Sus cuerpos en ese momento hablaban por sí solo, JongIn simplemente no podía dejar de besarlo, el sabor de su boca era sumamente delicioso y más ahora que era algo más atrevido que los besos anteriores, su cuerpo comenzaba a sentir mucha más calor que antes, no aguantó más y sin despegar los labios de su piel llegó a su cuello, el cual besó con cierta lentitud succionando algunas zonas con fuerza, de esta forma el menor quedaría marcado por él. Pero Sehun en ese momento no podía controlar ciertos jadeos que escapaban solos de su boca, sentía vergüenza, era la primera vez que se encontraban en esa situación y no sabía muy bien cómo reaccionar o que hacer, y estaba demás decir aquel bulto que comenzó a formarse en ambos, Sehun sentía perfectamente aquello encima de él, y más que le incomodara le gustaba, le gustaba haber provocado eso en el moreno.
Manos inquietas recorrían sus cuerpos como verdaderos primerizos, sus camisas fueron elevándose logrando mostrar más piel, y así tener mucho más tacto, se podía escuchar a la perfección las respiraciones agitadas de cada uno, deseando poder seguir tocándose como tanto habían soñado en algún momento. JongIn se alejó de su cuello observando con ojos llenos de pasión al menor frente a él, y así sin quitarle los ojos de encima fue desabotonando la camisa de este mismo, Sehun no se opuso a nada, porque también quería, quería ser tocado en todos los sentidos por el mayor. JongIn acariciaba ahora el desnudo torso del menor, percibía al instante el estremecimiento ajeno y también lo fuertes latidos de su corazón, una sonrisa se dibujó en sus labiales, había soñado tanto por este momento, estaba feliz por completo.
JongIn se quitó el mismo su camisa frente a los ojos de su Sehun, el cual tenía un ligero sonrojo en sus mejillas, aunque no era primera vez que se veían de esa forma. Ambos al mirarse sonrieron y JongIn fue rápido en besar los dulces labios del más blanco, el menor se aferró a su cuello y sus piernas rodearon su cintura, de esta forma JongIn logró levantarse del sofá caminando sin dejar de besarlo hasta su habitación, empujó la puerta con su pie y terminó recostando el liviano cuerpo de Sehun sobre la mullida cama y él claramente encima. Sus labios aún seguían juntos hurgando con sus lenguas todo, ambos estaban nerviosos pero ansiosos a la vez.
Sehun no pudo controlar sus manos las que con agilidad fueron a parar en los pantalones del moreno, comenzó primero a desabrocharlo con cierta torpeza, pero finalmente logrando bajarlos, JongIn solo se dejó, adoraba ese atrevimiento que había adquirido el menor así que no tardó en seguirle, deshaciéndose de esas prendas que lo único que hacían en ese momento, era estorbar. Por fin sus cuerpos estaban casi desnudos, pues su ropa interior seguía ahí, solo haciendo notar los excitados miembros de cada uno. Rompieron el beso viéndose a los ojos con la respiración más que agitada y eso que solo era el comienzo, JongIn no podía esperar más pero debía ir con lentitud, este día debía ser más que especial.
— ¿Sabes? Siempre había soñado con esto, y déjame decirte que es mejor de lo que creí.. —Fue JongIn quien dijo esas palabras sobre los labios de Sehun.
— Aún no se pone mejor.. —Las mejillas de Sehun ardieron en vergüenza, pero quizás estás nuevas sensaciones le sacaban algo distinto, más atrevido de lo usual.
— Ya verás..
Con esto JongIn volvió a atacar el cuello blanquecino de Sehun, dando succiones con algo más de fuerza, quería dejar sus marcas en el menor, dar a entender que este chico solo le pertenecía a él, con suaves besos fue descendiendo hasta sus clavículas las cuales no dudó en lamer, en esto a Sehun se le escapó un jadeo lo bastante sensual como para excitar aún más al moreno quién seguía marcando la delicada piel de Sehun. Aún había una pequeña pero molestosa prenda que los cubría todavía, JongIn fue bajando hasta llegar a su abdomen marcando por todos los rincones la piel de bebé que poseía Sehun, se topó justo con el bóxer ajeno, solo lo miró unos segundos para cuando decidió atrapar la pretina con sus dientes y así bajarlo lentamente. Sehun no podía creer lo que su mayor estaba haciendo, lo observó en todo momento no pudiendo evitar morder sus labios, aquella imagen frente a él era lo demasiado excitante, además de notar también lo erecto que él mismo estaba.
