Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Explosiones, lagrimas y besos por Nagii Rokudo

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Akira-sensei y la historia esta basada en el arco de la batalla de los arcobalenos antes de que empieze

-entre giones- hablan los personajes

*entre asteriscos* pensamientos

MAYUSCULAS - gritos

Sin mas, disfruten

Notas del capitulo:

One-shot dedicado a Yamamoto y Gokudera para mi linda Kura-chan

Eran las 2 de la tarde del jueves y Hayato estaba peleando con Lambo como era su costumbre, pero la diferencia era que ahora se encontraban en su apartamento y no en la casa del castaño, la razón? Muy simple, Tsuna tenía que salir de Namimori por unos cuantos días pues se iban a formalizar las alianzas entre las familias Giglio Nero, Shimon y Gesso y para ello necesitaban también estar presentes el Noveno y el líder de los varia por lo que la reunión se realizaría en Italia. El viaje era largo y tardarían una semana en regresar de Italia y como en casa del castaño no iba a quedarse nadie Hayato se ofreció a cuidar al pequeño bovino para que no le cause molestias al décimo y pueda irse tranquilo, después de todo, que tan difícil seria cuidar al niño vaca? Al pensar eso no tenía ni idea de lo duro que es hacerse cargo de un niño y mucho menos de un niño tan molestoso como Lambo.

-Seguro que estarás bien Gokudera-kun? –preguntó aun preocupado Tsuna.

-Tranquilo décimo, déjelo todo en mis manos! – exclamó el chico bomba con una sonrisa en sus labios, sin imaginar el infierno que viviría con el pequeño bovino.

-Ya déjalo dame-Tsuna, se nos hace tarde! – exclamo desde el auto Reborn ya exasperado pues a este paso se atrasarían al vuelo.

-Vaya tranquilo décimo, todo estará bien! – siguió feliz Hayato.

-Está bien, cuídate Gokudera-kun, chao Lambo – dijo Tsuna alejándose – pórtate bien – le grito a Lambo antes de subirse en el auto y alejarse.

-----------------------------------------------------------

No supo ni cuándo ni cómo ni por qué… a no! Sí que lo sabía y es que su mal genio más los escandalosos gritos del niño vaca habían hecho que este estallara de furia dándole una surra al pequeño bovino quien se echó a llorar y a lanzar granadas que sacaba de su abultada cabeza sin compasión alguna. Cada granada caía en un lugar distinto del apartamento pues Lambo lanzaba tantas granadas como podía mientras corría para todos lados cosa que no le dio tiempo al pobre de Hayato para deshacerse por lo menos de una y entonces paso…

CAAABBOOOOOOMMMMM!!!!!!

Solo bastaron 5 explosiones seguidas para destruir por completo el apartamento de Hayato, pero Lambo había lanzado muchas, muchas granadas más y si con 5 estaba totalmente destruido, con las que estaban por explotar… pues ya no habría departamento o a este paso edificio que intentar salvar.

-------------------------------------------------------

Lambo y Hayato miraban desde lejos como los bomberos apagaban el incendio provocado por ellos, y pues si, a fin de cuentas había sido culpa de los dos; y sin más opción sacó su celular y marco a casa de Yamamoto.

-Sí, hola? – la voz que sonaba al otro lado de la línea era áspera y gruesa, bastante por lo que claramente Hayato la reconoció como la del padre de Yamamoto.

-Buenas, por favor con Takeshi, soy Hayato – termino de decir el peliplateado aunque en su oz había un deje de horror, como odiaba pedirle favores y sobre todo al friki del baseball.

-Jajajaja Hola Gokudera, espera un minuto – decía el señor entre sorprendido y feliz a lo que llamaba a su único hijo, a él le agradaba el chico bomba y por la forma en que su hijo lo miraba, sabía que estaba interesado en el – Takeshi!!!! – grito el padre de Yamamoto, cosa que hasta Lambo alcanzo a oír a lo lejos y que casi dejo sordo al pobre de Hayato – Gokudera al teléfono!!!! – volvió a gritar haciendo desesperar al chico bomba, pero a este no le desagradaba, de echo el señor Yamamoto le agradaba, era un hombre paciente y muy sabio y transmitía tranquilidad al igual que su hijo, el peliplata se sentía muy a gusto con el hombre, pues al igual que Nana-san el sentía y lo hacían sentir como si fuera de la familia y eso le agradaba bastante, de sobremanera de hecho, pues por fin, después de tanto ya tenía familia y todo gracias a que decidió seguir al décimo y eso se lo agradecía un montón, pues este le había abierto las puertas de una familia a la que sin darse cuenta llegó a atesorar.

