-Como te atreves, acábalo Aerodactyl.
-Poliwhirl, amnesia.
El pokemon enemigo quedó fuera de base y no pudo realizar el ataque.
-Maldición.
-Muy bien, ahora que los papeles cambiaron, utiliza pistola agua.
Aerodactyl cayó al suelo débil.
-Vaya sorpresa me he llevado, eres un chico con bastante determinación, creo que no supe valorar tus conocimientos, es por eso que admito mi derrota, ahora, toma esto-arrojó la medalla roca a Red-buen trabajo.
-Muchas gracias, creo que fue un gran combate.
-De veras lo fue-sonrió el padre de Brock despidiendo al jovencito.
-Papá, soy yo el siguiente ahora-dijo Brock entrando al campo de batalla.
-Muy bien hijo, sólo dame un momento, tu amigo Red me dejó exhausto.
-Puedo esperar.
-Toma hijo-dijo lanzando la medalla al morocho.
-¿Qué haces?
-No tienes necesidad de luchar conmigo, esta medalla ya es tuya hace mucho tiempo.
-Muy bien papá-sonrió Brock-pero deseo que tu regalo valga la pena.
-¿De manera que deseas aun así pelear? Ese es mi muchacho.
-Muy bien, comencemos, ahora.
La batalla de los chicos con el líder de ciudad Plateada terminó, algunos con buenos resultados, otros no tanto; finalmente todos se dirigieron hacia la escuela de nuevo, no sin antes recibir un gran obsequio.
Los tres primeros lugares en juego habían obtenido una MT de manos del líder. La MT34 que contenía la técnica de La venganza, la cual consiste en soportar el daño por dos turnos y luego liberar esa energía incrementada en el pokemon oponente.
-A decir verdad esta MT me resultará muy útil ¿no crees Red?-dijo Misty.
-Es probable-respondió el chico.
Los chicos llegaron a la escuela en donde los esperaban el profesor Oak y los maestros junto con el nuevo alumno.
-Bienvenidos mis queridos estudiantes, debo de admitir que me llenan de orgullo al saber de los resultados por parte del líder de ciudad plateada.
-Gracias profesor-dijo Erika.
-Sean todos bienvenidos-dijo tímidamente el nuevo alumno con unas flores amarillas en sus manos.
-Chicos, les presento a Yellow, es un nuevo alumno que nos acompañará por algunos días, viene de Ciudad Verde, espero se la lleven muy bien todos con él.
-Hola…Green-sonrió el chico nuevo tímidamente.
-¿Qué…qué hace el acá? Maldición esto no puede ser, esto me complica bastante las cosas-susurró.
-Yo…yo sólo quería felicitarte-decía tímidamente-por tu triunfo-se lanzó al castaño y le dio un beso en la mejilla.
Todos quedaron en shock, sobre todo Red.
-Mira, esto es para ti-dijo levantando las flores que llevaba en sus manos.
-Gra…gracias-respondió Green nervioso.
-“¿Pero qué se cree este idiota? ¿por qué besó a Green? Momento ¿por qué me debería importar? Que hagan lo que quieran”-pensó Red-idiota-habló en voz alta.
Green lo miró sorprendido.
-Red ¿estás bien?-preguntó Brock.
-Si, sólo recordé por un instante a un idiota, uno que me dijo mentiras y luego tuve que comprobarlo por mi mismo, además dejen d epreguntar si estoy bien.
-Red hablas como si te gustara un hombre.
-¿Qué? Claro que no, eso no sería bien visto, no digas tonterías-se sonrojó el chico-mejor me retiro, por cierto profesor mañana necesito hablar con usted, acerca de mi partida de la escuela.
-¿Qué?-dijo Brock.
-Pero Red…tu tienes un gran futuro-dijo Misty exaltada.
-Hasta mañana-dijo el jovencito alejándose a su habitación.
-Red ¿qué demonios haces-susurró el castaño.
-Muy bien, Red-sonrió complacido Yellow.
La luna iluminaba la cálida noche en la escuela, muchos de los estudiantes ya se encontraban durmiendo, pero Green, aun buscaban la forma de hablar con el jovencito.
-Maldición, no me interesa si no me desea escuchar, así deba gritárselo y obligarlo a escuchar le diré toda la verdad, después de todo soy más fuerte que él-un leve mal pensamiento pasó por su cabeza-demonios concéntrate Green, si, definitivamente le diré todo a Red.
Cuando se disponía a salir alguien lo detuvo.
-¿Vas a algún lado? Green-dijo Giovanni.
-Giovanni, en realidad iba por un vaso de agua-respondió nervioso.
-Eso…está muy bien-sonrió-lástima que sea una mentira-dio un puño en el estómago del chico-tonto Green¿crees que soy tan idiota como para no vigilarte?-sacó un chip de su bolsillo.
-¿Qué es eso?-decía mientras tomaba su estómago adolorido.
