Cuando era pequeño solía jugar con todo lo que encontraba a mi alcance, no era muy sociable, por lo tanto no tenía muchos amigos, había conocido a un niño, con el paso del tiempo me di cuenta que yo era el único que lo podía ver, me sentía especial.
Trafalgar Law, decía llamarse, no solíamos jugar demasiado ya que el acostumbraba desaparecer por un buen rato, sin dar señales de vida.
Mis padres preocupados me habían llevado al psicólogo ya que decían que muchas veces me habían visto hablando solo, asistí a este lugar durante una semana ya que al poco tiempo habían encontrado a mi psicólogo muerto. Lo habían declarado como suicidio, mis padres se asustaron así que ya no me han llevado. Cuando cumplí los 15 años, mis padres me dejaron mudarme a la cuidad de Tokio, ahí asistiría a la preparatoria, ellos decían que quizá el cambio me ayudaría. Al contarle eso a Law él se alegró, dijo que al fin regresaría a su ciudad, esto me daba a entender que él había vivido tiempo atrás, no me asustaba tener de amigo a un “fantasma” o “muerto” ya que desde que lo conocí él había sido bueno conmigo.
Hice mis maletas para poder mudarme al fin, viajaría un buen rato así que mi madre preparo mi bentou. Regresaría a casa cuando al fin terminara mis estudios, si es que no me casaba antes.
No vi a Law durante todo el viaje, tal vez había ido a descansar o a explorar el metro, yo me encargaba de mirar por la ventana y jugar mi psp. Al llegar a Tokio, me dirigí en un taxi a aquel departamento que me habían comprado mis padres, tenía que ordenarlo y descansar había sido un viaje largo.
La noche dio, estaba triste ya que tenía que asistir al colegio al día siguiente, las clases ya habían comenzado así que tenía que ponerme al corriente. Me duche y prepare mi cena, simplemente prepararía ramen instantáneo ya que no había tanta ciencia en eso. Al fin mi buen amigo apareció, para ser una persona imaginaria también comía, no me explicaba por qué o el cómo así que no le daba importancia.
-¿Dónde estabas Law?- pregunte aun comiendo mi ramen.
-Estaba recordando mi vieja cuidad, ha cambiado demasiado- dijo sin interés alguno, se acostó en el sofá y comenzó a leer un libro.
-Bien, mañana iré al colegio, ¿iras conmigo?
-Tal vez.
-Está bien- a decir verdad jamás me había atrevido a preguntarle a Law sobre su “pasado” sobre quien era o como es que ahora soy el único que puede verlo, me daba miedo conocer la verdad.
Fui a dormir, había dejado listo mi uniforme para mañana en una silla, mis útiles estaban en mi maleta, solo era cuestión de descansar.
Eran las 3:46 de la mañana, había dormido ya 5 horas, aun así me sentía muy cansado, me sentía un poco cansado, me levante, bebí algo de leche y volví a la cama, Law estaba en el sofá durmiendo, a veces me cuestionaba ¿porque a mí?, pero pasaba buenos ratos con él.
El despertador sonó, las 7:00 am, mis clases comenzaban a las 8:00 am así que debía apresurarme para alcanzar el autobús, que me habían dicho pasaba por aquí a las 7:45 am, me duche y vestí coloque mi uniforme, una camisa blanca, con un saco y pantalón negros, con unas cuantas líneas rojas (solo en el saco), cepille mi cabello y fui a desayunar, aprovechando para preparar mi bentou.
-Iré contigo- escuche a lo lejos
-¿De verdad? esto será emocionante shishishi- me había preocupado demasiado, había imaginado mi primer día de clases sin él a mi lado.
El solo me miro y volvió a acostarse en el sofá. Prepare mi bentou y el de él, desayunamos y poco antes de las 7:45 am salimos del departamento a tomar el autobús.
Me senté en las primeras filas, Law se sentó a mi lado, los demás chicos solo me miraban extrañados, tal vez porque era nuevo y no me conocían.
-¿Me das permiso?- escuche decir, mire enfrente de mí, había una chica de cabellos claros, me levante para cederle mi asiento y ella se sentó encima de Law lo que provocó que yo riera.
Continuamos con el transcurso, la próxima vez tomaría el metro, esto del autobús no me gustaba, todos me miraban al subir. Además de que Law estaba molesto por lo ocurrido con aquella chica.
Al llegar bajamos del autobús y entramos al colegio, lo admire un poco, era un lugar bastante grande, con demasiados arboles de sakura, podría acostumbrarme a eso, pero mi amigo no.
-¿Qué te parece Law? shishishi, es perfecta ¿no?
-No veo lo interesante, bien mientras tu estas en clases yo estaré vagando por el colegio, no te preocupes por mi nos veremos en el descanso-.
-¿Qué estarás haciendo?- pregunte resignado.
-Nada, solo mirare un poco y veré que tengo a mis alrededores-.
-Ya veo, bueno suerte con eso, ya después me cuentas que encontraste- sonreí.
