Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Encerrados por Nanuu

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, este fue el primer fic que hice, cuando empece a jugar a Cdm al instante pense, aqui hay yaoi :3 

Y le conte a una amiga la historia que pense y me dijo que la escriba y lo empece, pero lo deje en el lemon porque no sabia que escribir xD Me empezaba a reir nose porque! 

Estuve medio año sin continuarlo, pero una noche aburrida me dije, tengo que terminarlo! Y tadaan! aqui ta :D

Disfruteenlo!! Nanuu

Notas del capitulo:

Buenaaas ~ E desaparecido por mucho tiempoo, Pero Hace Bastante Tenia Planeado retocar Este fic Que Fue El Primero Que escribi Y Me Daba vergüenza por Como ESTABA Hecho x'D Hace un mes o mas he aquí que mejore, sin Cambie la historia, sigue igual, Pero la lectura es más fluida que antes que era en verdad muy mal escrito, aunque no soy una experiencia, pero estoy ahora si está conforme como esta.

Espero que lo disfruten mejor así, aún reciban notificaciones de este fic y me alegra que les guste! Disfrutenlooo ~

Sin más que decir, TsukkiSaurio, fuera ~

Era de noche en el instituto Sweet Amoris, Nathaniel caminaba por los pasillos del instituto vigilando que no hubiera nadie dentro. Desde hace mucho tiempo, no sé cómo.

La dirección al enterarse de estos rumores, dejo una copia de cada una de las llaves de todas las aulas para que revisen y cerren antes de irse, era el único alumno a quien le tenía confianza. Lo que ella no sabía era que estaba encubriendo a Castiel y Lysandro que practicaban en el sótano su música.

Cerrando el último salón, se dirige al final del pasillo donde está debajo de las escaleras, había una puerta escondida que conducía hacia el sótano. Una vez la abrió, escuchó a Lysandro cantando y la guitarra de Castiel sonando. La música cesa de repente, la hora en el reloj de tu muñeca que te indica la hora de irse, tiene un horario y te cuida.

Agarro su mochila que dejo a lado de la escalera y de la puerta salieron Lysandro y Castiel, amigos con personalidad y apariencia muy diferentes, pero entre ellos eran muy fieles.

—Buen ensayo —Fueron las palabras que dijo Castiel mientras colgaba el estuche de la guitarra al hombro.

—Opino igual —Contesto Lysandro bebiendo agua para refrescarse, cuidando bien su salud y voz.

—Veo que ya terminaron, se hace tarde, vámonos —Nathaniel hizo notar su presencia en el otro lado del mismo tiempo.

Comenzó a oscurecer cada vez más y fue peligroso durante las horas de la noche. Incluso siendo tres, en cierto punto del camino, debían separarse.

—Nathaniel, necesito pasar por el tocador antes si me lo permite… —Pidió amablemente el compositor que siempre fue amable y lo que con el rubio delegado que me dio la mano de la mano para poder practicar su música en el sótano del instituto.

—Está bien, diez de la llave del baño y del sótano —Decía Nathaniel resignado y no pudiendo negar a su amable solicitud— Cierra ambas y yo los devuelves mañana, estoy cansado y quiero llegar hasta aquí. Por favor Lysandro, no las pierdas.

—Gracias - solía ser la única respuesta del joven que se había utilizado para los baños, dejando a Nathaniel y Castiel solos in a incómodo silencio.

—Yo me largo —Sus palabras salieron como si las escupieran, pasando por el lado del delegado sin mirarle.

Nathaniel iba a seguirlo hasta la salida, pero no dio ni dos pasos que Castiel volvió con prisa.

—¿Qué pasa? —Pregunto desconcertado por su accionar repentino y que no lo había notado irse con prisa.

—Olvide mi mochila en el sótano —Contesto Castiel pasando por el lado de Nathaniel sin mirarle de nuevo, siendo algo sorpresivo para el rubio que responde su pregunta.

Vio a Castiel está detrás de la puerta del sótano, dio media vuelta para irse, pero se detuvo al instante en una luz por el pasillo. Se escondió para ver bien y vio a Lynn con una cámara en su zurda y una linterna en su diestra iluminando los pasillos. Seguramente estaba allí para poder saber el fantasma de los rumores.

—¿Qué tienes aquí otra vez? —Pensó nervioso Nathaniel mientras observaba a Lynn, se ocultaba cuando estaba en un punto de luz donde estaba él con la linterna: No tengo que volver a Verme, no creo que sea nuevo terminando papeleo ...

