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Story About A Poor Kitty por AngelRockero

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Notas del fanfic:

Es mi primer fic de Castiel x Nathaniel, tenia que hacer otro fic de CDM. Una vocesita en mi cabeza me decia que tenia que hacerlo C:

Notas del capitulo: Es horrible lo que escribí pero esta hecho con amorsh u3u Para todas ustedes
El sol quemaba el suelo , un día de muchísimo calor. El termostato había llegado a los 38 grados y la sensación térmica a mas de los cuarenta. El típico día caluroso que todos odiamos con el alma ya que es imposible estar en algún lugar que no tenga algún aire acondicionado o un ventilador. Un día horrible para Nathaniel, que se ve obligado a llevar una camisa con una corbata y estar casi todo el día en la calurosa sala de delegados; Ordenando papeles y cumpliendo sus deberes como el delegado superior del instituto Sweet Amoris.

—Adiós Nathaniel — Se despedía Melody, la delegada de la clase C y la ''ayudante'' de Nathaniel.

—Adiós — Nathaniel trato de despedirla con el mejor animo posible, el día era imposible para el.

La delegada se fue y Nathaniel se sintió mas relajado, Melody no era alguien agradable para el. Estaba encima de el a pesar de ya haberle rechazado, era como un maldito peso que no se podía sacar, que lo perseguía de modo casi acosador.

Finalmente cuando termino de hacer todos sus malditos que tenia como delegado y estaba a punto de irse a su casa (Cosa que no le gustaba, pero en un día tan infernal era capaz de todo). Sucrette lo detuvo en el patio.

—¡Nathaniel! —Dijo Sucrette sonriente al detenerlo.

—¿Que pasa Su? — Dijo Nathaniel de un modo algo cortante, quería irse a su casa, ademas de que Sucrette no era alguien agradable para el.

—¡Tengo un favor muy grande que pedirte!.

—¿Que favor? El delegado quería largase de ese lugar tan caluroso y con una persona nada agradable para el.

—¡Necesito que toques en el concierto que vamos a realizar en dos semanas!

Nathaniel se sorprendió.

—¿Que?

—¡Necesito que toques la batería en el concierto que vamos a para recaudar fondos! ¡Si no sabes tocar, no hay ningún problema! ¡Te enseñaremos!.

El delegado estuvo a atónito por unos momentos, era un favor enorme el que le pedía una chica que era poco agradable para el. Pero el tiene un gran amor por la música, hacerla siempre fue algo imposible para el y esta era una oportunidad de oro para cumplir ese pequeño sueño que siempre había estado en el.

—Sabes... creo que puedo hacerlo...

La chica sonrió del agrado.

—Entonces ¡¡¿aceptas?!! — Sucrette parecía estar a punto de explotar de la alegría.

—Acepto — Dijo Nathaniel con una sonrisa.

Sucrette grito emocionada un ''Gracias'' y se fue dando saltitos como si fuera una niña de 5 años. Finalmente Nathaniel fue libre para irse a su hogar, sus deseos de estar en casa habían aumentado. Ya tenia un mal día y lo único para completarlo era Sucrette.

La chica de cabello cenizo no era alguien agradable para el delegado por varias razones: Se había llevado su corazón a zancadas, era increíblemente tonta y hacia que su hermana se pusiera insoportable.

Sucrette había robado su corazón desde la primera vez que la vio, era muy bella y tenia una radiante sonrisa, pero era demasiado tonta. Un día en la playa se encontró con ella, estando decidido a declararsele. Al irse por unos segundos y dejar a la bella chica sola, al volver Sucrette ya estaba morreándose con un desconocido surfista. Odio era lo que el delegado sentía en ese momento, pero luego de unos días decidió perdonarle por que la chica sabia como usar las palabras y hacerlo sonreír.

''Maldición'' Pensó Nathaniel por recordar el momento que le rompieron el corazón, era el peor momento para recordar eso, había llegado a la puerta de su maldita casa, con su maldita familia y el maldito trato que recibía de ellos.

Cuando entro a su casa, su madre estaba trabajando en su escritorio. Le había dejado el almuerzo en la mesa, que era obviamente; Langosta recalentada. Su madre era una mujer muy fría y seria, era difícil creer que era su hijo ya que solo se parecían físicamente.

En su habitación, Amber lo esperaba, molesta por que Sucrette la había empujado para sacársela de encima.

—¡Me empujo! ¡Me agredió, Nathaniel! ¡Has algo! — Gritaba la rubia con su insoportable voz.

Nathaniel tenia deseos de mandar a la mismísima mierda a su hermana, pero sabia que si lo hacia. A quien mandaría a la mierda su padre seria a el. Amber era intocable.

—Lo siento Amber, no puedo hacer nada. — Y la empujo hacía la puerta por que ya no la soportaba.

Nathaniel pasa el resto del día estudiando hasta la hora de dormir. Estudiar era una obligación que tenia por su padre. Si no estudiaba, le esperaba una paliza por la noche...

Al día siguiente, tenia que estar en el sótano al termino de las clases. Amber le pregunto por que haría eso y el no contesto. Sabia que iba a ofenderla, el no quería eso; Solo quería estar lejos de sus berrinches.

La clase del profesor Farres paso mas rápido de lo que el rubio se habría imaginado, apenas terminada la clase, el se dirigió hacia el sótano. Mientras cruzaba los pasillo, Nathaniel escucho un grito.

—¡NI PENSARLO!

Ese grito era de Castiel sin dudas...

—¿Que demonios pasa aquí? —Pregunto Nathaniel molesto.

—¿Que pasa aquí? ¿VIENES A PREGUNTAR ESO HIJO DE PUTA? DEBERÍAS SABER QUE PASA.

Nathaniel estaba encabronado, solo había aceptado tocar para quitarse de encima los berrinches de su hermana. Pero todo salio mal, ahora tenia que aguantarse las rabietas de Castiel.

—¡NO PIENSO TOCAR CON ESTE IMBESIL!

—¿Por que no me oyes tocar antes de hablar, idiota? —Dijo el Rubio sin pensar.

—¿Quien demonios te crees que eres, maldito empollón? a ver, hazlo. Impresionanos con tu increíble habilidad para tocar la batería... —Dijo el pelirojo burlándose.

El rubio totalmente encabronado, se sentó en la batería y comenzó a tocar. Quizás haya sido su rabia o simplemente una casualidad. Nathaniel toco de una manera sublime, dejo a todos boquiabiertos y a Castiel con la boca cerrada.

El pelirojo no podía entender nada, no podía entender como un nerd podía tocar la batería de tal manera, no podía entender de que manera había logrado un empollón como Nathaniel sabía como tocar una batería. Pero mas allá de todas esas confusiones, Castiel (Con sentimientos muy encontrados) No podía parar de pensar en aquella demostración del delegado. Sabía que tenia que admitirlo... Había pensado que el rubio... Se veía endemoniadamente sexy tocando la batería...
Notas finales: Cassy se excita con solo ver al delegadito tocar la batería 7u7

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