Malik guiaba al sexteto hacia la que fue su casa mientras vivió en Egipto con el brazo de Marik rodeándole la cintura.
Caminaron unas pocas cuadras hasta entrar a una zona más bien residencial Malik se acercó a una casa deshabitada en la mitad, era de dos plantas en color terracota con dos ventanas en el primer piso y dos en el segundo.
─Es esta ─señaló con el pulgar.
─No entiendo tu desdén, no está mal ─se acercó Ryou más a verla.
Malik sonrió de lado ─vengan por aquí ─caminó por el callejón que se formaba entre su casa y la de al lado, en la parte de atrás también con un pequeño balcón había una ventana que daba a una palmera alta.
─Ese era tu cuarto ─preguntó Yugi.
─Sip ─se acercó a la palmera ─me salía por la ventana y bajaba por la palmera para irme.
─Jajajaja ─los dos hikari soltaron la risa mientras regresaban al frente.
─ ¿Malik Ishtar? ¿Aquí? ─se escuchó una amable voz burlona haciendo que el moreno se girara, viendo a dos muchachos que habían sido vecinos suyos.
─ ¿Aylan? Hola ¿qué tal? ─saludó con una sonrisa al que le había hablado, el otro seguía en silencio tras del nombrado. Aylan tenía el cabello negro, largo hasta debajo de los hombros, trenzado; ojos azul oscuro de la altura de Malik.
─Vaya, no pensé que te volveríamos a ver por aquí después de que se mudaron a Japón ─dijo con diversión.
─Si, bueno, vine solo por un día a arreglar unos asuntos, nuestro vuelo sale en un rato ─explicó ─ellos son mis amigos ─y presentó a los demás. Yugi y Ryou saludaron amablemente.
─Ahh, yo creía que solo tenías dos hermanos ─dijo Aylan mirando a Marik.
─Marik no es mi hermano ─rodó los ojos pero no dio más explicación.
─ ¿Y qué tal Asía?
─Me gusta vivir en Domino ─dijo sincero.
─Bien, siempre es bueno saber de ti, tengo que ir a comprar algo ¡que tengas buen viaje! ─alzó la mano y Malik le chocó palmas ─te veo en un rato Lateef ─se despidió del que estaba atrás con él.
Lateef, un joven más o menos de la altura de Marik con cabello castaño rojizo, corto, con flequillo salmón; tenía rasgados y fríos ojos gris-verdoso.
─Hey ─saludó a Malik, levantando una mano y haciéndole señas para que se acercara. Dudativo Malik lo hizo ─hace casi un año ¿eh?
─Amm sí ¿Qué tal te ha ido?
─Bien, ya sabes, ir con mi padre a ayudarle en el mercado y eso ─rodó los ojos ─el lugar a estado sumamente aburrido desde que te fuiste ─con una mano le tomó el mentón, sorprendiendo al oji-lila.
─Ahh, emm ¿gracias? ─respondió apenado, apartando le rostro de su agarre.
Lateef sonrió de lado, Malik era tan adorable ─estoy feliz de volver a verte ─continuó, inclinándose para acercar su rostro más al de Malik ─ ¿por qué no te quedas? ─ le susurró ─ ¿sabes qué? Me gustas mucho.
Malik abrió los ojos como platos, sonrojándose de la mera pena y el asombro que esas palabras le provocaron ─ ¡¡¡¿Qué?!!! ─por poco no se le disloca la mandíbula, eso era algo que DEFINITIVAMENTE NO se esperaba.
Atrás Yugi y Ryou se quedaron en un estado similar, Bakura no pudo evitar soltar una risa discreta, pero igual que Yami, miró a Marik con precaución.
Lateef soltó una risilla por lo bajo ─eres tan lindo ─dijo como si nada, llevando su brazo a rodear la cintura descubierta de Malik, aprovechando la estupefacción del chico.
─Wow, wow, wow. Quieto ahí ─Malik lo empujó con suavidad por el pecho, sintió a Marik acercarse ─me has tomado por sorpresa, no… nunca pensé… ─Malik no sabía que decir ─lo siento ─se puso serio ─lo siento pero yo… ya hay alguien que me gusta ─retrocedió un par de pasos de espaldas hasta chocar con el pecho de Marik le dirigió una mirada que le pedía que se calmara y no fuera a hacer nada imprudente ─Lo siento Lateef ─se disculpó una vez más.
