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No es imaginario (KAISOO) por Still

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Notas del fanfic:

Hola :D

Notas del capitulo:

No planeaba escribír esto, pero hablaba con dos amigas, y les dije que tenía novio jajaja. No me creyeron ;-; que por cierto, este fic va dedicado a ellas :D y me surgió la idea. Espero que les guste mucho a ellas y  a todas >u<

- ¡Les digo la verdad! Sí tengo novio.

- Que va, KyungSoo, nunca nos los presentas, no sabemos en qué tiempo te ves con él, ya que siempre andas con nosotros, nunca te llama al teléfono, o algún mensaje, nada, no sabemos qué días tienes citas con él; dudamos que sea real- dijo BaekHyun, dando una mordida a su emparedado.

- Lo siento Soo, sabes que siempre estoy de tu lado, pero BaekHyun tiene toda la razón-agregó Xiumin.

- Me es difícil hablarles de él, es, es vergüenza, sí, eso. Vergüenza.

- ¡Por favor! Te hemos contado todo lo que hacemos con nuestros novios. Y sabes que no soy un santo cuando estoy en la cama con ChanYeol. Xiumin te habla sobre las discusiones que tiene con Chen. No nos mientas más, Kyungsoo, admite que no tienes novio. No te avergüenzes, es normal no tener a nadie a tu lado a los 21 años.

- ¡Pero les digo que si tengo!

No, Kyungsoo, ya basta con las mentiras. Te descubrieron.

- Entonces háblanos de él. ¿Cómo se llama?-preguntó Xiumin.

- Se llama JongIn- dije tranquilo.

Muy astuto.

El miedo me recorría por dentro, esta mentira no duraría mucho si mi voz comenzaba a cortarse a cada palabra. Trataba de mantenerme pacifico, y natural.

Tan sólo será inventar a una persona que no existe. Fácil, muy fácil.

Intentando a la vez controlar el temblor de mis manos, no dejar que el sudor que recorre mi frente, se haga más notorio;  procurar no morder mis labios hasta levantar mi piel.

Fácil.

- ¡Oh! Y... ¿cómo es él? Tenemos mucho por conversar, KyungSoo- Xiumin y BaekHyun se apegaron a mi cuerpo, dejándome en medio de los dos, ellos tenían una sonrisa estúpida en sus labios. Era la primera vez que les hablaría de mi "novio"

Con qué saldrás ahora, Kyungsoo.

- JongIn es más alto que yo, su piel es canela. Cabello negro y  su cuerpo, es muy definido. Logras ver sus fuertes y amoldados brazos a simple vista. Sus labios son gruesos, y rosa. JongIn huele vainilla...y su sabor, su sabor es perfecto.

- ¡Que romántico!- dijo BaekHyun.

- Lo tenías bien guardado, Kyungsoo. Eres muy malo con nosotros, creí que confiabas al menos en mi- puchereó.

- Si creo en ti, Xiumin, y en ti, Baek. Sólo es difícil, como ya les dije, saben que no soy de esos que les gusta hablar sobre sus parejas...prefiero guardarlo para mí.

- Promete que nos dirás todo lo que hagas con JongIn de ahora en adelante.

BaekHyun agarró mis manos, después, Xiumin colocó la suya encima de las nuestras, que ya estaban entrelazadas.

- Lo prometo- suspiré.

Cada día, después de clases, los tres nos sentábamos en el jardín trasero de la universidad. Allí abundaba la paz, y el césped verde nos hacía relajar del cansancio mañanero. Conversábamos exactamente media hora, llevamos algo de comer, y nos los repartíamos entre nosotros.

A BaekHyun le gustaba llevar emparedados de atún. Le gustaba mucho el atún, tanto, que llevaba dos para él solo.

Xiuminprefería las frutas, unas fresas y manzanas verdes o rojas, cuidaba su dieta y decía que el sabor de la manzana, aparte de ser uno de sus sabores favoritos, le hacía recordar a su abuelo. Ya que cuando él era pequeño, cada día, su abuelo le regalaba un trozo de manzana por las mañanas, y antes de comerlo, pedía un deseo.

Xiumin  seguía esa rutina, pero la había modificado a su manera. Llevaba el primer trozo a su boca, lo tragaba, y en voz alta pronunciaba su deseo.