Finalmente Sehun estaba completamente desnudo bajo el cuerpo de JongIn, su corazón latía a mil, los nervios se apoderaban de su cuerpo, pero también había un grado de felicidad en ello. Así mismo JongIn se quitó los propios mostrándose sin ningún pudor frente al menor, sus ojos viajaban por todo su cuerpo solo cerciorándose que Sehun era sin duda el hombre más perfecto que pudiese admirar. Los brazos de Sehun se extendieron llegando a tocar con sus manos el suave pecho del moreno bajando por su abdomen y volviendo a subir, JongIn sonrió lascivo ante tales toques recostándose una vez más sobre el cuerpo de su menor, ambos se tocaban como si se estuvieran recién conociendo, ambos se miraban y lo único que era capaz de brotar de sus ojos era deseo, fue en ese momento que sus bocas volvieron a encontrarse en un beso mucho más demandante que los anteriores, mucho más pasional, mucho más excitante, sus lenguas se encontraban jugando la una con la otra, sus salivas se mezclaban y solo disfrutaban del sabor que cada uno era capaz de percibir, un sabor tan delicioso.
JongIn no tardó en comenzar a moverse sobre él, dejar que sus miembros se rozasen sin control, lo que provocaba los suficientes gemidos por parte de ambos los cuales eran callados por los besos, las manos de Sehun viajaban por la espalda del moreno moviéndose al mismo ritmo que este imponía, era una sensación nueva pero lo suficientemente placentera, era capaz de volverlo loco, así poco a poco JongIn fue teniendo un mejor espacio entre medio de sus piernas bajando lentamente una de sus manos con la cual comenzó a masturbar ambos miembros, los gemidos en la habitación eran incontrolables.
Era lamentable para JongIn tener que separarse del preciado cuerpo de Sehun por ir en busca de algún lubricante, lo buscó entre los cajones que tenía su pequeña mesita de noche sacando aquel envase volviendo con rapidez donde su menor, sonrió acomodándose otra vez entre sus piernas vertiendo algo de ese líquido en sus dedos, Sehun le observaba con cierto miedo pero deseo en sus ojos.
— Seré cuidadoso ¿sí?
— ¿S-Sabes lo que haces?..
— La verdad no, porque eres el primero para mi.. Pero no te haré daño bebé.
Sehun guardó silencio esperando ansioso por el accionar de su mayor, unos segundos después JongIn comenzó a adentrar uno de sus dígitos el cual estaba totalmente lubricado en su entrada, fue sumamente lento notando como Sehun fruncía un tanto el ceño, además de soltar unos quejidos, fue ahí que el moreno decidió tomar entre su mano desocupada la excitación del menor comenzando a masturbarlo, realizando aquellas dos acciones a la vez. Sehun se sentía delirar, por una parte sentía un poco de dolor ante la intromisión de aquel digito, pero placer por como su mayor acariciaba de tal manera su propia hombría, debía acostumbrarse a dicha molestia en su entrada.
Por otra parte JongIn continuaba dilatando la entrada de Sehun, la verdad es que no podía ocultar las ansias que sentía por hacer suyo al menor, lo había deseado hace tanto tiempo que en este momento no se podía controlar, y más allá de sentir demasiada calentura su corazón se sentía muy feliz, y no podía ocultarlo.
JongIn se inclinó para volver a besar aquellos labios rosáceos que poseía el contrario, acallando ciertos gemidos que de ambos escapaban, fue de esta forma que decidió introducir un segundo dedo en la entrada de Sehun, haciendo que este soltara un gemido algo más fuerte que otros, en eso JongIn un susurro un “shh..”volviendo a adueñarse de sus cerezos como si el mundo estuviese por acabar, de tal manera los dígitos de JongIn jugueteaban en su interior, y Sehun comenzaba a acostumbrarse, sintiendo en vez de dolor, un cálido placer por tener los dedos del moreno en su interior.
Pasado los minutos JongIn ya había introducido el tercer y último dígito en la ansiada entrada del menor, el cual ahora no dejaba de moverse, gimiendo con más fuerza que antes.
— J-JongIn.. Te quiero.. te quiero d-dentro mío.. —Logró musitar entre los jadeos que salían sin permiso de sus labios sujetando el rostro de su mayor, viéndole de esta forma a los ojos.