-Yo! Gokudera, que pasó? – preguntó el moreno, pues el peliplata jamás lo llamaría a él a menos que fuera para preguntar por Tsuna. Él sabía de los sentimientos del chico bomba hacía Tsuna, pero eso le hacía sentir inseguro, él estaba enamorado del peliplata y sus diferentes facetas y lo aceptaba tal cual era pero… muchas veces trato de declararse al chico bomba pero todas sus fuerzas se desvanecían cuando este veía lo feliz que era alado de Tsuna por lo que llegó a un punto en el que decidió no interferir, pues si él era feliz alado del castaño él no le robaría la felicidad.

-Tuve un incidente en mi casa, puedo quedarme contigo? – pregunto el peliplata tragándose todo su orgullo por al menos esta mísera vez.

-Eh? – fue lo único que dejo salir el moreno por la sorpresa.

-Si no quieres no hay problema, tch… de gana llamé! – refunfuñaba el chico bomba pero justo antes de colgar Yamamoto le respondió.

-Claro, puedes venir cuando quieras – la voz de Yamamoto sonaba alegre como de costumbre aunque algo estaba diferente cosa que el chico bomba no pudo descifrar.

---------------------------------------------------------

Gokudera solo llevaba una maleta de mano con unas cuantas cosas, mientras que Lambo no llevaba nada en absoluto… pues así era su costumbre (al parecer jamás se cambia de ropa ¬¬), al llegar a casa de los Yamamoto, el papa de Takeshi se hizo cargo del pequeño bóvido pues ni su hijo ni el chico bomba sabían cómo lidiar con un niño y menos con uno tan travieso como Lambo, y gracias a la ayuda de este, la noche paso tranquila y no explotaron la casa, aun. Al día siguiente, viernes en la mañana los dos jóvenes se disponían a marcarse a la escuela dejando al pequeño niño al cuidado del padre, pues este se había ofrecido a cuidarle mientras ellos estudiaban.

Las clases pasaron sin mayor importancia ni ningún asunto importante pero ya a la tarde cuando llegaron a la casa de Yamamoto, se encontraron con que el padre tendría que salir a una importante reunión de dueños de tiendas de sushi y le tomaría todo el fin de semana, dejándolos a ambos junto al bebé vaca solos en su casa. Yamamoto se despidió con una sonrisa mientras que Hayato solo hacía una reverencia y Lambo se despedído ya del viejo vendedor de sushi que le había dado una paleta.

-Seguros que estarán bien? – preguntó un poco asustado el padre de Yamamoto, pues tenía todas las razones del mundo y más para dudar de que si al regresar todavía encontraría sus casa intacta.

-Sí, tranquilo viejo – respondió alegremente Yamamoto mientras Hayato no respondía pues dudaba de que podrían con el niño vaca solos.

-Bien entonces me voy, hasta pronto muchachos – se despido alegremente el papa de Yamamoto a lo que ambos muchachos hacían un ademan con la mano de despedida

-Seguro que estaremos bien? – pregunto el chico bomba al espadachín viéndolo de reojo, pues seguía dudando de que pudieran mantener la casa intacta.

-Si tranquilo veras que lo lograremos! – exclamo Yamamoto sin borrar su estúpida y sensual sonrisa.

-Tsk – respondió Hayato y ambos entraron a la casa detrás del niño vaca.

-------------------------------------------------------------------

Poco a poco empezaba a oscurecer y la casa de los Yamamoto estaba tranquila, demasiado para ser verdad, la razón; el pequeño lambo se había salido de la casa después de que el viejo se fuera de viaje y los dos mayores a cargo no se habían percatado de esto hasta que dejaron de pelear pues no había escuchado ni un solo llanto.

-Maldicion! Como le pude fallar al décimo, soy una vergüenza! – se reprochaba Gokudera por no haberse dado cuenta antes de la ausencia del niño vaca.

