Te lo prometo…
Mi respiración es errática, pero cuando veo la sonrisa en tu rostro parece que todo en mi se tranquiliza de manera casi precisa. Me miras de la misma manera, sonríes como siempre, levantas tu mano esperando a que la una con la tuya así que lo hago. Nuestras manos se unen, nos inclinamos ante nuestro público y agradecemos de nuevo.
A pesar de lo que todos ven, algo como un simple gesto el tomarse de las manos, siento como tú aprietas la mía y puede que tú mismo ni siquiera sepas el efecto que provocas en mí, pero sólo atino a sonreírte de nuevo. Todos nos miran como si tuvieran miedo de romper la hermosa atmosfera que siempre se forma a nuestro alrededor. Las luces del escenario comienzan a apagarse, entonces nos alejamos de allí.
Un concierto más termina, una experiencia más y un sentimiento más. Todos están alegres de lo bien que salió, me siento de la misma manera. Aunque la mayoría piense que sólo soy un elemento meramente visual, alguien que tiene sólo una línea en cada canción que presentamos, tú me repites todos los días que soy parte importante como todos. La verdad no me importa solo tener una línea, lo único que me importa es verte cantar como lo haces siempre. Me gusta compartir escenario contigo, aunque a veces nos separen por diferentes agendas, pero sé que siempre estas pensando en mí al igual que yo en ti. No nos hemos dicho esto nunca, pero nuestra conexión especial hace que lo sepamos sin necesidad de decirlo.
Concierto tras concierto, nuestras fans nos aman como nosotras a ellas, nos exigimos más pero a ninguno parece realmente importante, pues queremos ser grandes estrellas, como todos en esta industria aspiran. Mis días no son difíciles cuando te tengo a mi lado, tú siempre estas allí y me siento tan agradecido, que siempre trato de hacértelo saber.
Conforme los días pasan, nuestra amistad parece transformarse en algo más. Las fans parecen notarlo, ó por lo menos suponen, sólo sonrío y agradezco como siempre. Pero entre nosotros podemos ser fieles a lo que sentimos, por eso un día me atrevo a decirlo. Después de un programa donde nos la pasamos haciendo tonterías, me veías de forma diferente y yo lo sabía, mi corazón salto de alegría al notarlo. La forma en que me abrazabas, buscabas y te quedabas junto a mí, era diferente a cualquier otra vez; Así que cuando estamos solos, de regreso en casa, me atrevo a enfrentarte.
—Luhan — avanzo nervioso hasta a ti, me miras de la misma manera pero no haces nada por detenerme —, yo… bueno, creo que me gustas — digo acortando la distancia, me sorprendo que en lugar de verte retroceder me sonríes.
— ¿Crees? — tomas mis manos con las tuyas.
—De verdad lo estoy — admito feliz.
—Al fin lo dijiste — me tomas por sorpresa y me abrazas tan fuerte como puedes sin hacerme daño pero para desear quedarme de esta manera mucho, mucho tiempo —. Me gustas Sehun — me dejas mirarte.
Dudoso, me acerco a tus labios para probarlos por primera vez y me parecen tan increíbles que pueda ser quien pruebe de ellos. Me dejo envolver por la sensación tan increíble, mis manos se aferran con miedo a tu camisa. Ahora, te miro.
—Me gustas Luhan — vuelvo a besarte. Todo está bien ahora.
Te amo cada día que pasa, lo sabes y lo das por hecho. En las entrevistas, en esa en especial donde te hablo sólo a ti, me gusta saber que entiendes lo que digo entre líneas. Cuando nos vemos, me abrazas y besas como siempre.
El tiempo transcurre, las cosas poco a poco cambian. El trabajo es mayor, no podemos estar juntos como antes. Nos distanciamos, y yo me vuelvo más torpe e inseguro respecto a nuestra relación. Pasas más tiempo con otros, les sonríes de la manera en que lo hacías sólo para mí. Duele tanto ¿Por qué lo haces? Sé que no merezco tu amor, tu eres simplemente perfecto, pero detrás de todos mis tropiezos puedo mejorar y ser quien tú te mereces ¿no lo ves?
Te hago saber lo que me pasa. Me miras con cierta tristeza porque comienzas a reconocer tu error, a pesar de que gane, me siento triste por verte de esta manera. Entonces, vuelves a abrazarme y me dices que me amas, tus palabras me reconfortan, pero esta vez dices algo diferente:
—Estaremos juntos siempre — levantas tu dedo meñique esperando que lo una con el tuyo, haciendo una promesa.
