- Esta noche, es tú noche campeón… - se dijo Minho a si mismo mirándose en el gran espejo que tenía en su baño, había salido recién de la ducha y llevaba una toalla en la cintura mientras se dedicaba a hacer poses y gestos que buscaban ser sexys…
En eso estuvo por varios minutos, hasta que se dio cuenta de la hora y decidió salir del baño para vestirse, rebuscó en su armario y entre ropas más coloridas y pequeñas que las suyas apenas podía encontrar algo que ponerse, pero en lugar de molestarse por el desorden solo se rio y siguió buscando con paciencia hasta que encontró unos jeans negros y los acompañó con una camiseta musculosa blanca con algunos diseños y una chaqueta de cuero.
Al cabo de 15 minutos se encontraba saliendo de casa en su auto y dirigiéndose al club que esa noche sería su destino. Era un reconocido antro de prostitutas y para Minho no podía haber una mejor manera de quitarse el estrés y la calentura que ir allí y seleccionar un buen ejemplar que se deje hacer de todo.
El lugar estaba a reventar, Minho notó la cantidad de tipos maduros, bien vestidos y con la palabra casado escrita en la frente, era lo normal, varias veces había estado en ese lugar y siempre era lo mismo, hombres con dinero, con una reputación intachable, pero que por la noche llegaban allí dispuestos a gastarse un dineral para satisfacer sus más pervertidos deseos….y esa noche, Minho era uno de ellos, ohh como disfrutaría, de eso estaba seguro.
Atravesó la pista de baile, que estaba atiborrada de viejos verdes manoseando a las “señoritas” que allí había, y se instaló en la barra para tener una mejor vista del lugar y así poder elegir a su presa. Pidió una cerveza y cuando ya la tuvo en sus manos, se dedicó a observar, había toda clase de mujeres, altas, bajas, rubias, morenas, algunas con cara de inocentes y otras que llevaban lo zorra en cada parte de su cuerpo. Se quedó varios minutos observando a una pareja que estaba follando en plena pista de baile, el tipo había bajado sin pudor alguno la tanga de la chica y luego de juguetear con sus dedos le estampó la polla de una sola estocada haciendo que la chica casi se caiga al suelo. No era algo raro, sucedía todo el tiempo, era casi todas las noches, ya que muchos se ponían tan calientes que no eran capaces de aguantarse hasta llegar a un reservado.
Minho apartó su atención de aquella pareja y siguió con su búsqueda, y a los pocos minutos la encontró, ahí estaba, justo lo que necesitaba, su polla enseguida saltó alegre en acuerdo por la elección. Se trataba de una chica delgada, de cabello castaño, largo y liso que le llegaba más abajo de los hombros, de piel pálida y piernas largas, llevaba una falda amarilla muy ajustada que apenas le tapaba lo justo, en la parte superior vestía un ceñido top verde que cubría sus senos y parte de su abdomen dejando a la vista un sexy ombligo adornado con un brillante piercing, y para completar unas botas con taco aguja que alargaban aún más esas piernas. Se dio cuenta que la chica bailaba sola, muchos hombres estaban alrededor de ella intentando tocarla y usarla…Minho se paró rápidamente de su lugar y se dirigió a la pista antes de que alguno de esos tipos le ganara la partida.
Cuando llegó ante ella, y muy consciente de la mirada molesta de varios hombres sobre él por entrometerse en su camino de comerse con la mirada a ese ejemplar, se acercó a la chica por detrás y le rodeó la cintura con los brazos.
- Hola preciosa, eres la más sexy de esta noche ¿ya te lo han dicho?
- Sí, a cada instante…- respondió con la voz más erótica que Minho creyó escuchar.
- ¿Y cuanto me vas a cobrar para divertirnos un rato?
- 100.000 por una hora, y 50.000 por cada 10 minutos extras
- Wuauu…eso es un poco excesivo no crees
- Me gustan los chicos con dinero, si no tienes suficiente vete de aquí
- Bien por mí que tengo dinero…- susurró Minho en su oído al tiempo que pegó su erección al culo de la chica.
- Bien por ti…- respondió contoneando más las caderas
- Vamos a una habitación...voy a llenar todos tus agujeros, chuparé todo tu cuerpo y te haré gritar con mi polla dentro…- dijo Minho entre jadeos al sentir como rozaba su erección descaradamente.
La chica condujo a Minho fuera de la pista de baile y lo llevó hasta unos pasillos oscuros que solo recibían la tenue luz proveniente de la pista de baile, antes de seguir lo hizo detenerse en una especie de cabina y le indicó al moreno que debía pagar por adelantado la hora que utilizarían. Minho entregó los 100.000 y le indicaron que si se quedaba más tiempo debía pagar a la salida.
