Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Atracción por lo Prohibido por Akai-chan

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de tanto tiempo, este capitulo contendrá TokiOto. Sí sí, habéis leído bien. Si quieres saber como continúa la historia de esta bonita pareja, sigue leyendo y nos leemos en las notas del final~

El tiempo transcurría lentamente para los chicos de la academia,  pero cuando menos se quisieron dar cuenta, estaban cerca de cumplir un año más desde que ingresaron allí.

Parecía mentira que hubiese pasado tanto tiempo desde entonces, y ahora, de nuevo la nieve volviese a cubrir la academia con su diafanidad.

Desde entonces, la relación entre todos ellos había cambiado, a mejor en algunos casos, y a peor en otros.

Aquel día, la nieve les ofreció un esperado día de descanso de todas sus tareas de idol.

Todos salieron un rato fuera del edificio para hacer una pelea de bolas de nieve después de que Ren retase a Masato, quien automáticamente aceptó la apuesta.

Hicieron dos equipos compuestos por Ren, Tokiya, Otoya y Cecil en un equipo, y Masato, Syo, Natsuki y Haruka en el otro restante.

Cada equipo se colocó a unos pocos metros el uno del otro, creando una barricada a de nieve. Mientras uno del equipo se disponía a crear la barricada, otros dos se entretenían haciendo bolas de nieve.

 

— Ya llevas las de perder, Masa. — gritó Ren ya con una bola de nieve preparada entre las manos

 

— ¡No te las des de listo, aún no has ganado! — Respondió Masato sonriendo ampliamente, se divertía como nunca con la situación —

 

— ¿Por qué precisamente yo debo jugar a estas niñerías? — comentó Aijima sin ningún entusiasmo por participar—

 

— No seas así, será divertido, ¿verdad Tokiya? — el sonriente Otoya miraba al peliazul para que corroborase su respuesta—

 

— Hm si… es interesante la idea… Pero habría preferido ir en otro equipo. — por supuesto se estaba refiriendo a que no quería ir con Ren  y este enseguida lo escuchó—

 

— Oye oye… no tienes por qué decirlo así, ¿sabes? — refunfuñó el rubio tratando de no sentirse molesto por el comentario del contrario—

 

Bien, ¡vamos a por ellos! —Soltó Syo desde el otro equipo mirando a Natsuki, quien le sonreía al menor robándole un sonrojo al contrario—

 

— Vamos entonces, Syo-chan~

 

Cuando todos estaban prácticamente preparados para comenzar con la guerra de bolas de nieve, Otoya se dio la señal de partida para  empezar.

 

— Preparados… listos… ¡YA!

 

Rápidamente y sin perder un ápice de tiempo, todos empezaron a moverse por los alrededores, lanzándose bolas de nieve los unos a los otros sin descanso.

 

El pelirrojo le lanzó una bola a Tokiya, haciendo que éste se girase para mirar al chico, quien se reía a carcajada limpia.

 

— ¡Oye! ¡Que soy de tu mismo equipo! — gritó a la misma vez que se lanzaba contra él para ponerle nieve en el pelo como venganza

 

Otoya corrió en dirección contraria tratando de escaparse de él entre risas, mientras que los demás seguían entretenidos en su guerra.

 

Cuando Ren se quiso dar cuenta, Otoya y Tokiya desaparecieron y perdió de vista a Cecil, quien seguramente se fue a hacer el vago. Al ver que era el único que quedaba en aquella guerra, no tardó en perder de forma desigual ante el avance del equipo contrario.

 

Ahora que habían ganado, Natsuki se ocupaba de abrazar a Haruka con fuerza entre sus brazos y Syo se dispuso a aprovechar la ocasión para rematarlo. Se tiró encima suya mientras que con una bola de nieve que portaba, se la intentaba plantar en la cara.

 

— ¡Vale, vale, me rindo, Ochibi-tan! — se apresuró a decir Ren entre que sujetaba las muñecas del pequeño para detener su acción

 

— ¡Esto es por las veces que me llamas así! — a pesar de que su fuerza era menor, seguía sudando la gota gorda por lograr su cometido

 

Masato no podía evitar reírse, haciendo que todos a excepción de Ren, lo mirasen totalmente estupefactos, ya que rara vez lo podían haber visto riendo como en esos instantes.

