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Medianoche por DcHenri

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Notas del fanfic:

Este es un one shot como regalo adelantado de navidad. *Se pone su gorro de Santa* así que ponganse comodos y disfruten. 

Espero me puedan dar su respetable opinión en un comentario y quiero compartirles que es mi primer Lemon de manera muy específica *o* así que si hay algún error o algo que no gustó por favor les agradecería que me lo dijeran para yo poder mejorar en el siguiente. 

¡Por qué la vida sin Lemon no es vida! 

ansjadnaksa. 

Nos leemos al final. 

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen si no a Marvel y a sus respectivos creadores.

El aire era frío y soplaba de manera que sus vellos se erizaban. La noche cayó sin aviso y las pocas estrellas se divisaban lejanas y apagadas. Las frías calles no se encontraban desérticas, la gente iba de allá para acá en la ciudad que nunca duerme.  Encendió un cigarrillo para que el calor lo albergara ya que el abrigo no estaba haciendo del todo su trabajo.

Exhaló el humo de manera lenta y disfrutando la sensación. Cerro los ojos por un momento y la relajación viajaba por todo su ser. El juicio había sido agotador. Jamás llego a pensar que él debía ser su propio defensor en su propio juicio de divorcio. ¿Dónde había quedado el amor que frente al altar se habían jurado? ¿Cuándo es que  murió? Y la pregunta más persistente es…

¿Quién lo mato?

Estaba consiente que él trabajaba muchas veces más de lo debido,  pero la responsabilidad del hogar la debía cargar solo sobre sus hombros.  Sintió que le dio a manos llenas todo lo que su mujer pedía y aun así la encontró engañándolo en su propia cama. Pero este no era el momento idóneo para mirar atrás y echar culpas, porque hubo un tiempo para poder salvar lo que se hundía. Tal vez la culpa estaba compartida en dos o tal vez la culpa al final de cuenta nadie la tuvo. Tal vez simplemente no era amor real, si no deseo. Capricho quizá.

El sonido de un claxon lo hizo volver a la realidad. Apago con el pie el cigarrillo.

-¿Por qué tan solo guapo?- Con sus ya clásicas bromas Tony llamó la atención de su amigo. Thor sonrió negando y abriendo la puerta del copiloto.

-¿Cómo te fue Thor?- Pronunció Banner desde la parte trasera.

El mencionado acomodo su melena en una coleta baja y giró la cabeza para ver a Bruce desde su asiento. – Pues, no tan mal como lo esperaba.- suspiró.- Quiere el cincuenta por ciento de mi sueldo y podré ver a India los fines de semana. Eso es lo único que realmente me importa.

Hubo un tenso silencio mientras Stark aceleraba para tratar de esquivar los autos.

-Siempre es bueno decir adiós a pasar una vida llena de peleas.- Aun dudoso por su argumento Bruce trató de seguir animando a un callado Thor.- Veras que serán felices cada quien por su lado.

El castaño que no había pronunciado nada en la tensa plática al llegar a un alto pudo colocar la mano en el hombro del rubio y dar un fuerte apretón. Thor agradeció los gestos de ánimo de sus amigos y para quitar el incómodo ambiente encendió la radio. 

-¿A dónde iremos a cenar?- habló encendiendo su segundo cigarrillo.-Muero de hambre.

-¿Quién carajo dijo que iríamos a cenar?- Stark habló pisando el acelerador.

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-Que sorpresa verlos tan pronto chicos- Darcy se acercó a la mesa contoneando su delicada cadera. Los mencionados sonrieron y Stark sacó de inmediato su billetera y coloco en la blusa de la chica un billete de una agradable cantidad.- Lo de siempre querida.- Y está guiñando se desapareció entre la multitud.

Los tragos no demoraron en aparecer y poco a poco el momento se tornó más alegre. La idea de no ir a cenar estaba resultando de buena manera. Las chicas encargadas de entretener comenzaron a hacer su aparición en el escenario.

Una rubia voluminosa y de grandes senos vestida de enfermera rápidamente llamó la atención de la mayoría y los billetes volaban por doquier. Thor estaba pasándola bien pero sabía que su noche estaba en espera de algo. O mejor dicho de alguien.

