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Por fin a solas por Jinx-Tonks

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Notas del capitulo:

Espero que les guste, dejen sus comentarios!

        Por fin a solas

 

A Masato lo despertó el constante y molesto sonido de los ganchos de la ropa al chocar uno contra otro, no abrió los ojos, sabía perfectamente de dónde provenía aquel sonido, su compañero de habitación cada mañana se encargaba de que no lo olvidara mientras elegía la ropa que usaría ese día, Ren siempre había sido así, indeciso y detallista. Finalmente el sonido se detuvo, pero lo remplazó el inconfundible sonido de los pasos de Ren por la habitación, probablemente se estaría vistiendo, en eso estaba pensando aún a ojos cerrados cuando sintió el peso de alguien ubicarse a los pies de su cama, y antes de que pudiese reaccionar ese peso se posicionó justo sobre él

-¿Cuánto tiempo más fingirás estar dormido?-susurró en su oído su compañero de cuarto y hace algunos meses, novio, sintió un escalofrío recorrerle, odiaba ese control que la sola voz del rubio tenía en él

-¿Cómo te diste cuenta?-murmuró abriendo los ojos y encontrándose con el rostro sonriente de Ren

-Cuando estás durmiendo tu respiración va más lento, además tienes la costumbre de apretar las sábanas, no lo estabas haciendo desde hace un rato

Masato frunció los labios y acto seguido dejó salir un bufido

-Eres un psicópata, ¿sabías?

-Hmm, sí-Ren sonrió abiertamente mientras lo besaba suave, Masato no pudo más que corresponder, así empezaban sus días últimamente, y la verdad, le encantaba, aunque jamás admitiría algo así en voz alta, lo único que molestaba  al peliazul era que hace algunas semanas, ese pequeño momento en la mañana era lo único que compartía de forma física con su pareja, y es que tanto Ren como él estaban más que ocupados, entre tareas y deberes del instituto, ninguno de los dos tenía tiempo, apenas se veían en el día y cuando al fin se encontraban, ambos estaban tan cansados que caían rendidos en sus camas, esta situación ya estaba empezando a molestar a Masato, él también era hombre después de todo.

Para Ren la situación no era muy distinta, también sentía la necesidad de un momento a solas con su Masato, pero eso se veía cada vez más lejano

-Ren…¡Ren! ¡TE ESTOY HABLANDO REN!- el aludido dio un salto en su lugar, tan concentrado en su miseria estaba que no se dio cuenta de que Syo lo llamaba hace quizás cuanto tiempo, sonrió y se pasó una mano por el cabello, viendo a Tokiya y a Syo mirarlo atento

- Perdoname Chibi-Tan, ¿Qué decías?

-¡NO ME LLAMES CHIBI-TAN!

- Syo decía que que te pasa, has estado extraño todo el día- Dijo Tokiya sin inmutarse ni un poco, aunque Ren sabía que en el fondo estaba preocupado

- Ah… No me pasa nada, solo estoy algo pensativo

-Hmm… ¿pensativo?, ¿Pasa algo con Hijirikawa-san?- Syo lo miraba interesado, aún no sabía cómo ese chico podía ser tan asertivo a veces-

- Sí y no, es algo complicado…

- Ahora tenemos el descanso para almorzar, si quieres hablar con él este es el momento-dijo Tokiya mirando hacia otro lado, entonces Ren cayó en cuenta de lo obvio, tenían una hora y media de descanso, era perfecto para por lo menos pasar unos momentos a solas con su Masato, sin siquiera contestarles a sus amigos, salió corriendo en dirección a la clase A, sabía que su pareja siempre se quedaba más tiempo, y efectivamente, ahí lo encontró, sentado con Haruka, Otoya y Netsuki, tomó aire y preparó su mejor rostro dramático para luego…

-¡Oigan, esto es urgente!, ¡Chibi- Tan se atoró con su corbata y ahora no puede respirar! ¡CREO QUE VA A MORIR!

- ¡¿QUÉ MI ADORABLE Y LINDO SYO-CHAN QUÉ?!-Natsuki prácticamente se cayó de la silla, salió corriendo en dirección a la clase S gritando “A UN LADO, TENGO QUE ASESINAR A UNA CORBATA”, seguido de cerca por un preocupado Otoya y una confundida Haruka, sin embargo, como esperaba Ren, Hijirikawa Masato no era tan inocente

-¿Con una corbata? ¿Es en serio?- El menor arqueó una ceja y lo miró a brazos cruzados- ¿Por qué la mentira?