El timbre sonó, me dirigí a la sala de profesores, pues me habían dicho que ahí encontraría a mi profesor y el me guiaría a mi clase, y así fue.
-Bien chicos, tenemos un alumno nuevo- me miro y me hizo pasar.
-Buenos días, etto… me llamo Monkey D Luffy- sonreí- espero que nos llevemos bien- mire a los chicos de mi clase, ellos solo comenzaron a susurrar “es un D” “no lo puedo creer”, no entendía el porqué de su asombro así que no le di importancia. Tome asiento en una de las bancas vacías y espere a que llegara el descanso.
Después de una larga espera el descanso se hizo presente, tome mis bentous y salí del salón, me dirigí a fuera, tome asiento en una de las jardineras y espere la llegada de mi amigo.
-Law- dije molesto -¿Por qué no entraste conmigo? Me sentí extraño
-Tenia cosas que hacer- tomo su bentou y comenzó a comer.
-¿Entraras conmigo esta vez? Eres muy inteligente y me ayudas a pasar shishishi
-¡Oye!- escuchamos decir así que volteamos. -¿De verdad eres un D?- pregunto acercándose-
-Si, ¿porque?- continúe comiendo mi bentou
-Ya veo- sonrió. –me llamo Portgas D Ace.
-Tú también eres un D
-Shh! Nadie sabe
-Etto… ¿qué tiene de malo?
-¿Eres nuevo cierto?
-Así es, vengo de Shizuoka
-Ya veo, bien te contare… Hay una leyenda, dicen que cada cierto tiempo un D aparece por estos rumbos, no un D cualquiera un D maldito, siempre que él está presente algo trágico sucede.
-Tú también eres un D ¿NO serás tú?
-Llevo 1 año en este colegio y hasta ahora nada ha pasa…- la alarma del colegio comenzó a sonar, Ace, Law y yo nos dirigimos a cierta área, donde nos habían pedido ir.
-¿Qué habrá pasado?– pregunte asustado
-Eres tú- afirmo asustado
-¿Yo?, pero si solo soy un chico de 15 años.
-No… no te acerques a mí- y salió corriendo
No entendía nada, ¿Por qué yo? ¿Qué había ocurrido? ¿Qué era eso de la maldición?
Después de un rato, nos dijeron que pasáramos a nuestros salones por nuestras maletas, las clases se suspenderían hasta mañana, así que comenzaron a salir, me dirigí a la oficina del director, había muchos profesores así que fui cuidadoso, escuche que una profesora había muerto mientras había ido al baño, había terminado de lavar sus manos, al tocar el interruptor de la luz se había electrocutado.
-“Hay una leyenda, dicen que cada cierto tiempo un D aparece por estos rumbos, no un D cualquiera un D maldito, siempre que él está presente algo trágico sucede.” era imposible que fuera yo, esto no había ocurrido antes, o tal vez si, cuando iba en la primaria un profesor y 3 alumnos habían muerto, desde entonces nada así se presentaba. Tenía miedo, ¿De qué maldición se trataba? o tal vez, solo tal vez había sido una coincidencia, un accidente con la electricidad. Me dirigí a la salida, iría a casa, nada de esto había sido mi culpa, al menos eso pensaba para darme ánimos.
Llegamos a casa, encendí el televisor, Law se había puesto a leer, así que no podía interrumpirlo.
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Luego de un rato, salí del departamento dejando a Law leyendo, ¿Qué había estado haciendo él en el colegio? no podía preguntarle ya que a veces solía molestarse por mis preguntas, y él era mi único amigo. Decidí ir al colegio a ver qué pasaba, estaba lleno de policías y una que otra ambulancia, me asome para ver si escuchaba algo.
-¡Niño!- grito.-no deberías estar aquí
-Tiene razón, debo irme- comencé a caminar de lo más tranquilo, pero este me detuvo.
-¿Qué has venido a hacer?
-Veras… estudio aquí, acabo de ingresar, tenía miedo de lo que había sucedido así que vine a ver, no quiero que nada malo pase.
-Ya veo, ¿Cuál es tu nombre?
-“Hay una leyenda, dicen que cada cierto tiempo un D aparece por estos rumbos, no un D cualquiera un D maldito, siempre que él está presente algo trágico sucede.” recordé- Luffy, me llamo Luffy- sonreí –tengo tarea, debo irme.
Llegue a casa, Law no estaba así que aproveche y llame a mis padres para contarles lo sucedido, mi madre dijo que podría regresar a casa si quería, pero algo me impedía irme, tal vez debía saber que había ocurrido y quien era el culpable, así que le dije que no, que si algo mas grave sucedía, volvería al instante, ella se preocupó y me pidió cuidarme. Después de esa llamada regreso Law, según él había ido a investigar algunas cosas a la biblioteca, para ser un “muerto” o “fantasma” hacia demasiadas cosas sospechosas, aunque no podía desconfiar de él, siempre había estado cerca de mí.
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