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En el apocalipsis por litle dragon

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Con esa base en su poder obtuvieron suficientes vehículos que ocuparon para enviar a otra tropa a inspeccionar la siguiente base pero esta no llego a su destino y solo un soldados de doce que eran regreso a la base en pésimas condiciones. 




 Lo llevaron de emergencia a la enfermería y lo atendieron pero el soldado también estaba dañado mentalmente. 




 
 




Toda la base tuvo conocimiento del terrible suceso y querían saber que le había pasado a su colega pero nadie informaba nada y solo a Tom mandaron llamar ante el general que se encontraba al pendiente de aquel soldado. 




-Señor? 




-Teniente Tom, tengo que hablar con usted de algo muy delicado.  




-Si señor, dígame. 




-¿Usted se ha enterado del ataque que sufrieron la tropa de expedición? 




-Afirmativo señor.  




-Donde estuvo usted anoche? 




-¿Señor? 




-Soldado solo responda. 




-Señor, he estado aquí en la base, en mi cuatro,  con mi tropa. 




-Tiene testigos? 




-Todos ellos señor. 




-Sígame. 




Ambos llegaron a la enfermería y ahí estaba el soldado sobreviviente recostado sobre una camilla, vendado por todo el cuerpo y con una extraña mirada en si rostro. Tom lo reconoció como el capitán de la tropa te Italia. 




-Este hombre asegura que fue usted quien los ataco. 




A Tom le cayo como un balde de agua helada aquellas palabras. 




-eso es imposible yo no podría, como? 




-Eso fue lo mismo que me pregunte.-Dijo el general mientras habría la puerta de la enfermería. 




Aquel soldado desvío la vista del suelo y miro al general pero al ver a Tom este comenzó a gritar. 




-¡Aléjenlo, es un asesino, mato a todos!-El pobre hombre manoteaba y se retorcida mientras que doctores y enfermeros lo sujetaban. 




Tom no dio crédito ante eso, sin duda el otro era el  responsable, pero si Tom habría la boca lo creerían loco. Tuvo que haberlo hecho desde un principio, ahora era tarde. 




-General usted me conoce. Yo jamás... 




-Lo se Tom, lo se, yo confió en ti.  Eres como mi hijo, pero no puedo contra esto. 




Tres soldados se acercaron para llevarse a Tom. 




-Resolveremos esto. 




Los soldados sujetaron a Tom y este se sorprendió. Afuera estaba ese tipo idéntico a el matando. 




-¿Como? ¿Encerrándome? 




-Lo siento Tom. 




Tom ya no tenía mas que decir. Pero no era necesario el general si le creía pero tenía que seguir un protocolo. Aun así sacaría a su muchacho de ese problema. Aunque no Fue necesario, unos segundos después se oyeron las alarmas de seguridad. No le sorprendió q su muchacho lo haría solo. 




Tom antes de la invasión era un chico problemático, no tenia ni el menor respeto por la ley, se iba a fiestas donde se embriagaba y tenia sexo ocasional con un sin fin de mujeres, pero la guerra lo vino a cambiar todo. Con la invasión perdió todo. El comandante era amigo de su padre cuando eran adolescentes. El lo adopto y Tom lo estimaba y lo respetaba. El comandante logro ponerlo en forma y disciplina así que Tom entendía la posición del sargento pero este lo conocía muy bien como para esperar que el no hiciera nada, no tenían por que recriminarle nada.  




El vehículo que Tom había robado se dirigía a la zona del ataque. En el alboroto de su escape logro tomar los archivos donde indicaban las coordenadas. Al llegar ahí reviso cada cuerpo, la forma en que los habían atacado coincidían a plena vista con una arma filosa, todos con los mismos cortes. Sin duda había sido ese otro. Decidió alejarse del lugar antes de que tuviera mas compañías y siguió unas huellas que se dirigirían al norte hacia las montañas. Borro el rastro pues eso era personal. Se armo y dejo el vehículo para seguir a pie.  




Paso dos días enteros siguiendo esa pista asta que logro alcanzarlo. Ese otro se encontraba en una zona boscosa cerca de un rio, descansaba acostado sobre pasto verde. 




Tom avanzo silenciosamente pero el ruido de un animal nocturno hizo que el soldado apartaran los ojos de su objetivo por un segundo, eso le vasto para perderlo de vista. 




Siguió buscando sin descanso pisándole los talones mientras analizaba la situación; él caminaba hacia el norte al parecer buscando algo, quizá si lo seguía daría con sus lideres. 




Cuando lo volvió a encontrar decidió solo observar su comportamiento para un mejor ataque. Era muy extraño para Tom observarse a si mismo, el era muy vanidoso y sabia que era atractivo pero la situación en el planeta lo había vuelto un poco despreocupado en ese aspecto, aparte era frío y reservado en cambio ese otro tenia un aspecto mas delicado y a pesar de ser un asesino tenia una mirada dulce, su rostro era perfecto era delicado y sin una sola señal de violencia en el, incluso tuvo que reconocer que era un tanto afeminado, le sorprendía el que un ser así supiera pelear tan bien. 