El matón que cobró el dinero los guio por distintas puertas hasta una que se encontraba al final del pasillo, le dio una clara advertencia a Minho sobre no pasarse con los juegos y los dejó solos.
El moreno estaba cada vez más caliente, había caminado tras la chica y devoraba ese culo que apenas se tapaba con la pequeña falda que llevaba.
- ¿Cómo te llamas preciosa?...- preguntó una vez que estuvieron dentro de la habitación…habitación con una gran cama de colchas rojas y con un jacuzzi exquisito en una de sus esquinas.
- Soy Candy
- Candy…me gusta, yo soy Minho, recuérdalo porque quiero que grites mi nombre cuando te esté follando
- Como tú quieras, para eso pagaste
- Entonces estamos de acuerdo, ahora ven aquí…llevas mucha ropa
Minho se sentó a los pies de la cama y Candy se ubicó frente a él, el moreno giró a la chica para que le diera la espalda y con un rápido movimiento le bajó la falda, dejándola únicamente con una diminuta ropa interior, el top y las botas.
- Me encanta tu culo…voy a llenar con mi leche todos tus agujeros…- dijo Minho lascivo.
- Para eso pagaste…- repitió la chica
El moreno no le dio importancia a las palabras de la chica, y sin perder más tiempo la giró dejándola ahora de frente a él y encontrándose de lleno con una gran sorpresa entre las piernas de la chica.
- Ohhh…ohhh…me engañaste…este amiguito de aquí no estaba en el trato, preciosa…- dijo el moreno risueño tocando el pene de Candy sobre la ropa interior
- Cariño, tu no preguntaste, ahora sé hombre y cumple con eso de llenar todos mis agujeros con tu leche…- Dijo Candy con voz sensual
- Claro que sí, solo que tu agujerito se llevará el doble de leche por mentirme
Minho le quitó las pequeñas braguitas que llevaba y también el top que venía con relleno incluido, dejándolo únicamente con las botas negras de tacón. Se dedicó unos instantes a admirar ese delicioso cuerpo que tenía ante sus ojos, y luego se puso de pie y agarró con algo de rudeza el pene semierecto de Candy atrayéndola a un beso hambriento, acallando así el gemido de la chica/chico.
- Te gusta esto verdad…te gusta jugar rudo
No le dio tiempo a responder, ya que nuevamente se lanzó a los labios carnosos de Candy, sin soltar en ningún momento el agarre que tenía en su pene.
- Anda…abre mi pantalón y chupa mi polla…
Obedientemente, Candy se dejó caer sobre sus rodillas y abrió rápidamente el pantalón de Minho liberando una muy rígida erección, el moreno no esperó más, y tomando de los cabellos castaños de la chica la hizo tragarse de una sola vez su inmensa polla tocando incluso las paredes de su garganta. Candy apenas podía respirar, unas pequeñas lágrimas se le escaparon, pero eso no impidió que pusiera su mayor esfuerzo en chupar con ganas ese largo, grueso y jugoso pene que no le daba ni un segundo de tregua…
- Eso…asii…chúpame así…ohhh que rico…
Minho no había soltado los cabellos de Candy, por el contrario, los utilizó para marcar el ritmo y mantener a la chica pegada a su erección. Desde su lugar podía observar las delicadas nalgas de Candy y se le hacía agua la boca por enterrarse entre ellas, por probarlas…por aprovechar todo ese cuerpo…
- Es suficiente…tírate sobre la cama y abre bien las piernas
Nuevamente la chica/chico se movió obedientemente y gateó hacía la cama, se ubicó en el centro de ella y se recostó en los almohadones con las piernas abiertas dejando una vista perfecta de su pene erecto y su entrada rosita. Minho llegó hasta Candy y comenzó a pasar la lengua por todo su cuerpo, primero por su cara, luego por sus hombros, su pecho, su abdomen, se entretuvo un rato con el piercing de su ombligo y luego bajo hasta su entrepierna, pasó la lengua por el interior de sus muslos, sin tocar directamente la erección consiguiendo así que Candy suplique por atención.
- Por…favor…por favor….Minho por favor
Con una sonrisita de suficiencia, Minho pasó la lengua por el largo del pene de Candy, jugueteó unos segundos con la punta de la erección saboreando el líquido pre seminal que se asomaba y luego se tragó como un bocado el pene largo y delgado de la chica/chico. Chupó y mordisqueó por varios minutos, hasta que la erección estuvo palpitante y a punto de liberarse, cuando Candy pedía a gritos el orgasmo Minho la soltó y bajando un poco más se dirigió a la entrada palpitante que pedía a gritos atención. Minho no tenía intenciones de preparar a Candy, quería enterrarse en toda esa estrechez, así que únicamente dio unos lametones para lubricar el canal y se levantó de la cama y se dirigió hacia esas braguitas que estaban tiradas en el suelo.