Deseo que KyungSoo encuentre el amor.

ChanYeol y Chen llegaban en donde nos sentábamos, cada quien se iba con sus parejas, y yo retomaba mi camino, solo.

Antes de partir, siempre ataba los cordones de mis zapatos, acomodaba mi mochila, y arrancaba un poco de césped, así tendría suerte por el resto del día.

 Salía de la universidad, e iba donde mamá, a su heladería, la cual no quedaba lejos de casa. Podría llegar a mi casa primero, cambiar de ropa, dejar la mochila...pero en cambio, prefería sentir el sabor de mi helado favorito en mi boca antes de pisar mi casa.

También prefería hablar con Kris, y con LuHan, ellos eran los empleados de medio tiempo en la heladería. Me dejaban tomar todo el helado que yo quisiera a escondidas de la señora Do, cómo ellos la nombraban.

El lugar se mantenía lleno la mayor parte del día, y además, LuHan siempre guardaba un puesto exclusivamente para mí, a ellos dos les gustaba hablarme, y hacerme reír, sonrojar, escupir helado y ensuciar todo la vitrina, sólo fue una vez, Kris contó un chiste muy gracioso, y no me contuve.

Abrí la puerta del negocio y sonó la campanita que anunciaba un cliente nuevo, mamá estaba en su oficina, llegaba allí, y le daba un beso en su mejilla.

Ella me preguntaba por mi día, mis amigos y yo le hacia las mismas preguntas.

- Kris renunció. Se mudará a China, ganó una beca para estudiar allá, mañana vendrá a despedirse, no quiere irse sin darte un abrazo.

- ¿Hablas en serio, mamá?- asintió.

Ya no habrá más helado gratis.

Salí de la oficina, LuHan guardó mi puesto de siempre, y sirvió un vaso de helado mi helado favorito. Vainilla con chispas de colores.

- Ya te enteraste de la noticia...-declaró LuHan. Yo asentí.

- Aun no entiendo, cómo es que no nos contó. Habrá sido la beca de improvisto.

- Quien sabe, Kris es un chico misterioso, se podría esperar cualquier cosa viniendo de él. Kyungsoo, ya viste al chico nuevo, es muy guapo. Se llama Jo-

- LuHan, deja de hablar con Kyungsoo y atiende las mesas- sentenció mi madre.

- ¡Ya voy!- LuHan alzó las cejas y se fue.

Yo me quedé observando al chico nuevo, piel canela, brazos bien formados, cabello negro, labios gruesos... como mi novio imaginario.

Se acercó a mí y me sonrió.

Lindo.

Yo le sonreí de vuelta. Me pasó una servilleta, la tomé y no sabía qué hacer con ella.

- Tienes la boca llena de helado- dijo sonriente.  Su voz era magnifica.

- ¡Oh! Lo siento- me limpié.

- ¿Acaso eres KyungSoo?

- Sí, lo soy. ¿Cómo sabes...?- pregunté.

- LuHan me habló de ti en un pequeño tiempo, pero sabes, todo lo que dijo fue cierto. Te describió tan bien, que no puedo dejar de verte y sonreír.

¡No puede dejar de verte!  Haz algo, KyungSoo.

Me sonrojé. Diablos.

Aparte la cara a un lado, comprimí mis labios y apreté mis ojos.

Cálmate, KyungSoo. 

- Y... ¿Qué dijo de mí?

- Un chico de piel blanca, blanca como un oso polar cubierto con nieve. Contextura delgada, labios gruesos y rojos, que resaltan su adorable rostro de niño puro, y, cuando sonríe, un corazón se forman en ellos.

Sonreí. ¡Mil veces diablos! Él sonrió de vuelta.

- Soy el hijo de tu jefa.

Muy inteligente, KyungSoo. No pudiste haber dicho una mejor  frase.

- Lo sé- carcajeó.

- Debo irme. Adiós, chico nuevo, te veré mañana- quería librarme de su mirada, era un tanto sofocadora.

- ¿No pagarás el helado?

- No, soy hijo de la dueña, recuerdas- Sonreí, esta vez mi sonrisa no se borraba de mi rostro.