-Ya tranquilo, no es solo tu culpa, además ya verás que lo encontraremos – hablaba calmadamente Yamamoto intentando tranquilizar a su compañero, cosa que no logro pues este exploto todavía más, si se podía…

-Tch, claro que si friki del baseball – replicaba furico Gokudera – si no, no podría volver con el décimo – replicó aun gritando.

Con cada momento, todo se hacía más oscuro y ambos guardianes seguían sin rastro del niño vaca, ya estaban desesperados y sin respuestas o pistas, su nerviosismo crecía aún más, ellos estaban en el parque de nuevo, buscándolo otra vez por si milagrosamente, de la tantas veces que buscaron ahí, ahora si estaría, pero nada, nada de nada.

Tan inmersos estaban en su búsqueda y echándose la culpa (solo por parte de Hayato), que no se dieron cuenta de que a lo lejos estaba un cansado Ryohey que se acercaba a ellos corriendo como era su costumbre.

-Qué hacen a estas horas al extremooooooo!!!!!!! – grito el peliblanco asustando a sus dos otros compañeros

-Maldito cabeza de césped… YA DEJA DE GRITAR!!!! – gritó exasperado Gokudera

-Tu estas gritando al extremo cabeza de pulpo – volvió a gritar el peliblando

-Ma, ma Gokudera – exclamó el espadachín – por cierto sempai, no ha visto Lambo? – pregunto este al peliblanco

-No, no lo he visto, pero como todavía me falta entrenar al extremo, si lo veo les aviso – y con esas palabras se despidió continuando con su entrenamiento

-Gracias sempaiiii!!! – respondió Yamamoto, mientras Ryohey se alejaba trotando. Todo esto siendo completamente ignorado por un muy ensimismado Gokudera que se sentía lo peor del mundo.

---------------------------------------------------------

El clima se tornó más pesado, y los truenos amenazaban con romper el cielo y las leves gotas de lluvia que poco a poco se hacían más grandes cubrían por completo el ambiente, pero sin amenorar lo tenso que estaba entre los dos guardianes

Caminaron en silencio todo el trayecto de vuelta a casa de Yamamoto, lamentándose, Gokudera por no haber sido capaz de cuidar al niño vaca y Takeshi, por no saber cómo ayudar a su querido amigo. El camino les pareció una eternidad hasta que por fin llegaron y entrando uno de tras de otro, ambos se dirigieron al cuarto del moreno.

-Voy a preparar el baño – dijo el beisbolista sin casi ninguna emoción en su voz mientras le colocaba una toalla en la cabeza al peliplata que solo se limitó a asentir. Tenía completamente su mirada oculta tras su flequillo y estaba ensimismado en sus pensamientos y más que eso, eran lamentos por ser y sentirse tan inútil.

-Ya está, tu puedes bañarte primero – pero no recibió respuesta el moreno – Gokudera? – pregunto esta vez a lo que reacciono este y entendiendo que Yamamoto le ofrecía el baño, se limitó a levantarse y entrar cerrando la puerta detrás de él.

-----------------------------------------------------------

Ya habían pasado casi 30 minutos a lo que Yamamoto fue a revisar si Gokudera ya si había bañado, pero en su habitación no había nadie a sí que se dirigió al cuarto de baño golpeando la puerta –Gokudera? – pregunto pero no hubo respuesta y volvió a golpear – estas bien Gokudera? – pero siguió sin obtener respuesta, alarmándose y entrando al baño, para encontrarse con un ensimismado peliplata sentado en la tina y sin el más mínimo indicio de haberse bañado.

-Vamos Gokudera, tienes que bañarte rápido o te resfriaras – comento el moreno acercándose a su compañero de armas para revisarlo, - rayos, el agua esta fría – dijo un poco molesto pero su compañero seguía sin reaccionar, entonces se acercó más y noto que en las mejillas de su amigo estaban las traidoras marcas que dejan las lágrimas a lo que suspiro y solo se levantó de donde estaba dispuesto a ayudar a su amigo.

-Sabes, si te resfrías no podrás ir a clases – comento divertido mientras se disponía a cambiar el agua de la bañera por una más caliente.