El de ojos verdes paseó su mirada entre ambos oji-lillas, notando de inmediato la relación que había entre ellos. Suspiró pesadamente y se paró erguido.
─Está bien, olvidado ─se dio la vuelta para entrar a su casa ─que tengas un buen viaje Malik ─ le guiñó un ojo y desapareció en el interior de su hogar.
Malik se recostó más en el pecho de Marik soltando un suspiró profundo ─bien, esto sí que no me lo esperaba para nada ─se llevó una mano a la frente, revolviéndose el flequillo.
─ ¿Qué fue eso? ─gruñó Marik con molestia.
─ ¿Malik? ─preguntó Ryou acercándose con Yugi.
─Estoy shockeado también, les juro que en la vida pensé que él… ─señaló la casa de Lateef ─es decir, de cosa lo veía un par de veces a la semana, mucho menos hablábamos ─se encogió de hombros ─ ¿podríamos olvidar de esto y regresar? Creo que ya casi es hora de abordar el avión ─dijo mirando a la luna que empezaba a ocupar su lugar en el cielo.
─Tienes razón, hay que alcanzar a los demás ─Ryou miró la hora en su celular.
─Pues en marcha ─dijo Yugi, abrazándose a sí mismo, el frio estaba aumentando, Yami lo abrazó de inmediato, brindándole su calor.
-o-
Regresaron al avión al mismo tiempo que los demás, aunque Yugi y Malik se detuvieron antes a comprar algo. Yugi quería llevarle algunos recuerdos a los gemelos y Malik quería algo para calmar a su hermana cuando llegaran, sabía que la morena no iba saltar en un pie de alegría, eso era seguro.
Abordaron el avión de inmediato y apenas este se estabilizó se acomodaron todos en la sala. Joey no paraba de hacerle preguntas a Yami, igual que Tea quien le observaba embelesada. Serenity fue más educada y consultó a Ryou por su fiebre y malestar. El albino aseguró estar en perfectas condiciones mientras era envuelto en los brazos de Bakura.
El cielo estaba teñido de un bello tono oscuro a esas alturas, libre de nubes, el interior del avión se sentía tan frio como seguramente estaba afuera y pronto todos se acomodaron para dormir, mantas y almohadas fueron repartidas y las luces bajaron casi al máximo.
Los sofás de la pequeña sala del avión pasaron a ser sofá-camas en donde Mokuba cayó el primero, los hermanos Wheeler, Tea y Tristán siguieron prontamente su ejemplo. Seto y Duke se quedaron más tiempo trabajando en sus laptops.
Las tres parejas se acomodaron igual, más sin embargo, como lo había dicho antes, Ryou no tenía ninguna intensión de dormir, acomodó la cabeza de su pareja en su pecho y se dedicó a acariciar con mimo los platinados cabellos.
─Tienes que dormir, necesitas descansar Ryou.
─Me conoces mejor que nadie, sabes que no dormiré en un avión Kura ─le dijo en un susurró, deslizando sus dedos por la oreja de Bakura.
─Hummm, no me subestimes. Me creo capaz de hacerte dormir, yadonushi ─entrecerró sus ojos en el tierno rostro, acariciándole el cuello con su lengua.
Ryou se ruborizó al acto, mas movió su cuello para exponer más piel a Bakura, el mayor sonrió arrogante, pasando a besar la blanca piel. Ryou reprimió un jadeo ante eso y cuando Bakura levantó el rostro le tomó de las mejillas con las manos, acercándolo al suyo hasta juntar sus labios en un desesperado beso lleno de necesidad; succionó con lentitud el labio inferior, acariciándolo con su lengua antes de adentrar su lengua en la boca del mayor, invitando a su compañera a juguetear.
Se separaron cuando el aire fue imprescindible, jadeando para obtener oxígeno y de inmediato regresaron a la faena, sentían la apremiante necesidad de fundirse con el cuerpo del otro. Se habían extrañado tanto, no solo física sino sentimentalmente.
