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Tony estaba feliz usando una piedra plana y el colmillo de un diente de sable para hacer agujeros en la piel de mamut. Se necesita mucho para hacer un abrigo de invierno para el otro sujeto. Bruce cocinaba pescado poniéndolo sobre una hoguera. A Tony no se le permitía cocinar porque la primera vez que intentó cocinar unos huevos de ave los puso en la hierba y se hizo el fuego y el estúpido perro que merodeaba alrededor del campamento se asustó y orinó en el fuego. Lo cual fue bueno porque apagó el fuego, pero el orinó sobre Tony también. Estúpido perro.
“¡ESTÚPIDO!”, gritó Tony y lanzó un par de trozos de piel al perro porque era divertido verlo masticarlos.
Estúpido movió su estúpida cola y jugó con la piel durante unos minutos, luego se detuvo y miró hacia el bosque, gruñendo y con el pelo erizado en la espalda.
“¡BRUCE!”, gritó Tony dejando caer el colmillo y tomando su última arma, un disparador de lanzas. Apenas tuvo tiempo de acomodar una lanza en él antes de que Bruce se volviera todo vegetalizado y listo para la batalla. “¡Me encanta cuando haces eso!”, exclamó Tony. Le gustaba no tener que esconderse de cualquier cosa, siempre y cuando estuviera con Bruce.
Los arbustos crujieron y Estúpido rebotó arriba y abajo como si fuera a atacar, pero no lo hizo. A Estúpido le gustaba estar a salvo detrás del otro sujeto también.
“¿Hola?” Un hombre salió de entre los arbustos. Era un hombre-a. El más perfecto hombre-a que Tony había visto en su vida, grandes y suaves músculos por todos lados, pelo amarillo como el sol y ojos azul cielo. De verdad era muy bonito. Tenía una lanza, pero la punta estaba siendo arrastrada tras él. “Olí… los peces”, dijo, pero estaba mirando a Tony.
El otro sujeto gruñó. Había estado haciendo eso mucho últimamente, y olfateando a Tony y lamiendo el trasero de Tony, lo cual se sintió agradable una vez se acostumbró a la idea. Tony suponía que se estaba poniendo ‘maduro’. Definitivamente ya no estaba enclenque. Bruce era un gran cazador e incluso Estúpido guardaba grasa a pesar de que los días se enfríaban rápidamente, y las noches eran muy frías cuando Bruce y Tony se abrazaban dentro de la cueva en un nido de pieles. Tony se sentó en una roca y sonrió mientras el otro sujeto rugía mucho al hombre-a.
“Él es mi compañero”, dijo Tony. “¿Quieres luchar contra él por mí? Vas a perder.”
“¡Oh! ¡Oh, no, no!”, dijo el hombre-a. Su cara se puso toda color de rosa. Tony pensó que era interesante, pero el verde era mucho más interesante. “Yo no quiero luchar por ti.”
Tony frunció el ceño.
“¿Tú no me quieres?” Bruce había dicho… ¿Bruce simplemente trató de que Tony se sintiera bien? “¿Acaso no huelo bien?”, preguntó profundizando el ceño.
“¡Hueles genial! ¡Oye, no!” Bonito hombre-a se fue volando por el aire cuando el otro sujeto lo golpeó. Aterrizó en un árbol. Todavía sostenía su lanza. “¡Espera! ¡No, Bruce! ¡Soy yo, Steve! ¡No quiero robarme a tu compañero!”
El otro sujeto arrancó el árbol donde bonito hombre-a estaba y lo arrojó contra una roca. Bonito se levantó y golpeó al otro sujeto en la cabeza con una piedra. Tony no esperaba eso. Estúpido se presionó contra Tony y ambos vieron la pelea. Bonito era rápido, y era bueno tirando cosas. Tony estaba disfrutando de la lucha. Luego olfateó.
“¡BRUCE! ¡EL PESCADO!”
El otro tipo gruñó y dio un último rugido antes de contraerse de nuevo en Bruce, luego fue a retirar el pescado de la hoguera.
