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Debilidad por Arifranz23

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Notas del fanfic:

Bueno, usualmente no me gusta mezclar términos coreanos (o en otros idiomas) cuando escribo y me aferro lo más que puedo a los recursos que me ofrece la lengua, pero en esta ocasión quería jugar un poco con la idea dongsaeng/hyung y como por claros motivos culturales estos términos no se reflejan en términos del español, pues se han colado en la historia... Aunque no estoy segura de haber logrado lo que quería con ellos (?)

Notas del capitulo:

Hola! Esta vez volví en forma de ChangNiel O.O Lo sé, estoy experimentando mucho con Niel y sus semes (? pero ya después de esto vuelvo a mi amado NielJoe <3 (Me quedará pendiente para alguna ocasión un ChuNiel) jaja

Espero que disfruten este shoot :3

Un tranquilo día de descanso. Eso era. La tarde era algo calurosa, pero se estaba bastante a gusto dentro de los dormitorios. Al menos eso les pareció a Niel y Changjo, quienes decidieron quedarse allí, mientras el resto de los miembros salían a dar un pequeño paseo. Luego de haber dormido gran parte de la tarde, se habían levantado sólo para echarse en el sillón a ver una película. Estaban en completo silencio. Niel se había recostado a lo largo del sillón, pasando sus piernas ligeramente flexionadas por sobre el regazo de Changjo, y se esforzaba por mantener sus ojos abiertos ante las constantes y suaves caricias que el menor le proporcionaba de manera casi inconsciente. Sus manos se posaban en sus rodillas y bajaban distraídamente por sus muslos de tanto en tanto, llegando un poco más allá del borde de sus shorts, acariciando con parsimonia su pálida piel. Aquella simple acción lo hacía sentir relajado y a gusto, por lo que sonreía levemente, conteniendo pequeños suspiros, mientras mantenía su atención en la pantalla de la televisión. O al menos eso intentaba, hasta que un jadeo involuntario escapó de sus labios.

Abrió sus ojos, volteando hacia él con un leve sonrojo. Changjo sonrió de lado, mirándolo intensamente antes de volver a posar los labios sobre su piel, dejando un húmedo beso justo por encima del pliegue de su rodilla.

-No sabía que fueras tan sensible aquí, hyung- murmuró socarrón cuando a Niel lo recorrió un suave estremecimiento -Pensé que comenzarías a ronronear en cualquier momento...

-¿Ronronear? ¿Q-qué tonterías dices, Jonghyun-ah?- balbuceó.

Changjo se removió en el sillón, inclinándose sobre él, acercando su rostro al suyo, casi cubriendo su torso con el propio. Sonrió mientras acariciaba sus piernas nuevamente, y esta vez recorría la cara interna de su muslo ejerciendo cierta presión con la yema de sus dedos. Niel apretó los labios, pero sus cuerdas vocales vibraron produciendo un gemido ahogado que, aunque apenas audible, consiguió que la sonrisa del menor se ensanchara con satisfacción.

-Tienes razón- comentó divertido, rozando sus labios con los suyos -"Ronronear" no era la palabra...

-Idiota- infló sus enrojecidas mejillas, pretendiendo estar ofendido, y pronto sus labios fueron arrebatados en un breve pero apasionado beso, que no dudó en corresponder.

-Te quiero, Niel. Quiero conocer hasta el más mínimo detalle sobre ti.

-Sólo eres un dongsaeng pervertido- rió, pasando los brazos alrededor de su cuello -Pero también te quiero, Jonghyun-ah.

Se miraron y sonrieron por un instante antes de que sus labios volvieran a juntarse, esta vez en un intenso y prolongado beso. Las manos de Changjo finalmente abandonaron sus piernas para ascender por sus caderas y su cintura, mientras que las de Niel seguían el camino inverso, descendiendo por su amplia espalda, queriendo llegar hasta el borde de su remera y escurrirse por debajo de la fina tela. El beso fue interrumpido momentáneamente por un suave gemido que escapó de la boca de Niel cuando una pierna de Jonghyun se acomodó entre las suyas, rozando levemente su entrepierna. Sus labios entreabiertos cedieron el paso a la cálida lengua de Changjo, que acarició la suya y recorrió su paladar, embriagándolo.