— Solo un poco más..
Aunque JongIn no espero ningún poco más, el hecho de que el menor se lo hubiese pedido lo había descontrolado por completo, por lo que no tardó en retirar sus dígitos del interior de Sehun, tuvo que apartarse de su rostro para poder lubricar ahora su gran hombría la cual se encontraba lo suficientemente erecta para entrar en él. Abrió algo más las piernas de su menor acomodando de esta forma su miembro en la entrada de este mismo, lo sujetó de sus caderas mientras con lentos movimientos comenzaba a abrir paso en su interior, en ese momento un gemido lo bastante sensual abordó de los labios de Sehun encorvando su espalda, ni el mismo podía creer lo que veían sus ojos.
Sehun jamás pensó que sentir el falo del mayor en él fuera tan placentero, al principio fue algo incómodo, la diferencia de tamaño de sus dedos a su gran hombría era notoria, pero transcurridos los segundos le fue gustando poco a poco, su cuerpo pedía más, lo necesitaba por completo en su interior.
— J-Jong.. muévete más.. más rápido.. —Volvió a gemir, casi ni podía modular bien lo que quería decir.
— Calma mi amor..
JongIn se acercó otra vez a él llevando sus manos por la espalda del menor subiéndolas hasta finalmente situarlas en sus omóplatos de esta forma comenzó a moverse con mayor velocidad, Sehun rodeó su cuello con fuerza siguiendo el ritmo de sus embestidas, también rodeó su cintura con sus largas piernas, hacer el amor de estar forma nunca creyó que fuera tan exquisito, ninguno de los dos tampoco dejaba de gemir y menos de besarse, el único ruido en toda la habitación era el de ellos entregándose amor como nunca, demostrándose que se amaban con todo el corazón.
JongIn entraba y salía de su interior hasta por fin dar en aquel punto donde Sehun prácticamente perdió los estribos.
— Ahí.. JongIn… más fuerte!..
Claramente el moreno no se iba a negar volviendo situar sus manos en las caderas dándole con muchas más fuerza, siendo algo más bestial en cada estocada que era proporcionada a Sehun. El sudor de sus cuerpos, sus respiraciones agitadas, el desorden que ahora había en la cama solo era el resultado de lo mucho que lo estaban disfrutando, la cama también se movía con ellos creando un sonido bien particular.
Sehun soltó el nombre de JongIn en un orgasmo lo bastante largo, ni siquiera le había dado tiempo al mayor, Sehun se había corrido manchando ambos vientres, segundos después JongIn terminó por acabar en el interior del menor dejando que su esencia se desparramara. El menor estaba cansado, no podía tranquilizar su respiración aún le faltaba aliento por recobrar, por otro lado el moreno lo miraba con una sonrisa en sus labios mientras poco a poco iba saliendo de él para recostarse a su lado, aunque también estaba agotado, pero la felicidad era más grande.
Ambos permanecían recostados en la cama del mayor con su mirada perdida hacia el techo, Sehun tenía una sonrisa en sus labios, y para que hablar de JongIn, nunca se había sentido tan feliz en su vida. Muchas veces cuando eran unos adolescentes JongIn sentía curiosidad por saber que se sentiría hacer el amor con alguien, o mejor dicho con Sehun, muchas veces se preguntaba si a Sehun le gustaría hacerlo, y luego de esto todas sus preguntas tuvieron respuestas. Jamás pensó que entregarse a una persona en el sentido sexual fuera tan placentero, con anterioridad se había masturbado como cualquier hombre lo haría, pero eso no era nada a lo vivido segundos atrás, incluso le quedó gustando, desearía poder hacer el amor con Sehun todos los días y noches, su cuerpo era simplemente maravilloso.
Sehun por otro lado tenía el corazón a mil, al fin había tenido su primera vez y nada mejor que haya sido con aquel hombre que amo de un comienzo. Nunca se le pasó por la cabeza la forma en que JongIn le trataría, fue dulce y a la vez un poco agresivo, pero siempre teniendo cuidado de no hacerle daño, logrando que solo el menor disfrutara de él.
— Te amo Sehun.. No sabes lo feliz que soy de tenerte de nuevo.
— Y yo te amo a ti JongIn. —Con lentitud Sehun se fue acercando al cuerpo desnudo del mayor, de este modo se abrazó a él acurrucándose en su pecho. — No vuelvas a dejarme..
— No lo haré, te lo prometo.