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Mi vida cotidiana por ElleLover

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Notas del fanfic:

:D nuevooo fanfic, inspirado por matata... xDDDD

 

Un personaje que quiere ser "normal"... xDDDDDDDDDDDD más que normal. Diría que incluso... mh... en fin, como sea... QUE ME HA HECHO GRACIA.

 

:D bienvenido a mi cabeza, Hiroshi ^^ Quedas estrenado.

 

 GRACIAS POR SEGUIRME. 

 

PD: haré un volumen especial que se llame "recopilación de historias de personajes traumados, mentalmente enfermos y curiosamente entrañables, sencillos, admirables y extraños, a la vez Parte I" jajajaja

 

Y Ellelover sigue... again, and again... and again...

Notas del capitulo:

Canción para nuestro nuevo personaje principal: Hiroshi.

 

Numb, Linkin PArk. 

 

https://www.youtube.com/watch?v=fMCHT4yh7cM

Hola, me llamo Hiroshi Matsumoto y os voy a contar mi vida cotidiana.

Desde hace ya varios años, que soy un soushoku danshi; es decir, “un hombre herbívoro”.

Significa que me gusta hacer las cosas por mi cuenta, sin imposiciones de la gente con vidas cotidianas estereotipadas. No me importa ir a un karaoke solo. Beber solo. No tener pareja.

Este término fue acuñado en 2006 por la novelista japonesa Fukusawa Maki. A los japoneses nos encanta poner etiquetas y crear nuevas modas, pero esto no lo hago por moda. Es mi filosofía de vida. Nunca he sido de ese tipo de “machos alfas” que se ven en doramas o animes. No soy nada agresivo, me gusta quedarme en casa leyendo un buen libro o jugando a videojuegos. Tampoco me interesa el exceso de dinero, pero sé administrarlo bien. Las relaciones sexuales apenas me interesan...Y creo que tener amigos o personas de interés al lado es mucho más satisfactorio. Me encanta cocinar, limpiar la casa, tender la ropa... cosas tan sencillas como estas. No lo encuentro nada humillante. Es algo que me tranquiliza. La higiene, la decoración, la música, unos buenos masajes.

No soy el típico “metrosexual”. Tampoco es que me cuide en exceso. El aspecto físico no es lo más importante en esta, vida, ¿no creen? Bueno... muchos amigos extranjeros me han comentado que esto se lleva mucho en occidente, pero... supongo que soy una lacra para este país, en que las mujeres buscan desesperadamente un hombre dominante, con estudios, dinero, hijos. Si de mí dependiera, seguramente, Japón se extinguiría, porque... no tengo el más mínimo interés en tener hijos.

No es que los niños no me gusten, pero... prefiero no tener demasiadas responsabilidades, para poder ser feliz la mayor parte del tiempo. La gente se siente desgraciada cuando abarca más de lo que puede.

¿Me dirán que soy un falso? ¿Qué encontraré alguien a quién amar? ¿Que soy un anti-social?

No. No os miento. Y no creo que encuentre alguien con quién todo lo bueno que te de compense todos los inconvenientes que también te da. Y no soy antisocial... ya saben, me gusta conversar y no me gusta la violencia. Y bueno... nací en Shibuya. Mis padres tienen dinero. Una abogada y un dentista. Hay pocos dentistas en Japón, pero mi padre, por suerte, tiene clientela y es uno de los más reputados.

Gracias a él tengo la dentadura perfecta. No he tenido nunca ningún problema, hasta... hoy.

 

“Las muelas del juicio... me duelen”

 

*******

Esperando en la sala de espera, como uno más, empezó a ojear la revista. Había ropa excesivamente cara. “¿Quién va a pagar esto por un jersey tan hortera? Bueno, si tienen pasta...”. Era un japonés alto. Moreno. Serio, pero tampoco excesivamente agrio. Calmado y con genio, si le enfadaban. Alguien normal. Su padre era alguien que destacaba mucho, desde luego. Era uno de los pocos japoneses que sabía hablar en un inglés fluido perfecto. Estaba en una clínica universitaria y una chica estaba al lado. Debía estar de prácticas. “Genial...”.

