Este es el fin, ya de aquí no hay mas voy a estar muerto qué más da si mañana no me lloran no me importa aunque sería triste, pero ya estoy en la orilla de este edificio ya nadie me detendrá y yo tengo que seguir con esto, todo esto sería un final muy devastador, pero quien me salvaría de lanzarte de un edificio solo porque le gusto mi ropa si es algo raro, pero él lo hizo.
-Okey tengo que hacerlo ya no hay por qué estar aquí- dije llorando, mientras subía al filo del edificio, hacia frio tenía que ser Cardiff aunque los edificios no son grandes las caídas son fuertes.
-Espera- dijo un muchacho por detrás de mí
-¿Qué quieres?- lo voltee a ver
-No saltes- dijo muy tranquilo
-Porque no saltaría, ya no vale la pena nada- dije sollozando
-¿Qué te paso?- me pregunto sentándose en el filo del edificio
-Se murió mi último familiar, el que me cuidaba- comente mientras me sentaba
-No es el fin del mundo al menos tienes casa, yo también vivo solo y no tengo familiares, digo si querías saber- me dijo muy serio
-¿Por qué subiste?- pregunte
-Me gusto tu ropa y no quiero un cuerpo tirado en la banqueta- sonrió
-¿Qué eres?- pregunte dudoso
-Tu milagro, tu ángel guardián no se pero que yo esté aquí significa que tienes vida por delante este no es tu fin, por cierto me llamo Koujaku y ¿tu?- dijo extendiendo su mano
-Me llamo Clear - dije aceptando su mano
-Ven hay que bajar ¿quieres un café?- dijo mientras me bajaba
-Claro Koujaku-dije sacando una pequeña sonrisa
-Vez, así te vez mejor – seco mis lagrimas con sus dedos
Bajamos del edificio y Koujaku me llevo de la muñeca a un café me dijo que no quería que me fuera corriendo a un edificio y que me tirara, lo cual ya no aria, cuando entramos al café me llevo a la mesa mas lejos de todos
-A conocernos mejor- dijo acercando su cara a mí
-¿Qué quieres que te diga?- pregunte alejándolo
- No sé a ver que sale- comento
Le conté que tengo 18 años y se sorprendió porque pensaba quitarme la vida teniendo mucho por cual vivir, dije que vivía con mi abuelo que murió de cáncer y que estoy estudiando finales de prepa bueno de hecho ya Salí.
-Y tú que cuentas- dije terminando de contar lo mío
-No mucho- me conto casi lo mismo que yo lo único diferente es la edad tiene 16 años está en preparatoria y salió de vacaciones y vivía con su mamà que murió de complicaciones por fiebre alta los dos sentíamos el mismo dolor, lo que note mucho fueron las muñecas de Koujaku, es que tenia cortadas ya marcadas en la piel, una muñeca se trataba de disimular con una pulsera pero aun así se alcanzaban a ver, tal vez aun lo hace.
-Koujaku no me contaste todo- comente decidido
-¿Qué no te conté?-
-Que te paso en las muñecas- apunte a a las mias
-Resultaste observativo(*), nunca nadie se ha dado cuenta- comento dado un suspiro y continuo-antes yo pensaba en el suicidio cuando mi madre murió me corte las venas pero no salió- sonrió- y después de eso me empecé a cortar haciendo formas o nomas porque sí, me gustaba sentir la navaja en la piel, tal vez suene raro, hasta que pensé que eso me asía mal y lo deje, lo hago sonar como si fuera alcohol o algo así- al terminar dio un sorbo a su café
-Y diciendo que con 18 estoy muy joven tu tenias 13- le reclame
-Sí pero era un niño de 13 sin madre así que se me hiso fácil- dijo sobándose la cabeza
-Lo imagino, ¿me prestas tu mano?- pregunte sonriendo, el accedió y continúe
-Estoy seguro de que eres un ángel- afirme
-¿Por qué?- pregunto
-Son sensibles al dolor propio y de los demás, se lastimas para regresar a su cielo- aclare
-¿Es tu pensamiento?- pregunto
-No- conteste
-De quien es-
-De mi mamá- conteste
-Tu madre es sabia-
-Lose, ella ya regreso a su cielo- solté con melancolía a nadie le he dicho ese pensamiento me sorprendió el soltarlo como si nada con el pero bueno ya lo hice, como no pedí nada tome del café que pedio Koujaku, después nos fuimos a un parque cercano ya que yo no quería volver a mi casa se miraría muy sola y eso me daba miedo pero claro no se lo dije, nos pusimos a hablar de cosas sin sentido y yo empecé a sentir sueño.