Los chiflidos empezaron a sonar cuando una morena de trasero prominente salió vestida de conejita y de a poco la ropa empezó a estorbar. Estaban en primera fila y podían disfrutar como aquella morena bajaba del tubo y abría sus torneadas piernas hacía ellos. Ya con los tragos al tope Bruce se acercó al escenario y coloco un billete justo en la tanga rosada de la bailarina.

-Ahí va lo de mi quincena.- Thor rió estruendosamente mientras el castaño llamaba a la mesera para pedir otra ronda. La siguiente en aparecer en la pista fue una pelirroja policía.

-Me gusta como luce Sasha de policía, pero me gusta más sin el traje.- Comento ansiosamente Stark al ver como los pezones de la chica quedaban expuestos. Ya se sabían casi todos los sobrenombres de aquellas chicas y ya toda la anatomía de sus cuerpos- Pero no me convence del todo. Estuve con ella la semana pasada y es muy tosca en sus movimientos.- El castaño bebió de lo poco que su vaso aun contenía. Los clientes más frecuentes sabían que las chicas de ahí, aparte de ser bailarinas se prostituían por dinero extra.- ¿Tu si te apuntas Bruce?- El pelinegro se veía absorto por el erótico baile de la policía.- Yo invito Banner.- El mencionado despego la mirada del escenario y asintió gustoso hacía Stark.- Solo deja que termine su turno y la mandas a llamar.

Thor ya se encontraba desesperado, todas las chicas de ahí eran sumamente candentes y apetecibles, pero él estaba en espera de alguien. Se sirvió otro trago de Whiskey. La pelirroja terminó su baile. Tony mandó a llamar a Darcy y pidió el “servicio especial” de la policía. Ni tarde ni perezosa Sasha apareció frente a los tres hombres.

-Sabía que vendrías por más Tony.

-Hoy no cariño. Bruce es ahora el que necesita que lo arresten.- Y guiñó su ojo y fue así que Banner se levantó de su asiento y siguió a la chica al segundo piso del lugar.

Pidieron otra ronda de tragos y el alcohol ya estaba surgiendo efecto en el aguante de los dos caballeros. Tony como era bien sabido al ya tener alcohol en su cuerpo comenzaba a despilfarrar billetes como si de dulces se tratara. Thor al ver el gran ambiente que se sentía en el lugar los problemas que había tenido en la semana se estaban esfumando y la rigidez de su cuerpo se desprendía conforme la bebida viajaba en su garganta. Pero había algo que aún lo hacía sentirse impaciente. Miró por décima vez su reloj.

-Tranquilo que ya aparecerá. Esta noche es tuya y lo sabes.- comento el castaño al ver el ansioso comportamiento de su amigo. Thor asintió. Entre los dos se terminaron la botella de Whiskey y comenzaron a platicar cosas sin sentido debido a que Stark ya no podía entablar una conversación decente.

-Voy al baño.- Stark se levantó torpemente de la mesa y derramó parte de una botella en el suelo. Maldijo.- Necesito orinar, no te muevas de aquí mi rubiecito.- Y acarició con efusividad la mejilla de Thor. El baño se encontraba al otro extremo de la mesa y Thor rogaba porque Stark llegará vivo al baño y no se fuera a desmayar a medio camino. La música comenzó a sonar y llamaron a la pista a Midnight.

Una joven pelinegra de piel lechosa apareció vestida de colegiala. Sus pasos eran delicados y suaves. La diminuta falda se alzaba cuando bajaba por el tubo. Su corta cabellera se agitaba con el movimiento. Comenzó a abrirse la blusa y a pesar de no tener un enorme busto, su cuerpo delicado y fino como la porcelana ponía a más de uno caliente. Los intensos ojos azules brillaron.

Era a quien esperaba.

Se detuvo en el tercer botón provocando que algunos reclamaran. Tenía una aparente flexibilidad y a simple vista se podía ver que sus movimientos eran diferentes a los de las demás bailarinas. Más elegantes y sutiles. Al terminar su presentación lanzó un beso a su animado público. Rápidamente Thor se levantó de la mesa y fue en busca de Stark para avisarle que se iría a buscar a la bailarina. Buscó en el baño y lo que encontró fue vómito y uno que otro ebrio orinando. Buscó a Darcy y le dijo que Tony estaba en la barra platicando con alguien. Lo que encontró el rubio fue a Stark no platicando con alguien, si no besando apasionadamente a un hombre de fuerte musculatura y de cabellera dorada. No estaba al tanto de que su castaño amigo bateara para ambos lados. Se debatió si debía interrumpir o no, pero sabía que si se demoraba más tiempo Midnight tal vez ya tuviera a algún hombre esperando ya “su servicio especial”.