-Un dispositivo con múltiples funciones, verás estamos a puertas de un gran conocimiento, con esto no sólo dominamos la voluntad de los pokemon, también la de las personas y además es un chip espía para saber cada uno de tus movimientos, deberías ser más inteligente si amas a Red, aunque él nos está dejando todo tan fácil.
-Ustedes, fueron ustedes quienes trajeron a Yellow.
-Tal vez ¿te molesta? Green, sólo quiero recordarte que estás bastante vigilado.
Mientras tanto en la habitación de Brock alguien llamó la puerta, era Oak.
-Profesor Oak, vaya sorpresa.
-Se que mi visita te puede resultar extraña pero…deseo pedirte un favor.
-¿Qué? Samuel Oak pidiéndome un favor a mi ¿de qué se podría tratar?
-No seas payao, es sobre Red, necesito que lo convenzas de quedarse en la escuela.
Brock hizo un gesto de indignación y se cruzó de brazos.
-Pues la verdad no se si esté seguro de eso, Profesor.
-¿A qué te refieres Brock?-preguntó molesto.
-Hablo de que si hago que Red se quede probablemente Green lo seguirá lastimando.
-Es probable, pero quizá eso le ayude a Red a madurar.
-Lo consideraré, aunque no le aseguro nada, nadie habla de madurar con humillaciones, al menos no para alguien tan bueno como él.
En el jardín Red se encontraba mirando hacia el firmamento, de repente alguien lo sujeto de los brazos por detrás y tomó sus poke-ball, estaba inmovilizado.
-Linda noche ¿no crees?
-Giovanni, creí que ya habíamos superado nuestras diferencias.
-Es mejor que no creas nada estúpido, quiero que te vayas de aquí y quiero estar seguro de ello.
-Me estás lastimando, auxilio.
-Nadie te podrá escuchar.
-Suéltalo-grito Yellow.
-¿Tu? veo que te gusta meterte en asuntos que no son de tu incumbencia, ahora ve Nidorino.
-Muy bien, ve Rattata.
-Eres patético, mi Nidorino es un excelente luchador y creer que esa basura lo vencerá, Nidorino picotazo venenoso.
-Rattata súper diente, ahora.
Se levantó una gran ráfaga de tierra, el pokemon de Giovanni cayó al suelo.
-Maldición pero ¿Cómo? Esto no se quedará así, lo pagarán.
-¿Te encuentras bien?-preguntó Yellow a Red.
-Si, muchas gracias-sonrió el jovencito.
-No me lo agradezcas-dijo soberbio el chico-tu y yo somos rivales, eso lo debes saber.
-No se de qué hablas.
-Hablo de Green, como sea, quiero decirte que estoy dispuesto a luchar por quedarme con su amor, así que no tendrás las cosas tan sencillas Red.
-Lo siento, pero sólo peleo por cosas que valen la pena, Greenn es algo obsoleto en mi vida, no me gusta, si quieres quédatelo, adiós-se levantó y se marchó caminando graciosamente.
-La verdad eres bastante aburrido, y yo que pensé que esto iba a ser más interesante-susurró el rubio.
Red llegó al pasillo, cuando se encontró con Green.
-Hola, Red-saludó tímidamente Green.
-Hola-se sonrojó el jovencito.
-Bueno, que descanses-agachó la mirada.
-Adios-el chico se detuvo un instante y preguntó-¿qué era eso tan importante que necesitabas decirme?-jugaba con sus manos impacientemente.
-¿Disculpa?-levantó su rostro evadiendo la mirada al azabache.
-Si ¿qué era eso tan importante que deseabas decirme?-su manía era cada vez más evidente debido a la tensión que le causaba la situación.
-En realidad...-respiró hondo y se calmo ante la impotencia que lo indía-ya no importa, me alegra que hayas ganado tu medalla-siguió su curso.
-Mu…muy bien-comenzó a temblar de rabia y se puso rojo como un tomate-eso es bueno-respiró profundo y sintió un hueco en el pecho-espero que las rosas que te dio Yellow si sean de tu agrado-gritó fuerte-no como la mía que desechaste junto con la carta que te escribí o como todo lo que sentía por ti.
-Red, será mejor que te calmes-lo intentó tomar de la espalda.
-No me toques-lo empujó, gotas saladas de Red mojaron la camiseta de Green, el jovencito no había podido contener más su frustración. Algunos alumnos salieron de sus habitaciones llevados por los gritos del chico-veo que lo que ofrecí no fue suficiente, ya no seguiré soñando contigo más Green-se alejó sintiendo más lágrimas escurrirse de sus ojos.
Green se sentía destrozado y con un gran miedo ante las miradas de todos, todo era un barril de polvora a punto de prenderse. Llegó a su habitación y deseó morirse y al mismo tiempo abrazar a Red para que se sintiera mejor, en ese instante una lágrima brotó de su ojo derecho, luego salió otra del izquierdo y cuando se dio cuenta estaba empapado en ellas, en ese momento comprendió todo.
-Red…te quiero.