-Además aun no solucionas el problema de tu casa – esta vez recibió un asentimiento por parte del chico bomba, indicio de que le estaba poniendo atención, alegrándolo un poco. Tomo el shampoo de la repisa y volvió hacia su amigo, comenzando a enjabonarlo.

-Jajaja tienes el cabello muy suave – comento divertido el moreno pero sin respuesta – parece el de una niña – volvió a decir divertido recibiendo ahora si un “tsk” por parte de su compañero.

-Ya ya no te enojes, solo decía, oye me pregunto cómo le está yendo a Tsuna -  volvió a comentar un poco despreocupado tensando a Gokudera

-Segura que está bien, después de todo es el décimo – dijo algo altanero y arrogante el peliplata

-Jejeje tienes razón – dijo sonriente el moreno

Al terminar su conversación otra vez se quedaron en silencio, pero al menos no era tan incómodo como el anterior.

-Ya… yamamoto, te puedo preguntar algo? – dijo el peliplata ganándose toda la atención del moreno

-Claro – respondió alegre este

-Tu… tu crees… que… estoy equivocado? – pregunto algo nervioso

-Ehhh… no Gokudera, tu siempre le atinas a todas las respuestas, eres genial!!! – respondió el moreno despreocupado y alegre

-NO ME REFIERO A ESO IDIOTA – grito exasperado el pleiplata – a lo que me refiero es que si está mal que alguien como yo este junto al décimo – pregunto sin darse cuenta de los celos, esos malditos celos que se apoderaban del espadachín. Serenándose le dijo – si tú en verdad lo quieres, solo dile, yo sé que él también te ha de querer – respondió lo más alegre que pudo pero no pudo esconder por competo sus emociones dejando salir un leve deje de tristeza en sus palabras, cosa que el peliplata si noto. Al terminar de decir eso se levantó – ya estas jabonado, solo necesitas enjuagarte – y dispuesto a salir de la habitación le dijo – más vale que te apures porque si te resfrías preocuparas a Tsuna –

Gokudera notó los sentimientos en aquellas palabras – espera! – dijo levemente pero fue ignorado – espera! – volvió a repetir, sin éxito alguno entonces ya exasperado –YAMAMOTO!!! – grito justo antes de que este saliera sorprendiéndolo por completo. El peliplata se puso de pie aun con shampoo en el cabello y corrió dirigiéndose hacia su amigo *no me dejes* sus ojos mostraban inmensa tristeza.

En el intento de Gokudera de ir hacia su estático compañero, por lo húmedo del cuarto y mojado que esta él se resbalo cayendo de rodillas en la baldosa sacando de su asombro al moreno – Gokudera estás bien? – pregunto asustado pero al acercarse, noto como a este se le escapaban las traicioneras lágrimas, sorprendido, Yamamoto solo atino a abrazar a Gokudera, y con mucha ternura le dijo – ya no llores, yo estoy aquí para ti – Al oír aquello, el peliplata no pudo contenerse más y se soltó a llorar todo lo que había guardado durante muchos y largos años.

Pasaron un rato así, hasta que Gokudera por fin se calmó, regresando a ver a su camarada que le sonrió muy alegremente – vamos o te resfriaras y vas a preocupar a Tsuna – pero esas simples palabras molestaron a Gokudera haciendo explotar, pues estaba muy sensible y de paso también en día de confesiones verdad? Sino porque más lloraría frente a alguien?

-Idiota – resoplo quedito, pero el moreno solo lo escucho como un susurro preguntándose que era, a lo que el albino repitió – IDIOTA – pero esta vez mas exasperado y gritando – ACASO CREES QUE ME DEJARIA VER LLORAR POR EL DECIMO – grito – TU ERES EL UNICO QUE ME HA VISTO DE ESTA FORMA…. Y aun asi *sniff… dudas *sniff… de mis sentimientos *sniff – concluyo mientras otra vez comenzaba a llorar dejando a un sorprendido y boquiabierto Yamamoto.

-…….-

-Por qué no me respondes – cuestiono el peliplata exasperado pero aun llorando, después de todo la paciencia no era su fuerte, ni por tantito

-…….-

-Hey idiota – replico de nueva cuenta regresando a ver al moreno sorprendiéndolo por la manera en que este se encontraba parado y con un leve rubor en sus mejillas.