-Stark, iré a buscar a Midnight. - El castaño rompió el enjundioso beso con un sonido obsceno.

-Dale mis saludos y toma las llaves del auto.- Le arrojó las llaves mientras el otro rubio esperaba impaciente a que Tony se desocupara.- Bruce ya se fue y yo me iré con él.-Señalo a su acompañante.- Así que diviértete. Dejé la cuenta abierta por si quieres seguir pidiendo algo de tomar. – Thor no hizo más preguntas y tras agradecer a Stark se retiró hacía el segundo piso del lugar. Confiaba en que el castaño llegara sano y salvo a su casa, hacía eso todas las noches. Encontrar algún enredo y aparecer hasta el amanecer. Subió las escaleras y el segundo piso lo recibió con una alfombra roja y las luces tenues. Las paredes pintadas de animal print y con cuartos a la derecha y a la izquierda. El cadenero lo retuvo y tras dejar una paga se le dio la llave del cuarto 26.

Abrió lentamente la puerta y Midnight se encontraba quitándose el maquillaje y reflejándose en el empañado espejo.  Sonrió al ver el reflejo del rubio.

Thor entró sin decir palabra alguna y se sentó en la cama que rechinó al sentir su peso. Se fue retirando lentamente los zapatos y los calcetines. Encendió la lamparilla del buró derecho.

-¿Cómo te fue en el juicio?- La suave voz de Midnight resonó en la silenciosa habitación.

-Bien, creo.

-¿Podrás ver a India?

-Solo los fines de semana, pero me conformo. Aunque la extrañaré los días en que no podré verla.

Suspiró ahora aflojándose la corbata. Se encorvó y antes de posar sus manos en sus rodillas deshizo la coleta para dejar libres sus cabellos. Jamás creyó sentir una paz tan inmaculada en el segundo piso de un tabledance. Sintió como la fría mano de su acompañante jugueteaba con su melena.  Thor alzó la mirada y sus ojos azules se posaron en la felina mirada verde de Midnight.

-Me gustas más sin todo ese maquillaje.- Acarició su mejilla.- Eres más hermoso así Loki. Sin disfraz.- Susurro.- sin fingir algo que no eres.- Y besó la frente del pelinegro.

-Sabes muy bien que esto soy.- La voz se le escucho cortada.- Soy solo esto.

Como era ya costumbre las lágrimas comenzaron a correr de los ahora apagados ojos verdes de Loki. Los sollozos se intensificaron y los gimoteos se hicieron presentes. Los fuertes brazos del rubio rodearon la delicada cintura del pelinegro y este lloraba sin contemplación en el pecho ajeno.

Y así era todas las noches de los viernes. Primero salía a bailar y después Thor aparecía en su cuarto para consolarlo, para desahogarse de todas las noches que tenía que bailar y vender su cuerpo. Un momento donde las lágrimas corrían sin obstrucción. Toda la semana esperaba el viernes con ansias porque sabía que Thor pagaba toda la noche para estar con él. Esa noche donde podía ser Loki y nadie más.

Hasta que los ojos se cansaron de derramar dolor Loki pudo articular palabra alguna.

-¿Qué tal bailé?- Thor rio despacio y dándole pequeños besos en el hombro contesto.

- Adoro tu busto falso.

-Eres un cerdo.- Ambos rieron y Loki empujó delicadamente a Thor hasta dejarlo acostado. Con una sonrisa divertida el pelinegro lentamente se acomodó en el regazo del contrario y dejó caer su trasero en donde sabía que se encontraba el miembro del rubio. Hasta ese momento el de ojos azules pudo darse cuenta que el pelinegro ya se había despojado de la bata de baño que traía puesta cuando entro. Ahora un apretado bóxer negro hacía juego con su cabello.

-No debes hacer esto si no quieres Loki. No soy como los otros clientes que vienen a buscarte.

-Precisamente porque no eres como uno de ellos quiero hacerlo.- Y sus respiraciones quedaron a centímetros de unirse.- Muero por hacerlo.