Suspiró cuando sus manos alcanzaron su objetivo y pudo sentir la ardiente y tersa piel de Jonghyun bajo sus dedos. Gimió cuando la mano de Jonghyun se escurrió dentro de su pantalón y apretó juguetonamente su glúteo. Volvió a gemir con más fuerza cuando esa misma mano se deslizó hacia adelante, masajeando sin pudor su miembro por encima de la ropa interior.  Y en el momento en que se disponía a deshacerse de aquella prenda que se interponía en su deseo de tocar cada centímetro del torso del menor, sintieron el ruido de la puerta, seguido de un leve carraspeo. Changjo quitó inmediatamente la mano de sus pantalones, pero tardaron al menos un segundo más en separar sus labios, y voltear lentamente para encontrarse con el resto de los miembros, en fila en el umbral de la puerta.

-Hola, hyungs- saludó Changjo como si nada, controlando increíblemente su respiración, que en cambio salía húmeda y agitada de los hinchados labios de Niel.

Chunji los contemplaba divertido, enarcando las cejas, al igual que LJoe, quien estaba detrás de él con una pícara mirada. Junto a él estaba Ricky, con un leve sonrojo en sus mejillas. Sonrojo que no se aproximaba en nada al fuerte color que había adoptado el rostro de Niel, el cual parecía que comenzaría a echar humo de un momento a otro, esquivando los ojos de sus compañeros mientras Changjo salía de encima suyo y ambos se sentaban en el sillón.

-Consigan una habitación, chicos- murmuró Minsoo, totalmente desinteresado, ignorándolos mientras pasaba por su lado hacia su cuarto.

-Por favor, no quiero tener que ir a terapia para borrar estas imágenes de mi cabeza- bromeó Byunghun, arrojándose en el sillón al otro lado de Jonghyun.

-Sólo agradece no haber llegado dos minutos después, hyung- sonrió él, rodeando la cintura de Niel con su brazo, atrayéndolo para que se recargara sobre él. Besó con suavidad su sien y susurró en su oído: -Porque estaba a punto de comenzar a arrancarte toda la ropa.

Aquello le valió un golpe por parte de Niel. Su rostro aún estaba bastante enrojecido, pero no pudo evitar sonreír al pensar que él estaba a punto de hacer lo mismo.

-Escuché eso, par de pervertidos.

LJoe continuaba molestándolos, con ChanHee y Ricky sumándose a él ocasionalmente, sobre todo cuando Niel se lamentó por haberse perdido el final de la película. Pidieron algo para comer y decidieron ponerla una vez más, ya que el resto no la había visto aún.

Como el sillón no era lo suficientemente grande para que entraran todos, tras perder en el "piedra, papel o tijeras", Changjo, al igual que Changhyun, acabó sentado en el suelo. Pero se posicionó cómodamente recostado entre las rodillas de Niel, recibiendo leves caricias en el cabello de su parte. Y como se aburría de volver a ver todo otra vez, se entretuvo con su pasatiempo favorito: provocar a Niel. Estaba en la posición perfecta para ello. Sólo debía girar levemente su rostro y en la penumbra de la habitación nadie lo vería saborear sus piernas, a menos que él reaccionara a ello. Quizás no le habría parecido una idea tan interesante de no haber sido por lo ocurrido antes, pero ahora quería descubrir hasta dónde era capaz de soportar el mayor.