Lo siguió por un día muy de cerca montaña arriba. Sintiéndose cada vez más exhausto y hambriento. Sus provisiones casi se habían terminado, así que aprovecho que el otro se detuviera a descansar para también hacerlo. Tom estaba tan agotado que se quedo dormido en cuestión de segundos solo despertó de golpe cuando sintió que algo frío tocaba su cuerpo. Al abrir los ojos se encontró con la mirada del otro muy cerca de su rostro. 




-No te muevas. 




El cuerpo de el otro se encontraba arriba del soldado. Tom podía sentir el frío de esas garras sobre su pecho amenazando con perforar. 




-Valla, si puedes hablar.-dijo Tom burlonamente. 




-Claro que puedo hablar. Por que me sigues? 




-Me atacaste y mataste a mis compañeros. 




-Ellos me atacaron primero. Si quieres venganza pudiste haber intentado matarme kilómetros atrás, a si que contesta mi pregunta. 




-Quiero saber quienes son tus lideres. 




El otro quedo en silencio sin saber que contestar. 




-Me vas a tener así toda la noche? -pregunto Tom. 




-Estoy pensando que hacer contigo. 




-a si, pues deberías pensar más rápido. 




Y Tom hizo un rápido y ágil movimiento, y logro intercambiar papeles apuntándolo con su navaja justo en el cuello. 




-Te dije que pensaras rápido. Ahora dinero quien te hizo eso? 




-Eso? 




-Tu cara, quien te hizo así? 




-¿Así como? 




Tom saco su brújula que contaba con un espejo y lo coloco frente al rostro. 




El otro se miro y quedo fascinado. 




-Ese soy yo? Pero si soy igual a ti. 




Tom no podía creer que jamás hubiera visto su reflejo. 




-No idiota. Tu robaste mi cara. 




El otro no contesto, seguía viéndose en el espejo y Tom pudo darse cuenta que al otro le agradaba mucho lo que veía. 




-Basta!- y le quito el espejo para regresarlo a su lugar. 




-Me llevaras con esos malditos aliento. 




-Esta bien te llevareis solo porque a sido difícil avanzar con esos otros infectados rondando, pero...-he hizo un solo movimiento y se deslizo bajo el cuerpo de Tom. Ahora el volvía a estar arriba, tomándolo de las muñecas para someterlo. 




- ...no voy hacer tu rehén, me entiendes. 




A Tom cada vez más lo sorprendía este ser y solo meneo la cabeza para afirmar. 




 
 




El otro se levanto dejando Tom algo perplejo y avergonzado sobre el suelo, le extendió la mano para ayudarlo a levantarse pero Tom la ignoro y de un solo brinco se levanto. 




-Hacia donde? 




El otro miro el cielo como buscando algo asta que señalo en direcciona al norte y comenzaron a avanzar. 




Tom lo seguía a una distancia prudente y sin despegarle los ojos de encima. 




Sus pasos eran rápidos y silenciosos pero no tardaron en encontrar un grupo de infectados. 




-Son muchos.-Dijo el otro escondido detrás de un árbol. 




-Hay un pueblo cerca de aquí, son sus habitantes.- contesto Tom. 




-Sera mejor que los rodeemos. 




-No, tardaremos más. 




-Pero... 




-Ya veo por que dices que ha sido lento avanzar, ya se me hacia raro que zigzaguearas, aun que no entiendo por que teniendo esas habilidades. En fin, ahora vengo yo e iremos directo. 




El otro quedo en silencio. 




Tom se acerco a el y comenzó a preparar sus armas y a dar indicaciones. 




-Sígueme de cerca y no hagas ruido, no te separes de mi, ataca solo si estaba cerca, evitaremos usar municiones, ataca directo a la cabeza. 




Tom decía eso a cada uno de sus soldados cuando los entrenaba así que por costumbre le entrego un rifle. Cuando el otro lo tomo con sus manos metálicas el se dio cuenta con quien estaba y reflexionó por unos segundos.  




Estaría bien darle un arma a ese ser? Si lo fuera a matar ya lo hubiera hecho como dijo él, así que término dándosela pero con duda. 




-Mira, quitas el seguro así y... 




El le quito el arma molesto. 




-Soy experto en cualquier tipo de alma. 




-Esta bien, como quieras. 




Avanzaron sin problemas, se escondían entre arboles y arbustos, caminaban en silencia y rápido. Adentro del pueblo hubo más lugares donde esconderse y cada que se encontraban con un infectado Tom se encargaba de él. 




-Me gusta tu técnica. 