-          Pasa, hijo, pasa...

Se abrazaron. Le sonrió, a pesar de que le doliera un montón los dientes.

-          Las muelas del juicio...

-          Aha, a ver...

Se sentó, sin preludios innecesarios. Ese lugar era como su “segunda casa”. ¿Cuántas veces se quedaba a su lado, desde pequeño, haciendo los deberes en la sala de al lado? En su despacho. Su padre apenas tenía tiempo para verle, así que siempre le traía al trabajo, cuando podía. Le explicaba muchas cosas, practicaban el inglés.

-          Hijo, ¿aún sigues en ese trabajo de tres al cuarto?  Con lo que sabes de inglés podrías sacarte el título de idioma, el de profesor, y no necesitarías trabar 8 horas al día, 7 días a la semana... ¿así cómo vas a poder divertirte o encontrar pareja? Entre tu horario y el mío apenas nos vemos. Si no fuera por estas muelas... seguro que no te hubiera visto hasta navidad. Y estamos en verano...

El hijo intentó callarle. “¿Por qué tiene que hablar delante de otros sobre su VIDA?”. Intentaba siempre ridiculizar su modo de ser. No quería más. Estaba bien tal y como estaba. La chica sonrió, coqueteando con él.

-          ¿Así que su hijo es tan bueno en inglés como usted?

El hombre le sonrió.

-          Aha, le enseñó su madre. Lo único bueno que hizo antes de abandonarnos. Que en paz descanse.

La chica bajó la cabeza para disculparse.

-          Oh, lo lamento mucho...

-          No lo lamentas. Era una borracha que me metía los cuernos.

-          ¡¡PAPÁ!!

El hombre sonrió, tras su bigote seductor, después de quitarse su mascarilla.

-          Eso ya es agua pasada, hijo.

-          Me da igual, no la conocí, pero no hace falta que se lo cuentes a todo el mundo, en cuanto tengas la oportunidad. Han pasado más de 24 años desde entonces.

-          Esas cosas nunca se olvidan, mi niño. Pero no importa el pasado, porque ella me dio lo que más amo hoy. Tú.

Le agarró la mejilla y él intentó contener el dolor.

-          El seguro médico me cubre el 70%, ¿verdad?

-          Oh, no lo vas a pagar, mi niño. ¿Qué tipo de padre haría esto? Yo te cubro el resto...

Iba a agradecérselo, cuando el padre continuó...

-          Y te pagaré también el curso de profesor de idiomas. ¿Mgh? Harías muy feliz a tu padre, aunque no tienes porqué ser profesor, si no quieres.

-          Papá, apenas tengo tiempo...

El padre le dio un panfleto.

-          Toma. Un intensivo. Irás a Inglaterra. Dos semanas. Guárdate todos los días libres para estas fechas. Habitación compartida, para que socialices con otros. Y...

-          Papá, ya no soy un crío...

Se lo devolvió y se fue, después de escupir. La chica no podía parar de sonreír. Padre e hijo eran bastante peculiares. Empezaron a hablar en inglés, por lo que le costó pillarles. Pero sí, su acento era perfecto. Incluso mejor que el de su padre.

-          Dime las fechas para la extracción, y me pediré los días libres para la recuperación. Lo demás, son tonterías. No me apetece presentarme a ningún exámen, ni gastar tiempo en tonterías, paseándome por un país en el que nunca tendré la intención de quedarme. Déjame tranquilo. Respeta mi forma de vida.

El padre se puso más firme.

-          Solo quiero lo mejor para ti, Hiroshi. No estás hecho para...

-          Estoy hecho para lo que me dé la gana. No me impongas tus reglas. Hace tiempo que no vivo bajo tu techo. Tranquilo, sigo amándote, es solo que estoy cansado. Ya te visitaré más, si es eso lo que quieres.

-          Quiero que vives...

El hijo se quedó quieto, temblando de ira. Pero se controló. Respiró.

-          Ya lo hago. Pero no me digas cómo debo hacerlo. Ya me dirás el día de la operación. Me voy.