Volteó su rostro hacia un lado, dejándolo sentir primero su respiración sobre su piel. Un suave jalón en su cabello le indicó que Niel conocía sus intenciones y le advertía que no lo hiciera. Contuvo una sonrisa y lamió con parsimonia su muslo con la punta de la lengua, para luego volver su vista al frente. Niel soltó un bufido apenas audible que lo llenó de satisfacción. Jonghyun respondió entonces con un juguetón mordisco. Y durante el resto de la película continuó besando, mordiendo, lamiendo, succionado cada centímetro de piel a su alcance a intervalos irregulares, mientras Niel permanecía en silencio, jalando de su cabello o dándole leves golpes con la rodilla para que se detuviera. Sin duda se iba a molestar con él luego, pero sabía que no le diría nada enfrente del resto y debía aprovecharlo.

En cuanto la película acabó y encendieron las luces, Changjo pudo apreciar el rostro completamente enrojecido de Niel por unos instantes. Desvió disimuladamente su vista a las pequeñas marcas rosas que se había encargado de dejar en sus extremidades inferiores y que sin duda serían más notorias al día siguiente, y decidió hacer una retirada estratégica, reclamando su turno para tomar una ducha. Niel lo observó marcharse, sintiendo su rostro arder de furia, vergüenza y excitación. ¿Cómo se atrevía a provocarlo de esa manera enfrente del resto de los miembros, sobre todo después de lo ocurrido en la tarde, para luego huir cobardemente? Que todos supieran acerca de su relación no implicaba que tuvieran que conocer los detalles de su intimidad, pensó con molestia, aún sentado en el sillón mientras los otros se dispersaban, retirándose a sus respectivas habitaciones. Esperó un poco más, a que Changjo saliera del baño, y entró al cuarto que compartían justo detrás de él, asegurándose de cerrar la puerta tras de sí.

Mordió su labio al contemplar aquel cuerpo que le daba la espalda y que estaba sólo cubierto por una toalla que se aferraba a su delgada cadera, allí donde terminaban su recorrido las provocadoras gotas de agua que descendían lentamente desde su cabello aún mojado. No había notado su presencia. Se acercó a él sigilosamente y cubrió sus ojos con una de sus manos, rodeando su cintura desde atrás con la otra, apegándolo a su cuerpo. Depositó un sensual beso en la base de su cuello, justo a mitad de camino entre sus hombros, sonriendo cuando Changjo se estremeció ligeramente, y jaló luego su cabeza hacia atrás, llevando su oreja a la altura de sus labios.

-¿Te gusta provocar a tu hyung, Jonghyun-ah?- murmuró, exhalando su cálido aliento en su oído, antes de introducir levemente su lengua en él. Changjo jadeó, algo sorprendido, y los labios de Niel atraparon el lóbulo de su oreja, mordiéndolo y succionándolo con fuerza -Yo también conozco tus debilidades...- susurró provocadoramente, satisfecho cuando sus acciones arrancaron un suave gemido de su boca.

Descendió entonces con húmedos besos por la parte posterior de su cuello, dejando algunas marcas de mordidas, y arrasó también con su clavícula, saboreándola con sus gruesos labios. La mano que aún le oprimía la visión se encargaba de extender su cuello para dejarle el camino libre a su boca. Los dedos de su otra mano recorrían su pecho y su abdomen con ligereza, rozando su ardiente piel, descendiendo juguetonamente hasta el nudo de la toalla. Y, sin dudarlo, soltaron aquel agarre, dejando que la tela cayera al suelo. Sus labios volvieron a apresar el lóbulo de su oreja mientras sus dedos se aventuraban a acariciar lentamente su miembro, torturándolo con su parsimonia, sintiendo todo su cuerpo en tensión. Sonrió para sí, aplicando algo más de fuerza a sus dedos, disfrutando del tenue sonido de sus jadeos y gemidos ahogados. De a poco, fue soltando por fin el agarre sobre sus ojos e introdujo una vez más la lengua en su oído antes de murmurar con la voz más jadeante y excitada que era capaz de articular:

-Tómame.