Sin embargo, no creo que haya un ruido oxidado, dejándola solo entreabierta, pero que se parece que estaba cerrada. Bajo las escaleras en silencio, topándose con Castiel que subía.

—¡¿Qué haces ?! —Exclamo enojado el pelirrojo al verso su camino bloqueado.

—Baja la voz, Lynn está afuera- Susurro nervioso Nathaniel, indicando que mantuviera la voz baja.

—¿Otra vez? Que no se pueda nunca. Sin embargo, no hay un error en Castiel, que no sea tan fácil como controlar el volumen de su voz al hablar.

—Así se ha dicho anoche —Respondió sin moverse en su lugar, sin querer iniciar una discusión con Castiel porque le dejaron la carga y el pretexto.

—Inventa otra excusa —Ya se estaba cabreando con la situación, quería volver a su casa, pero tenía el delegado frente al suyo.

"No voy a ver el nuevo tiempo". No me gusta mentir.

—Haz al ... —Un repentino sonido freno sus palabras, quedando ambos en silencio viéndose las caras.

—¿Qué fue eso? —Pregunto Castiel en el medio del sótano que fue iluminado por una pequeña bomba que de momentos parpadeaba.

—Creo que alguien cerró la puerta —Contesto Nathaniel manteniendo la voz baja, queriendo poder escuchar algo afuera.

De repente ambos se acordaron de un pequeño detalle.

—¡Lysandro! —Susurraron ambos exaltados y abriendo sus ojos de más.

Subiendo las escaleras corriendo, Nathaniel llegó primero y comenzó a trabajar con la puerta pesada del metal que intentó con los tirones del mundo.

—Está cerrada —Decía mientras estas intentando abrirla

—¡Apártate! - Grito Castiel.

Asustado por el grito se movió a un lado, viendo a Castiel golpear con fuerza la gran puerta con el hombro, haciéndose daño.

—¡Ahhh!

—¿Estas bien? - Preguntaba Nathaniel acercándose a Castiel.

—¡De que mierda está hecha esa puerta?! - Se quejaba sujetando el hombro que punzaba de dolor en aquel momento.

—Es una puerta vieja de acero inoxidable — Contesto Nathaniel mirando la puerta.

—¡Mierda, estamos encerrados! —Grito muy cabreado por la situación en la que estaba con el rubio.

—Déjame ver tu hombro… —Extendiendo el brazo para revisarlo, pero Castiel no se lo clasifica.

"No me toques". Apartado de un manotazo de la mano del menor.

Cabreado, Nathaniel bajo las escaleras y se sentó en un sofá grande, que a pesar de estar muchos años allí se encuentra en buenas condiciones. Se quito su mochila del hombro, hurgando dentro para encontrar su teléfono.

No hay señal —Frunció el ceño, comenzando a caminar por el cuerpo con el brazo extendido hace arriba.

—Es inútil, en ninguna parte hay señal —Decía Castiel sentado en el sofá, mientras se masajeaba el hombro, había golpeado con mucha fuerza en esa maldita puerta.

Nathaniel suspiro resignado, terminando por guardar su teléfono en la mochila e ir a sentarse al lado de Castiel. Un incómodo silencio se había formado entre los dos.

—¿Cómo estás tu hombro? —Pregunto Nathaniel para cortar con el ambiente pesado que había allí en el sótano.

—Solo fue un golpe, sí, un masaje y un poco me aliviara el dolor —Contesto de manera cortante mientras trabaja.

Nathaniel lo miro unos segundos antes de suspirar, se refiere al sofá, siendo seguido por la mirada filosa de Castiel. Se colocó del lado izquierdo de Castiel mientras se ponía sus manos en sus hombros.

—¡¿Qué haces ?! —Exigió enojado, volteando al instante su rostro para verlo a la cara.

—Te voy a hacer un favor —Contesto Nathaniel mientras comenzamos a leer el área donde se había golpeado.

Castillos en el cielo, el dolor, el dolor, el amor y la vida. Sus efectos en la zona se han reducido con suavidad, luego, y se puede encontrar un poco el dolor.

—Quien sabría que eres buen masajista delegado —Comentaba sonriendo de manera burlona Castiel mientras sentía a Nathaniel ahora masajearles a los costados del cuello.

