Tony continuaba atacando al enemigo, lanzaba sus rayos de energía una y otra vez y estos a su vez eran rebotados por el escudo que los recibía, sin atacar, solo repeliendo.
-Parece que alguien tiene un escudo más fuerte que el tuyo, Capipaleta- dijo con sarcasmo, mientras Steve asentía con la boca abierta; el escudo que cubría el rostro enemigo repelía hasta los rayos de Thor y ni siquiera se movía ni un centímetro.
-¿Qué dijo Fury cuando te llamo en la mañana Stark? - preguntó Clint mientras preparaba una nueva flecha para lanzarla directo al escudo.
-Un rayo aterrizo en medio de New York y abrió un cráter, detectamos energía ajena a este planeta.- contestó este y volvía a lanzar un ataque así como Thor -¿Y tú hermano-esposo, ricitos? Sería de gran ayuda ahora- pregunto
-No lo sé- inquirió el rubio dando respuesta a la pregunta anterior – se quedó en la torre, Loki dijo que no quería venir – explico cuando de nuevo lanzo un rayo.
-¿Sólo eso te dijo Fury?- insistió el capitán
–Mierda- grito cuando el rayo de Thor se devolvió hacia su armadura – ah sí - dijo en medio del aire - y que un montón de agentes de SHIELD no pudieron derrotar a la “dama” que se esconde detrás de ese escudo. “Es muy fuerte, muy veloz” dijeron – concluyo cuando cayó, por tal vez, quinta ocasión, al suelo.
A su alrededor, y refiriéndose al cráter, se hallaban los agentes caídos, una nave aérea y otras terrestres, todas derribadas. Ese debía ser un enemigo terrible, que ni Thor podía combatir, tal vez fuese un nuevo Hulk.
-¿No es uno de tus familiares, Thor?- hablo el arquero que mejor decidió esperar por miedo a que una de sus explosivas flechas rebotaran en él y no es cobardía es que, él no era ni un súper soldado, ni un hombre de hierro o un Dios, él sí podía morir y sí él moría enormes problemas de color verde se avecinarían.
-No, el Bifrost no hace cráteres en la tierra- contesto – y no sé de nadie que sea tan resistente
Y de nuevo, el hombre de acero y el Dios atacaron con todo, esperando sí aquel escudo caía. Y Hulk golpeaba con toda su fuerza el escudo. Nada, por el contrario ambas energías salieron disparadas a saber dónde.
-Creí que el señor pirata les llamo para salvar New york, no para destruirlo- dijo una voz burlona detrás de los ahí reunidos. Era Loki, vestido con sus ya conocidas túnicas verde olivo, se le veía con una sonrisa socarrona y a tiempo esquivaba una flecha del halcón, estaba ahí, tranquilo y socarrón.
-Estamos en medio de un ataque, amor. NO es momento para que te burles- aclaro el rubio al ver llegar a su hermano.
-Lo que yo veo- agrego el otro- es que ustedes atacan, nadie les está respondiendo. Y si quieren destruir la ciudad, continúen, vayan que ya los edificios están tan destruidos por sus “ataques” que uno más no hará daño.
Tony resoplo molesto y a su vez JARVIS indicaba el desgaste de energía –Somos vengadores, nosotros destruimos enemigos de la Tierra…
-Y si no pueden vencerlos bla bla bla vengaras a bla bla bla. Ya me sé tú discurso, Hombre de acero- asevero el pelinegro aun burlón – y puedes seguir y seguir y seguir atacando, sí así lo deseas, pero ese escudo no va a caer ni ante ti- miro a Thor – ni ante ti, mi amor
-¿Puedes dar una sacudida todavía al dios del engaños JARVIS?- preguntó Tony
-No lo creo prudente, señor, observo al señor Loki como ayuda y no como amenaza. - Contesto después de su análisis – el moreno resoplo –me lamento a veces de darte tanto cerebro
-A su servicio, siempre, señor- le contesto la máquina y el multimillonario bufo
-¿Por qué dices eso hermano?- preguntó Thor deteniendo su próximo rayo. Loki rodo los ojos
-Porque es el escudo más fuerte del universo- respondió con obviedad
-¿Lo conoces Loki?- fue el capitán, ya sabía él que era una pésima idea confiar en el pelinegro -¿Es otro de tus planes de conquista?