- Cierto, lo olvidé- golpeó su rostro con su mano, dejándola allí. Abrió los dedos y  un ojo, me espió, aún seguía riéndome de él.

- ¡Te acabo de mencionar que soy el hijo de tu jefa! Como es que se te olvidó en un momento- llevé mis manos a mi barriga, mis carcajadas eran leves, sólo las escuchaba él.

- No lo olvidé, tonto. Quise ver tu sonrisa un tiempo más.

 Y así, como si pestañeara, mi sonrisa se esfumó, y me voltee. Camine hacia la puerta de salida, apretando mis labios.

No sabes su nombre, KyungSoo.

~

Llegué a mi casa con la más lamentable tristeza. Subí a mi habitación y me arrojé a mi cama.

Tuve que haber preguntado su nombre, hablarle un poco más, qué sé yo, ¡pedirle muestras de helados gratis! eso, eso lo haría mañana. Le pediría muestra de los más de 30 sabores de helados que hay.

Despejé un poco mi mente con la tarea de matemáticas, resolvía los ejercicios y comía un postre que había en la nevera. Comencé a golpear con el lápiz el respaldo del cuaderno, formando un ritmo que no era ritmo a la vez. Sólo eran golpes.

Escribí mi nombre, y al lado, escribí JongIn. Encerrándolos en un corazón.

Escribes el nombre de tu novio imaginario, que infantil, KyungSoo. Has ganado el premio al ser más infantil e inmaduro de la historia.

Rayé su nombre. Arranque la hoja del cuaderno y la tiré al suelo.

JongIn no existe, KyungSoo, lo sabes.

Bajé las escaleras y vi a mamá, no me había fijado a qué hora llegó, vi por la ventana, era de noche.

Así se pierde el tiempo pensando en personas imaginarias.

Me senté a comer con mi madre, tenia gran confianza con ella, le contaba todo. Y esto, lo de mi novio imaginario, no sería la excepción de decirle.

- Mamá, hoy le dije a BaekHyun y Xiumin una pequeña y piadosa mentira- apretó los ojos.

- Les dije que tengo novio.

- Eres bien especial, hijo. ¿Dónde sacarás un novio? y tú...muy difícil.

- Puedo conseguir uno, por favor mamá,  si soy un buen hijo, seré un buen amante, y...

- Sí, puedes ser un buen amante, pero inventar un novio falso, imaginario, realmente no piensas en lo que hiciste. Ahora deberás conseguir alguien exactamente igual a cómo se los describiste, porque sé que lo hiciste.

- Genial...- golpeé la mesa con mi puño. Ahora que haría, los chicos se burlarían de mí hasta morir. Tendría que cambiarme de universidad, buscar nuevos amigos...

Exagerado.

- ¿Qué nombre lo llamaste, a tú novio imaginario?- preguntó mamá.

- JongIn.- ella sonrió.

- Tengo al chico, ven mañana a la heladería, te lo presentaré- la abrasé y le di besos en su mejilla. Tengo a la mejor mamá.

- Hijo, dime, ¿crees en el amor?

- Yo creo en el amor, mamá. Él es el que no cree en mi- le dije, separándome de ella, listo para ir a mi habitación.

~

Desperté antes de que sonara la alarma. Revisé mi celular, había recibido un mensaje de ChanYeol ayer por la noche, lo abrí. Mis ojos aún seguían semicerrados, veía las letras borrosas, así que fui al baño a lavarme el rostro, dejando el mensaje abierto.

Regresé, el celular cayó de mis manos al terminar de leer el mensaje. Me senté en la cama, mordiendo mi labio inferior.

Hola KyungSoo. BaekHyun tuvo una gran idea, tendremos una cita triple la siguiente semana.

Baek me habló de JongIn, ya quiero conocerlo, espero que nos llevemos muy bien. Chen espera que le guste el fútbol, lo retaría.

El viernes, KyungSoo, a las 8:00pm.

- Yo también deseo conocerlo, no sabes cuánto.

Antes de salir de casa, mamá me dijo que JongIn ya estaría en la heladería al momento en el que yo llegue. Me pidió ir bien arreglado, ella siempre habla de dejar una buena impresión en quien te mira, y te habla.