En sólo un instante Changjo volteó hacia él, quitó su remera ágilmente y capturó sus labios en un necesitado beso, a la vez que apegaba su torso al suyo. Lo guió hacia la cama y lo empujó suavemente sobre ella. Con otro veloz movimiento, quitó sus shorts y su ropa interior, antes de acomodarse entre sus piernas. Contempló un momento el sonrojado rostro de Niel, algo avergonzado al haber sido desnudado con tanta facilidad e ímpetu, y volvió a besar sus labios.

-Ahora nadie nos interrumpirá- comentó con una provocadora sonrisa, bajando luego por su mandíbula con lentos y sensuales besos -Aunque debemos procurar que no nos escuchen...

Niel percibió el leve tono de malicia en aquel susurro, que fue automáticamente seguido de un profundo movimiento de caderas. Jonghyun frotó su cuerpo contra el del mayor, quien tuvo que apretar sus labios para contener un gemido. En cierto modo, contener sus voces hacía la situación más excitante a la vez que hacía más difícil el contenerse. Los gemidos eran transformados en múltiples suspiros mientras sus cuerpos eran recorridos por las manos ajenas, sus respiraciones se aceleraban más a cada segundo. Niel enredó sus dedos en el cabello de Changjo cuando él escondió la cabeza en su pecho, besándolo, lamiendo y succionando sus pezones. Gimió un poco, dejando salir parte de su excitación y pudo sentir como el menor sonreía contra su piel. Levantó su rostro para acercarlo al suyo y posó dos dedos sobre sus labios.

-Shh...- susurró, indicándole que guardara silencio, aunque su expresión más bien parecía querer incitarlo a gemir más fuerte.

Niel le devolvió la mirada mientras tomaba aquellos dedos y los introducía en su boca, lamiéndolos hasta dejarlos cubiertos en saliva. Entonces, esos dedos descendieron hasta su parte trasera y comenzaron a prepararlo con cuidado y habilidad, y él recibió en su boca la cálida lengua de Jonghyun, ahogando entre sus labios los jadeos que le provocaba aquella intromisión en su cuerpo. Cuando estuvo lo suficientemente listo, los dedos del menor abandonaron su interior, y en cambio sus manos lo tomaron por detrás de las rodillas con brusquedad, separándolas y empujándolas hacia abajo, doblando su cuerpo para dejarlo totalmente expuesto ante él. Y apenas pudo estremecerse por el roce de su miembro contra su entrada, cuando lo sintió penetrando lentamente en él. Llevó un puño a su boca, mordiéndolo para evitar gritar, mientras su otra mano se asía a las sábanas.

-¿Duele?- inquirió Jonghyun algo preocupado cuando entró por completo en él y acarició con delicadeza su rostro, lo que hizo que Niel abriera los ojos que tenía fuertemente cerrados y lo mirara, negando levemente.

-E-estoy bien- murmuró jadeante -Se... sient-e bien- sonrió y lo abrazó por el cuello -Muévete.

Changjo lo besó dulcemente, comenzado a moverse con suavidad. Pero a medida que el cuerpo de Niel se relajaba, las embestidas se volvían más intensas y bruscas. Las manos que sostenían sus piernas flexionadas incrustaban los dedos en su carne con fuerza. Las yemas apretaban sus muslos por la parte trasera como si quisieran desgarrar sus músculos con aquella presión. Lo mantenían firmemente doblegado y expuesto ante él. Una firmeza que habría resultado dolorosa, si no hubiera estado superada por el placer.

-Jo-Jonghyun... no... tan... fue-rte- jadeó con voz ahogada.

Por la forma en que su espalda se arqueaba y sus paredes se contraían alrededor de su miembro, él sabía que no le estaba haciendo daño, sino que probablemente se le hacía ya insoportable contener su voz. Sonrió cuando con la siguiente embestida, el mayor cerró sus ojos fuertemente, echando la cabeza hacia atrás con su boca abierta en un grito mudo. Casi podía oír ese gemido resonar en sus oídos. Sin duda, había encontrado el punto más sensible de aquel perfecto cuerpo sobre el que ahora se cernía. Y lo embriagaba la idea de ser el único que lo conociera, el único que había descubierto aquel punto débil que volvía loco de placer a su hyung. Volvió a llegar a él una, dos, tres veces... Sintió cómo las cortas uñas intentaban arañar su piel y oyó cómo los jadeos se atoraban en su garganta, cortando su ya irregular respiración.