Sus labios se unieron en un delicado beso pero la intensidad no tardó en hacer su aparición. Thor recorría con sus callosas manos la fina piel de la espalda ajena hasta llegar a su redondo trasero, que apretó con saña. El pelinegro gimió de gozo.

Las posiciones se invirtieron y ahora el rubio llevaba el mando al estar arriba de Loki que gustoso se dejaba hacer. Thor se dejó abrir su camisa sin prisas. Tenían toda la noche para saborearse, para sentirse, para ser uno. Así que el tiempo no jugaba un gran papel en la velada. La música del piso inferior no se escuchaba y el silencio era perfecto para que el sonido de sus bocas se escuchara de manera clara. Los labios de Thor abandonaron a los del pelinegro y comenzaron a besar con delicia la barbilla contraria y bajando hacía su cuello succionó dejando marca. Los pezones fueron su próxima parada. Comenzó con el derecho y tras una suave mordida este se puso erecto y un gemido más agudo salió de los labios de Loki. Su lengua se pasó al pezón izquierdo y mamó hasta que este imitara al derecho. Bajó aún más hacía el ombligo perforado del bailarín y jaló con destreza la argolla. Su erección palpitaba necesitada de ayuda  y de a poco el pantalón fue sacado de su sitio. La enorme virilidad del rubio se remarcaba en su ropa interior. Loki relamió sus labios.

-Quiero bailarte.

-No tengo dinero que aventarte.

-Ya veré como me cobro.- Y Thor comenzó a bailar moviendo lentamente sus caderas y alzando los brazos modeló su perfecto abdomen. Loki aplaudía y motivaba al rubio a quitarse aquel estorboso bóxer. Y haciendo caso de su “público”, Thor bajó lentamente su prenda sin dejar de mover sus caderas y llegó a mostrar un poco de su vello púbico. El pelinegro algo molesto por la tardanza le aventó una almohada haciendo reír al ahora bailarín. Hasta que se decidió por quitarse la única ropa que traía puesta. Loki chifló y grito unas cuantas obscenidades.

-Siéntate y mira como se hace.

 El rubio obedeció y se sentó en el borde de la cama. Loki se paró justo enfrente de él y movió sus caderas con más seguridad y fuerza. Se movía más eróticamente que cuando bailaba en el escenario. Miraba directamente a Thor y girando su cadera se bajó el apretado bóxer negro. Al ya quedar desnudo le dio la espalda al rubio y presumió el firme y blanco trasero que poseía y dando algunos pasos hacia atrás se agachó de manera sexy y enseñó su rosada entrada. Thor sintió como la sangre le hervía y su erección ya comenzaba a gotear. El pelinegro volteo sin dejar de bailar y bajó su cabeza hacía el miembro del otro y sacando la lengua saboreo lo que ya goteaba. El rubio jadeo quedamente. Sin detenerse comenzó a dar pequeñas lamiditas a todo el largo, y al llegar a la punta succionaba sutilmente. Loki sabía que esto llegaba a desesperar a Thor y sonrió traviesamente. Quería que su rubio rogara.

Y no paso mucho tiempo en que eso sucediera.

-Comételo todo Loki.- El rubio colocó una de sus manos en la cabello ajeno y lo acarició.- Vamos bebe.- El pelinegro ignoró por completo el comentario del otro y siguió con el mismo procedimiento.

-Por favor.- Thor lo dijo en un hilo de voz. Y Sin pensárselo dos veces Loki atacó el miembro contrario y ahora su boca fue invadida por el enorme trozo de carne. Subía y bajaba su cabeza con Thor llevando el mando. Que veía como su pene desaparecía en la tibia y húmeda boca de su amante.

Detuvo a Loki antes de correrse y lo cargó hasta dejarlo caer en la cama. Ahora Thor era el que descendía entre besos todo el cuerpo del pelinegro que se retorcía gimiendo. Llegó al miembro erecto y degustó un poco sus testículos antes de pasar a su apretada entrada. La contempló por un momento y su lengua empapó todo el ajustado anillo que se contraía al sentir su caliente saliva. Sus dedos sustituyeron a su lengua y dilató de manera tranquila. Jamás le ha gustado ser brusco cuando se trataba de preparar a Loki. Porque estaba consiente que todos los demás hombres que han estado con el pelinegro lo último que pensarían es en el bienestar y en el disfrute de este. Y Thor por el contrario trataba de besar y mimar a Loki de manera que se sintiera especial. De manera que se sintiera querido.