~

Las clases finalizaron, caminaba al jardín trasero, pensaba en qué les diría sobre aplazar la salida del viernes.

Aunque sabiendo como es BaekHyun, me rogaría hasta que le dijera que sí, y todos me verían llegar solo ese día, cómo siempre.

- ¿Qué dijo JongIn respecto a la salida?- preguntó Xiumin.

- Aceptó de una vez- sonreí.

Todo iba de mal en peor.

~

Mamá me tenía encerrado en su oficina, bueno, me dijo que traería a JongIn en un momento, y que aguardara allí.

Yo estaba realmente nervioso, tenía ganas de vomitar, quería correr y escapar de la pesadilla viviente; hasta podría echar llave a la puerta y quedarme allí el resto del día. Pero necesitaba a  un JongIn, y ejecutar el plan "En busca de mi novio imaginario, para mostrarlo a mis amigos y no quedar cómo un solitario rogando amor a los Dioses"

Tocaron.

Mamá pasó, detrás de ella vi al nuevo empleado con el que hablé ayer. Cuando me vio, sonrió.

- Hola, KyungSoo. En serio vienes todos los días aquí- dijo.

- ¿Ya se conocen?- preguntó mamá.

- Claro que sí, ayer hablamos un tiempo.

- Pues que bueno. KyungSoo,hijo, él es JongIn.

Creí inmediatamente en el dicho que todos decían, el de " La palabra tiene poder" ¡y qué gran poder poseen las mías!

Fue cómo si el destino colocara las palabras en mi boca, y me hiciera describirlo tal y como lo ven mis ojos. Su piel canela, cabello negro y  su cuerpo, muy  bien definido. Lograba ver sus fuertes brazos. Sus labios eran gruesos y rosa.  Olía a helado de vainilla, y su sabor... no, su sabor no lo sé.

- Mamá, puedes dejarme a solas con JongIn- dije despacio. Mamá salió.

- Mi jefa, me contó todo sobre lo que inventaste. Que gran lío estás, KyungSoo- rió- te ayudaré, sólo si me prometes algo...

- Uh, sí, lo que sea- dije apenado.

- Déjame ver esa sonrisa a cada momento que esté junto a ti.

- Claro- dije entre dientes. Bajé mi cabeza para que no pudiera ver mi sonrojo. Él seguía sonriéndome y estiró su mano hacia mí.

- Entonces es un trato.

- Claro...gracias, JongIn- estreché su mano.

 ¿Ahora estás feliz, KyungSoo? Eres un tremendo caso.

Corrí a mi casa, había quedado con JongIn en la noche, nos reuniríamos al momento de cerrar la heladería, para hablar cosas de...pareja. Ya saben, para poder conocernos mejor.

Podría quedar rendido a sus encantos, su belleza, a su color de piel, sus sentimientos, esa sonrisa que no se escapaba de mi cabeza. A eso me sometía a esta mentira que llevaríamos a cabo.

JongIn si existe.

~

Llegó la noche, salí de casa y me dirigí a  la heladería. Trate de vestirme lo más natural, pero me sentía muy incómodo a la vez.

Cuando llegué, la heladería ya estaba cerrando. Allí estaba JongIn, con su ropa, se veía mucho más guapo que con el uniforme, aunque el delantal no lo hacía ver nada mal.

- Hola, KyungSoo. ¿Nos vamos?- asentí.

- ¡Esperen allí! ¿Están saliendo? ¿No pensaban decirme? JongIn, confié en ti...te odio.

- No estamos saliendo, LuHan. Es una historia muy "larga" mañana te diré todo. Te lo prometo.

- Cómo no lo hagas estas muerto, Do KyungSoo, eh.

Sonreí.

Íbamos caminando en silencio. Yo pateaba una piedra por todo el camino, mordía mi labio, me daban ganas de iniciar una conversación con él, pero la vergüenza me ganaba.

JongIn llevaba su típica sonrisa. Al verla, me hacía sonreír un poco, era...contagiosa. O tal vez era la vibra positiva que irradiaba en mí.

- Tu sonrisa es tan única como tu imaginación, KyungSoo.

Vergüenza absoluta.

Sería algo estúpido, pero decidimos ir a una heladería cercana que había en el centro. Me apetecía el helado, hoy no comí mi vaso como lo hacía todos los días.

