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Aisareteitahibi, Sensei ~Rimeiku~ por Room 13943

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Notas del capitulo:

Hi '-' 

Aquí estoy ya con el tercer capítulo de este remake >.< Y al parecer está quedando mucho mejor que la original. Me alegro, me alegro, eran mis planes (?).

Bueno, ya los dejo leer UnU

Estaba caminando por los pasillos de forma aleatoria, tratando de controlar su enojo. ¿Cómo se le ocurría a ese trio de imbéciles cachondos hablar así de un profesor? ¡Era inaudito! Y más si se trataba del profesor que él amaba, aunque no podía evitar negar que Kai-sensei siempre lucía extremadamente guapo y seductor -a su pervertido parecer-. Echaba humo por las orejas y todos parecían hacerse a un lado para dejarlo pasar, ¿acaso tan mala cara tenía? Probablemente lo mejor sería calmarse... ¡Pero los murmullos de esos chicos llegaban a su mente y la torturaban! Casi se ponía a correr cuando chocó con alguien.

—¡Oe, oe!— se quejó ese alguien.

—¡Lo siento, yo...!— levanto la vista, encontrándose con algo que podría ser su mismísima salvación—. Perdón, Zane-sensei.

—Tranquilo, no fue nada— dijo el profesor peliblanco, estaba usando una bata blanca. Algo que le daba más aura de doctor que de maestro, aunque era ambas cosas—. ¿Pero por qué ibas tan deprisa, eh? Podrías matar a alguien a ése paso.

—Ah, pues... Estaba buscando a Kai-sensei— dijo, decido. Zane lo miró durante unos instantes con los ojos entrecerrados de pies a cabeza, algo que no pasó desapercibido para Lloyd, así que se pusó un tanto nervioso. Zane terminó por sonreír y meter sus manos en los bolsillos de la bata que traía puesta.

—Vale, ven, sígueme. Sé dónde está— dijo, señalando con la barbilla que lo siguiera. Y así lo hizo. En todo el camino Zane no preguntó el por qué de Lloyd para ver y hablar con Kai, todo fue extremadamente silencioso. Llegaron al edificio A, en el cual Lloyd se pasaba la mayoría del tiempo pues ahí se encontraba la biblioteca más grande y variada del colegio. Atravesaron pasillos hasta que Zane paró frente a una puerta pintada de negro, con un marco al lado en donde se leía "Sala de Docentes"—. Está metido aquí, y por favor que no te sorprenda encontrarlo en su estado dr ocio. Aunque no lo parezca, Kai-sensei es en realidad una persona bastante floja...

—¿Qué ha dicho, Zane-sensei?— preguntó una voz. Ambos voltearon en busca de la persona que habló. Zane miró atrás suyo, al pasillo, y también Lloyd, por encima de los hombros del profesor peliblanco. Kai estaba de pie ahí, con los brazos cruzados y una ceja alzada— Hermosa forma de echarme tierra con mid alumnos. Sensei, ¿no es acaso que tiene clase en el edificio F, aula 10? Si no se apresura llegara tarde y los alumnos lo darán por falta y se irán. Vamos, vamos. Apresurese— dijo Kai, en tono burlesco. Zane resopló.

—Y también es un poco amargado, nada grave— añadió el peliblanco, antes de despedirse de Kai y de Lloyd, y salir corriendo por los pasillos hasta su próxima clase. Pero el castaño aprovechó una oportunidad para gritarle una última vez.

—¡Zane-sensei! ¡Está prohibido correr en los pasillos!— el mencionado sólo alzo una mano en señal de "lo qué digas". Kai se rió, suspiró al final de su risa y se dirigió al chico rubio que parecía admirarlo y no mirarlo— Bueno, Lloyd-kun, menuda suerte, quería hablar con usted.

—¿Eh? ¿C-conmigo?— se hizo el desentendido.

—Síp, entré y siéntese, por favor— dijo el castaño, abriendo la puerta de la sala, que tenía un fuerte olor a café, comida y cigarrillos, además de una que otra cerveza. Después de todo, ahí se reunía todo el personal del colegio. 

Lloyd se sentó en el sofá rojo que estaba de espaldas a la puerta, y Kai se también se acomodó en él, al lado del menor, poniéndolo nervioso. El profesor tomó una taza de café que se encontraba en la mesa de madera en frente suya, que seguramente estaría frío, y bebió, haciendo una mueca de disgusto.