Ryou dejó escapar sin querer un jadeo cuando Bakura regresó a su cuello, buscando dejar una marca.
─Te extrañé pequeño ─suspiró al mayor ─igual que esos dulces gemidos tuyos ─le dijo al oído.
─Calla ─reclamó avergonzado.
─Oh vamos, sabes que me extrañaste también ─se burló, tomándole del mentón ─pude haber calmado ese fuego que te sofocaba cuando estuvimos en la sortija pero tu cuerpo arde por mi ¿o acaso me equivoco? Ryou desvió la mirada al oírlo, sonrojado por la vergüenza ─el que calla otorga.
Marik acomodó a Malik encima suyo, llevando una mano a la cabellera del menor, acariciando con delicadez la zona donde había recibido el golpe horas antes ─seguro que ya no te duele.
─Seguro, estoy bien, descuida. El dolor de cabeza desapareció también ─le tranquilizó Malik ─solamente estoy cansado.
─Duerme entonces ─Marik lo abrazó más ─te quiero mi ángel.
─ ¿Cómo te sientes, Yami?
─Bien aibou, un poco mareado pero mañana estaré mejor.
─Descansa, mi amor ─susurró sonrojado, dándole un beso en la mejilla, acurrucándose para dormir.
─hasta mañana, koi ─le regresó el beso y cerró los ojos.
-o-
A la mañana siguiente, casi a las nueve de la mañana, a poco de aterrizar la mayoría despertó.
─No les parece que la forma en que están esos dos es algo peculiar ─comentó Tristán, viendo a los tricolores dormir, a lo cucharita.
─No tanto, si te lo piensas ─dijo Tea, sorprendiendo a todos con ese comentario ─Yugi y Atem estuvieron mucho tiempo compartiendo un mismo cuerpo, hay que pensar que están muy acostumbrados a la cercanía del otro ─sonrió la castaña ─déjenlos, en unos días se acostumbraran a ser dos cuerpos separados ─aseguró confiada.
─No lo creo Tea ─refutó el rubio.
─ ¿Hermano?
─Miren por ejemplo a esos dos ─señaló a los egipcios ─Malik y Marik están también muy juntos pero si ves la forma que en que Marik tiene agarrado a Malik, puedes notarlo: posesividad, pertenencia, territorialidad, confianza.
─Entiendo a dónde quieres llegar, están juntos no por costumbre sino por sentimiento, porque quieren ─afirmó Duke, recostándose un poco en el hombro de Tristán, fingiendo un bostezo.
─Si, bueno, pero…
─También mira a Ryou y Bakura ─interrumpió a Tea ─si no estuvieran acomodados así por gusto, Ryou no estaría abrazando a Bakura ─los brazos de Ryou rodeaban la espalda del mayor, el menor tenía los ojos ligeramente abiertos, a fin de cuentas Ryou había dormido un par de horas entre las doce y las dos de la mañana, Bakura dormía plácidamente en el pecho de luz.
─Resumiendo, dices que Yugi y Atem tienen una relación ─dijo Tristán.
─No lo creo ─se defendió Tea, frunciendo las cejas.
─ ¿Cuánto crees que se demoren en admitirlo? ─la ignoró Joey.
─ ¿Un mes? ─probó Duke.
─Tres semanas ─dijo el moreno.
─Yo le apuesto por dos semanas ─retó el rubio, cruzándose de brazos y elevando el mentón, Seto simplemente rodó los ojos, escuchando las ‘tonterías’ que su cachorro hablaba con el resto de la pandilla, mientras trabajaba en su portátil.
-o-
Finalmente el avión aterrizó poco después de que los tricolores, egipcios y Bakura despertaran. Los hikaris, y el yami albino regañaron a Ryou por no haber dormido mucho más ya nada se podía hacer. Tomaron todos sus equipajes y salieron del avión presidencial, un par de limusinas los aguardaban ya para repartirlos en sus hogares.
Joey y Serenity se fueron con los hermanos Kaiba a su mansión por invitación del pelinegro.
En la casa-tienda.
─Abuelo ─con una sonrisa, Yugi se abrazó a su abuelo, saludándolo, feliz de estar en casa, en especial porque su yami lo acompañaba.
