿Fiestas? Pero si falta más de un mes.
-Navidad es una época muy especial, sólo se celebra una vez al año y en el último mes ¿por qué tener que esperar tanto? Ahora dame mi chocolate con menta-le devolvió la bebida.
-De acuerdo-gruñó el sujeto-pero más te vale cambiar de bebida, porque no voy a ir a buscar menta todos los días a partir de hoy-se fue por el pedido de la chica.
-¿Qué le pasa a estas personas? Es como si una especie de espíritu anti navideño los hubiera tocado, como sea-continuó.
Al atardecer la chica se encontró con Brock.
-Hola querido Brock-saludó sonriente.
-Hola Erika ¿te puedo ayudar en algo?
-Si, estaba pensando en que tal vez tu y yo podríamos ir de compras.
-No lo se-rascó su cabeza-creo que ese es un plan más para Misty.
-No me hables de ella, detesto la gente que no entiende el significado de la navidad ¿qué hay de malo en querer ir a comprar algunos regalos?
-Bueno, el problema es que estamos en Noviembre y ni siquiera es mitad de mes-respondió incómodo.
-Bueno, es una pena, pensaba comprar algo muy especial para ti, como sea-emprendió marcha.
-De acuerdo, de acuerdo ¿puedo elegir mi regalo entonces?
-Claro que si Brock-sonrió alegre.
-Entiendo-la miró desconcertado.
Ambos chicos llegaron a la limusina para ser llevados al centro de Azafrán.
-¿Todo en orden?-preguntó el chofer.
-Un momento-gritó la princesa-pon esto en el reproductor, por favor.
-Pero señorita...es un cd de villancicos.
-¿Algún problema?
-No, claro que no-la miró como si estuviera loca.
-En ese caso, vamos de compras.
-¿Dios por qué?-susurró Brock.
"jingle bell jingle bell
jingle bell rock
jingle bell swing
and jingle bell ring
snowin and blowin
up blushels of fun
now the jingle hop has begun"
El trayecto duró media hora aproximadamente, Brock sentía que iba a enloquecerse.
-Llegamos-gritó la chica-ven Brock, según mi cronograma debemos ir primero a la tienda de zapatos, hallaré algo lindo para mamá.
-De acuerdo-respondió irritado-es por el regalo, es por el regalo.
Los chicos duraron cantidad de tiempo comprando todos los regalos de Erika y Brock ya se sentía bastante cansado. Ambos se dirigían a la escuela.
-¿Dónde guardarás todos estos obsequios?-preguntó el morocho.
-En mi armario-miraba por la ventana del auto-tengo bastante espacio.
-Yo podría ahorrarte un espacio-dijo pícaramente el chico-podrías darme mi regalo ya.
-Claro que no, eso no sería navideño, mejor toma tu chocolate con menta, tenemos suerte de que en el Startrucks del centro ya lo esté vendiendo.
-Erika, deberías parar-respondió serio el chico.
-Sí, este es un gran sabor-bebió un poco-el sabor de la navidad que se acerca, deberían servirlo ya en la cafetería de la escuela.
-Erika-la tomó de la mano-debes parar ya.
-¿Quieres que el chofer se detenga? ¿Viste algo lindo para comprar?
-No, hablo de que tu deberías parar, estás algo obsesionada con todo esto de la navidad, me perturbas.
La chica no pronunció palabra el resto del camino. Al bajar ambos se despidieron casualmente.
-Erika, no era mi intención...
-No te preocupes, gracias por la compañía, si quieres te puedo dar tu regalo mañana.
-Está bien así, buenas noches.
-Que descanses Brock.
La chica llegó a su habitación y miró todos los regalos tendidos en el suelo.
-Son bastantes-susurró.
Alguien golpeó la puerta, era Misty.
-Vaya, son muchos obsequios ¿hay alguno para mi?
-Misty-susurró-sabes que si-se sonrojó.
-Brock me contó lo que pasó, quería pedirte que no pensaras mal de él.
-Descuida, no lo hice, está bien, ya se acerca la navidad-sonrió-para mi eso es suficiente.
-Tu sabes que no es así-se sentó en la cama de la chica-sabes que por más feliz que aparentes estar no es verdad, la navidad no lo traerá de vuelta-apretó sus manos.
-Mi...misty-su amplia sonrisa comenzó a temblar-yo...lo extraño-comenzó a llorar-extraño a Red, pero...no puedo mostrar ese sufrimiento, yo puedo ser quien dé a todos un ápice de esperanza.
-Si en verdad quieres algo así, entonces sólo se tu misma, no tienes por qué parecer una maniática por las compras y en especial volver una fecha tan bella como la navidad una pesadilla.
-Misty, gracias-la abrazó.
El primero de diciembre...
-Gracias por acompañarme a la inauguración de las luces navideñas, significa mucho para mi.
-Y que lo digas, no me gustan mucho estas actividades-susurró la pelirroja.
-Mejor disfruta el momento Misty-interrumpió Brock-¿más chocolate mentolado?
-No, gracias-respondió Misty-y tu deberías dejar de beberlo, ya llevas 3 vasos.
-Lo siento, jamás lo había probado.
-¿Verdad que es una delicia Brock?
-Por supuesto-levantó el vaso en señal de aprobación.
-No es cierto-susurró Misty irritada.
De pronto comenzó el conteo para encender las luces y un árbol navideño gigante en el centro de la ciudad.
"Cinco, cuatro, tres, dos, uno...bienvenida navidad" Erika se veía conmovida, comenzó a llorar.
-¿Te sientes bien?-preguntó Misty ¿te acordaste de...?
-No, claro que no, pasa todos los años.
-Ok-hizo cara de, esto no puede ser en serio.
-Siempre trato de ser fuerte pero...es hermoso.
Los tres chicos caminaron juntos por una calle llena de luces hasta el centro comercial de Azafrán.
-¿Por qué navidad?-preguntó Misty.
-¿Disculpa?-preguntó bebiendo chocolate.
-Si ¿por qué la obsesión por la navidad? Las personas nos refugiamos en algo ¿por qué esta fecha?
-Mis papás me dijeron un día cuando murió mi abuela que a ella le gustaba mucho esta época, que las personas por lo general se sienten muy contentas, entonces, me aconsejaron que siempre que me sintiera decaída o muy triste pensara en estas festividades, siempre ha funcionado, hasta hace poco.
-Es una linda lección de vida, si lo manejas con responsabilidad y no seas una loca tratando de hacer que nos guste a todos.
-Entendido ¿tanto miedo doy?
-Bastante.
-En ese caso-puso un gorro navideño a la chica-ya no tengo mucho qué perder.
-La mataré-susurró-me debo ver ridícula.
-Feliz inicio de la navidad Misty-sonrió feliz.
-Feliz inicio de navidad Erika.
-Te ves muy graciosa amor-se burló Brock.
-También traje uno para ti-se lo puso.
-¿Decías algo?