Nathaniel llegó con su trabajo en el caso de un comentario sarcástico de Castiel.

—Oye te estoy halagando —Intento girarse un poco para ver la cara de Natanael que no había respondido a lo que dijo ni había sido notado en los movimientos de sus dedos.

—Gracias, ahora mira hizo que el frente —Fueron las palabras rápidas de Nathaniel para que Castiel no vea el rubor que se había formado en sus mejillas.

El silencio se hizo presente en el nuevo, pero esta vez no era para nada incómodo. Castiel sentir las manos del rubio masajearle suavemente por todo el área del hombro que se había lastimado. Estuvimos en un momento en el que no había nada que decir, que los parpados del pelirrojo no se perdieran, sino que también estaban relajados, incluso el humor había mejorado y disfrutado del masaje con los ojos cerrados.

—¿Cómo te sientes ahora? —Preguntó a Nathaniel con arrepentimiento, cesando el movimiento de sus manos, alejándose para acomodarse en el gran sofá.

—Mucho mejor —Castiel abrió sus ojos tranquilamente, moviendo su cabeza de lado a lado con suavidad y luego con el hombro afectado que había sido dejado de punzar.

Una vez que te despertes y que poco te quedes dormido, se ha visto y se ha hecho el estuche de su guitarra para agarrar su caja de cigarrillos y fumar uno.

—Está prohibido fumar dentro del colegio —Si quejó el rubio en el momento que le sacaba el cigarrillo de la mano a un Castiel que nunca pudo haber dado una calada. Lo apagó contra el suelo sin dudarlo y luego tiró en el cesto de basura.

—¡Oye, era el último que me quedaba! —El mal humor que había logrado desaparecer había vuelto a ser en un parpadeo.

No me interesa. Odio el olor a cigarrillo y ya estoy lo suficientemente estresado al tener que estar encerrado aquí contigo —Decía mientras se recostaba boca abajo en el sofá.

Cerró los ojos queriendo dormir, tener un momento de paz y olvidó que estaba encerrado con Castiel, pero de repente un peso sobre su espalda que le hizo abrir un golpe de sus ojos.

—¡¿Que haces ?! —Decía exaltado intentando levantarse sin mucho éxito por el peso encima suyo.

—Te voy a devolver el favor, delegado —Surro Castiel, mientras que ponemos sus manos sobre la espalda del delegado, sonriendo de lado como si usted está cometiendo una travesía.

Nathaniel para un escalofrió recorrerle por toda la espalda, se sentirá raro, pero cuanta menos resistencia pusiera, más rápido terminará por lo que se relajó poco a poco, cerrando sus ojos también. No le serviría de nada, no estaba de ánimos para comenzar a hablar con Castiel.

Dejo que esas grandes manos siguieran recorriendo su espalda mientras permaneciéramos profundamente dormidos, sin poder evitarlo, ya que ese día había estado lleno de papel del delegado. Castiel como el cuerpo del delegado.

—Oye… —Lo llamó sin recibir una respuesta.

Se quedó mirando el perfil del rubio, sus cejas perfectamente finas y el mismo color que su cabello y sus ojos. Fue bajando su vista hasta arriba con sus labios entreabiertos, por los cuales respiraba tranquilamente. Con sus manos bajo un poco la camisa de Nathaniel para ver su cuello, to to suavemente con sus dedos, sintiendo la suavidad de su piel al tacto, sonriendo cada vez más.

—Como no me quedan más cigarrillos, te voy a fumar a ti… —Susurraba mientras se inclinaba sobre el cuerpo del rubio.

Sus labios rozaban la curvatura del cuello de Natanael, con suavidad acariciada con la boca y la piel, suspirando sobre ella y el notario como se llama el erizaban. Antes de tener una sonrisa y no pasar en su lengua por su cuello, preparando la zona para cuando tomó la decisión con su boca y succionarla un poco. Con cuidado de las manos debajo del cuerpo del rubio dormido y desabrocho los primeros botones de su camisa, logrando así bajar y dejar de lado los hombros.

Sus labios fueron descendiendo por el cuello de Nathaniel que tenía pequeñas marcas de rojizas, disfrutando de más de las manos por los hombros del delegado, que no se podían encontrar fácilmente.

—Sí que tienes el sueño pesado —Murmuraba Castiel mientras observa la espalda de Nathaniel llena de marcas que dejo en ella.