-Que?- pregunto Tom después de cortarle el cuello a uno. 




-Pero es muy lenta. 




-Que estas diciendo, si es la mejor. Metes el cuchillo en la garganta y das vuelta asta arrancarlo y listo. 




Un infectado avanzaba asía ellos rápidamente y el otro sonrió al verlo y avanzo a su encuentro. 




-Déjame intentarlo a mi. 




Tom tenia curiosidad de saber de que estaba hablando y olvido la primera de sus reglas; no lucirse. 




El otro espero a su víctima con las piernas ligeramente separadas, completamente relajado y listo. Al llegar ataco, metió las manos de un solo golpe atravesando el cuello y abrió los brazos y con ellos el cuello del infeliz infectado aniquilando en un segundo. 




Tom quedo fascinado, se acerco a el otro y estuvo apunto de palmearle la espalda pero se contuvo. 




-nada mal, nada mal, ahora hazlo cien veces.-dijo Tom poniéndose en guardia. 




El otro miro hacia donde Tom veía y vio como un grupo grande de infectados venían hacia ellos. 




 
 




Tom corría rengueando y sin separarse mucho de él se encontraba el otro, ambos bañados de sangre e intestinos de los infectados. Estaban saliendo del pueblo seguidos por una multitud. Tom llevaba sus armas vacías y había perdido su preciado cuchillo. Se había enfrentado a la mitad de sus atacantes y el otro a la otra mitad salvándole el pellejo en varias vocaciones, asta que el grupo aumento gravemente y tuvieron que correr montaña arriba. Tom había visto de reojo la información de un risco y un puente colgante, tenia una última granada y la aprovecharía muy bien.  




Al llegar Tom se sintió agradecido de ver ese puente ahí, pues la información era vieja. 




A mitad del puente Tom vio que del otro lado los esperaban más infectados pues al escuchar el alboroto se habían acercado. Tom no podía detenerse y uso su cuerpo para bloquearlos y tirarlos del puente, esto detuvo un poco su velocidad y esto le preocupo asta que vio que el otro se había quedado atrás para detenerlos. Los golpeaba y los tiraba del puente pero empezaban a ser demasiados y aun faltaban un par de metros para alcanzar el otro lado y tenia que decidir. 




 
 




-¡He!- grito Tom. - Acércate más, lanzaré la granada. 




-No puedo.- contesto el otro con las manos ocupadas. 




-vamos, no lo director otra vez. 




-Solo hazlo.  




Tom tenia que pensar rápido y elegir la mejor opción. 




Tiro varios cuerpos al suelo entorpeciendo el paso de los demás y regreso con el otro. En su camino quito el seguro de la granada y la aventó lo más lejos posible hacia el inicia del puente, tomo el cuerpo de su compañero y lo agacho cubriéndolo con su cuerpo. 




La Granada exploto casi en el aire y destruyo una parte del puente destrozando también algunos cuerpos.  




El puente callo tirando a todos ahí. Tom se había aferrado a las maderas del puente, con el cuerpo de el otro en sus brazos pero el estallido hizo que su cabeza golpeara con el puente dejándolo inconsciente. El otro se dio cuenta de eso de inmediato y con sus garras se engancho al puente sujetando el cuerpo del humano. Todos los infectados cayeron dejándolos solos. 




Tom comenzó a despertar, veía flashazos de lo sucedido en el puente asta que recordó la explosión y despertó de golpe.  Al abrir los ojos le pareció extraño contemplar un techo de madera; se encontraba en una cama y cubierto por mantas calientes y gruesas. Sentía la cabeza pesada debido al golpe e hizo un esfuerzo para ver donde estaba. Era el cuarto de lo que parecía una cabaña rustica; había una chimenea encendida y en frente una silla con su ropa  en ella. Al seguir mirando su vista llego a un pequeño mueble al lado de la cama donde se encontraban los extraños guantes de el otro. Al tratar de levantarse para buscarlo sintió algo que lo sujetaba del estomago y al descubrirse vio un brazo encima de el. Al quitar las mantas descubrió el resto del cuerpo al lado suyo, que descansaba pacíficamente; era tan hermoso.  




Tom meneo la cabeza para reaccionar. Esos pensamientos no le gustaban y se quitó el brazo de encima. 




El otro comenzó a reaccionar debido al movimiento. 




-oye, despierta. Como llegamos aquí? 




-Yo te traje. Después de caer al rio. -contesto buscando las cobijas para volverse a cubrir. 




-Que Rio? 




- En el que caímos después que el puente colapsara.-respondió casi susurrando. 




-Había un Rio? 




El otro ya no contesto, al parecer ya se había vuelto a dormir. 




Tom trato de levantarse pero su pierna al tratar de moverla le causo mucho dolor haciéndolo quejarse. 