Bonito se agachó abrazando una gran roca.
“¿Eres realmente Steve?”, preguntó Bruce mientras le entregaba a Tony un palo con pescado. “Steve era un poco pequeño.”
“Sí. Soy Steve.” Steve sacudió los hombros y quitó la suciedad de su cabello. “Me volví grande. Así como tú, sólo que yo me quedé así. Ellos tenían miedo de que me pusiera más grande. Así que…”, se encogió de hombros. “Sólo pensé en venir a ver cómo estabas.”
“Ah”, dijo Bruce. Se acercó a Steve y le ofreció un palo con pescado. “Tony es mío”.
Steve asintió mientras tomaba el palo y comenzó a romper trozos calientes del pescado para comer. “Tony es tuyo.”
Bruce asintió.
“¿Quieres unirte a nuestra tribu?”
“¡Sí, por favor!”
Tony miró hacia atrás y adelante entre los dos hombres-a.
“¿Puedes cocinar, Steve?”
Steve frunció el ceño y luego asintió.
“Sí. Mi madre me enseñó. Papá… no era un buen proveedor, por lo que no podíamos desperdiciar nada.”
Tony fue hasta Steve y le dio una palmada en el hombro. Bruce solamente gruñó un poco. El hombro de Steve era suave y muy cálido.
“¡Excelente!” Estaba pensando en el invierno, y cuánto más caliente sería la cueva con Steve, con él y Bruce y Estúpido. “Bienvenido a la tribu, Steve.”
***
Steve y el otro tipo descuartizaban un mamut del bosque (del tipo del pelo corto y rojo, no el más grande y peludo mamut gris de las llanuras) y Tony había regresado al campamento para hacerse de más cuchillos porque la piel de mamut se estropeaba rápido con las piedras. Estúpido se había quedado con el mamut, ayudando. Tony se había dado cuenta que algunos tipos de piedra tenían trozos más duros que no se desgastan muy rápido y había estado tratando de encontrar la manera de obtener los pedazos más duros y ponerlos juntos para hacer cuchillos de muchos filos. Bruce tenía algunas buenas ideas sobre eso mientras que Steve no podía entender, él sólo quería mejores cuchillos. La tribu de Tony era inteligente, y usaban las armas a pesar de que Steve y Bruce eran tan fuertes que en realidad no las necesitaban.
Había conseguido los cuchillos, pero se detuvo para sentarse y escoger a través de la roca que el otro sujeto había aplastado por él, dejando de lado los trozos duros. La savia del árbol los mantenía lo suficientemente juntos y sumergiéndolos en el agua solamente limpió los trozos suaves… ¿Tal vez con fuego? El fuego hacía que los palos se convirtieran en algo más, quizá las rocas eran más duras que palos y él sólo tenía que encontrar una manera de conseguir más fuego en las piedras, ¿diferente fuego? ¿Tal vez el fuego podría ser atrapado dentro de algo por lo que no podía huir y tenía que funcionar mejor con las rocas?
Tony estaba pensando muy duro. Podía pensar mucho mejor ahora que no tenía hambre todo el tiempo. Estaba pensando tan duro que no sintió cuando algo se le pegó en el cuello hasta golpearlo sin fallar. Su mano tocó la piedra fría. Gritó y se arrojó hacia atrás, lejos del cuchillo que lo había cortado.
“¡Ay!”, exclamó y aterrizó sobre su espalda, mirando a una mujer-a. Una muy hermosa mujer-a, con el pelo del color rojo del fuego y los ojos del color de las hojas en primavera. Hubiera sido mucho más hermosa si no tuviera el cuchillo cuya punta estaba mojada con la sangre de Tony. “¡ME APUÑALASTE!”, gritó Tony con indignación.
Ella se encogió de hombros y llevó el cuchillo hasta la boca para lamerlo.
“Es la forma más rápida para saber si estás listo para aparearte, hombre-o.”
