Green estaba en la habitación pensando en qué decisión tomar, tenía en sus manos la estadía de Yellow en la escuela. De pronto su mirada se fijó en un libro que había sobre un estante.
Lo tomó y lo abrió justo en las páginas de la mitad, había una rosa marchita y una hoja de papel vieja y arrugada-ha pasado un buen tiempo-susurró, cerró sus ojos y por su mente pasó un Flashback del día de su despedida-nos volveremos a ver dijimos, pero jamás imaginamos todo lo que se vendría-esta carta-la abrió-hermosas palabras-sonrió-y esta rosa, aun conserva ese cálido aroma.
Cayó la tarde en la escuela. Red entró a la habitación de Misty de repente.
-Red-dijo sorprendida la chica-pensé…pensé que estabas enojado conmigo.
-No puedo estar realmente enojado contigo, porque yo...-se quebró su voz-yo te quiero.
-Red-susurró la chica.
-Sólo deseaba saber como estabas, y quería que supieras eso, es todo, así que bueno…creo que mejor me voy, no quiero incomodarte-se dirigió a la puerta.
-Fue mi culpa…Red-se perdió su mirada por la ventana.
-¿Qué dijiste?-volteó el chico.
-Todo fue mi culpa-se quebró su voz-mientras apretaba sus manos.
-¿De qué hablas?-la miró extrañado.
-Hace ya un tiempo, sin querer-respiró hondo-me enteré de que mamá había muerto al darme a luz, escuché una conversación de mi papá. Tal vez para ti o para cualquier persona suena como una trivialidad o una gran estupidez, pero no es así…jamás ha sido así-apretó sus puños-luego de que mi papá se casara con otra mujer nada de esto ha sido lo mismo, la quiero a ella y a mi hermana Sakura, pero en verdad, es visitar a mi madre en días como estos hace que sienta una culpa que oprime mi pecho, no soy una niñita caprichosa que solo desea llamar la atención, no lo soy Red…no lo soy-rompió en llanto.
-Misty-la abrazó fuertemente-yo…no tenía idea-sintió un nudo en su garganta-de veras que no lo sabía.
-Lo se, Red-limpió sus lágrimas-quizá lo más doloroso es haber sentido el desprecio de mi padre en los primeros años, ver como nunca deseo estar conmigo realmente, jamás supe lo que era su presencia cuando era una niña. Hasta que un día tuve un incidente en la alberca de la casa, tropecé y caí al agua, como no sabía nadar me hundí, el mayordomo de la casa alcanzó a percatarse de lo que sucedió y me ayudó, de lo contrario hubiera muerto. Pensé en lo patético que fue, no fue mi padre quien me salvó, sino el mayordomo, una persona con quien no tenía ningún tipo de vínculo, fue un golpe duro para mi e irónicamente, ese día cuando papá se enteró de lo sucedido me prometió que nunca me volvería a dejar sola, desde esa vez no pude olvidar lo acontecido y aunque se que él se ha esforzado luego de haberse casado con mi madrastra, para mi es bastante difícil.
-No creo que el rencor hacia las personas sea propio de ti.
-Lo se, es sólo que...no se como quitarme este sentimiento.
En ese momento Red cayó en cuenta que estaba actuando a la ligera juzgando a su amiga e incluso con Green.
-Misty…
-¿Si?
-Gracias por confiar en mi-sonrió y la besó en la frente-te veo luego.
Cayó la noche sobre la escuela, las estrellas brillaban con fervor en la bóveda celeste.
-Buenas noches Erika-saludó Blaine.
-Buenas noches-sonrió la chica.
-Vaya, estás hermosa.
-Muchas gracias, eres muy dulce-lo tomó de la mano.
-Vamos.
Red y Brock que andaban cerca no lo podían creer.
-Jamás pensé que Blaine fuera tan galante-dijo el jovencito sorprendido.
-Y menos que cortejara a Erika-suspiró Brock.
-Oye, deberías hablar con Misty.
-¿Qué? No entiendo a qué te refieres.
-Como si no supieras-sonrió pícaramente-no creo que ella haya olvidado ya tus palabras ¿crees tu que no se siente como una tonta? De seguro piensa que te burlaste de ella-puso su mano en la espalda-yo de ti le digo las cosas, o alguien más puede hacerlo, a veces…es mejor actuar inmediatamente, así no nos arrepentimos luego.
-¿Tu crees?
