Cosas que hicieron que me fijara en ti
Parte VII
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Tus besos
Cada vez íbamos mejor en nuestra relación hacer que cedieras en algunas cosas era difícil pero sé que al final eres feliz...
—Ren... Ya basta...nos van a descubrir...—decías mientras tratabas de alejarte de mí...
—Masato... Solo un poco más...—dije para volverte a besar... unos besos tan necesitados de mi parte...—necesito recargar más—murmuren en tus labios para volverlos a devorar, lentamente me alejaba de ti... —bien vamos...— abría la puerta cuando tú me lo impedisteis y te abalanzabas sobre mí a besarme tan tiernamente...
—Hoy si Ren vamos...— dijiste y saliste....
Masato no vuelvas a atacarme de esa forma o perderé la cordura... Tus besos, tus suaves y deliciosos besos hacen que me fije en ti.
Tus besos hicieron que me fijara más en ti.
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Tú pudor
Apenas y podía besarte, no permitías que siguiera más pero un día sin mediar palabra te acorrale tanto en tu cama…
—Ren… mmm— apenas decías mientras está tratando de reprimirte, juntabas tus cejas y apretabas fuertemente tus labios, el sudor se hacía presente en tu frente, tu respiración era bastante dificultosa.
—Masato… no tienes por qué contenerte—dije mientras seguía sobre ti, mientras el calor de nuestros cuerpos se mezclaba más, cerrabas fuertes tus ojos mientras tratabas de contenerte lo más que podías mientras seguía con las caricias hacia ti…
—Ren… eres mmmm… eres un tonto Ren y-ya…—
—Masato yo quiero…— dije a penas me miraste seriamente…
—Tonto… te dije que aquí no…—te cubrías con tus manos…
Así era solo nos tocamos, no permitías que siguiera a delante, pero debo de confesar que te veías muy atractivo conteniéndote… tu pudor es sorprendente…
—Ren… eres un tonto…—me dijiste mientras salías de bañarte…
No me culpen pero no veo el día en que ya seas mío… tu pudor hace que te desee más…
Tu pudor hace que me fije más en ti.
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Tus celos
Una nueva etapa de nuestra vida profesional se abría ante nosotros, recién habíamos traslado todas las cosas a donde pasaríamos en largo tiempo…
La pequeña lady era la última en trasladarse, tú te ofreciste para arreglar y limpiar su habitación… mientras yo… si bueno…
—Vamos Masato… ¿qué sucede?— preguntaba ya que tú no me dirigías la palabra…
—… eres un tonto…—me mirabas furioso…
—Oh… ¿estas molesto por las rosas?…— dije con tono divertido acercándome a ti…
—Deja de fastidiar… no tenías porque razón besarla…—susurraste para alejarte de mí…
Masato eres tan sincero, te aferraba a mí con todas mis fuerzas y te susurre al oído…
—Tú eres el único para… mis labios te pertenecen solo a ti… todo de mi te pertenece…—dije para después depositar un pequeño beso en tu oído…
—No estoy celoso no te hagas ideas…tonto—dijiste mientras me empujabas y salías de ahí…
—Celos… nadie hablo de celos…—
Tus celos Masato hicieron que me enamoraba más de ti…
Tus celos hicieron que me fijara en ti.
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Tu honestidad
Quién lo diría, que aquel acto hizo que nos descubrieran… te encontrabas en los pasillos siendo cuestionado por alguien…
—Hijirikawa sabes muy bien que el amor está prohibido… además estás seguro que Ren no está jugando contigo…—
—Sé muy bien eso… y aunque Jinguji no sea tomado en serio por muchos por cómo se comporta… estoy seguro que es muy honesto conmigo… así que agradecería mucho que no diga nada— dijiste para hacer una pequeña reverencia e irte de ahí…
—Espero que seas muy serio Ren…— dijo mientras comenzaba a caminar…
—Nunca he ido más enserio… gracias por el consejo…—
Masato no pensé que serias tan honesto al confesarlo y mucho más al decir que confías en mí, tu honestidad es increíble Masato…
Tu honestidad hizo que me fijara más en ti.
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Tu tomando la iniciativa
Después de que ya estábamos solos en la habitación se sentía bastante incómodo para mí, aunque tú te adaptaste rápido, no podía acercarme nos ya que nos descubrirían y cabe decir que ya era suficiente que uno supiera de lo nuestro…
Un día mientras nos dirigíamos cada quien a nuestras actividades retrasabas el paso y me tomaste del brazo, nos paramos dejaste que todos se encaminaran y me jalaste la habitación próxima…
—Lo siento…— diciendo aquello me besabas desesperadamente…
—M-masato…— apenas dije por la sorpresa…
—Ren… debemos irnos…—dijiste tristemente… me abrazaste fuertemente y me volvías a besar…—mira en lo que me has convertido… tonto…—murmuraste con un sonrojo en tu rostro
—Claro yo soy el culpable que te veas adorable…—bese tus cabellos y salimos de aquel lugar…
Si es cierto moría de ganas de hacer eso… pero no había encontrado el momento, me sorprendió grandemente que tu tomaras la iniciativa… y eso me gusto…
Tu tomando la iniciativa hizo que me enamorada más de ti.
Tu tomando la iniciativa hizo que me fijara en ti.