—Ah, sigue caliente— balbuseó, dejando la taza en su lugar. "¿Kai-sensei bebe su café frío?", se preguntó Lloyd mentalmente. Nuevas cosas se aprenden en un día, incluído también el conocer a una persona que tomara el café frío—. Bueno, Lloyd-kun, antes que nada, quisiera saber cómo está su padre, pues hace tiempo que no lo veo y sólo nos hemos llamado por teléfono.

—¿E-eh? ¿Mi padre? Está excelente, gracias... Pero, si pudiera saberlo, ¿cómo conoce a mi padre?— indagó Lloyd, ¿podría ser qué...?

—Viejo amigo de mi padre— respondió con una sonrisa.

—Ya v-veo— no era bueno sacar conjeturas tan de prisa. Se relajó un poco, viendo que la charla de maestro-profesor iba bien.

—Bueno, lo que yo quería decirle tiene que ver con usted, obviamente, y con su padre— comenzó Kai. Lloyd no pudo evitar volverse a sentir nervioso, y eso que se había acomodado. ¿Su padre? ¿Qué había dicho su padre? —. Según él, y también según su boleta e informe de desempeño, va fatal en las clases de Matemáticas, ¿no es así, Lloyd-kun?

En su mente, el rubio lloraba y maldecía a su querido papá. ¿Por qué dijo eso? ¿Acaso quería humillarlo?

—Y su padre, en base a esto, me pidió que yo fuera su tutor de Matemáticas, Lloyd-kun— ahora celebraba, ¡su padre era maravilloso! Era la mejor idea que había tenido en los 16 años que lo conocía—. Así que, ¿usted está de acuerdo con ésto?— concluyó Kai, con una pregunta. El menor hizo su mayor esfuerzo para no mostrar su gran entusiamos y felicidad, así que se limitó a asentir con su cabeza— Perfecto, entonces. Me comunicare con su padre y le dire que acepto con mucho gusto la oferta de enseñarle, Lloyd-kun.

Kai se cruzó de piernas y giró su cuerpo hacia el rubio que sonreía como idiota de la felicidad, colocando su mejilla en su mano que estaba recargada en el respaldo del sofá. 

—Dígame, ¿de qué quería hablarme, Lloyd-kun?— preguntó el castaño. El menor, que hasta ese entonces no se había dado curnta del cambio de postura de su profesor, se sintió nervioso al verlo así, pero no sabía el por qué. Y tampoco sabía qué responder a la pregunta— ¿Huh, Lloyd-kun? ¿No tenía nada que preguntar?

—E-ehm... No es-especialmente, Kai-sensei— dijo sincero. Kai lo miró sin expresión alguna durante unos instantes, hasta que soltó un ligero suspiro y sonrió, soltando una risita.

—Bueno, no tengo problema. Fue agradable, a pesar de que fue una charla academica— se puso de pie y Lloyd lo imitó. Ambos, uno atrás del otro, se dirigieron a la puerta—. Lloyd-kun, mañana será la primera clase como su tutor. Será a las 8 de la mañana, en su casa, para que se esté listo, ¿vale?

Volvió a asentir, mirando el hermoso rostro de Kai que se encontraba a escasos centímetros del suyo. Se sonrojo un poco. El castaño sonrió, acortando más la distancia, poniendo más nervioso al segundo.

—Hasta mañana, Lloyd-kun— dijo, irguiéndose, dejando respirar al rubio.

—H-hasta mañana, Kai-sensei— se despidió y salió de la sala rápidamente, cerrando la puerta tras de sí. ¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué Kai se había acercado en exceso y por qué aquéllas expresiones de casi decepción? No lo sabía, su mente estaba vacía, era incapaz de pensar por el hecho de que hubiera tenido la oportunidad de besarlo. Con esa escena fantaseosa en su cabeza, caminó más torpemente de regreso a su salón que cuando estaba enojado.

Estaba feliz, en extremo. Vería a Kai todos los días en su casa, probablemente en su cuarto y a solas. Era un avance que valía la pena. Una sonrisa de lo más estúpida adornaba su cara.

Notas finales:

7u7 Ya se está poniendo interesante (?). 

Espero que les haya gustado, ya nos leeremos.

Besos♥ -3-


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