El otro se descubrió la cara para ver que sucedías y vio la expresión de dolor de Tom. 




-Que te sucede? 




-Mi pierna, al parecer me la rompí. 




El otro se levanto de inmediato. Aun tenia puesto su extraña ropa y solo tenia descubierto las manos y los pie al contrario de Tom, que solo bestia con su ropa interior.  




-Por qué me quitaste la ropa? 




-Por qué estaba mojada. Dejando ver tu pie. 




-Y por que tu... 




-Mi ropa es de fibras a base de micro células, es delgada y térmica, es como una segunda piel, así que no necesita mucho tiempo para secarse. Dame tu pie. -cansado de esperar tomo la pierna para revisarla haciendo gritar más a Tom de dolor. 




-Con cuidado idiota me la vas a lastimar más. 




-Tengo un conocimiento muy amplio de anatomía humana, puedo curarte. 




Tom dudo pero el dolor era demasiado que acepto. 




-No esta rota, es solo una luxación.-Dicho eso, Jalisco el pie y lo acomodo en su lugar. 




Tom grito una maldición y pasado el gran dolor tuvo ganas de golpearlo pero, su pierna estaba mucho mejor. 




-Ya esta. -dijo el otro con una sonrisa de satisfacción. 




-Imbécil, me hubieras avisado. 




-Para que? 




Tom vio en el una expresión infantil y tierna, y decidió dejar así las cosas y se relajo en la cama.  




Tom era un tipo rudo pero no tanto, el dolor le había sacado una lágrima. 




-Por qué lloras? 




-No lloro- dijo Tom molesto. 




-pero tienes una lágrima. 




Tom se la limpio de inmediato. 




-no es lo que piensas.  




-¿Es por el dolor? 




-SI. no soy de piedra. 




-Conozco los sentimientos humanos, tengo una amplia información acerca de eso pero es confuso. Te he observado todo este tiempo y cada vez es mas complejo. 




-¿Tu me analizas? ¿Acaso eres como un androide o un cyborg?   




-No lo se. -el orto se miro las manos. en realidad no sabia nada de el mismo. Sabia que querían decir las palabras de Tom pero no tenia respuesta.  Si Tom tenia razón en su interior debía haber maquinaria y cables en lugar de huesos y venas. Tomo sus guantes y apunto el filo a sus muñecas para abrir la piel pero Tom lo detuvo. 




-¿Qué estas loco?  




-Quiero saber. 




Tom pensó rápido y tuvo una mejor idea. 




-Haber acércate. 




El otro obedeció y se colocaron de frente. Tom tomo su rostro y comenzó a analizarlo. Observo sus ojos, su delineada nariz, su delicada boca, palpo la piel y confirmo la tersura de esta pero se concentro en sentir los huesos del cráneo, siguió con el cuello. podía sentir las venas, los músculos, los tendones. Siguió recorriendo el cuerpo y noto un calor en sus mejillas, pero continuo tocando hasta llegar al pecho.  Al parecer todo estaba en su lugar, podía sentir su corazón latiendo a un ritmo agitado, costillas todas en su sitio, un abdomen plano y firme pero no toco mucho de el ya que el cuerpo brinco. 




-Perdón, pero sentí una sensación extraña.  




Tom sonrió. 




-Son cosquillas. 




-No. fue excitación. -dijo con mucha naturalidad. 




Tom aparto las manos de inmediato. 




-No noto nada fuera de lo normal. 




-Quizá sea un clon tuyo. 




Tom recordó el día en que un alíen le corto el brazo, de ahí pudieron haber obtenido su adn. 




-Recuerdas algo de tu pasado? 




-Recuerdo un ruido y salir de una capsula, y a ti al lado de otros dos hombres. 




-Entonces no tienes nombre? 




-Eso si lo se.- y le mostro el guante, en este había una placa de acero.-Bi-11. 




-Bill? 




-¿Qué dices? 




-Si, mira Bi-11 es Bill. piénsalo, si queda. 




El nuevo nombre le había parecido mejor así que sonrió satisfecho. Le agradaba mas la idea de que aquel soldado cambiara su nombre. cualquier cosa que él hacia le parecía bien.  




-Yo me llamo Tom Kaulitz. -y le extendió la mano. 




Bill la tomo sin dudarlo y descubrió una nueva sensación en su vientre. Ese contacto provocaba eso y no tenia respuestas del por que.  




Tom miro directo a los ojos cafés que se parecían a los que veía cada mañana en el espejo, pero tan diferentes a la vez, tan amables y cálidos, quizá el jamás se había visto de esa forma o no lo recordaba. Después del apocalipsis todo había cambiado. Hacia tanto tiempo había dejado de ser el hijo rebelde de un militar, estudiante de preparatoria y guitarrista de una banda con sus amigos. Ahora era un mercenario sin corazón o eso creía 


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