Volvió a inclinarse para poder soltar sus labios en el cuello de rubio, sonrió para poder evitar unos segundos y mordió un poco más fuerte que antes.

—Ahh… —Salió un sonido similar a un gemido del dormido Nathaniel.

Con que el cuello es tu punto débil ehh… —Pensó el pelirrojo mientras volvimos a escuchar el cuello contrario y escuché los gemidos bajos de Nathaniel.

Castiel siguió besando y mordiendo, el cuerpo debajo del suyo se quita y rozaba su trasero con su entrepierna más que despierta. Insatisfecho y sintiéndose inquieto, metió sus manos debajo de la camisa de Nathaniel, comenzando a pellizcar sus pezones una vez los tuvo entre sus dedos.

—Ahh ~… Mmm… C-castieel… Más… —Fue el nombre que salió de los labios de Nathaniel junto a un suspiro.

Lo que se ve en su mano es abruptamente y se ve muy sorprendido al ser rubio y se tiene un sueño erótico con ÉL. Vio como empezaba a abrir despacio sus ojos y miraba intentando enfocar bien su vista de lado. Su respiración era un poco acelerada y sus mejillas estaban muy sonrojadas, una expresión que nunca antes vio vio menor.

—¿Castiel? —Susurro al reconocerlo por su roja cabellera.

Se trata de un acierto y un gran sérito porque, intento incorporado, pero en su parte trasera, concretamente, su trasero. Giro su cabeza para poder ver que era y vio que en el pasado, en su pantalón, justo en la entrepierna un enorme bulto. Quedo unos segundos antes de comenzar a bruscamente debajo de Castiel para sacárselo de encima.

—¡Sal de encima! —Gritaba Nathaniel, nervioso y sonrojado, sin embargo, no es más fácil en su contra, entre otras cosas, contra la entrepierna de Castiel.

—Quédate quieto —Intentaba para reducir la fricción que le generaba más calor.

¿Qué hacer? Inmovilizó sus brazos con sus manos y colocó sobre su cabeza, dejando a Nathaniel incapaz de zafarse, era más fuerte que él.

—¡Suéltame, pervertido! —Le grito teniendo sus mejillas completamente sonrojadas.

—¿Yo, pervertido ?, tú estás en un sueño erótico conmigo mientras te tocaba —Dijo dándose cuenta tarde de lo último, pero ya era tarde.

—¡Me estuviste manoseando mientras dormía? —Miró su hombro exaltado y vio un chupón en él. ¡Sé más rápido y mejor dicho, eres un violador!

Castigo sujeto a las manos de Nathaniel con su mano izquierda, dejando la derecha libre.

- Hace un rato estabas soñando conmigo, ¿no? —Susurraba Castiel se inclinó hasta quedar cerca del rostro contrario, teniendo en cuenta los labios cerca de Nathaniel sin llegar a tocarlos— Dime Nathaniel ... ¿Qué hacer para que me digas más?

Nathaniel temblaba debajo del cuerpo de Castiel, su respiración era entrecortada, las palabras no salían de su boca, estaba excitado y el aliento del mayor que chocaba con la gran cercanía, no le dejaban pensar.

—Yo no ... —Tartamudeo torpemente Nathaniel, sus ojos no paran de desviarse de la mirada de Castiel y sus labios.

—¿Quieres que te bese? —Le pregunto en un susurro lento, haciendo que sus labios se rindan y dejen un agradable cosquilleo en ellos.

Nathaniel ha sido hipnotizado por aquellos ojos grises que miran con los extremos lujuria por primera vez.

Castiel sin dudarlo de los suaves labios de Nathaniel con pasión, siendo correspondido al instante. Su voz libre se dirigió al mismo tiempo cuando se abrió la boca.

Quito completamente la camisa del rubio y con la corbata a las manos sin la parte de otro joven que el silencio cuando el soltó.

Abandono su boca y comenzó a besar su cuello, descendiendo lentamente, sacándole suspiros a Nathaniel que estaba sumiso ante su toque. Sus labios llegaron hasta el pecho contrario, mientras que la retorcía con suavidad.

El cuerpo contra el sillón se quita un poco, se da cuenta de que buscamos levantar su rodilla y apretar en la entrepierna de Castiel haciendo que este gimiera.

—¿Ansioso delegado? —Preguntó Castiel mientras desabrochaba el pantalón de Nathaniel con gran habilidad.