-Estoy seguro-sonrió.
-En ese caso-respiró hondo-lo haré amigo-te veo luego.
En la habitación de Misty la chica se había dispuesto a salir, en el pasillo se encontró con su padre sin querer.
-Esto…esto…yo-dijo la chica.
-Yo…lo siento hij…digo Misty, no quise irme hasta saber que estabas bien.
-Está bien, supongo, en unos días se cumple…
-Lo se, y ni un día he dejado de pensar en ella, lo sabes.
-Igual yo-llorosearon sus ojos.
-Jamás podrás reemplazar su lugar, porque tu ya tienes el tuyo, tienes tu propio lugar en mi corazón.
-Lo siento-dio media vuelta y se marchó, llegó a su cuarto y sintió que le estaba faltando la respiración, de pronto empezó a hiperventilar a tal punto que comenzó a dar sollozos que se escucharon por todo el pasillo.
Su padre entró apurado para auxiliarla.
-Hija trata de respirar, por favor no me dejes tu también-se escurrieron lágrimas de sus ojos.
-Lo siento-gritaba llorando-lo siento, en verdad lo siento.
Adan lo único que pudo hacer fue abrazarla, para tratar de calmarla.
-Tranquilízate.
Brock se dirigía a la habitación de Misty, de pronto se encontró con Blue.
-Entonces...¿piensas hablar con ella al fin?-preguntó la chica.
-Así es, sabes, quería decirte que, lo siento, quizá tu te hiciste una idea equivocada conmigo, de hecho yo también me hice ideas equivocadas.
-Descuida, todos nos confundimos en algún momento, igual, no habría funcionado-siguió su camino.
Luego de que la Misty se había calmado, su padre consideró que lo mejor era irse, la chica se encontraba desolada en la habitación, en ese momento entró Brock.
-Misty…yo…-se arrodilló e inclinó la cabeza-lo siento mucho, realmente deseo que me perdones.
-Brock-lo miró sorprendida.
-Siento haber estado todo este tiempo huyendo de ti, haciéndote sentir como una tonta, como si no me merecieras, al final descubrí que soy yo quien no merece estar a tu lado, no mereces estar con un cobarde-se levantó con lágrimas en sus ojos-yo en realidad he descubierto que ninguna chica está a tu altura, ni siquiera Blue, yo a quien realmente quiero es…a ti-en ese momento Brock la tomó y la abrazó, luego Misty buscó sus labios y juntos se dieron un hermoso y mágico beso, Brock se acostó en su cama y la besó en la frente luego juntos se quedaron dormidos.
En el jardín estaba Green descansando, de pronto apareció Red.
-Buenas noches-saludó tímido el jovencito.
-Hola-se sonrojó Green como de costumbre, por alguna razón sintió que estaba con el mismo Red de antes.
-¿Quieres dar un paseo conmigo? Traje dangos para comer en el camino-son mi golosina favorita-no lo veía a la cara.
-Está bien, aunque no se de que se trata todo esto-respondió confundido.
Los chicos caminaron por los alrededores del edificio, de pronto encontraron la entrada del jardín secreto.
-Te extraño-susurró Red-se que con esto me hago daño a mi mismo pero es que me siento tan confundido.
-Entonces, sólo deberías ser paciente un poco más.
-¿Prometes que volveremos a estar juntos?
-Lo siento Red, no puedo hacer algo así, no sería justo contigo.
-Eso quiere decir que no me odias
-Que descanses Red-agarró un dango-buenas noches-se marchó.
-No entiendo nada-se sentó en una de las bancas mientras comía y contemplaba el firmamento.
Green llegó a su habitación y de un patadón tiró todo lo de su mesa, se sentía impotente ante la situación. Respiró profundo y luego abrió el libro que yacía siempre en ese estante. Abrió la carta y la leyó mentalmente.
"Se que con tu partida comenzarán muchas nuevas aventuras para nosotros, snada de esto es sencillo, pero aun así, en mi corazón tengo la plena convicción de que podremos vernos y abrazarnos, Green realmente me entristece todo esto, pero por otro lado creo que hay una esperanza que nunca muere, esa esperanza me mantendrá ilusionado por resistir cuando no pueda más. Y cuando pienses que no hay horizonte al cual mirar recuerda que hay alguien que en algún lugar, te extraña, te piensa y te quiere, atentamente: Red Uchida, tu mejor amigo"