Mis ojos se nublan, sabes que no lloro, pero cuando estoy contigo soy como soy, un poco torpe, sensible, tonto e inquieto, por eso es que soy tan feliz contigo.
—Siempre… te lo prometo — nuestra promesa queda sellada cuando nos besamos.
Y esa noche, nos entregamos uno con el otro. Tus caricias me hacen suspirar, me gusta sentir tu cuerpo contra el mío. La forma en que me miras cuando estamos en ese momento tan intimo, el saber que me amas de esta manera me hace sentir completo.
—Te amo Luhan…
—Te amo Sehun…
Pero nuestra promesa parece perder sentido, nuestros sentimientos están confundidos, todo parece estar en dificultades. Nuestra pequeña burbuja de felicidad, esa donde vivimos tan contentos uno con el otro, en un momento parece estallar.
Los días pasan, ya no eres el mismo de siempre. Me duele verte de esa manera, tan distante. Sé que no lo haces a propósito, sé que me amas demasiado que lo haces por mi bien. Alejarme de ti es difícil, pero te permito ese espacio contigo mismo para que puedas sentirte mejor. Pero parece que las cosas no mejoran. Cada vez te veo más decaído, tan distraído que tengo que regresarte a la realidad, trato de hacerte sonreír pero lo único que consigo es que me llames inmaduro, tonto y me dejes hablando solo. Duele, demasiado. Así que sólo te permito llamarme así, si eso te hace sentir mejor, hazlo. Parece que no funciona, son más las veces que te encuentro lejos de todos, llorando en silencio y sin que pueda hacer algo por ti.
Me respondes lo mismo de siempre «Estoy bien, solo un poco cansado. Mañana estaré mejor» y ocultas tus lagrimas detrás de una sonrisa. Mi pecho se contrae, contengo las lágrimas de la misma manera que tú, porque quiero demostrarte que puedo ser fuerte y puedo cuidar de ti. Entonces me atrevo a decirte «Las cosas mejorarán, o lo olvidarás con el paso del tiempo» piensas que estoy loco por cómo me miras, parece que quieres creer mis palabras, sólo me sonríes y verte así de nuevo me hace sentir en paz por un minuto. Puede que no te conformes con mis palabras, me siento tranquilo de nuevo, vuelvo a respirar y tú lo haces conmigo. Por un tiempo las cosas parecen estar en equilibrio de nuevo, vuelves a estar bien, sigues siendo el brillante Luhan de quien estoy enamorado.
Algo vuelve a explotar, no me dices que es. Pero noto tu repentino cambio y entonces, llega nuestro primer reto como grupo. Alguien se va, todos tomamos mal la noticia, alguien nos deja. Lloro cuando todos se alejan, no quiero que me vean de esa manera, ellos necesitan saber que podemos salir adelante y nadie puede decaer, pero me preocupa que tú estés en tu propio mundo, tratando de aparentar que todo está bien, no lo está.
La situación empeora. Seguimos trabajando después de nuestra perdida, tratamos de seguir adelante y parece que lo hemos superado aunque dejar a alguien atrás nunca es fácil. En un programa en especial, nos hacen hablar de ello, no me siento listo para expresar lo que me pasa, por lo que mi limito a decir un poco de lo que siento. Estas allí conmigo cuando salgo de ello, pero cuando escucho lo que los demás dicen simplemente no puedo evitar sentir el golpe de nuevo. Nuestras fans nos apoyan. Tao es un desastre y está llorando como siempre mientras todos tratamos de mantenernos firmes. Después de eso, me pongo a reconsiderar todo lo que pasa, respecto al grupo, respecto a nosotros.
Hicimos una promesa, los doce: somos uno, para siempre. Recuerdo nuestra promesa: estaremos juntos para siempre. Pero todo eso suena tan distante, y no quiero aceptar que suena tan carente de sentido, simplemente… quiero que todo este como antes.
Seguimos en la montaña rusa, a veces parece que todo está bien y otras veces simplemente queremos que todo permanezca en silencio dándonos un respiro. Tú, ya no eres mi Luhan ¿Qué sucedió? No quiero que te vayas, quiero tenerte conmigo. Y la noticia llega a mí.
—Me voy — me dices casi en un susurro.
Finjo no entenderte para no aceptar la realidad, ¿podrías hacer lo mismo? El agarre de tus manos se debilita poco a poco, me niego a aceptarlo.
—No Luhan — vuelvo a apretar sus manos —, no me dejes. Lo prometiste, juntos para siempre ¿no es así?