Ren aprovechó el momento para quitarse de encima a Syo, tirándolo a un lado en la nieve y conseguir ponerse en pie.

Natsuki con su preocupación, se apresuró a correr en dirección al pequeño para ayudar a levantarlo.

Por otra parte, Masato quien observaba a Ren con los brazos colocados alrededor de su cintura y una sutil sonrisa en sus labios, esperó hasta que éste se acercó lo bastante para jactarse.

 

— Vaya, después de todo has perdido ¿eh?

 

— Qué cruel venir a decirme eso cuando mi equipo me ha dejado abandonado —respondió en un tono de lo más afligido para excusarse por su derrota

 

Ahora que caían, Cecil, Otoya y Tokiya habían desaparecido desde hacía un buen rato y no habían vuelto en varios minutos largos. Probablemente, seguían por ahí dando vueltas sin saber de que el juego ya había terminado aunque fuese injustamente.

 

— Tal vez deberíamos ir a buscarles… podrían estar buscándonos — sugirió Haruka un poco preocupada por ellos

 

— Después de abandonarme así, tendríamos que hacer nosotros lo mismo — comentó Ren un poco picado por haber perdido

 

— ¡Qué cruel! — La voz de Natsuki no le hizo cambiar de opinión

 

Masato le dio un leve golpecito a Ren en el hombro más cercano, haciendo que éste emitiese un falso quejido.

 

— ¡No seas bruto, Ren! ¿Y si les pasa algo?

 

— Está bien, está bien, lo retiro… Vayamos a buscarlos.

 

Todos se pusieron a buscarlos. Natsuki, Syo y Haruka por una zona, mientras que Ren y Masato se fueron por otra.

 

Natsuki, Syo y Haruka rodearon el edificio de la academia para buscarlos mientras que los otros restantes caminaron despacio por el camino que iba en dirección a la verja del vallado que rodeaba todo el recinto.

 

Cuando vieron que no los pudieron encontrar, se separaron y buscaron por las zonas más boscosas para poder dar con ellos antes.

Tras llevar varios minutos buscando, Ren acabó por detenerse a descansar unos momentos antes de proseguir. No tuvo más que hacer oído para poder escuchar la voz de Otoya a lo lejos hablando en un tono intermedio. Poco a poco, se fue acercando en dirección al sonido de su voz hasta encontrarse a unos pocos metros a Otoya y Tokiya juntos, entablando una conversación.

 

El pelirrojo estaba apoyado contra el tronco de un árbol, mientras que el contrario mantenía una escasa distancia con él, rodeando su estrecha cintura con sus dos brazos.

 

— ¿Está bien esto de irnos así como así? Podrían estar buscándonos, ya sabes como son ellos… — susurró el pelirrojo con un poco de duda en sus palabras, ya que en el fondo, le encantaba pasar tiempo a solas con Tokiya

 

— No te preocupes por ellos. Se las apañarán. — miró al menor con una tierna sonrisa adornando su rostro— ¿Acaso no tenías pensado esto desde el principio?

 

— ¿Ehhh? ¡Eso no es cierto! — se apresuró a excusarse Otoya con un rostro que no era honesto ante sus palabras

 

— Mentiroso. — rió divertido justo antes de depositar un tierno beso en su frente— ¿Te imaginas la cara que habrá dejado Ren cuando se ha dado cuenta que hemos desaparecido? Me habría gustado verla en cierto modo…

 

— ¿Ehhhhh? Que cruel… Así que no lo hacías por pasar un rato conmigo — Admitió en voz alta pero enseguida se dio cuenta del fallo e intentó corregirlo tapándose la boca con una de sus manos. Pero ya era demasiado tarde

 

— Ohh, así que ahora lo admites, ¿eh, Otoya? ~

Su rostro no tenía precio. Le encantaba tensar la cuerda de tal forma que el menor acabase soltando prenda. Debía admitir que la honestidad del pelirrojo, era uno de sus puntos fuertes que a Tokiya tanto le enamoraban.