-¿Estás listo?- El pelinegro asintió.

-¿Te agrada está posición o prefieres otra?- Lo último que quería Thor es hacer sentir a Loki como una prostituta, así que trataba de preguntar siempre sobre como él lo prefería y si se sentía cómodo. Para él no era una prostituta ni mucho menos un agujero donde satisfacer sus placeres. Para él, Loki era su todo.

-Sí, estoy bien.

-¿Puedo continuar?- Loki asintió ruborizado por tantas preguntas.

Thor estiró su brazo hacía el buró y tomó el lubricante. Colocó una buena cantidad en la entrada de Loki y en su propio miembro. Hasta que sintió que era suficiente se acercó a la entrada e introdujo su pene de manera lenta y pausada. Sintiendo como las paredes internas lo abrazaban de un calor sumamente excitante. Su miembro entró por completo y dio un largo gemido.

-Estas tan apretado.- Y lo dijo al sentir como su pene era asfixiado por el interior de su amante. Loki jadeo y una capa de sudor ya cubría su frente. Movió su cadera indicando así que el rubio podía continuar. Thor comenzó con un suave vaivén uniendo sus labios con los labios carnosos que el pelinegro tenía. Las embestidas no tardaron en ser más fuertes y salvajes. La cama rechinaba de manera escandalosa acompañando así los agudos gemidos que salían de Loki, los jadeos roncos de Thor y el ruido de sus cuerpos en movimiento. Todo era un deleite y se sentían próximos a acabar. Thor elevó ahora las piernas de Loki hacía sus hombros y embistió ahora más profundo. El pelinegro no pudo ahogar un grito. Los testículos del rubio chocaban con fuerza hasta que la entrada se contrajo indicando que el pelinegro se había corrido entre ambos vientres. El rubio movió más rápido su pelvis y tras unas cuantas embestidas se corrió dentro del ojiverde.

Se dejó caer sobre el perlado cuerpo que se encontraba bajo el suyo. Los jadeos eran ahora el único ruido de la habitación. Thor sacó su miembro provocando un diminuto gemido en el pelinegro. Y se quedaron abrazados sin decir nada. Solo escuchando como sus respiraciones se terminaban de regular.

-Debiste haberte puesto preservativo.

-Soy el único que tengo el derecho de no usarlo.

-Eso te dije yo.

El pelinegro acariciaba el pecho desnudo del rubio.

- Y confío en ti.- El ojiverde se sentó sobre la cama rompiendo contacto con Thor.

-¿Por qué?- dijo alzando la voz.- Porque confías en mí, siendo yo peor que una prostituta. Por mi han pagado homofóbicos solo para desquitarse, por el puro gusto de golpearme. Y aun así confías en mí.- Las lágrimas se estancaron y la voz se le quebró.- He estado con muchos hombres que me han mancillado y utilizado. Me doy asco. Hace mucho que perdí la esperanza en mi propia persona y tú.- Señalo a un callado rubio.- Aun quieres seguir compartiendo cama con una basura como yo. Con un tipo que podía estar sidoso o enfermo de otra podrida enfermedad terminal. Con alguien que no vale nada.- El llanto se hizo presente.- Que no vale nada desde hace mucho.- susurró.

-Estoy enterado que no he sido el primero en tu vida, pero permíteme ser el último. Podrías irte a vivir conmigo, te podría dar un hogar, un trabajo decente, te podría enseñar lo que se. Jamás te he tratado menos de lo que mereces.- Limpió una lagrima escurridiza.- Podemos demandar al lugar y ganar tu libertad y la libertad de los demás. Te has vuelo alguien especial y el amor que siento hacia ti es de lo más sincero que tengo. Deseo sacarte de aquí.- Hizo una breve pausa.- Permíteme sanarte.

-¿Cómo piensas sanar a alguien que ya no tiene remedio? ¿Cómo piensas revivir algo que ya murió desde hace mucho?- Loki se levantó de la cama limpiándose los restos de lágrimas que aun sin permiso salían de su verde mirada. Colocó su bata de baño sobre su desnudo cuerpo.- Imagino la vida desde otra perspectiva, imagino mi realidad muy diferente a la que tengo. Me voy a dormir con la esperanza de que al despertar todo lo que me rodea y lo que soy haya sido solo un mal sueño. Y eso me mantiene vivo.-Encendió un cigarrillo y dio una larga calada.