Mientras llegábamos, JongIn me habló de él, yo lo escuchaba atentamente, no dejaba escapar alguna cosa que dijera. Cumplía el 14 de enero, tenía 22 años y vivía solo en una casa que sus padres le dejaron antes de mudarse a otro país, y no fue que decidieron abandonarlo, ellos disfrutaban su pensión viajando por el mundo.

Su helado favorito era el de vainilla con chispas de colores, cómo el mío.

Consiguió el empleo en la heladería para ganar dinero por su parte, ya que no siempre quería vivir bajo el cuidado de sus padres. Ellos le enviaban dinero cada mes, lo suficiente  para poder pagar sus estudios y para gastar en aseo personal, comida... todo lo que él quisiese. JongIn estudiaba en una universidad diferente a la mía.

- Tienes helado en tus labios- me dijo. Tomé una servilleta y la pasé por mi boca.

- ¿Ya?

- Te faltó un poco, en la orilla- acercó su dedo a la comisura de mi labio inferior, limpió el resto del helado y siguió caminado.

- Gracias.

 Debía  tratar de dejar la vergüenza que me nacía en JongIn. Si íbamos  actuar de novios, debíamos tratarnos con más libertad y ser más unidos; menos rubores en nuestros rostros y no apartar el rostro cuando nos miremos fijamente.  Porque JongIn de igual forma que yo, se avergonzaba, mucho.

~

Ya era una nueva semana, los días pasaron rápidamente, y era jueves. A un día de la cita triple.

En los días anteriores, les conté a los chicos más sobre JongIn. Ellos me miraban, y me decían que era muy afortunado por tener a alguien como él.

Fui muy afortunado en conocerlo. Me ayudó en hacer realidad mi sueño, en mi invento, mi novio falso...

~

Nos encontraríamos a la salida de la heladería, yo pasaría por él. Le rogué a mamá para que lo dejara salir temprano, ella frunció el ceño cuando le pedí ese gran favor, que era tan, pero tan importante para mí. Al final, aceptó.

Llegué y ya estaba fuera, se veía muy guapo, con su jean negro, camisa roja, y chaqueta de cuero.

Precioso.

- ¡Se nos hace tarde, Soo!¡Vamos!- me dijo.

Tomamos un taxi y llegamos después de 15 minutos. Faltaban 3 minutos para las 8:00pm.

- Bueno, estamos aquí. ¿Listo?- asentí.

Entrelazamos nuestras manos, y entramos. Vi a los chicos en una mesa, con los menús en sus manos.

Xiumincodeó a Chen,el volteó y nos miró, regalándonos una sonrisa. Yo le sonreí de vuelta. JongIn hizo lo mismo.

- Hola chicos, él es JongIn...mi novio- susurré lo último.

- Mucho gusto, soy Kim JongIn- sonrió.

BaekHyun y Xiumin tenían las bocas abiertas al momento de que escucharon su perfecta y gruesa voz.

 Observaban a JongIn, no creían que era real, que sí tenía novio, y que estaba allí, frente a ellos.

- Soy BaekHyun- extendió su mano a JongIn, él la aceptó y le dio un apretón- y este es mi novio, Chanyeol. Allí ves a Xiumin, y su novio, Chen.

BaekHyun cargaba una fuerte emoción encima, porque lo notaba, me miraba y miraba a JongIn, dándome a entender que cómo es qué nunca les hablé de ese perfecto hombre que tenía en frente.

- Do KyungSoo, te mataré por ocultarme esto; él, JongIn.- susurró BaekHyun.

- Lo siento, ya te expliqué todo.

- Sí, sí.

JongIn se la pasó la mayor parte de la cita charlando, hacía reír a todos en la mesa, hasta a mí. Pero en especial, a ChanYeol y Chen. Eran tales para cuales, de tanta habladuría, descubrieron que tenían ciertos gustos similares, ¡hasta se hicieron una cita, los tres!

Se hacía tarde, JongIn debía irse. Yo le dije que me quedaría un rato más con los chicos. No hubo problema, porque fue BaekHyun quien le dijo a JongIn, con su cara de perro triste, que me dejara un tiempo más con ellos.