 

— Entonces... Vamos a darle un poco de tiempo a los demás para que nos sigan buscando…

 

La suave voz de Tokiya retumbó en sus tímpanos, y nada más la distancia entre sus rostros se acortó, sintió el instinto de cerrar los ojos conforme sus labios se encontraban por el camino e intercambiaban un casto beso.

 

Ante aquella escena, el rubio se quedó completamente paralizado, buscándole la lógica al asunto hasta que la voz de Masato lo despertó de sus pensamientos. Apareció justo detrás de él preguntándole si ya los había encontrado. Los otros dos sujetos también reaccionaron a las voces y guardaron cierta distancia entre ellos a la misma vez que se reincorporaban.

 

— ¿Estabais aquí? Llevamos un rato buscándoos — comentó Masato una vez se vieron todos cara a cara

 

— Ah… ¿nos estabais buscando? — comentó el pelirrojo con los nervios en punta — ¿Hace cuanto…

 

— ¡Oh! ¡Acabamos de llegar! Llevábamos un buen rato en vuestra búsqueda, ¿sabéis? — contestó Ren mostrando su despreocupada sonrisa, lo que hizo que Otoya se relajase

 

— No era necesaria tanta preocupación — respondió Tokiya con su típico tono indiferente a la misma vez que rebasaba al pelirrojo para empezar a andar primero. El otro le siguió a su paso a una corta distancia—

 

La cara de Ren volvió a su estado normal y Masato que no tenía un pelo de tonto, se dio cuenta que se comportaba de una forma diferente a como era él.

 

— ¿Acaso pasó algo? — Cuestionó el chico de cabellos azules, observando fijamente el rostro del rubio, como si quisiera leer sus pensamientos—

 

— No es nada~ — le volvió a sonreír aunque en esta ocasión con cierta picardía, lo que sorprendió al contrario pero prefirió no preguntar más detalles—

 

Todos regresaron por el camino, en dirección al edificio de la academia para encontrarse con los otros tres chicos que traían consigo a Cecil, quien se había ocultado en una de las habitaciones del edificio para hacer el vago, como usualmente hacía.

 

— Chicos, ¿Dónde andabais? — cuestionó Haruka a la vez que observaba a los dos jóvenes fijamente. Esto hizo que Otoya se sintiese incómodo—

 

— Ittoki se puso a correr por ahí y al final se perdió. — Tokiya tomó la palabra haciendo que el pelirrojo se sintiese más avergonzado por esa respuesta—

 

— ¿Qué dices? ¡No inventes!

 

— Tranquilo. Te acompañaré hasta la habitación para evitar que suceda de nuevo — éste sonrió y observó como se colorearon las mejillas del contrario, inhibiéndole de todo uso de palabras y obligándole tan sólo a asentir con la cabeza—

 

Ren, quien observaba aquella escena y además era conocedor de cada detalle, colocó un brazo por detrás de los hombros de Tokiya, a la vez que se inclinaba para acortar la distancia con el otro joven.

 

— Chicos, podéis adelantaros. Icchi y yo tenemos que hablar un momento~ — le sonrió al resto de jóvenes haciendo que nuevamente Masato lo mirase extrañado por su comportamiento

 

Tokiya quien no se movió ni un ápice a pesar de la corta distancia, correspondió con una leve sonrisa.

 

— Está bien. Tengo tiempo — respondió el peliazul en su tono casual relajado

 

— ¿Eh? ¿A dónde vais? — preguntó Otoya curioso

 

— Tranquilo Ikki. Te lo devolveré de una pieza— le giñó un ojo al pelirrojo confundiéndolo aún más

 

Tokiya apartó el brazo de Ren y se dejó llevar en dirección a una zona apartada mientras que los demás se adelantaban en dirección al interior de la academia.

 

Ambos se quedaron guardando silencio por varios minutos, como si esperaran a que alguno de ellos empezara la conversación. Al ver que la cosa no avanzaba, Tokiya resopló y decidió empezar por preguntar.

 

— ¿Vas a decirme ya que pasa?

 

Ren se ocupaba de pasar los dedos por los cabellos de su nuca, cepillándolos con los dedos entre que su mente se ocupaba de dar vueltas y vueltas, buscando las palabras adecuadas.

