Capítulo 24: pensamientos y planes ****************************
Una nueva mañana se filtraba por todos los lados del mundo, todos en la casa Nanase Ryugazaki todavía dormían plácidamente como se podía esperar de un fin de semana en pleno invierno azotador en una brisa helada. Rei estaba tapado hasta las orejas dejando sin abrogación a Haru que parecía apunto de despertarse por el frio arrasador. Un llanto los despertó a los dos sobresaltados, no sabían que hora era ni que día era, habían dormido más de lo pensado y aun tenían sueño.
Rei fue el primero en levantarse de la cama aún algo somnoliento, entró rápido al baño y se lavó la cara y los dientes, después de secarse fue al cuarto de su hija quien lloraba a todo pulmón desesperada y hambrienta. El de lentes la levantó con cuidado y le sonrio con mucho amor, estaba contento, su corazón se sentía bien y solo se dedicaba a ver a la pequeña que ya de pequeña no tenía mucho, ya no necesitaba ser amamantada, tomaba su leche en su biberón y comía la papilla y las sopas bastante bien, se podía ver que los dientes frontales ya le estaban saliendo bien, sanos y fuertes y estaba creciendo muy rápido. El llanto de la pequeña le recordó a Rei porque estaba ahí, bajo las escaleras con el sumo cuidado mientras mantenía a Kaori en brazos y llegaba a la planta baja para prepararle su biberón a su hija, al fin que era temprano y tendría tiempo para pensar en que hacer de comer para la tarde, aunque definitivamente podría hacer un estofado para el frío.
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Todo estaba perfectamente en orden, los guiones, las cámaras, los vestuarios y los mejores actores que el había considerado se parecían más a los originales, y ahí se hallaban ensayando la mímica romántica que sería lo que Rin vería al pasar cerca de ellos y en caso de que se esconda a escuchar grabaron sin Haru saberlo una serie de cosas diciendo las palabras necesarias para que Rin se convenza y le diga todo a Rei. De hecho ahorita los estaba viendo, en la cámara se podía ver a un Haru completamente dormido, a la pequeña Kaori sentada en la sillita alta para bebés mientras Rei se movía de un lado a otro cocinando el estofado siguiendo al pie de la letra la receta de su mamá que había conseguido realmente no hacía mucho tiempo.
Estaba embobado viendo el moverse de aquel trasero tan voluptuoso y bien formado gracias a los ejercicios de la natación aunque su cuerpo estaba perdiendo la tonificación que tenía, no era gordo a pesar de haberse embarazado, no tenia panza aunque sus cuadros del abdomen ya no estaba por el embarazo y debía trabajarlos, pero ¿Cómo lo sabía el? Sencillo, habia cámaras en la ducha y ya sabía los horarios en los que Rei usaba la ducha para encender esa cámara y observarle, aun así le encantaba su cuerpo, aun era fuerte pero no tanto y se veía más delgado de lo usual cuando vestía las holgadas playeras de Haru y los shorts deportivos que utilizan algunos futbolistas extranjeros para andar cómodo en casa o alguno de sus pans en esos momentos por el frío del invierno. La saliva casi se le caía por las comisuras de sus labios cada vez que Rei volteaba a ver a su hija sonriéndole dejando a la vista de la cámara todo su rostro, eso le daba más razones para arrebatárselo a ese maldito de Nanase que le quitó a su Rei y no descansaría hasta destruir el compromiso de ellos dos aunque para eso arriesgara su propio pellejo.
**************************** Al fin había terminado el estafado, había quedado realmente delicioso y su sabor era casi como el que tenía cuando su madre lo cocinaba, aveces extrañaba vivir con ella, más cuando no sabia que le sucedía a su pequeña, aveces necesitaba que su mamá estuviera ahí para tranquilizarle cuando perdía los estribos por su pequeña o por la escuela y que lo consolará cuando tenía el corazón roto pero el ya estaba grande, estaba comprometido y tenia una hija pequeña que apenas iba a cumplir el año aunque uno realmente siempre necesita de su mamá lo vean por donde lo vean siempre necesitamos de las madres.
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Haru volvió a despertarse casi al medio día, se sentía sumamente cansado pero el delicioso aroma de la comida lo convenció, se levantó de la cama y camino hacia el baño, se dio una ducha y lavo sus dientes, al final se vistió y bajo lentamente por las escaleras hasta llegar a la planta baja donde pudo observar a un cuerpo tirado en el sofá, al acercarse más vio a Rei acostado de espaldas a la pared quedando en la orilla del sofá y mirando hacia al respaldo protegiendo a su bebé que estaba dormida agarrando una parte de su camisa. Haru sonrio y tras depositar un beso en ambas frentes entró a la cocina y se sirvió del estofado que estaba en la estufa, al sentarse en la mesa y gozar de tan divino manjar se deleito con la maravilla de sabor que le hacía experimentar la comida preparada por las delicadas manos de Rei.
-Creo que esto fue hecho una dosis extra de amor- dijo en un susurro para después seguir comiendo tranquilamente lo que vendría siendo su almuerzo más que desayuno.
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Estaba acostado en su enorme cama mirando el monitor de su computador portátil observando a Rei dormir y a la vez observando la grabación de los actores, aun les faltaba mejorar un poco pero iban bien sin duda al paso que iba su plan se iba a efectuar muy rápido y eso lo alegraba.
-Mientras más rápido pase todo más rápido te olvidarás de Nanase y podrás estar solo conmigo- Dijo Nagisa a la nada mirando aun el monitor sonriendo de manera desquiciada.
No siempre aquel que parece un ángel lo es, aveces no es más que un completo demonio.