Rin pov.
Esa noche, Rei llegó a mi habitación como ya era costumbre. Las cosas se me estaban complicando; era bastante extraño que siendo el capitán del equipo, no estuviera presente en los entrenamientos, además sin una verdadera excusa; así que sacrificando un poco lo que tanto me gustaba, tuve que pedirle a Rei el reducir nuestros encuentros nocturnos…
Mientras nos vestíamos y arreglaba la cama para ocultar un poco lo sucedido, Rei lucía contrariado.
- Vamos, si tienes algo que decirme, puedes hacerlo. A estas alturas ya somos demasiado cercanos. ¿No?
- Yo… Me preguntaba si… -sus manos temblaban y jugueteaba con sus dedos mientras miraba hacia el piso. –¿Quisieras ir a tomar algo conmigo? –Me acerqué a él y tomé sus manos.
- Claro que sí. Espérame afuera de la escuela, te veré ahí.
Rei salió como si fuera un niño corriendo hacia el árbol en Navidad. Estaba feliz y debo admitir que yo también.
Terminé de recoger todo y fui a la piscina donde estaba mi equipo.
- Sousuke, mi alumno Rei me habló… Creo que tiene algunas dudas, iré a tomar algo con él, prometo regresar temprano.
- Bien cariño, diviértete. –Me dio un ligero beso y me alejé de ahí.
No lo entendía, yo no era así, no suelo pedirle “permiso” a alguien para hacer lo que se me diera la gana, pero… Bueno, supongo que fue más como “avisarle” para que no hiciera un escándalo cuando volviera a la habitación y no me encontrara.
Llegué a la salida y ahí estaba él. Caminamos en silencio mientras veíamos a la gente pasar.
- Ayer, Nagisa me habló, al parecer sospecha algo de lo que sucede entre nosotros, por supuesto, lo negué. –Comencé la conversación.
- -Ah… Eso… Yo también lo negué, pero es demasiado insistente y sé que no se quedará tranquilo, aunque supongo que no está en condiciones de revelar lo que averigüe.
- Mmm ¿a qué te refieres?
- Bien, te lo diré solo porque es necesario que tengas un arma para evitar que Nagisa te amenace con algo como esto… Como sabrás, es novio de Momotaro.
- ¡Ja! Un día me encontré al enano revolcándose con él y eso que una semana antes Momo me seguía molestando para que lo ayudara a salir con mi hermana. ¡Vaya idiota!
- También me sorprendí cuando Nagisa me contó que salía con Momotaro, pero… Hace 2 semanas tuvieron una pequeña pelea y salimos a beber algo, aunque a mí no me gusta mucho. Nos encontramos a Nitori y se pusieron a beber como si no hubiera un mañana, yo me fui y los dejé solos… Durmieron juntos.
- ¡¿Qué?! –Lo miré sorprendido, eso no me lo esperaba. –Ai… ¿Con el enano bocón? Jajajajaja no me puedo imaginar eso.
- Cuando Nagisa te lo cuenta con tantos detalles… Sin querer, te lo empiezas a imaginar. –La pequeña mariposa agachó la mirada completamente sonrojado. –Al parecer el problema es que… Nitori se enamoró de él y le hace cartas de amor, le manda chocolates y esas cosas a pesar de que sigue con Momotaro.
- ¡Demonios! Ai es demasiado inocente, ¿quién se enamora por algo así? ¡Mira! Sushi, sé que te gusta, entremos.
- Sí… ¿quién se enamoraría por algo así?
Rei pov.
Hace varios días que no hago más que pensar en Rin. Suena estúpido, lo sé, pero ya no podía con esto.
Todos los días me apresuraba para ir a mis lecciones. Quería mejorar para que él me sonriera y me dijera que lo hacía bien.
Durante mis clases, me encontraba pensando en él, en su sonrisa, su mirada, cada cosa que me decía… Los simples recuerdos me hacían sonrojar; después, salía corriendo al terminar las clases y encontrarme en la piscina de su escuela con él. Regresaba a hacer tarea (claro, si lograba concentrarme) y volvía con él para verlo en su habitación. Mis calificaciones dejaron de ser tan hermosas. Me había convertido en una quinceañera enamorada, pero no me quejaba, era más feliz de lo había sido en mi existencia. Me miraba al espejo y mi rostro siempre tenía una sonrisa reflejada y juraría que ese brillo en mis ojos no existía. Todo se debía a Rin.
Mi rutina cambió un poco cuando me dijo que nos viéramos diario para el entrenamiento y en su habitación solo nos veríamos 2 veces a la semana. Me sentía triste y decepcionado, pero pude notar que a él también le molestaba un poco la situación y me dio una nueva esperanza. ¡A él le gustaba estar conmigo!
Al principio pensaba que algo así era imposible y que mis sentimientos no me llevarían a nada, pero… Siempre tenía cierta esperanza. Rin no amaba a Sousuke, lo sabía perfectamente y yo no tenía a nadie, así que comencé a imaginar todas las posibilidades.
Rin me tocaba con cariño, me acariciaba y me besaba como si fuera alguien especial. Mi mente me hacía creer que me quería aunque no sabía cómo decírmelo o quizás aún ni siquiera él no sabía, así que me armé de valor y lo invité a salir. Quería pasar más tiempo a su lado, olvidarnos de las prisas de tener que irme corriendo de su habitación porque se acercaba la hora en la que Sousuke regresaría. Ansiaba conocerlo, saber qué le gustaba y por fin… Tener a alguien solo para mí.
Me sorprendí cuando inmediatamente me dijo que sí, no cabía la emoción en mí; intenté actuar lo más natural posible porque ponerme nervioso no me hacía ver nada hermoso.
Él comenzó la conversación y yo solo seguí el hilo de todo hasta que sus palabras taladraron mis oídos y terminaron rompiendo mi corazón. ¡Era un completo idiota! Para Rin, yo no era más que un juego, mejor dicho, su juguete. Él tenía razón… ¿Quién se enamoraría por algo así? Solo un idiota y esa era mi definición.
Intenté contener mis lágrimas y actuar normal. Cuando reaccioné, me vi sentado frente a Rin en un restaurante de sushi, parece que mi cuerpo se había movido solo. Espera…
- ¡Sushi!
- Claro, sé que es tu favorito. –Y ahí estaba su sonrisa… ¿Cómo se supone que pueda renunciar a mis sentimientos cuando tiene este detalle conmigo y encima de todo me sonríe de esa manera?
Rin pov.
Al principio, noté a Rei algo distraído, pero luego se convirtió en una noche muy divertida. Yo hacía comentarios extraños y Rei se escandalizaba por cualquier cosa. Tenía mucho que no reía tanto. Mi mariposa había acabado con mucho de mi estrés, por eso era tan feliz cada que lo veía.
Mi mariposa era rara, pero eso era lo genial de todo esto. No había nadie como él.
Y aunque así no lo quisiera, era momento de volver a la realidad.
- Mañana no habrá entrenamiento, pero nos vemos en casa de Haru.
- Yo… Pensé que no irías…
- ¡Ah! Lo dices como si no quisieras verme ahí, ¿qué pasa mariposa?
- Nada… Es solo que esperaba entrenar contigo mañana y había dicho que no iría a la reunión, pero si es así… Te veré en casa de Haruka.