—Sehun… — trata de soltarme.
—Lo dijiste, tú…
—Sehun, no puedo quedarme más aquí. Me siento más débil cada vez.
—Puedo ayudarte, te cuidare — suplico como un niño pero no me importa —, estaremos bien.
—No es tan simple.
—Claro que lo es. Podemos continuar juntos. Por favor no me abandones. Aún trato de hacerme la idea de que Kris se fue, no me hagas lo mismo, por favor.
—Sehun, las cosas no pueden seguir así. Yo no puedo continuar.
—Pero tú…
—Basta Sehun — suelta mis manos y evita mirarme.
—Luhan por favor — lo enfrento.
—No puedo. Yo…
— ¡Lo prometiste! — le grito, es la primera vez que lo hago y me siento muy mal por ello, me mira con tal sorpresa que me arrepiento. Pero no quiero que se vaya, ¿Acaso no me escucha? —. Te necesito — digo sin gritar, pero mi voz está alterada.
—Tú puedes seguir sin mí. Haz crecido mucho en estos años, puedes hacerlo mejor — acaricia con miedo mi cabello y mis lágrimas comienzan a picar en mis ojos —. Serás el mejor.
—No puedo si no estás aquí — tomo su mano sin apartarla de mi rostro—. Lo prometiste Luhan, juntos…
—Lo lamento Sehun — el tibio tacto se pierde.
No hago nada para detenerte, sólo te observo alejándote. Duele de nuevo, esta vez más intenso y siento que puedo perderme en mi desesperación. ¿Qué hice mal? ¿No hice lo suficiente para hacer que te quedaras? Daría todo por ti, ¿no lo ves? Lloro, sucumbo al dolor. Dejo que me consuma por completo y no me importa si me pierdo en el.
A veces las personas no son conscientes de lo que prometen tal vez ese fue mi error, confiar ciegamente en su promesa, sin saber si de verdad estaba consciente de lo que estaba prometiendo sin siquiera aceptar que iba a cumplirlo algún día. Al igual manera en que los doce nos propusimos a cumplir algo que no sabíamos con certeza que sucedería, pero aún así la hicimos.
Los días sin ti son más difíciles de lo que creí, puede ser agotador hasta el punto en el que pienso abandonar, pero no lo hago, si vuelvo a estar en el escenario será sólo por ti, así volverás a mí. Volveré y me animare a lograrlo hasta que vuelvas.
4 años después…
Es difícil seguir creyendo en ti, porque la promesa ya se rompió una vez.
Pero quiero estar contigo para siempre, vivir y compartir cada día de mi vida contigo. Deseo que seamos felices como al principio. Todos notan mi mejoría después de este tiempo, por eso me he atrevido a confiar en que podre verte de nuevo, sin embargo la espera se hace cada vez más larga y me temo lo peor, que tú no hayas visto todo lo que he hecho por ti.
Estoy bien ahora, pero mi anhelo de verte nunca decaerá, así como todos nos seguimos esforzando por ser el mejor grupo. Nuestro lema “Somos uno” ahora tiene el verdadero significado que debió haber tenido desde el principio, somos uno con nuestras fans y ellas seguirán allí para siempre con nosotros. Pero quisiera que fuéramos los de antes, deseo tanto que estés aquí conmigo. Quiero creer en nuestra promesa, por favor hazme creer.
Y apareces frente a mí de nuevo. No puedo creerlo, es tan irreal que podría quedarme dormido para siempre si esto es un sueño.
—Hola… — tu voz me trae a la realidad.
Mis brazos se envuelven alrededor de ti, comienzo a llorar sin importar que los demás puedan escucharme y siento como te abrazas de la misma manera a mí.
—Perdona por no cumplir mi promesa.
Te escucho, pero ni siquiera puedo contestar así que espero a que mis lágrimas cesen. Te miro después de este largo tiempo, sigues siendo tú y sigo amándote de la misma manera. La pregunta es ¿Me amas?
—Te amo Sehun.
Parece que me he perdido en mis propios lamentos, me diste una respuesta que me toma por sorpresa. Antes lo dijiste, ahora… vuelves a decirlo, lo único que atino a hacer, es tomar tu rostro en mis manos y buscar tus labios. Se sienten bien después de tanto tiempo, todo es distante y nada me importa. Me alejo de él, junto su frente con la mía y sonrió.
—Si podemos estar juntos siempre, me entregare a ti por completo— digo casi en un susurro.
—Te lo prometo…