[♥Dentro de esta distancia, puedo escuchar, las olas del mar. El cielo que parece llorar, con lágrimas me rodea♥]
Quito el antebrazo de sus ojos, solo para observar como gotas de agua golpeaban con algo de fuerza su ventana. Suspiro con melancolía y subió un poco más el volumen de la música en su mp3.
No quería ni recordarlo, ¿Para qué? Solo pasaría su sábado recostado en su cama, en aquella misma posición y repitiendo las canciones en cuanto se acabaran.
Le estaban pasando cosas extrañas, a la mente se le venían extraños recuerdos, donde aparecía un compañero de su clase, Derek White. Aquel alumno rebelde, el típico chico malo de la preparatoria, ¿Cómo es que se llego a fijar en él? Es decir, lo pensaba día y noche, y a su cabeza aparecía aquellos recuerdos que eran como sacados de una película.
Trago saliva, para poder aligerar, aunque sea un poco, aquel nudo en su garganta. ¿Qué significaba el dolor que sentía en el pecho?
Quería que el chico se fijara un poco en él, ¿Para qué? No lo sabía, solo sentía una extraña corriente eléctrica al mirarlo, aunque este solo desviara la mirada o lo mirara de forma un tanto vacía… ¿Acaso era poco atractivo a la vista?
Bueno, debía admitir que le agradaba su cabello castaño, un poco largo, con flequillo. Sus grandes ojos avellana y linda sonrisa, resaltando sus mejillas sonrosadas, muchos decían que era un joven muy apuesto, lindo e inocente, ¿Sera por eso que su compañero no lo toma en cuenta? Tal vez…
Derek White, se convirtió en la persona que pensaba a cada instante, algo le llevaba la atención de él, y no solo por ser “chico malo” no, después de todo el no era así… Le hablaba unas cuantas veces y le ayudaba cuando lo necesitara.
Muchos dicen que era distinto antes, pero comenzó a juntarse con un grupillo de mala fama. Borrachos, drogadictos; Todos unos matones, delincuentes ante los ojos de la prestigiosa preparatoria.
Derek era un chico apuesto y alegre, eso dicen, pero que luego cambio cuando su mejor amigo se alejo de él. Dejo crecer su cabellera azabache, llegándole ahora casi hasta los hombros, se perforo las orejas y se hizo varios tatuajes en la espalda y hombros.
Su duda era, ¿Quién sería aquel amigo tan importante para él? Y, ¿porque lo había abandonado si es que eran amigos?
[♥ Palpita ya, mi corazón, bajo la luz de tu fiel sombra. Así como yo, solía pensar, que nuestro amor siempre iba a durar…♥]
*
-¡Hey Eddy!, ¿Salimos juntos terminando las clases?
-Derek…-sonrió al observar a su amigo peli negro, aquel que lo miraba fijamente, sintió un revoloteo en su estomago y sus mejillas se encendieron- Claro, me encantaría
-Hecho. Iremos a la cafetería que te gusta, no tardes, te espero en la entrada.
Rio levemente y se despidió ligeramente con la mano, observando a su carismático amigo correr por los pasillos. Acomodo su flequillo y guardo libros en su casillero, mientras aquella sonrisa continuaba en su rostro. ¿Qué era lo que sentía al ver a Derek? Era algo inexplicable pero sin duda lindo, acaso era… ¿Amor? Él, a sus dieciocho años-y muy difícil de creer- no había experimentado sensación tan maravillosa como la que nacía estando con Derek.
*
[♥ El mundo que un día soñé, en aquel campo de claridad, tan mágico, como un cuento de hadas. Mi futuro, así quise dibujar ♥]
*
-¡Derek, D-Derek! D-detente…
No paraba de reír, estaba hasta llorando de la risa que le provocaban las cosquillas que el malvado de su amigo le estaba brindando. Toqueteaba su abdomen y mordía su cuello, todo le provocaba cosquillas, y como sabía su punto débil, se vengaba.
