Capítulo 25: Inesperada visita ****************************
Era de madrugada y cierto Rubio estaba caminando por los pasillos de su casa esperando a que el sol por fin lanzara sus rayos de luz anaranjados para poder poner a ejecutar su plan, estaba más que harto de esperar tanto, le urgía tener a Rei en sus brazos, el le pertenecía, era suyo y de nadie más y le irritaba el saber que Haru tenía todo el privilegio de estar con su mariposa, todos sabían que ellos estaban destinados a estar juntos pero ese estúpido delfín de pacotilla se lo tuvo que robar, a el le robaron a su orca y él se robaba su Mariposa, estaba hecho una furia, era un pingüino asesino en la totalidad de la palabra.
5 de la mañana y el estaba mirando por la ventana la nieve caer, había frio pero el estaba envuelto en una llamarada completa, estaba sumamente molesto, jamás se había sentido tan frustrado, jamás hasta que le arrebataron a su preciado Rei.
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Rei estaba despierto alimentando a la pequeña como ya era acostumbrado mientras bostezaba cansado, tenía mucho sueño obviamente pero debía cumplir con lo que debía hacer para luego poder ir a la cama y descansar junto a su prometido de sería personalidad y eso le encantaba. Cuando la pequeña hubo terminado la recostó nuevamente en la cuna y la cubrió con la manta dejándola dormir mientras el se dirigía a su habitación y tras quitarse las pantuflas se metió bajo las sabanas y se recostó sobre el pecho de Haru quien instintivamente posó su brazo izquierdo al rededor el cuello de Rei en un cálido abrazó dejándoles volver a dormir tranquilos.
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Nagisa terminó de verificar el video del ensayo y la actuación le convenció, con eso era probable no, más bien exacto que "Su" Rei regresaría a sus brazos, él trataría de recuperar algo que por su defecto nunca fue suyo sin embargo estaba ciego de la envidia y la rabia de perder a lo único que realmente más amaba y ese siempre sería Ryugazaki Rei.
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Amanecía rápidamente en el centro de Tokyo y el metro al fin había llegado a la central, un chico alto y apuesto que llevaba una bata Blanca bajo de este con una maleta pequeña que se podría suponer era su equipaje, ajusto sus lentes de marco obscuro a su somnoliento pero apuesto rostro y caminó fuera de la estación del metro de Tokyo, llevaba el cabello de color azul largo en una coleta baja y una sonrisa de satisfacción y soberbia marcado por todo el rostro.
Estaba en busca del susodicho niño prodigio de las noticias mundiales y había regresado de América Estados Unidos solo para verlo por razones que nadie más que el sabía después de la llamada con cierta mujer conocida, a paso decidido llegó a la parada de Taxis y como era obvio dio la dirección a donde debía ser llevado.
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Rei era el único que permanecía tendido en la cama como muerto, eran las 8:00 am y el seguía durmiendo hasta que un ruido proveniente de la cocina le llamó la atención, asegurándose de que su hija siguiera dormida bajo los escalones hasta verificar que la persona que estaba haciendo un relajo en la cocina no era nadie más que Haruka en sus divinos intentos de cocina y es que aunque se debía admitir que había cosas que le salían muy bien también había cosas para las que era un asco, algo así como cualquier deporte fuera de la natación y es que era cierto.
-¿Qué haces?- Le preguntó el de lentes.
-Pues...siento que aun hay bastante tensión entre nosotros y... quería remendar las cosas con algo especial para ti...sin embargo no soy el mejor en la cocina...-Le admitió viendo el desastre que había causado.
-Haru...sabes que no hay nada que arreglar, ya dijiste lo que tenías que decir, eso me es suficiente mientras no vuelvas a decir esas cosas...jamás- Le advirtió.
-Sí, sí, entiendo- Le dijo.
De repente a ambos los interrumpió el toque del timbre de su casa, por un momento Rei pensó que podría ser su madre ya que ella era la que sabía mejor su dirección pero al abrir la puerta cayó de espaldas a cuestas del susto y el pánico invadiendole de forma inmediata, el hombre parado frente de el no era más ni menos que su hermano mayor Renjiro Ryugazaki.
-Hola hermanito- Le sonrio de forma gélida y entrando sin permiso a la casa.
-R-Renjiro ¿Qué haces aquí?-Le preguntó asustado.
-Creo que es bastante obvio...Vengo para conocer a mi sobrina y a mi Cuñado también- su sonrisa se ensanchó más asustando más a Rei y haciendo que Haru por dentro se ponga sumamente nervioso.