El aludido resoplo ofendido y contesto- No voy a conquistarlos… aun
-Loki- asevero su hermano-esposo
-Ya, no los voy a conquistar- accedió – y tú Thor, eres un idiota
-¿Y ahora por qué me regañas?- se ofendió haciendo un mohín molesto que a Loki le pareció enternecedor
-No quiero interrumpir su enternecedora conversación – irrumpió Tony - pero tenemos a algo que, según la futura reina de Asgard, no podemos vencer- Loki agradeció el sarcasmo con una inclinación de cabeza
-No es momento para burlas Tony- reprendió Steve –Si Loki sabe quién es el enemigo, eso nos haría falta
-Que no es enemigo- repitió Loki – aunque tal vez sea la única persona en el amplio universo que pueda enfrentarse a Thor, en combate y vencerle y que a su vez posee el respeto del padre de todo
Los presentes se quedaron helados, una cosa era que Hulk pudiera maltratar al rubio y otra que pudiera derrotarle en un combate, en ese punto se hablaba de ligas mayores como un Odín joven o un Ragnarok.
-¿Y por qué no me da la cara?- preguntó el asgardiano con el orgullo ofendido
-Eso mismo me pregunto yo- concordó Loki, mientras pasaba en medio de los vengadores para llegar hasta el escudo. Era un escudo horrible, con la figura de un monstruo con cabellos de serpiente y con colmillos por dientes en una expresión de inmenso dolor. Se acercó hasta que pudo tocarlo y retirarlo ante la mirada sorprendida de la mayoría y una aturdida de Thor.
Detrás del escudo se escondía una joven mujer, de facciones andróginas, pero hermosas, un rostro afilado con los pómulos sobresalientes y un cabello negro, como el de Loki.
-Un gusto volver a verte, Loki- hablo la mujer que llevaba un yelmo en la cabeza, un yelmo griego hecho de oro con un penacho rojo brillante en la punta que cubría la mayor parte del rostro dejando admirar los inteligentes ojos grises, tan aturdidores como la tormenta. Portaba una armadura hecha, como el yelmo, de oro en color viejo que cubría la mayor parte de su cuerpo dejando libres las piernas y los bien formados brazos en donde más abajo unos guanteletes protegían los puños. A Thor la vergüenza le comió la lengua ante la majestuosa y hermosa dama que lo miraba picara y burlona.
-El gusto es mío, Atenea. Debes disculpar a los groseros humanos- hablo refiriéndose a sus agresores que aún no salían del estupor – y al asgardiano inepto que tengo por esposo
-A veces olvido que tan hostiles son los mortales- concordó la mujer mientras era guiada del brazo de Loki hasta donde estaba Thor quien de inmediato bajo la cabeza condescendiente y avergonzado
-Lo lamento, Atenea…yo- busco las palabras correctas
-No te preocupes, Thor – concilio la mujer –me has dado la prueba de que aun eres un bravo guerrero
-Un momento- interrumpió Tony tratando de asimilar todo, desde la belleza que tenía de frente hasta el no-ataque, sí auto ataque -¿Conoces al enemigo, Thor?
-No soy una enemiga- aclaro la mujer mirándolo
-¿Qué haces aquí Atenea?- se apresuró a preguntar Thor
-Necesito de tu ayuda, hijo de Odín- declaro pareciendo incomoda
-¿Ah sí?- volvió a preguntar el rubio con aires orgullosos. Loki rodo los ojos y susurro “Ay no”