Cuando se fue la chica ni siquiera había podido seguir el hilo. Pero tan solo pudo decir, por el tono sensual y calmado:

-          Su hijo es muy simpático, profesor Matsumoto.

El padre sonrió, con ironía.

-          Sí... eso también lo ha sacado de su madre. Tiene un encanto superficial.

*******

Cuando el hijo volvió a su piso, encendió el ventilador. El dolor de muelas le dolía un montón y las palabras de su padre no paraban de resonar en su cabeza, como un martillo fuerte y asqueroso. Siempre quejándose de algo. Padres.

Luego recordó flash backs de su infancia. Su madre, volviendo, borracha. Pegándole, no dándole comida. El acto reflejo de levantar el brazo cuando se acercaba. El miedo. “¿Estará de buenas?”. La alegría cuando le sonreía. La rabia... cuando le golpeaba. Esa vez en la que le dislocó el hombro, por agarrarle demasiado bruscamente. “Es que es tan pequeño y revoltoso. No es mi culpa”. “¡¡OTRA VEZ HAS BEBIDO!!” Su madre... había sido abogada. Su mundo era bastante diferente del de papá. Cuando a veces iba a su despacho, ella... no lo hacía para estar más tiempo con él, sino porque no tenía más opción. Y notaba esos jadeos. Ese pelo y esa corbata deshecha del hombre que salía. Era un niño, pero no era idiota. Y por las noches. “¡Es por negocios!” “¡¿Tirarse a hombres forma parte de tu negocio?!”.  Le mentía a su padre, diciendo que no la recordaba... pero sí, la tenía clavada en su mente. Aunque fuera pequeño.

Encendió la televisión.

-          Anime de colegialas estúpidas. Programa de bromas estúpidas. Noticias cotidianas estúpidas... ídolos y cantantes estúpidos.

¿Qué tenía toda esa fama y esa gloria? ¿Qué había de bueno en exponerse? A él le gustaba pasar desapercibido. Estar tranquilo. Disfrutar de libros, de...

-          Qué aburrimiento.

Podría ir al karaoke, solo, pero no tenía ganas. Si llamaba a alguien, también se aburriría. Recordó el nombre del folleto.

“¿Por qué no? Es una excusa para hacer un viaje, sale bien de precio. Además, que haga lo que él diga no significa que termine haciendo lo que desee. Si me saco esto, al fin, le callaré y no podrá recriminarme nada. Entenderá que a pesar de tener este título, me interesa más estar tranquilo”.

Miró ese enorme castillo. Casi parecía el de esas películas de hacía tiempo: “Harry Potter”.

Sonrió, recordando esas historias que de joven le habían cautivado.

 

Fantasía. El mundo necesitaba más fantasía.

Pero, no era compatible con la vida cotidiana.

No, si querías ser feliz.

 

La fantasía, los deseos, la ambición... el amor.

La “fantasía” solo te apartaba de la realidad.

Tan solo quería... estar tranquilo.

No sufrir. Ni imaginar imposibles.

Eso era lo mejor.

 

Y esa sería su vida cotidiana, hasta que se muriera.

Ser precavido y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. 

Notas finales:

^^ CONTI-NUARÁ... 

 

wuajajajajajaja

 

I'M BAAAAAAAAAAACK!!! ú.ù si es que el día en que deje de hacer historias tal vez es... que... :D quién sabe xDDD que vosotras ya no me leáis, mientras... tengo que aprovechar ^^ y deciros MUCHAS GRACIAS.  El mejor placer de escribir es ser leído. Es transmitir ideas y sentimientos, historias... y otra historia acecha mi cabeza, así que, qué mejor que soltarla: LEEEET IT GOOOO, LE IT GOOO...

Hiroshi: ¡¡Hola a todos, encontado de conocerl@s!!

^^ Hola Hiroshi... oh, qué educado... jajaja muy japonés. ¬¬ nada que ver con algunos de mis antiguos personajes. Soichiro, solo se salva jajaja y Kenta. 

 

Un Beso, Ellelover


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