El saco de los zapatos que cayeron al suelo, seguido del pantalón con la ropa interior, dejando totalmente desnudo al rubio con las manos atadas intento de cubrirse. Sin embargo, sintiéndonos más excitado que antes.

—Deja de mirarme —Susurro sonrojado Nathaniel, sintiéndose completamente expuestos.

—Hay que admitir que tienes un cuerpo de niño delegado —Comentar el pelirrojo sin sacar los ojos del cuerpo contrario que fijamente.

—Sácate la ropa tú también —Dijo mientras fruncía el ceño, no le gustaba ser el único sin ropa.

—¿Porque no me la sacas tú? —Agregarse rápidamente a las manos del rubio y lo largo y ancho para que se incorpore en el sillón una vez que se haya bajado de encima.

Castiel desato las manos de Nathaniel y dejo que lo desvistiera sin vergüenza alguna. Con las manos temblorosas, el rubio le quito la chaqueta y la prosigió con la remera, Castiel levanto los brazos para facilitarle la tarea.

Nathaniel se quedó mirando el cuerpo, el suyo, el acercamiento, la boca, la lentitud, el cuello, la espera, el movimiento, el tiempo, la carga, el tiempo, la señal, el tiempo, el tiempo, el tiempo, el tiempo, el tiempo, el tiempo, el tiempo. Rojizas como la pelirrojo hizo en él.

Comenzó a descender hasta llegar al borde del pantalón, sentir la mirada de Castiel sobre él a la espera de ver qué hacía. Desabrocho los botones y el bajo junto con la ropa interior liberando la erección del pelirrojo que se alzó frente a sus ojos. Lo que se hace con una mano y acercarse a su boca, no se puede tener un instante antes de comenzar con las pequeñas canciones, escuchar gruñir al pelirrojo. Eso es todo un incentivo para ir más lejos, por lo tanto, todo lo que está en mi contra.

—Ahh ... —Gimió Castiel sorprendido y excitado a la vez por lo que has visto y sentir.

El rubio subía y bajaba por el miembro de Castiel.

Cuando llegué a Nathaniel, volvimos a recostarlo en el sofá, sirviéndonos de segundos para calmar y frenar el orgasmo que estaba en el lugar de la boca contraria. Acercó los dedos a la boca del rubio que miró unos instantes antes de lubricarlos con su saliva.

Sabían lo que hacían, no eran ignorantes en la época como el sexo entre hombres. Nathaniel hizo un tiempo, un hombre, una mujer teniendo sexo. La historia de Castiel era uno de ellos.

La pelicula en el cambio, también sabía como se hacía, como se preparaban los hombres para tener relaciones sexuales y solo un video era suficiente para tener una información guardada en su cabeza.

Nathaniel Retiro los dedos lubricados que fueron suplantados por la boca contraria, guía en el Castiel guiaba su mano a su entrada, comenzando a masajear lentamente y esperar un poco antes de medir el primer dedo. Sintió como el rubio se tensó ya los pocos minutos se relajó su cuerpo como su entrada que apretaba su digito.

El segundo expandió un poco más para luego medir el tercero, costando un poco, pero fueron pacientes. Nathaniel rompió el beso gimiendo de dolor mientras que aferraba a la espalda de Castiel, dolía y los medios de vida para dilatar su entrada, pero pronto terminaría mi larga espera.

—Voy a entrar —Dijo Castiel mientras se retiraba sus dedos viendo a Nathaniel quien asintió para luego besarlo, tomando su labio inferior con sus dientes y tirar de él con un poco de rudeza. Eso le gusto.

Haga clic aquí para obtener más información. Se quedo quieto esperando a que Nathaniel se acostumbrara, notando que sus ojos dorados brillaban por las lágrimas que contengan y que no dejen salir para no mostrarse.

—Puedes moverte —Nathaniel le agradeció internamente que el pelirrojo haya esperado pacientemente a que se acostumbren.

—Esta bien —Asintió Castiel sonrojándose por la forma en que Nathaniel lo miro y sonrió después, pero se excusa con el calor que había en el ambiente.

Comenzó a moverse de una manera lenta, acostumbrándonos a una fricción y una vez pudimos deslizarse con más facilidad, también a un ritmo con más rapidez. Nathaniel Gemía se convirtió en un personaje de castigo que le sirvió de incentivo a su voz.

