Capítulo 29: Mi mayor secreto ****************************
Haruka estaba intentando hacer que Rei respiré nuevamente, su manos correctamente entrelazadas para hacer R.C.P de forma rápida, por culpa de Renjiro el Ryugazaki menor se estaba muriendo sin respirar, no podría él solo con Kaori, lo necesitaba a su lado.
Rei no era consciente de lo que estaba sucediendo pero a lo lejos podía escuchar una voz llamándole, sonaba preocupada.
Poco a poco abrió los ojos con algunos dejes de agua brillando en ellos, ¿Qué había pasado? Entonces lo recordó, sólo había una respuesta >>Renjiro<< .
-Haru...- Le llamó Rei a su pareja quien le veía preocupado, no lo demostraba en su expresión si no en su mirada.
-Rei...¿Cómo te sientes?- Le preguntó mientras acariciaba su cabello con ternura.
-Apaleado...de nuevo, ¿Qué pasó?- Preguntó Rei confundido.
-Tu hermano te golpeó -Respondió Haru frunciendo su ceño.
-¿Aun está aquí?- Preguntó Rei sobresaltado. -No, lo eché de la casa, es mi casa y nadie va a amenazar a nadie de mi familia- Dijo Haruka molesto.
-Que bueno, de verdad- Dijo él suspirando -Me va a matar Haru...o peor...va intentar repetir es- Se interrumpió antes de hablar, a pesar de que ya había bajado bastante su tono de Voz no quería que Haru lo supiera, se sentía sucio de sólo pensarlo.
Sin embargo Haru no dejo el tema a la deriva y con una simple mirada le dijo que no se callara ese secreto.
Rei suspiró vencido después de un momento, ¿Realmente creyó que podría vencer a Haruka así nada más?, no, no podría y eso lo hacía estremecer, no quería decirlo pero tampoco quería guardarle ese secreto a su pareja, no sería correcto.
-Rei- Llamó Haru nuevamente intentando que su pareja le dijera que sucedía, estaba preocupado por lo que pudiera ocultar.
-No, Haru, por favor yo no...no quiero hablar de eso- Respondió Rei meciendo a su bebé levemente haciéndola dormir.
-Si no me dices que sucede...no puedo ayudarte- Comentó Haru tomando el mentón de Rei y obligándolo a verlo, quería que estuviera consciente de eso.
-Es que...me siento sucio hablando de eso...desde ese día...Desde ese día no quise volver a verlo jamás...jamás Haru, jamás- La voz de Rei comenzaba a cortarse, estaba lleno de pánico, apenas habían salido de un problema y entraban a otro y ese otro desgraciadamente tenía nombre.
Al final de cuentas Haruka logró convencerlo de hablar, Rei le reveló el mártir de su existencia, sentía tanta frustración hablando de eso, sin quererlo las lágrimas salían de golpe de sus ojos debido a los malos recuerdos. Haru se estaba conteniendo mucho para no golpear algo, no lo podía creer, menos de alguien de la familia Ryugazaki, bueno, ni siquiera conocía a su padre, sólo a su madre más sin embargo no creía que alguien de esa familia lo hubiera hecho, nuevamente ese era su punto de incredulidad pero ahí estaban ambos, el "delfín" escuchaba atentamente el relato de Rei sintiendo pena por el peli-azul de ojos violáceos que ahora formaba parte sumamente importante de él.
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La noche llegó intentando llevarse consigo las malas experiencias de ese día, los malos recuerdos, los malos ratos, simplemente quería darles paz y tranquilidad para poder descansa. Rei apenas había logrado hacer que Kaori se duerma, él igual estaba cansado, fatigado y Haru también. Una vez que la niña estuvo dormida él pudo cambiar su atuendo a uno cómodo para dormir y se acostó en su cama, momentos después Haru hizo lo mismo acomodándose en la cama y abrazando a Rei por la cintura com cariño, no pasó poco para que ambos por fin se durmieran.
********Never too late********
Renjiro estaba esperando a que el plan se efectuara, tenían que avanzar más y si él lo había calculado bien Rei ya le había contado a Haruka sobre lo que había sucedió cuando eran unos niños.
Por esa razón debía apurar sus planes, necesitaba hacer que las cosas funcionaran de la manera correcta para entonces poder desquitar su ira con aquel que se había robado su vida.
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A la mañana siguiente los dolores recayeron en sí, su cuerpo se sentía simplemente molido, quería evitar quejarse pero sinceramente mucho no podía hacer.
Sus ojos violetas miraron al techo de su habitación esperando a que el sol siquiera saliera en su búsqueda, casi no había descansado pensando en el simple hecho de que su hermano le haría la vida imposible a más no poder y ni siquiera se detendría de atentar su vida ni por su pequeña Kaori, simplemente atacaría.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, ¿Qué sucedería si Ren intentaba algo? ¿Enserio le haría daño? ¿Sí sería capaz de hacerle algo? Muchas más preguntas rondaron por la mente del joven Ryugazaki sin siquiera encontrar una respuesta acertada.
Pensaba, simplemente eso, pensaba en que podría estar tramando su hermano, sonaba algo cliché, hermano malvado, pobre chico nerd, su novio atleta, sí, era un gran cliché pero esperaba que como todo buen cliché las cosas terminaran bien, absolutamente bien.
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Parecía león enjaulado, furico y errático, estaba caminando de un lado para otro en la habitación con las ganas de apuñalar a alguien, las cosas se estaban demorando más de lo que esperaba, más bien, se estaba desesperando de sobre manera, demasiado y si las cosas se seguían demorando volvería realidad sus deseos, sí esos deseos de venganza y maldades tal cual al rojo vivo.
-Hazuki- Le llamó al rubio que estaba golpeando con sus manos la mesa de forma desesperada.
-¿Qué?- Preguntó a modo de contestación mientras estaba casi con un tic en el ojo debido al cansancio y a la tremenda irritación de ver por las cámaras la forma amorosa en la que se trataban Haruka y Rei, pero algo lo mantenía cuerdo, ver la forma, aunque lenta, que estaba tomando su "asqueroso" plan como le había dicho su madre, pero el no iba a desistir, no podía desistir, eso era todo lo que lo impulsaba a seguir, aunque tristemente seguir en su pasado.
-Las cosas marchan bien- Respondió él.
-Van muy lentas, ¡Tienen que apurarse! Al paso que van, perderemos oportunidad- Dijo él llevándose a la boca un pedazo de su sándwich.
-Si apresuramos las cosas van a salir mal, deben llevarse lentamente y von consistencia, debemos ser precavidos en todos los aspectos- Dijo Renjiro.
-Bien, esperaré pero si fallas- Explicó aplastando una nuez von sus manos.
A veces Renjiro no podía creer la forma tan cínica a la que podía pasar a verse ese chico rubio, un rato era un ángel de ojos carmines y luego pasar a ser un demonio con ojos de sangre sediento de almas que robar, era un doble cara definitivamente.
Ante sus planes Nagisa sonrió, estaba ansioso de verlos caer, de ver su mundo desmoronarse para luego reparar el roto corazón de su amor platónico mientras Haru moría lentamente debido a la agonía, todo estaba perfectamente calculado en su retorcida mente.