Sousuke pov.
-No, Sousuke; no soy ningún idiota, sé que tú sabes algo o al menos has tenido algo que ver con el enano bocón.
-Amor, por favor, me duele la cabeza, ¿Podemos dejar esto para después?
-¡No! Quiero la verdad ahora. ¿Te acostaste con él?
-¿Pero qué diablos estás diciendo? ¿Por quién me tomas? Nagisa es tu amigo y por eso lo conozco, sabes que desde niños te he amado, jamás podría meterme con alguno de tus amigos, eso sería algo inaceptable para mí.
¿En serio Rin estaba celoso? Parecía un sueño, y aunque sonara enfermo, el verlo molesto por algo como esto, me tenía encantado.
-Cariño. –Comencé a decir; sinceramente, yo solo quería provocarle felicidad. –La razón por la cual “compartimos miradas” es porque yo vi, sin querer, a Nagisa colgado del cuello de Goro y también los llegué a ver besándose, solo que no sabía que algo más había sucedido entre ellos; a decir verdad, me parecía algo surrealista. Nagisa era un niño, digo, no es como si no lo siguiera siendo, pero me parecía alguien muy infantil y hasta llegué a pensar que era abusado, por esa razón me acerqué a preguntarle si el entrenador lo obligaba, pero resultó que era todo lo contrario; a partir de ahí, mi idea sobre quién era Nagisa, cambió considerablemente.
Rin se quedó en completo silencio, al parecer, analizando lo que le había contado. Permanecí acostado, la cabeza seguía matándome, pero finalmente suspiró y comentó.
-Bien, te creo, pero sigo molesto porque no me lo hayas contado. Creí que entre nosotros no había secretos.
-Y no los hay amor, simplemente, omití información.
-Mmm… De acuerdo, te traeré algo para la resaca y algo de comer. Yo también iré por algo. De paso, iré a decirle a los chicos que hoy no habrá entrenamiento.
La puerta se cerró detrás de él, y yo volví a caer dormido.
Rin pov.
¿Celoso? Jamás, solo que yo era demasiado posesivo con aquello que consideraba mío. No estaba seguro de qué sentía por Sousuke, a pesar de que esa sonrisita en su rostro al creerme celoso me decía que él me amaba, yo no podía compartir el sentimiento.
Fui a la enfermería por 3 dosis para la resaca y me dirigí a la habitación de Momo y de Ai, los cuales estaban en calidad de zombie aunque a mi parecer no habían bebido demasiado. Les dije que descansaríamos 2 días de los entrenamientos y les advertí que retomaríamos arduamente a lo que asintieron. Luego salí y le marqué a mi mariposa, esperé a que respondiera antes de comenzar.
-Hola… Soy yo.
¿Por qué le marcaba? No lo sabía, pero desde hace algún tiempo, debía admitir que me encantaba pasar tiempo con él y el hecho de que no hubiera entrenamiento, significaba que no podría pasar tiempo con Rei; y de por sí, ya estaba frustrado por haber tenido que reducir nuestros encuentros.
-Ho-hola Rin, lo siento, ahora no puedo hablar, te escribo más tarde. –Y colgó.
¿Qué? Definitivamente no era una persona acostumbrada a las negativas. Volví con comida a la habitación y miré de mala gana a Sousuke. En mi interior lo culpaba por el hecho de pasar menos tiempo con Rei y eso me jodía. Respiré profundo e intenté ignorarlo, no podía actuar impulsivamente sin consecuencias, tenía que aguantar.
*
*
*
Makoto pov.
Me quedé a dormir en casa de Haru para evitar que mis hermanos me vieran en este estado, debía de ser un ejemplo, aunque ya no me consideraba uno, no desde el día que engañé a Haruka con Rin. Cada que lo veía, mi cerebro recordaba por qué lo había hecho. Era sumamente sensual y su personalidad me atraía y mi Haruka, a pesar de ser toda una belleza y amarlo desde niños, debía admitir que su forma de ser a veces me hacía sentir que era otro de mis hermanos. Siempre tenía que preocuparme por que comiera adecuadamente, o que durmiera, y todos los días, tenía que venir a su casa a despertarlo y a obligarlo a ir a estudiar, sin mencionar el obligarlo a entrenar.
Cuando supe que Rei había ido con Rin a pedirle ayuda para sus entrenamientos, no me sorprendió. Haruka era un mediocre como capitán, Nagisa solía saltarse las prácticas y a mí, sencillamente no me apetecía tener que cuidar a alguien más.
Me quedé dormido en la cama de Haruka esperando a que llegara, pero el sueño me venció.