Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

De cuando Atenea se hizo barón por Febo Apolus

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero entiendan la idea y no se ofendan. Disfruten. 

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, son del maestro kurumada. 

Marín era una Afrodita, lo sabía por sus curvas, lo sabía por sus proporciones de escándalo, era una Afrodita tanto griega por su gracia, tanto romana (Venus) por su melena, era una Afrodita tanto por sus caderas como por sus labios, pero Afrodita nunca había ido a una guerra y delante de sí tenía a Atenea la diosa de la guerra.

Hubiera salido victoriosa si la contienda fuese contra una Hera, una Artemisa o, inclusive, un Ares, pero no, aquel no era un Ares, una Artemisa o una Hera, aquel era una Atenea, una Atenea hecha barón, con todo lo que ello implicaba, con la majestuosidad, de la diosa sabia y le ganaba, al amor y la belleza en su propio terreno, conquistando su propio reino para, tal vez jugarle una broma a la belleza y al amor.

Claro que siendo Afrodita, Marín, obtendría sin mover a su real alteza a quien quisiera y claro que era un reto llegar a ella, pero una vez llegando no era un reto obtenerle, ella era un premio pero el otro era el premio, ella era un reto, él era el reto, era un reto llegar a él y un reto obtenerlo, nadie había pasado ninguno de los dos.

Ella podría plantearse retos que siempre alcanzaría, él se imponía retos que nadie lograría. Claro que (nótese el sarcasmo) Afrodita podía vivir sin la atención de Atenea pues no era ni luz, ni luna, ni sol…

Y el sol se le apareció; en forma de un Apolo, un digno hijo del sol, hermoso como lo debía ser el dios de la belleza y la poesía.

Y por supuesto que Afrodita quiso tener al sol.

Marín podría arreglar el hermoso rostro con maquillajes que le harían ver preciosa, podía dar enorme atractivo a su melena de fuego, Atenea desconocía de maquillaje y correcciones faciales, su melena desordenada apuntando para todos lados en un negro profundo no recibía casi nunca su arreglo, pero cuando el sol puso la mirada en la sabiduría y en la belleza. La sabiduría opto por la razón y la belleza por la admiración. Y Apolo por supuesto extravió el raciocinio.

Ella podría presumir que había hablado con Apolo, él se guardaría que había escuchado a Apolo porque Apolo era, después de todo poeta y las palabras le sobraban.

 Ella presumiría que había besado a Apolo, él no diría que Apolo lo había besado a él, ya que Apolo era un dios pasional. Afrodita gritaría que era dueña de Apolo, él diría que vio a Apolo ser libre (con él).

Y cuando la contienda se declaró, abiertamente. Afrodita junto su ejército, claro para que Apolo viera que no había ser más bello que ella, y Atenea simplemente espero a que el sol se decidiera.

Porque Afrodita necesitaba comparase a los demás para que se supiera más bella, Atenea no poseía punto de comparación.

 Pero Afrodita olvido que Apolo además de belleza, era intelecto, además de vanidad también necesitaba la razón; y Afrodita era todo eso, vanidad y belleza.

 Porque Apolo era Aioria y Atenea era Shura porque Marín olvido que los opuestos se atraen y que nadie, absolutamente nadie, brillaba más que el sol, que nadie tenía más vanidad que él y que por su puesto había un solo ser más majestuosos que el sol, y ese era la luna, de quien ahora tomaba la mano y se declaraba victorioso.

Porque podría ser tan Afrodita como quisiera, tener el encanto de una venus, pero ante sí tenía a Atenea, la diosa de la guerra, la victoriosa. Y la contienda era por un Apolo que escogió al intelecto y la razón; no porque su Atenea no poseyera belleza, tenía belleza, una majestuosa y ofrecía amor, había maquillado sus mejores estrategias de conquista, porque adorno su belleza mental y etérea, porque Apolo era vanidoso y solo él podía ser así; porque Apolo era fuego y quería que Atenea ardiera con él, porque Apolo era posesivo, porque Apolo era todo lo contrario a Atenea.

Porque Aioria era un distraído empedernido y Shura era un detallista. Sí, por primera vez la estrategia le gano al amor, la guerra la razón. Porque Apolo era todo, menos racional. 

Notas finales:

Por leer gracias. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).