 

— Perdón por arrastrarte así tan de repente. — le sonrió al contrario

 

— ¿Hm? No importa. Haces cosas extrañas de vez en cuando. — bromeó tratando de relajar el ambiente

 

— Bueno, tal vez es porque últimamente veo cosas demasiado extrañas. — dejó caer como mensaje subliminal en alusión a sus palabras

 

— ¿Ah? ¿Es eso alguna clase de sugerencia? — miró al contrario frunciendo ligeramente el ceño

 

— No sabía que Ikki-chan y Icchi habían estrechado su relación de forma tan ardiente en tan sólo un año. — soltó sin filtros observando que el rostro de Tokiya apenas había cambiado. Tal vez se lo esperaba.

 

— Ah, así que es eso. — suspiró profundamente — No deberías meterte en los asuntos de otros.

 

— Tampoco es como si hubiera querido. Me pilló de improviso — respondió en un tono ligeramente más seco de lo usual

 

Éste bufó molesto y se movió por el lado de Ren, posando una mano en su hombro más cercano.

 

— Si solo era eso... ¿puedo irme ya? — cuestionó forzando una leve sonrisa

 

No esperó a que le diera una respuesta. Simplemente pasó por su lado ignorando su presencia, dando a entender que la conversación ya había acabado.

 

— ¿Realmente vais enserio?

 

Tokiya se detuvo para girarse en dirección al chico. ¿A qué venia todo aquel cuestionario sin venir a cuento?

Miró fijamente a Ren hundiendo la mano derecha en el bolsillo de sus pantalones, mostrando de esa forma, una apariencia relajada.

 

— ¿Le has hablado a Otoya sobre esto?

 

— ¿Eh? Claro que no. Solo con verlo puedo darme cuenta que no quiere que los demás se enteren de vuestro pequeño secreto~

 

Aquellas palabras se le clavaron mucho más que el hecho de que un tercero se diese cuenta de la relación que había entre ellos. Y lo peor, era que tenía razón.

 

— Estamos empezando y aún es pronto pero yo soy serio al respecto — confesó éste sin apartar la vista del contrario—

 

— Woah  tranquilo Icchi-san. No es como si tuvieras que pedirme la mano de mi hija — bromeó para relajar el ambiente— tan sólo que ya sabes…

 

— ¿Que ambos somos hombres? No hace falta que me lo recuerdes — se adelantó Tokiya a contestar por él

 

— No, no, claro que no es eso. Bueno un poco sí… pero no era a lo que me refería. — aquella respuesta tan directa le hizo ver un poco violento, y más aun teniendo en cuenta, que él a esas alturas no tenía derecho a criticarlo por eso

 

— Tampoco me preocupa que los demás se enteren de lo nuestro. Ya sé que no se permite el romance en la academia, pero a veces pienso, que me gustaría poder decirle al mundo que es mío — el peliazul se encogió de hombros

 

Ren miró al contrario viendo en él, su mismo reflejo cuando se trataba de Masato, pero en su caso, sabía que era imposible decírselo al mundo siendo conocedor de la personalidad reservada de Masato.

 

— Yo creo… — la voz del rubio se escuchó un poco dudosa pero clara — que deberías preguntarle acerca de que él piensa de lo vuestro. Es cuestión de tiempo que los demás se enteren ¿sabes? Y aunque tu estés preparado, ¿qué te hace pensar que Ikki-chan si?

 

Tokiya miró al contrario por el filo del ojo por unos breves instantes antes de esbozarle una sonrisa de agradecimiento por su preocupación. Se acercó a él para colocar una mano sobre el hombro contrario más cercano.

 

— Lo tendré en cuenta. — éste apartó la mano y pasó por su lado, teniendo en cuenta que el contrario le seguiría.

 

— Al menos podrías dar las gracias, Hayato. — susurró el rubio en voz casi inaudible a la vez que proseguía también la marcha

 

[…]

 

Ambos regresaron al interior del edificio Saotome, y justo nada más entrar, Haruka, Masato y Otoya, estaban esperando en el Hall a su regreso.