- No hay problema, prométanme que lo cuidarán- me miró y sonrió.

ChanYeol y Chen alzaron sus manos, diciendo un "Te lo prometo, amigo" ya hasta pensaban igual.

- Debo besarte, así se despiden los novios- susurró en mi oído JongIn, con el mas perfecto disimulo.

Trague en seco, y le dije que lo hiciera.

JongIn se levantó de su puesto, yo me giré a él. Se inclinó y agarró con sus manos mi rostro, plantó sus labios en los míos, yo cerré los ojos. Se sentía... bien, genial, de maravilla.

Movió un poco sus labios y yo lo seguí, le correspondí de una forma inmediata, porque JongIn era mi novio, y los novios se besan, se corresponden, sienten como su estómago se retuerce cada vez que se vuelven uno a través de un beso.

Sentí como si JongIn pudiera ver a través de mis ojos cuando se separó de mí, que me gustó. Él me sonrió, y fue allí cuando me di cuenta, que a él también le gustó.

Sí, KyungSoo, te enamoraste del que iba  actuar de tu novio imaginario... y él, JongIn, se enamoró de ti.

- Son tan linda pareja- Dijo Xiumin. Yo sonreí.

~

Prácticamente, después de la cita, llegué a casa, coloqué mi pijama y comencé a enviarme mensajes  con JongIn. Todo comenzó con un "Qué tal el resto de cita, Soo" y no páramos de hablar hasta la madrugada.

Y mientras más hablamos, más recordaba sus labios en los míos. Ahora identifiqué su sabor, era perfecto.

- Siento mucho que tuvieras que besarme. No ocurrirá de nuevo, lo prometo- le envié.

- Me gustó besarte. Sentí algo en la boca del estómago, algo que nunca había sentido...fue lindo. Eres lindo. Me comienzas a gustar, no, me gustas. Me gustas mucho.

~

Pasaron los meses, y nos hicimos novios oficiales. Mamá estaba feliz por tener a alguien cómo JongIn.

Les conté a los chicos que al principio estábamos fingiendo ser novios, para que creyeran mi mentira, ellos me trataron como un viejo muñeco. Me tenían en el césped, pellizcando todo mi cuerpo, así era su "venganza". Después aceptaron, y reconocieron que a pesar de darnos nuestro primer beso frente de ellos, vieron y sintieron una conexión que transmitíamos.

JongIn quiso cambiar de universidad, y sorpresa, fue a la mía. Cuando no estaba en clases, y no me veía por ningún lado, se quedaba con ChanYeol y Chen, eran los súper amigos, se trataban así.

BaekHyun se aprovechaba de JongIn, se hacía a su lado, y comenzaba a sobar sus brazos, le decía a ChanYeol que lo quería así de fuerte. Todos reíamos, excepto ChanYeol.

Una vez a la semana jugaba al fútbol con Chen, Xiumin se le unía cuando le daban ganas de jugar.

LuHan seguía trabajando en la heladería, sólo por las noches, sus estudios abarcaban la mayor parte del día y no tenía mucho tiempo. Había un chico que conoció, se llamaba Yixing, iba todos los días a "comer helado" hasta que se dieron los números de teléfono, y ahora salen a citas muchas veces.

Kris volvió a despedirse de mí, y de todos. Cuando vio a JongIn, chasqueo la lengua y preguntó si él era su remplazo.

- Lo soy- contestó.

~

- Sabes algo KyungSoo, no has cumplido tu promesa.

- ¿Qué promesa?

- Ya no me dejas ver mucho tu sonrisa- sonreí.

- Creí que sería algo más importante.

- ¡Para mi es importante! ¿Cómo vivir si no me dejas ver esa sonrisa?

Nos abrasamos en medio del parque, tambaleándonos de un lado al otro, reíamos y nos besábamos.

Al final, descubrí que seguir mintiendo, inventando algo o alguien que no sé si se haría realidad, estaba mal. Pero en este caso, mi buena voluntad fue la que me ayudó para encontrar a mi novio imaginario. Y fue un simple empleado de mamá.

 

 

 

 

Notas finales:

Si gustan pueden dejarme un review :'D

 

La próxima semana actualizo Mariposones ahah.

 

Adiós!!


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