─Yugi, que bueno que hayas regresado ─le regresó el abrazo ─Atem… ─le dedicó una sonrisa familiar ─bienvenido a casa ─le dio una amable palmada en la espalda.
Atem sonrió con una ligera sombra rojiza en sus mejillas ─gracias.
─Yugi, ayer llegó esto ─Solomon levantó un par de cartas en la mano, extendiéndole una de papel celeste, la otra era color hueso.
─ ¿Una carta? ¿Quién la mandó? ─tomó el sobre, revisándolo ─ ¿Rebecca? ─parpadeó un par de veces ─ ¿la mandó el profesor Hopkins? ─preguntó por la carta que se quedó su abuelo.
─Así es ─asintió con una sonrisa ─por cierto Yugi ─se puso serio ─Ukyo vino un rato después de que saliste ─informó, Yugi suspiró, no le sorprendía, algo le decía que Ukyo estaba en Domino ─no le dije a donde ibas pero parecía que necesitaba hablar contigo urgentemente.
─Lo sé abuelo, hablaré con él después ─le dio una sonrisa cansada y se dirigió escaleras arriba, Yami le siguió ─estaremos en mi habitación ¿sí?
Y sin esperar más respuesta ambos subieron, el abuelo soltó un suspiro viéndolos.
─ ¿Aibou? ─lo llamó el mayor, luego de dejar la maleta de Yugi junto al escritorio de la habitación.
Yugi suspiró tumbándose en la cama ─algo me decía que Uky-nii estaría aquí en Domino después de que no le prestara atención al última semana ─musitó el menor, sacando su celular ─tengo que hablar con él, se lo prometí a mamá ─acarició la amatista en su muñeca mientras Yami se sentaba en la cama a su lado
─ ¿Qué crees que diga la carta? ─señaló el sobre.
─Ah, es cierto ─levantó la cara frente a sus ojos, mientras abría con cuidado el sobre mientras se sentaba. Yami se acomodó a sus espaldas para rodearlo con sus brazos.
“Hi, my Darling Yugi ;)
Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos ¿Cómo has estado, lindo? Yo estoy bien, te eh echado mucho de menos.
El Abuelo te manda saludos.
¿Sabes? Pronto se celebrara el torneo continental de Duelo de Monstruos aquí en América ¡por supuesto que voy a participar y voy a por el primer lugar! ¿Me apoyarás, lindo?
Eso me recuerda que hace mucho que no se de ti en los torneos ¿todo anda bien? ¿Tú estás bien?
Hablando un poco de todo, seguramente estarás intrigado por la carta que mi abuelo le mandó al Señor Motou, si es que no la ha leído; si no me equivoco tampoco creo que te diga mucho al respecto después de leerla, puesto que mi propio abuelo no ha querido decirme mucho =/
Lo único que sé, es que con un grupo de investigadores y arqueólogos, parecen haber encontrado algo “interesante” y pondría las manos al fuego porque mi abuelo le haya comentado al respecto en la carta para invitarlo a participar a esa investigación.
¿No crees que sería divertido acompañarlos? Sería una buen oportunidad para pasar tiempo juntos n///n.
Supe también que ocurrió algo relacionado con el faraón ¿cierto? Los abuelos no quisieron decirme nada ¿puedo saber que sucede/sucedió?
Te deseo que tengas un lindo, my Darling Yugi.
Att: Rebecca H.
La carta estaba escrita con una perfecta caligrafía en tinta rosa, al final había una pequeña pegatina de un beso y un corazón.
Yugi sonrió algo apenado tras leer la carta en voz baja.
─Me pregunto qué será lo que ha encontrado el profesor Hopkins ─dijo con curiosidad ─es cierto, el torneo de América se hará en una semana, creo. Seguramente pronto saldrá ella en las noticias ─dijo con una risilla ─eso me recuerda ─tomó de su cinturón uno de los mazos ─aquí tienes ─le tendió su deck, el que había utilizado en el duelo de ayer.
Yami lo miró un momento, luego puso una mano sobre la de Yugi ─guárdalo tu ─le dijo con una sonrisa, inclinándose para robarle un beso, sacando una risilla apenado de su pareja.
…Continuara… xD