- Ven aquí preciosa…- Dijo Minho llamando con un dedo a Candy
Con una dolorosa erección, Candy se puso como pudo de pie y caminó hacia Minho, este la agarró de los brazos y la hizo pararse frente a uno de los pilares de fierro de la cama, con destreza tomó sus manos y con las bragas amarró a Candy a la cama, dejándola sin escapatoria.
- Ohhh…esto es perfecto…abre bien las piernas, quiero ver tu culo bien abierto…
Candy no esperó otra orden, y sabiendo que no habría más preparación, se afirmó fuertemente de los pilares y puso en culo en pompa listo para dejarse usar. Minho estuvo a punto de correrse solo con esa vista, así que antes de quedar en vergüenza frente a Candy, se acercó más, tomó cada nalga y las separó aún más y sin más miramientos embistió de una sola estocada, metiendo su polla por completo en el culo de la prostituta…
- Ohhhh….mierdaaaaa….ohhh…- Chilló Candy
- Mmmm….que ricooo….
Minho no le dio tiempo a acostumbrarse, comenzó con un mete y saca acelerado haciendo que Candy grite a todo pulmón…
- Eres…una bestia!!!!....ohhh mierda….ohhhh…..ohhh….
- Ahhh siiii….siiiii….te parto…el culo….ohhh siiiii que rico…
- Ohhh…ohhhhhh…tócame….tócame…por favor…- Rogó Candy
Minho llevó una mano hasta el pene de Candy y comenzó a bombear con fuerza…casi con rudeza, pero a la chica/chico parecía no importarle, solo gritaba por más volviendo loco a Minho, quien siguió estocada tras estocada, tratando de alargar el momento, pero siendo consciente de que no duraría mucho más.
- Ahí….ahí….más…más….- Gritó Candy cuando la polla de Minho tocó su punto dulce
- Ohh bebé…eres delicioso
- Min…ho….
- Ohhh joder….eres tan apretado….ohhh Bebé…ohhh Taee….
- Mierda, Minho…no…te salgas….del perso…naje….o te…mato…
- Ohhhh siii…me corroo….siii Taeeee
- Min…ohhhh mierda…Minhooooooo siiiiii
No pudieron aguantar más, las embestidas eran tan certeras que el orgasmo llegó a ambos con rapidez, siendo Minho el primero en correrse seguido rápidamente por “Candy”. El moreno quedó completamente exhausto, le tomó varios minutos recuperar el aliento, y cuando ya estuvo un poco más repuesto, quitó el amarre de las manos de su compañero y lo hizo girar para quedar de frente a él.
- Ha sido increíble…- susurró Minho.
Se quedó observando directo a los ojos de su compañero, era casi con devoción, siendo correspondido de la misma manera, hasta que de pronto “Candy” le dio un golpe en la cabeza con la palma abierta
- Bebé!!! ¿por qué me golpeas?...- lloriqueó tocándose la cabeza
- Te dije que no te salieras del personaje!!!
- Lo siento bebé, pero debes reconocer que casi lo mantuve hasta el final
- Ok, es cierto, duró más que otras veces…- Dijo Taemin dándole algo de crédito al moreno.
- Es que Tae bebé, eres tan sexy que me vuelves loco
- Jejej…lo sé…soy genial…- Dijo Candy/Taemin con arrogancia moviendo el cabello sobre su hombro de manera coqueta.
- Te amo mi vida…
- Y yo te amo más…- Susurró Taemin acercándose a los labios de Minho
El moreno tomó entre sus brazos al menor y lo cargó para recostarlo en la cama.
- Mi amor, quítame los tacones, me están matando…
- Ohhh…de verdad quieres quitártelos, te ves tan caliente llevando solo eso…
Taemin lo miró con un pequeño puchero y Minho cayó rendido a sus pies para quitarle las botas, algo era seguro, no podía contra los pucheros de su delicioso esposo, por sí, ellos eran un matrimonio…un feliz matrimonio que llevaba más de 5 años casados y si a eso le sumamos los tres años de noviazgo…el resultado era una pareja que se adoraba y se conocía de una manera increíble.
- Ok…a quien quiero engañar, te ves aún más sexy completamente desnudo…- dijo Minho mirándolo ardientemente.
- Para la próxima me convertiré en una enfermera sexy para ti, veremos cuanto te tardas desnudarme…- dijo el menor con una sonrisita.
Minho aceptó gustoso el reto, y a la vez se abalanzó nuevamente sobre su esposo, al fin y al cabo, tenían toda la noche por delante para satisfacer sus fantasías, esa era una de las tantas ventajas de ser dueños de aquel club y tener a su disposición aquella habitación que fue construida por el propio Minho para ser usada solo por ellos…