-Ah jajaja gomen gomen, no todos los días se te declara la persona que te gusta jajajaja – dijo alegremente Yamamoto

-Tu si serás idio…. – pero no termino de insultarlo el peliplata, pues recién ante la mención del moreno, se había dado cuenta de que por puro instinto le había confesado sus sentimientos al espadachín ruborizándose de contado – tu… yo… jajaja… no… no se de lo que estés hablando – intento excusarse pero el rojo en sus mejillas lo delataba por completo

-Jajajajajajaja – se reía estrepitosamente Yamamoto del pobre de Gokudera, mientras que este maldecía a diestra y siniestra toda la situación – Gokudera – lo llamó a lo que este respondió con un seco – que quieres – mientras le dirigía una mirada de odio – gracias por escogerme – Yamamoto esbozo una gran y tierna sonrisa y sonó de lo más dulce que jamás en su vida había oído el chico bomba, sus palabras se calaron en sus oídos y ruborizándose a mas no poder solo agacho la cabeza y afirmo. Ante este acto, el moreno se acercó a su, ahora amante y tomándolo por la cintura lo abrazo sellando la confesión de amos con un puro y sencillo beso que contenía guardado en el todos los sentimientos de ambos.

-----------------------------------------------------

El vapor del agua cubría por completo el ambiente mientras que el sonido de chapoteo del agua era completamente opacado por los gemidos de placer de Gokudera, quien estaba apoyado contra la pared superior de la bañera, mientras que su, ahora amante, succionaba y acariciaba el miembro del menor haciéndolo temblar con cada movimiento.

 -Ahhh… Ta… take… shi… - no podía ni articular palabra ante la placentera tortura que le daba el moreno – me… me… v-voy… a… co…rrer… - y sin más termino llenando toda la cavidad del espadachín que se lo bebió todo, mientras esbozaba una ladina sonrisa ruborizando más el peliplata

-De… que… te ríes…. Idiota… - pronunciaba entre cortado el albino debido a su agitada respiración, pero el moreno no respondió, solo se puso de pie y atrayéndolo más hacia si por la cintura le dio un apasionado y caluroso beso distrayendolo para así colocar dos de sus tres dedos en la entrada del menor. Los quejidos del muchacho fueron ahogados en un beso que se volvió más demandante por parte de Yamamoto que hacia todo lo posible para que este se olvidara de la incomodad y así metió el tercer dedo repitiendo el proceso…

Separándose del beso, el mayor pronuncio –voy a entrar – y recibiendo un asentimiento del menor, se colocó cuidadosamente entre sus piernas y tanteo la entrada de este con la punta de su ya muy despierta y necesitada de atención erección

-Ahhhhhhh – grito el menor, el calor que provocaba tenerlo dentro lo llenaba de nuevas sensaciones que le hacían sentirse muy diferente y sin darse cuenta se había corrido de nueva cuenta entre los vientres de ambos. Las embestidas por parte de Yamamoto comenzaron lentas pero poco a poco aumentaban la velocidad

-M… más… rap… pido… - exigió Gokudera sorprendiendo a Yamamoto, pero este al notar todo el deseo, sinceridad y lujuria en la mirada del menor, sonrió y comenzó a embestirlo más y más fuerte dando de lleno en su punto dulce, haciendo que su espalda se arqueara del placer mientras un pequeño hilo de baba se escurría por su boca

-Me… ven…go… - pronuncio entrecortado el menor

-Yo… tam… bien… - contesto el moreno en medio de gemidos roncos – aguan… ta… un… po… co – y tras eso aumento el ritmo y profundidad de las embestidas mientras comenzaba un nuevo y apasionante beso con su amante. No tardo mucho y ambos, entre un par de gritos sonoros se corrieron; el mayor dentro de su pareja y el menor entre ambos vientres, y con sus respiraciones agitadas y sus cuerpos perlados por el sudor comenzaron un nuevo y más relajado beso sellando su pacto, un pacto que habían deseado siempre y que los uniría por toda la vida

-----------------------------------------------------------

-Oy… friki… - intentaba quejarse Gokudera pero fue silenciado por un rápido moreno que lo acercaba peligrosamente a él con intenciones de comenzar un nuevo y apasionado beso –q… que… crees… que… haces! – volvió a protestar recibiendo una sencilla y simple respuesta por parte de su amante – te robo un beso – dijo entre una pequeña risa el moreno, - no… no… me refería a eso… - Gokudera estaba más rojo que un tomate – además… hay q ir… por la vaca… - intentaba protestar pero era inútil, Yamamoto no se daría por vencido y cuando el menor entendió he iba a corresponder al beso…

-Waaaaaaaa… mamaaaaaaaaaaa!!!!