Ren se limitó a cerrar la puerta y poner el seguro cuando se aseguró de que estaban completamente solos, ignorando por completo los reclamos de su novio sobre que eso no estaba permitido, apenas terminó de ponerle llave a la puerta se dio la vuelta y atrapó su cintura con manos fuertes, mirándolo a los ojos

-Te extraño-susurró sobre sus labios para luego besarlos lento y pausadamente, Masato trató de alejarse los primeros tres segundos, pero hasta ahí llegó toda su resistencia, se dejó llevar por esos labios que tan bien lo conocían y pasó los brazos por su cuello, en un intento de hacer que sus cuerpos estuviesen aún más cerca, Ren, por su parte, poco a poco iba perdiendo la cordura, tanto tiempo alejado de ese cuerpo, de esas sensaciones, que ahora se reencontraban con él, que no podía mantenerse mucho tiempo tranquilo, el beso de a poco fue cediendo ante la pasión, las lenguas de ambos se movían contra la ajena, tratado de domar a su contrincante, Masato fue presa de un suave rubor en sus mejillas, mientras que Ren sentía que su parte inferior comenzaba a despertar de a poco, se separaron al faltar el aire y se miraron, jadeantes, Ren no lo soportó más y tomando a Masato de las caderas, hundió su rostro en el cuello del mismo, respirando su aroma, ese que tanto amaba, para luego, llamado por el instinto que solo Masato despertaba en él, comenzar a besar apasionado toda la piel que se le ponía en frente, si era sincero, no le interesaba si esos besos y mordidas estaban dejando marca, Masato se limitaba a jadear con los ojos cerrados, hasta que reaccionó un poco y se dio cuenta de la situación en la que estaban

-E-espera…-jadeó bajo, separándose un poco, Ren lo miró, con los ojos cargados de deseo- No podemos… hacerlo aquí

-No hay nadie…la puerta está cerrada, no veo por qué no

Y esa fue toda la respuesta que Masato recibiría, Ren lo tomó en brazos, elevándolo y sentándolo en una de las mesas vacías del salón, Masato rodeó la cintura de Ren con sus piernas, haciendo una agradable pero tortuosa fricción de sus miembros sobre la ropa, el rubio continuó besando el cuello de su novio, mientras este movía sus caderas hacia adelante, buscando hacer contacto con el miembro ya erecto de Ren

-Ah…-se le escapó un gemido más fuerte a Masato, justo junto a su oreja, encendiendo aún más los deseos de Ren por poseerlo, en un movimiento rápido despojó al peliazul de su camisa, y sin perder más tiempo se inclinó para besar con pasión los pezones del chico, lamió en círculos, alrededor de ellos primero, haciendo presión conforme se acercaba al centro, y cuando llego, succionó suave, sintiendo como Masato se retorcía bajo su cuerpo, arqueando su espalda e incitándolo a seguir, bajó sus besos por el abdomen del chico, dejando marcas por todo el recorrido, se entretuvo pasando su lengua por su ombligo, mientras sus hábiles manos le desabrochaban el pantalón, bajándolo y dejándolo con solo la ropa interior, sintió las manos de Masato en su pecho y lo miró

-D-déjame a mi…-murmuró, enderezándolo y besando su cuello, se deshizo también de la camisa de Ren y acarició ansioso su abdomen y bajo vientre, bajó la mirada, encontrándose con un considerable bulto ante sus ojos, se relamió ante esto y se bajó de la mesa, agachándose ante la mirada atenta de Ren, le bajó los pantalones y la ropa interior de un solo movimiento, dejando al descubierto su pene ya grande y erguido, se mordió el labio inferior mientras lo masturbaba con tortuosa pero deliciosa lentitud, sin perder el contacto visual