Salió del interior del rubio que se siente en el lugar donde está el vacío. Metió su miembro de una sola embestida en Nathaniel, dando en el punto de placer que hizo que gimiera fuertemente y comenzando a cabalgarlo entre los temas para el placer que le da al embestir en ese punto.

Sentimos que estaban en un punto de venida y aumentaron las embestidas, Castiel se unió al miembro del rubio y comenzó a masturbarse, jadeando ante la estrechez.

—Ahh… Castiel, yo vengo… —Gemía Nathaniel sin dejar de saltar encima de Castiel, aferrándose al respaldo del sofá.

—Yo también… —Los movimientos de su mano sobre el miembro contrario frenaron para poder llevar a cabo las caderas al rubio y le ayudará a estar seguro. ¿Qué es esto?

—¡CASTIEL! —Gimió Nathaniel manchando el cuerpo del pelirrojo con su semen, quedando todo en el abdomen contrario.

—Nathaniel… —Le siguió Castiel sin ser escandaloso, sintiendo como las paredes del rubio apretaron fuertemente su miembro, viniéndose dentro de él.

Intentaron normalizar sus respiraciones sin dejar de mirar el otro lado, sin decir ni insinuar nada. Se han acercado sin dejar de verso hasta que sus labios se toparon, cerrando sus ojos y besandose lentamente.

Cuando la necesidad de aire se separó mucho, Nathaniel se redujo la ayuda y le dio un toque al miembro de Castiel salir de él. Se recostó en el gran sofá sintiendo ahora todo el peso de lo hecho, su cuerpo había llegado a su límite y quedó dormido al instante.

Lo que usted puede ver y lo que se ve, lo que no es nada, ni nada más, ni nada más que nada. Se acostó al lado tuyo, quedando frente a Nathaniel quien se acomodó usando su pecho como almohada, lo que está bien, lo que está bien.

Un ruido irritante invadió el sótano despertando al rubio que perezosamente abrió sus ojos. El ruido se produjo de repente para su alivio y el de su cabeza.

De repente las imágenes de lo que hizo lo golpearon haciendo que se sonrojara violentamente, con el fin de encontrar una cara de manera arrepentida y violar a Castiel durmiendo. Lentamente giro de su cuerpo para quedar en frente, acercando su mano y comenzando a delinear suavemente la cara del pelirrojo.

Primero son las largas y finas, su nariz pequeña, descendiendo hasta los labios que se sienten suaves al tacto. Retiro de su mano y se encendió para dar sabor a una vez más, pero un estridente melodía hizo que se alejara asustado y cayera del sofá al no estar en el lado del respaldo.

Aun asustado busco la fuente de esa horrorosa canción que provenía de la mochila del pelirrojo, abrió y busco hasta encontrar el teléfono de Castiel. Lo desbloqueo y se apagan al instante La canción que sonaba, Miro y Vio que era un mensaje de Lysandro preguntando dónde estaba, rápidamente tecleo una respuesta a pesar de no ser su celular.

Lo que no pudo haberlo hecho no pudo haber tenido un dolor en sus manos y rodillas. Castiel lo tenía agarrado de la cintura, apegándolo a su cuerpo.

—¿Estas bien? —Pregunto Castiel está completamente despabilado.

—Si… —Fue su respuesta, separándonos rápidamente de él y su camino hacia su mochila ante la mirada del alcalde.

—Sobre lo de anoche —Comenzó a decir Castiel, pero fue interrumpido por Nathaniel de manera abrupta.

—Fue un error —Fue su respuesta está en su pellejo mientras levantaba su mochila— Un simple revolcón.

-¿What? —Las palabras del rubio enojaron a castiel.

—Hagamos como si nada paso —Nathaniel caminó hacia la escalera con lentitud por la incomodidad en su cuerpo, pero fue alimentado por Castiel quien lo agarró del brazo y lo giro bruscamente.

Pues yo no quiero hacer como si nada paso. Siendo muy molesto por la indiferencia con el que he hablado el otro, viéndole fijamente y notando la sorpresa en los ojos dorados.

-¿What? —Susurro Nath sin poder creer lo que había escuchado.

No puedo decir que nada paso —Contesto más calmadó el pelirrojo, aflojando el agarre en el brazo del delegado— Yo te gusto, ¿no? Anoche después de hacerte masajes te quedaste dormido y cuando te tocaba dijiste mi nombre.

Nathaniel se sonrojo violentamente luego de escuchar lo que dijo Castiel que sonrió en grande.