El humo salió pausado y la habitación se impregno del olor a tabaco.

-Hagamos realidad eso. Una nueva vida te espera.

-Tengo miedo, ¿acaso no comprendes?- El cigarrillo se consumía entre sus dedos.- Miedo de salir y cambiar mi cama, mi estilo de vida, mi ropa y hasta mis modales. Pero se en el fondo que habrá algo que nunca podré cambiar- Caló ahora cerrando los ojos y reteniendo el llanto que amenazaba con volver a salir.

-El reflejo de mi pasado, de lo que fui, se pintará en cualquier espejo. Toda la vida.

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Terminó su turnó y bajó del escenario dispuesto a irse a su habitación a esperar a algún cliente o si estaba de suerte irse a descansar temprano. Gina lo tomó del brazo y le comentó que alguien lo llamaba en la mesa 7. Loki rápidamente acomodó su traje y se retocó de manera rápida el maquillaje antes de ir a la mesa.

Pasó entre la multitud y sintió como tres personas habían manoseado su trasero. Ni si quiera se detuvo a averiguar quiénes habían sido. Un castaño lo esperaba en la mesa.

-Hola guapo.- El pelinegro al no tener la voz grave le era muy fácil hablar de manera femenina. El castaño volteo y se sorprendió al verlo.

-¿Tu eres midnight?

Loki asintió coqueto. El castaño le ofreció un trago a lo que el pelinegro acepto. Y bebió de el de manera juguetona.

-Soy Tony, amigo de Thor.-El ojiverde frunció el ceño.- Me ha encargado que te diera esto.- Y le tendió un discreto sobre que rápidamente el pelinegro ocultó entre sus ropas.- Él se ha ido a Washington para unirse a un bufete de abogados que solicitó su ayuda.- Stark al ver la desconcertada mirada verde sintió compasión y lastima por el pobre chico. Pero era necesario decir eso.

-No me dijo si regresaría a Nueva York.

El pelinegro sintió como algo se rompía dentro de él.

-El sobre trae dinero, no sé exactamente la cantidad.- Stark se levantó de la mesa bebiendo todo el contenido de su vaso.- Cuídate Loki.

Y se despidió sin decir más. Sin dejar que Loki pudiera decir algo.

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Solo había tenido un cliente en toda la noche y el hombre para su fortuna sufría de eyaculación precoz así que no le fue difícil deshacerse de él.

 Al encontrarse solo en su habitación sacó el sobre de la cómoda y al abrirlo pudo ver pasado de dos mil dólares en él. La mirada del pelinegro se agrandó al ver semejante cantidad para él solo. Además del dinero había una tarjeta de presentación donde claramente se podía ver el nombre de Thor y algunos teléfonos donde podía contactarlo. Checo el reverso de la tarjeta y pudo leer el contenido que había en esta.

Cada quien es libre de encasillarse en un destino que está consciente que no merece. Pero jamás es tarde para modificar el presente y jugársela por un nuevo futuro.

Te quiere, el dueño de tus viernes.

Thor.

Una lágrima fue la primera del mar que se avecinaba.

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Y maldijo y bebió y lloró hasta que su cuerpo se cansó.

El cigarrillo a medio consumir adornaba sus carnosos labios y su cabeza estaba recargada en el closet de la esquina. La cabeza le punzaba y el reloj marcaba la media noche. Rio ante la desagradable coincidencia. Su semejanza hacía esa hora lo hizo observar al techo de su habitación. Trató de visualizar las estrellas y olvidar por un momento el dolor punzante que sentía en el pecho. Necesitaba a Thor, tal vez más de lo que él estaba consiente.

Ya no recordaba si quiera la vida sin él.

Y el día en que se conocieron llegó a su mente repentinamente. Sonrío inhalando el tabaco.

FLASHBACK

La noche había estado atiborrada de clientes. Su cuerpo hastiado ya no podía sostenerse. Se había terminado ya la cajetilla de cigarros. La puerta se abrió y un hombre de escaso cabello y torpe caminar entro a la habitación. Loki estaba en la cama solo con el bóxer puesto y una sonrisa coqueta.