-¡E-eres…t-tan odioso!-le dijo entrecortadamente, la risa no dejaba de salir por su boca. Aquella que era tan linda y delicada-.
-No me importa, te haré cosquillas hasta que explotes-le respondió burlón, continuando con las caricias en el blanquecino abdomen del pequeño bajo el- A menos, que me compartas de tu malteada
-¡Y-ya te d-dije que sí!
Le sonrió coquetamente y paro las cosquillas. Dejando al pequeño recostado en su cama, intentando recobrar el aire.
Como lo hacían casi todos los días, al terminar las clases iban a casa del castaño, para divertirse un rato. Compraban golosinas y se ponían a jugar juegos de video, leer comics o simplemente pasar el rato los dos juntos.
-No resistes nada, Eddy-le hablo burlón desde una orilla de la cama, bebiendo tranquilamente una deliciosa malteada de chocolate-.
-Claro, como tú eres un monstruo que no sabe lo que son las cosquillas
-Oye, el que no sienta cosquillas no me convierte en un monstruo
-Robaste mi malteada, eso te convierte en uno. Es más, seguro y ya la terminaste
Hizo un ligero puchero, inflando sus mejillas en cuanto escucho como el peli negro sorbía lo último de su preciada malteada.
-Ops, lo siento Eddy
-¡Eres un malvado!
-Ya, ya. Ten, te doy a probar…
-¿Qué? Pero si te acabaste toda la…
Sus palabras fueron cortadas por el ligero beso que le dio Derek. Sus labios fueron degustados y sus ojos se abrieron con sorpresa, encontrándose con los profundos pozos azules de su mejor amigo.
Sintió como la traviesa lengua de Derek pasaba por sus labios, contornándolos. Se sonrojo a más no poder y se aparto un poco.
-¡D-De-Derek!
-Definitivamente no resistes nada, Eddy
El peli negro sonrió divertido y le dio un último beso en la mejilla, soltando una ligera risita después, haciéndolo avergonzar y ocultar su rostro rojo tras una almohada.
*
[♥ Una mentira es al final, más te quiero, aunque este mal… Esto no se puede cambiar, justo a tu lado, quisiera estar…♥]
*
-Hagamos una promesa, ¿Vale?
-¿Qué clase de promesa, Derek?
-Tú y yo, siempre seremos amigos, ¿De acuerdo?
-Espera, ¿quieres decir que, solo me trajiste al parque para decirme eso?
-Que insensible eres Eddy, esto no es simplemente un “parque”
Bufo un poco, es cierto, no solamente era un parque común, el lugar era extenso. Tenía muchos árboles, la mayoría con hermosas flores, a combinación con las que estaban en las raíces que los arboles dejaban observar entre el fresco y verdoso césped.
Sonrió divertido y observo a Derek nuevamente, mientras ambos tomaban asiento bajo el árbol más grande del lugar, aquel que era distinto a los demás, no solo por su tamaño, sino porque era el único de ahí que daba flores violetas.
-Muy bien, acepto tu promesa
-¿Qué, así sin más? Que poco romántico eres
-¿¡R-romántico!? ¡P-pero si tú!
Cayó sus palabras al sentir como su mano era tomada por la de Derek, aquella que se sentía tan fría ante su tibio calor. Dirigió su vista avellana hacia aquel lindo gesto. Había una diferencias entre sus manos, la mano de su amigo era un poco más grande, también cambiaba en color, ya que la de él era un poco tostada, mientras que el pequeño tenía la piel nívea.
-Yo, Derek White, prometo ser tu mejor amigo, Eddy Henderson. ¡Protegerte y hacerte reír en todo momento!
-Tonto…-susurro avergonzado, apartando su mirada un poco- Yo, Eddy Henderson prometo ser tu mejor amigo, Derek White… Apoyarte y estar a tu lado en todo momento…
El peli negro sonrió con efusividad y se lanzo a abrazarlo. Sin poder evitarlo, se sonrojo nuevamente. Aquello comenzaba a hacerse un hábito, mucho más cuando no podía olvidar aquella ocasión en que beso sus labios.
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