El estrepitoso llanto del niño vaca los saco a ambos de su pequeño y tierno momento regresándolos a la realidad. Ambos salieron presurosos al patio de la casa, donde se encontraron con un pequeño niño vaca que estaba colgado en el techo, pues se había escondió ahí y al intentar bajar se había resbalado y ahora estaba colgado de una de las tuberías del tejado

-Espera Lambo ya voy por ti – dijo el moreno entre preocupado y divertido por la situación mientras se disponía a subir por el niño

PUUUUMMMMMMM!!!!!!

Para sorpresa de ambos el pequeño Lambo se había soltado y como añadiéndole su gusto por molestar había caído justamente encima de un despistado Gokudera que realmente se encontraba adolorido

-MALDITO LLORON, POR QUE LO HISISTE –grito exasperado el peliplata

-Es tu culpa estupidera – respondió el niño vaca, enseguida se levantó del desafortunado Gokudera y empezó a corretear por el patio del beisbolista siendo seguido por un furico albino que lanzaba bombas mientras un divertido moreno se reía desde el lumbral de la puerta viendo todo

-OY FRIKI NO TE QUEDES AHÍ Y AYUDAME – le grito Gokudera

-Ma ma gokudera no te da gusto que este bien – dijo entre risas el moreno

-Tsk… – fue su tierna respuesta

Así la correteada duro casi toda la madrugada y solo se calmó cuando a Yamamoto se le ocurrió darle dulces al pequeño y este quedo profundamente dormido

-Vez, te dije que se calmaría – resoplo alegre el moreno – ahora en donde nos quedamos – dijo esto atrayendo a Gokudera con el fin de empezar otra vez su tierna demostración de amor cuando…

-TAKESHI…. YA LLEGUE!!! – y ambos se separaron al momento

-Vi-viejo! Pero se supone que llegabas mañana – replico sorprendido Yamamoto

-Jajajajajaja es que estaba ansioso por ver a Lambo para darle estos dulces – replico el anciano con su típica risa – es una lástima que este dormido – y sin aviso tomo a ambos jóvenes – vengan entonces ustedes los comerán primero – y sentándolos en la mesa les sirvió un plato de los nuevos dulces que había traído mientras veía divertido como estos peleaban en su típica rutina

-*Takeshi me alegra que hayas declarado tu amor y que te corresponda* y el padre dejo salir una estrepitosa risa a la que se unió su hijo siendo observados por una disimulado Gokudera que también estaba feliz. Y así los días alegres de la pandilla habían regresado a su normalidad

---------------------------------------------------------

-Entonces, no tuviste problemas Gokudera-Kun? – preguntaba el castaño, pues su amigo actuaba muy extraño

-No décimo, no tiene nada de qué preocuparse, jejejeje – reía nerviosamente el peliplata

-Estupidera, tráeme dulces – de la nada Lambo grito a este como si fuera su esclavo

-Por qué tendría que mocoso – grito Gokudera y justo cuando le iba a pegar, él bebe le reprocho – o le digo a Tsuna que tú y Yamamoto se daban muchos besito – a lo que el albino más rojo que un tomate le extendió una bolsa llena de dulces mientras el otro reía a carcajadas

-Ne Reborn, que crees que haya pasado – pregunto muy confundido Tsuna

-Ay dame-Tsuna, no cambias – replico él bebe ganándose un puchero por parte del otro, pues este se había percatado de la nueva relación que había entre los guardianes de su despistado alumno *esto será muy divertido* pensó mientras ocultaba su mirada bajo su fedora. Terminando así otro de los típicos y muy bulliciosos días de la familia Sawada.

Notas finales:

Espero que les haya gustado :3

Acepto, criticas, comentarios, tomatasos y burlas XD pero no se olviden de dejar review
 y espero leernos pronto

Matta nee~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).