-Niel-hyung...- se acercó a su oído y musitó con voz entrecortada y rasposa -M-me estás succionando tanto... Voy a venirme.

-Yo... tam-bién... ya... ah...

Su vientre se contrajo y un gemido interrumpió sus agitados balbuceos. Los labios de Changjo buscaron los suyos una vez más, silenciándolo, ahogando sus propios gemidos en su boca. Niel enredó entonces sus dedos en el cabello del menor, apartándolo de sí para poder exhalar una exclamación de placer en el preciso momento en que llegaba al orgasmo, sin importarle ya que pudieran oírlo. Entre espasmos se derramó sobre su abdomen y poco después sintió cómo la esencia de Jonghyun quemaba en su interior.

Permanecieron allí, inmóviles, intentando normalizar su respiración durante algunos minutos. Luego Changjo salió de él con cuidado y lo limpió delicadamente con unos pañuelos antes de recostarse a su lado,  tapándolos a ambos con las sábanas.

-Niel...- lo llamó, besando sus labios con ternura.

-¿Mmn..?

Sonrió al notar cómo el mayor comenzaba a ser dominado por el cansancio, manteniendo sus ojos apenas entreabiertos. Acarició levemente su cabello y se aproximó a su oído para susurrarle con cierta timidez:

-Te amo, hyung.

Niel rió suavemente, cerrando sus ojos por completo y acurrucándose en el pecho de Jonghyun. El siempre provocador, avasallador, apasionado dongsaeng que lo doblegaba con una simple caricia, seguía siendo tan torpe e inocente para expresar sus sentimientos como cuando se había confesado la primera vez, entre balbuceos nerviosos. Enredó sus piernas con las suyas, y se estiró un poco, besando su cuello con sus mullidos labios.

-Yo también te amo, Jonghyunnie- contestó con tranquilidad, antes de finalmente quedarse dormido.

 

Alguien intentó abrir la puerta, y luego comenzó a golpear con insistencia, cuando esta no cedió de acuerdo a sus intenciones. Changjo interrumpió la tarea de secar su cabello y, dejando reposar la toalla sobre sus hombros desnudos, quitó la traba que detenía el ingreso a la habitación.

-¿Por qué se encierran?- bufó Byunghun, apartando a Changjo y entrando sin saludar -Niel, ¿has visto...?

Se detuvo en seco al ver que su compañero aún dormía. Se encontraba acostado de espaldas a la puerta, enfrentando la pared, y a pesar de que una sábana lo cubría desde sus caderas, enredándose en sus piernas, se podía adivinar su desnudez debajo de la ligera tela. Su boca se abrió en sorpresa, así como sus ojos, y desvió rápidamente la mirada. No es que fuera algo extraño verlo así, ya que en más de  una ocasión habían tomado duchas juntos, como con el resto de los miembros. Pero aquella visión le resultó de alguna manera bastante erótica, y sin duda era una imagen de Niel que Byunghun no deseaba que permaneciera en su mente. Volteó inmediatamente hacia Jonghyun, que puso su expresión más inocente y llevó un dedo a sus labios, indicándole que guardara silencio.

-Yah, par de pervertidos, haré que los cambien de habitación- exclamó, fastidiado. Luego suspiró. -En menos de una hora debemos irnos- le recordó.

Le dedicó una sonrisa cómplice antes de salir de la habitación, aunque Changjo pudo oírlo refunfuñar sobre tener que contemplar tales escenas en la mañana mientras se alejaba por el pasillo. Dejó escapar una leve risa y volteó a ver a Niel, quien no parecía haberse percatado de la intromisión. Mejor así, pensó acercándose a la cama y sentándose en ella. Se inclinó sobre el mayor y depositó suaves besos en su hombro, pero estaba tan profundamente dormido que no se inmutó.