—Sí lo hemos tenido, no hay nada significativo. Quería irse, sentir sus ojos, no quería llorar frente a él.

—¡Para mí si significo algo! —Grito sujetando los hombros de Nathaniel quien lo miraba sorprendido y con los ojos brillantes por las lágrimas— ¡Para mí fue más que sexo!

—SuéltameSurur Nathaniel ocultando sus ojos con su flequillo mientras forzaba débilmente para liberar el agarre del pelirrojo, manteniendo su cabeza gacha.

No te voy a soltar —Con sus manos levanto la cara del rubio para que mires a los ojos— Anoche mientras te das cuenta lo único que pasé por mi cabeza era que no me gustaría dejarte solo, que en solo pensar que alguien más te tocara como yo lo hice y veo esas expresiones tuyas me hizo hervir de celos.

Una palabra del pelirrojo, los ojos de Nathaniel salieron cristalinas lagrimas que eran secadas por los dedos de Castiel que acabó de descubrir que le gustaba ver al rubio llorar, revolvía el estomago y la llenaba de un sentimiento de culpabilidad.

-¿What? —Fue lo único que salió de la boca de Natanael que se sentó los dedos contrarios quitar las lágrimas que involuntariamente salieron.

—Pensé que eras más listo delegado —Sonrió divertido Castiel— En simples palabras me gus ...

Su confesión se vio interrumpida por el rubio que lo beso. Sonríe y abrezo la cintura del delegado.

Siguieron besándose hasta que escucharon la puerta del sótano abrirse, provocando que se separan bruscamente por el susto que les dio. Lysandro bajo lentamente y se sorprendió para luego ver a Nathaniel agarrado del cuello de Castiel y este abrazándolo por la cintura, ambos sonriendo.

—Sí que se tardaron chicos —Comento Lysandro sonriendo, feliz por su amigo— Las clases ya terminaron…

Nathaniel se sonrojo por el comentario del albino que hasta donde le conocía, nunca le escucho decir comentarios como esos.

—Bueno, nosotros y nosotros vamos a todos los modos —Fueron las palabras de Castiel que agarró la mano de Nathaniel, caminando hasta las escaleras para salir del sótano.

—¿A dónde vamos? —Pregunto Nathaniel mientras caminaba al lado de Castiel y agarrados de la mano, pasando por los pasillos del instituto que estaba vació.

"No se tu, pero yo tengo mucha hambre". Vamos a mi casa a comer y después, quien sabe, sin embargo, nada se dice nada en contra de eso.

Pasaron por un bazar y compraron comida rápida para hacer en la casa del pelirrojo. Una vez en la caja registradora, Castigo se dio cuenta de lo que sucedió en el pasado. Antes de salir.

—¿Qué pasa? —Pregunto Nathaniel al ver Castiel tenía el ceño fruncido desde que salieron del bazar.

—¿No viste como te miraba ese empleaducho del bazar? —Contesto refunfuñado ya que recordaba como había visto a Nathaniel el otro joven.

No me gustaría que me mirara con esa intención —Respondió simplemente Nathaniel encogiéndose de hombros, acomodándose a la mochila al hombro.

—Te comía con la mirada —Continuo Castiel, teniendo más para decir, pero no pudo.

El rubio agarro por el cuello de la chaqueta a Castiel para atraer hacia él y besarle lentamente, desapareciendo lo que el pelirrojo tenía para decir.

—Yo solo tengo ojos para una sola persona —Dijo mirando fijamente a Castiel que tenía un brillo especial en sus hermosos ojos ante la seriedad de sus palabras.

—Ya me asegurare de que nunca cambie, delegado —Sonrió el pelirrojo atrayendo al rubio para volver a besarlo.

 

Notas finales:

Buenaaas ~ E desaparecido por mucho tiempoo, Pero Hace Bastante Tenia Planeado retocar Este fic Que Fue El Primero Que escribi Y Me Daba vergüenza por Como ESTABA Hecho x'D Hace un mes o mas he aquí que mejore, sin Cambie la historia, sigue igual, Pero la lectura es más fluida que antes que era en verdad muy mal escrito, aunque no soy una experiencia, pero estoy ahora si está conforme como esta.

Espero que lo disfruten mejor así, aún reciban notificaciones de este fic y me alegra que les guste! Disfrutenlooo ~

Sin más que decir, TsukkiSaurio, fuera ~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).