“¡No! NO, no lo estoy. ¡Y no, tú no! Ya tengo un compañero.” Tony agarró un cuchillo, pero antes de que pudiera hacer nada, la mujer-a pateó su mano alejando el arma y ahora estaba sentada sobre él, apretando su cuello entre los muslos. Tony se agitaba pero no pudo moverla. Por el rabillo del ojo vio a otra persona, un hombre-b del tamaño de Tony, pero con los brazos musculosos.
El hombre-b habló.
“Tasha, pensé que íbamos a hablar con él.” Sonaba feliz. “Yo no sabía que querías llevarlo como compañero.”
“No lo quiero, Clint”, dijo la mujer-a. Ella soltó a Tony se puso de pie en un movimiento suave. Tony no intentó levantarse. Ella todavía tenía al menos un cuchillo, y muslos asesinos. Ella miró a Tony y se encogió de hombros. “Estúpido hombre-o no debe estar solo. Sobre todo cuando está casi listo para aparearse. No todo el mundo es tan bueno como yo.”
Tony asintió.
“Gracias por la lección. Ahora creo que será mejor que se vayan antes de que mi tribu regrese. A mi compañero no le gustará en absoluto.”
Tasha hizo un ruido resoplando.
“No tengo miedo de nadie”. Se adelantó y puso un pie ligeramente sobre el pecho de Tony. “A mi tribu no le gustaba que yo sea cazadora. No les gustaba que eligiera a mi propio compañero. Pensaron que una mujer no podía ser tan buena peleadora como los hombres. Así que me trajeron a mi compañero y se fueron. Tu tribu es pequeña. Tus hombres-a deberían estar contentos de que estoy aquí para protegerte. Deben estar contentos de que estoy pensando en unirme a tu tribu.”
“Eh, Tasha”, dijo Clint un segundo antes de que Tony escuchara el grito enojado de Bruce y luego el rugido del otro sujeto. Tasha se apartó de Tony justo para ver al otro sujeto. Tony se incorporó. Steve comenzó a pelear con Clint. Tasha era pequeña en comparación con el otro sujeto, pero ella no se posicionó a su lado, no paraba de saltar sobre él y golpearlo con cuchillos (tenía un montón de cuchillos escondidos en el pelaje negro que llevaba puesto) y perforaba y utilizaba rocas y… Tony estaba impresionado. Clint era bastante bueno siendo un hombre-b en contra de un perfecto hombre-a como Steve, pero a Steve quizá no le gustaba hacer daño a la gente por lo que probablemente no estaba siendo tan fuerte como podía.
Estúpido corrió alrededor de todos ellos, ladrando hasta que se cansó y luego vino a sentarse junto a Tony con la lengua de fuera. Tony rascó detrás de las orejas de Estúpido y miró al otro sujeto tirar a Tasha. Tasha hizo algo mientras estaba en el aire y aterrizó frente a Tony. Estaba sonriendo. Tony se rió y aplaudió. Todos dejaron de luchar y lo miraron. Había un montón de sangre y moretones entre ellos, pero nada peor que las secuelas de la caza de mamut.
“A Tasha y a Clint les gustaría unirse a la tribu”, dijo Tony.
El otro sujeto gruñó.
“TONY MÍO.”
Tasha tosió.
“Tony tuyo”, miró a Clint. “Clint mío.”
El otro sujeto miró a Clint y resopló.
“CLINT TUYO. YO NO QUIERO”, se acercó a Tony le olfateó todo antes de lamer la pequeña mancha de sangre en el cuello. Gruñó a Tasha.
Tony sonrió y le revolvió el pelo al otro sujeto.
“¿Alguno de ustedes dos sabe una buena manera de cocinar un mamut?”
Tasha señaló a Clint. Clint suspiró.
“Bueno, primero se hace un gran hoyo lleno de leña, y hay que tener muchos de esos frutos no tan dulces de la vid roja, y un poco de miel…”
Tony pensó que Clint iba a ser bueno para la tribu. Todavía no estaba muy seguro de Tasha. Pero aún así… ella era cálida. Y en invierno eso era todo lo que contaba.