-Estás muy duro-susurró claramente excitado

-¿De quién crees que es la culpa?-respondió el mayor mirándolo desde arriba con una expresión algo desesperada, Masato sonrió y lamio lento toda la longitud del miembro, asegurándose de ejercer la suficiente presión con su lengua, al llegar a la punta se la metió a la boca, pasando su lengua por todas partes, saboreando lo que podía, sin dejar de mirar a los ojos a Ren, quién jadeaba grave, mordiéndose los labios para no dejar salir sonidos más fuertes, Masato sonrió internamente ante esto y succionó fuerte, haciendo que Ren soltara el gemido que trataba de contener

-Ah…Masato…hmm

-¿Te gusta, Ren?- Se separó un poco de aquel miembro, tomándolo con su mano de nuevo y marcando un ritmo lento con ella, Masato arrastraba las palabras, sabía lo que eso provocaba en su pareja, y lo aprovechaba todo lo que podía

-Me encanta, pero creo que ambos queremos otra cosa-contestó el rubio para luego hacer que Masato se levantase y besarlo, apasionado y mordiendo esos pedazos de piel que tanto le gustaban, se separó, acariciando sus piernas y frotando sin pudor alguno sus cuerpos, sudorosos y ansiosos

-Aaaah Ren…-gemía Masato, moviendo sus caderas también, ayudando en esa fricción entre sus miembros, que palpitaban debajo de la ropa interior de cada uno, pero eso se acabaría pronto, el menor tomo su prenda y la bajó desesperado, haciendo lo mismo con la de su novio, el movimiento de cadera se volvió frenético, mientras sus lenguas se frotaban fuera de sus bocas, reprimiendo los gemidos que pedían por salir.

Masato sintió las manos de su novio en su trasero, lo sintió apretar sus glúteos a su antojo, apretando más sus caderas y de la misma forma, sus miembros, las manos del rubio no se detuvieron, y de un rápido movimiento, introdujo un dedo en su entrada, arqueo la espalda de placer y de dolor, aunque ya había aprendido a ignorar el dolor y concentrarse solo en el sentimiento de placer que esos dedos le daban, movió la cadera más fuerte aun, buscando que se adentrara más en él, acudiendo a su pedido, Ren introdujo un segundo dedo, y comenzó a mover ambos simulando embestidas, Masato gemía sin parar

-Ren..y-ya basta, métela, ahora

-¿Seguro? No quiero hacerte dañ…

-Ahora.

Ren sonrió un poco y le dio la vuelta, le indicó que se afirmara de la mesa y se posicionó entre sus piernas, tomó aire y beso su espalda, de un solo movimiento, su pene, grueso y palpitante, se abrió paso entre el interior de Masato, obligándolo a enterrar los dedos en la madera de la mesa y soltar un lago gemido de placer puro, Ren gimió al unísono, sintiendo como las paredes de Masato, estrechas y calientes, rodeaban su miembro y lo apretaban con gula

-Aaah….aah… muévete-ordenó Masato moviendo la cadera, ambos gimieron

-A sus órdenes-contestó Ren y acto seguido comenzó a moverse, marcando un ritmo fuerte e incesante, ambos gemían, moviendo sus caderas en busca de mas profundidad y fuerza, dentro de poco, Ren encontró la próstata de Masato, haciéndolo gemir mas y arquear la espalda, permitiéndole a Ren entrar aún más, golpeando sin compasión una y otra vez aquel punto dentro de él, ya no podían aguantar más, no resistían tanta pasión, el interior de Masato se contraía de forma casi dolorosa en su miembro, que estaba al borde de la liberación, sabiendo esto, tomó el miembro de Masato y lo masturbó con fuerza, siguiendo su propio ritmo, poco después escuchó un largo gemido desde la garganta de su amado, sintiendo como se corría en su mano, su interior se contrajo tanto que se le hizo imposible no correrse también, llenándolo de su esencia, se quedaron quietos recuperando el aliento un momento, el rubio le dio la vuelta a su novio para verlo a la cara, abrazándolo con cariño

-Te amo…-le susurró al oído

- y yo te amo a ti-contestó el otro, abrazándose a él aún más y cerrando los ojos, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, Ren sonrió también, aunque sabía que les quedaba poco tiempo y debían ordenar todo y limpiarse un poco, y desde luego explicarles a todos que el incidente de Syo y la corbata no fue nada más que un desafortunado malentendido.

 

 Fin

Notas finales:

Gracias por leer, dejen sus opiniones nwn


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