 

— Wow, ¿estabais por aquí? — preguntó Ren sonriente acercándose hasta quedar al lado de Masato— ¿Dónde están los demás?

 

— Kurusu-kun y Shinomiya-san fueron a la sala de cocina y Aijima-san se fue con el profesor Ryūya — contestó la única chica del grupo

 

— Más bien, ¿dónde andabais vosotros? — cuestionó Masato observando a Ren para una respuesta

 

— Ohh, ¿estabas preocupado por mí, Hijirikawa? — su tono burlesco hizo que dejara de preguntarle sobre el tema

 

— No me importa lo más mínimo que haces con tu vida— gruñó el peliazul pasando de largo del rubio para dirigirse al dormitorio

 

— Oye, oye, era una broma, Masa. — éste suspiró y miró al resto de chicos por un instante antes de correr en dirección del otro chico

 

— Piensa en lo que hablamos Icchi-san — alcanzó a decir antes de desaparecer por el pasillo en dirección hacia la puerta que daba con las escaleras

 

Los tres jóvenes restantes permanecieron unos momentos estupefactos en aquel lugar hasta que Haruka rompió el hielo.

 

— ¿Acaso… pasó algo, Ichinose-san? — la joven miró a Tokiya un poco confundida con todo aquel asunto

 

— No es nada de lo que te tengas que preocupar — le sonrió a la joven y ésta mostró un fuerte rubor, casi a la vez que bajaba la mirada al suelo

 

Él era conocedor de la gran admiración que sentía por “Hayato” y era algo tan evidente en su mirada y sus expresiones que hasta el más tonto se daría cuenta, pero en aquellos momentos, él únicamente tenía ojos para su pequeño pelirrojo.

 

— ¡Ah! ¡Ittoki-kun! —repentinamente ella exaltó a ambos chicos por ese cambio de actitud — Casi lo olvido. Tengo algo para ti.

 

Rápidamente la chica se puso a rebuscar entre su mochila de bandolera que colgaba y quedaba contra su cadera. Del interior, sacó un pequeño cuaderno que le entregó a Otoya.

El joven tomó el cuaderno y lo revisó echándole un rápido vistazo al contenido. Al momento, éste sonrió ampliamente.

 

— Vaya, ¡esto es genial! — era tal su entusiasmo, que de forma automática, tomó las manos de la joven con las suyas.

 

— ¿Eh? ¿Es eso cierto? Me alegro mucho —comentó la chica esbozando una sonrisa

 

Enseguida Ittoki cayó en la cuenta que tenía sujetas las manos de Haruka y eso hizo que las liberase rápidamente.

 

— P-perdón, fue sin querer…— se disculpó el chico observando por el filo del ojo las expresiones de Tokiya, por si le había molestado en algún momento

 

— ¡Ittoki-kun! — la joven miró fijamente al chico y éste hizo lo mismo aunque su atención continuaba puesta en Tokiya— ¡Esforcémonos juntos! ¡Yo te ayudaré!

 

— ¿Eh? Está bien…— el pelirrojo se quedó confundido por unos momentos pero tras cerciorarse de que Tokiya no había cambiado su expresión, se relajó

 

La joven tomó la mano del contrario más cercana, y tiró de él en su propia dirección para que ambos empezaran a caminar.

 

— Esp--- ¡Tokiya! ¡Nos vemos más tarde! — alcanzó a gritar el pelirrojo justo antes de terminar siendo arrastrado por Haruka en dirección al estudio de música

 

CONTINUARÁ~~

Notas finales:

Holaaaa, echasteis de menos el TokiOto??? yo desde luego que si.

Esto empezó siendo un capitulo para Natsuki y Syo, pero al final se convirtió en esto... No es lo que esperaba pero estoy muy satisfecha con el resultado.

Por ahora, continuaré con esta pareja y dejaré un poco de lado a Natsuki y Syo, además... informo que sacaré capitulos nuevos de Ren y Masato en un futuro.

Podéis seguirme para leer más historias en wattpad en el perfil:

Lauriel Byrne.

 

Muchas gracias por leerme hasta ahora y espero que podáis seguirme hasta el final aunque tarde media vida en escribir. Os quiero mogollón.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).