-Niel-hyung, despierta, tenemos actividades...- murmuró dulcemente, acariciando su delgada cintura y continuando con pequeños besos que recorrían parte de su espalda y subían por su hombro hasta su cuello.

Su mano bajó ligeramente por su abdomen, y unos dedos se entrelazaron con los suyos. Sonrió, ahora besando tiernamente la mejilla de Niel, quien aún se rehusaba a abrir los ojos.

-Niel-ah, despierta, dormilón.

-Pequeño irrespetuoso...- bufó  somnoliento, aunque una leve sonrisa se formó en sus labios y poco a poco abrió sus ojos.

Volteó levemente para encontrarse con los oscuros ojos de Jonghyun fijos en él, pero en ese momento el menor dejó escapar una sonora carcajada.

-Tus labios están realmente hinchados hoy- rió.

-Yah, ¿de quién crees que es la culpa?- se quejó, llevando una mano a su boca, tapándolos.

-Lo siento- dejó de reír, aunque no pudo quitar la sonrisa de su rostro. Apartó la mano de Niel y él frunció sus labios en un puchero ofendido que Changjo encontró adorable -Son más encantadores así, me dan ganas de morderlos...- susurró antes de besarlo suavemente -Pero creo que eso lo empeoraría, y ya debemos irnos.

Niel suspiró. Le hubiera gustado permanecer más tiempo acostado, pero aún debía ducharse, por lo que robó otro fugaz beso a Jonghyun y se incorporó, sentándose en la cama. Rascó su cabeza distraídamente, conteniendo un bostezo, y sus ojos se abrieron cuando miró hacia abajo y contempló su cuerpo desnudo.

-¡Choi Jonghyun! ¿Qué demonios es esto?- exclamó al ver las múltiples marcas en sus muslos.

Sin duda eran producto de su "jueguito" mientras miraban aquella película. Aunque parecía haber otras más leves en los costados que no podía precisar. Llevó una mano hacia ellas y su rostro se tiñó de rojo al descubrir que en cierta forma se adaptaban al patrón de sus dedos.

-Bestia insensible- masculló, recordando la forma en que lo había tomado la noche anterior.

-Al menos las tuyas quedarán ocultas en cuanto te pongas un pantalón...- comentó divertido Changjo, pasando por alto el último comentario y girando su torso levemente para que fueran visibles las marcas en la parte posterior de su cuello.

Niel no pudo replicar al verlas y sólo se rindió, esbozando una media sonrisa.

-Lo que no entiendo es por qué el repentino interés en atacar mis piernas- suspiró.

Jonghyun sonrió, acercó su rostro al suyo y lo besó. Una de sus manos acarició suavemente su muslo, apenas rozando su tersa piel y el mayor se estremeció. Una casi imperceptible reacción ante el mínimo tacto.

-Es solo que pareces ser tan sensible aquí, hyung, nunca lo habría imaginado...- murmuró sobre sus labios.

Él desvió la mirada, sintiendo sus mejillas arder.

-C-creo que deberíamos arreglarnos ya para irnos.

Se levantó velozmente, escuchando la risa de Changjo y tomó algo de ropa antes de dirigirse al baño, consciente de la mirada del menor aún sobre él. Pero no se lo diría. Cerró la puerta y sonrió avergonzado. No iba a admitirlo tan fácilmente. ¿Acaso debía decirle que sólo reaccionaba así porque se trataba de él? Negó para sí, abriendo la canilla para que comenzara a correr el agua. Cada roce suyo lo hacía temblar, no importa dónde lo tocara. Cada caricia suya era su debilidad. Cada beso, cada gesto. El agua caliente recorrió su cuerpo. Mordió su labio, conteniendo una nueva sonrisa y suspiró. Pero estaba bien así. Amaba esa debilidad, después de todo.

Notas finales:

Espero que les haya gustado :3

Saludos ~


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