-Ábrete de piernas perra.

El pelinegro acató y se desnudó frente al ebrio hombre que traía manchas de vomito por doquier. La vida se le iba con cada embestida y las fuerzas se perdían con cada golpe. La lechosa piel se transformó en una manta morada.

La saliva del escupitajo se le escurría de la mejilla. El recuerdo de aquel ebrio.

Sentía asco hacía su persona, se sentía vacío. Y cual niño pequeño se refugió en la oscuridad del apolillado closet. Lloraba y su cuerpo pedía un descanso mientras su alma desecha agonizaba.

La puerta se abrió.

Y sus manos acallaron sus lloriqueos y contuvo la respiración. No estaba listo para otro. Los pasos se oían pausados. Quería huir, correr, desaparecer.

Unos brillantes ojos azules lo miraban desde lejos. Sus gimoteos lo habían delatado y cerrando los ojos espero un golpe que nunca llego. Unas gruesas manos cargaron su delgado cuerpo y lo depositaron tiernamente en la cama y los pasos lentos se escuchaban. Un pañuelo limpió los restos de saliva y de semen que se adherían a su ser. Unos brazos lo rodearon y palmearon su espalda hasta que el llanto cesó.

Y así todas las noches.

Todas las noches de los viernes.

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El clima fresco adornaba a la ya tardía noche. India iba dormida en el asiento de atrás sosteniendo a su oso de peluche. Y el silencio de entre las calles lo ponía a meditar. Recordó el agradable desayuno que tuvo en la mañana, recordó que el octavo cumpleaños de su hija se acercaba y hasta el final se acordó que mañana se cumplirían seis meses de su estancia en Washington.

La decisión más radical en su vida. Su esposa repentinamente cedió la patria potestad a él y el trabajo de sus sueños le abría las puertas. Solo alguien lo detenía a no irse quizá para siempre. Pero pensó en su hija y en lo mucho que necesitaba salir adelante. Y dejando atrás el paraíso aceptó irse de Nueva York.

Con el tiempo se acopló a su nueva vida y el trabajo marchaba a la perfección y su nombre ya resonaba de entre los mejores abogados del país. Claro que lo que había sacrificado había sido mucho. Horas sin dormir, rachas sin dinero y las personas que tuvo que dejar en el camino para poder progresar. En tan poco tiempo la gente que anteriormente lo rodeaba ya había dado un giro de ciento ochenta grados en sus vidas. Su ex esposa ya estaba felizmente casada con un doctor y esperando un segundo hijo, su mejor amigo Tony había dejado su “vida alegre” y por fin sentó cabeza con un hombre llamado Steve. Jamás se imaginó que su andariego amigo quedaría felizmente anclado con aquel hombre rubio del tabledance y Bruce por parte de su trabajo tuvo que irse a vivir a Europa.

Las avenidas estaban solitarias y el prestigiado edificio donde ahora vivía no se encontraba lejos. Piso el acelerador y en poco tiempo estuvieron en la recepción del edificio.

India se despertó y tallando sus ojos le pidió a su papá que la bajara ya que este la llevaba en brazos. La niña se adelantó por el elevador para llegar primero ya que su padre fue llamado por el supervisor de recepción.

-Señor Odinson.

-Me dice mañana lo que me tenga que decir, ya es media noche y necesito dormir.

El rubio tras decir eso se encaminó al elevador ignorando lo que el hombre le decía. Se sentía tan cansado como para prestar atención. Se detuvo en el quinto piso donde se encontraba su departamento.

Algo lo hizo detenerse en seco.

-Eres preciosa India.- La niña sonrió tiernamente.- Idéntica a tu padre.

El rubio corrió el corto pasillo y lo vio desecho. Con el ojo visiblemente morado, con el brazo lesionado y un estado de delgadez impresionante. Estaba ahí frente a sus ojos, en un estado físico deplorable. Se dejó caer de rodillas y sus ojos azules se bañaban de saladas lágrimas.

-Loki.- murmuró. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y les haya llegado a su heart xD

Para los que se quieran reir un rato dense una vuelta por mi fanfic Academía SHIELD. 

http://www.amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=134900

Y para los que ya la siguen espero actualizar a más tardar el martes. *w*

Les mando un abrazo de oso <3


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