Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Noticia. por MitcheKiller117

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No soy Park ChanYeol. No soy Byun BaekHyun, ni ningún otro personaje aquí mencionado. Esto es ficción y humor. Yo soy solo una soñadora dispuesta a narrrar, en su mayoría, locas historias de amor.


 

Notas del capitulo:

Aclaraciones:

—Diálogos.

Pensamientos, puntos a remarcar.

Otros detalles.

 

Advertencia: Cursilería y humor absurdo.

 

Le dedico esto a Moni <3 a quien amo mucho, a Lanny que me pidió matrimonio <33 y a Xo, a quien BaekHyun le cayó bien por un momentito, cuando se enteró de que Baek y Taeyeon rompieron.

 

 

'Cause you're the apple to my pie. You're the straw to my berry. You're the smoke to my high... And you're the one I want to marry.

 

 

 

 

 

 

La cama rechinó cuando SeHun movió el trasero: acomodándose sobre ella y cruzando un pie sobre el otro estirado, importándole poco llenar con el lodo embarrado en la suela de sus zapatos la cobija de una cama que, de hecho, no es suya.

Se mira al espejo por enésima vez en lo que va de la mañana, y eso que acaba de despertar. Encontrándose a sí mismo terriblemente atractivo, lanzándose besitos nada vanidosos y asegurándole a su reflejo que todo el mundo ama ese rostro tan papichulo y bello. Tan rubio, de piel tan pálida, de preciosos ojazos… Es, sin embargo, el sonido de las teclas del móvil de su acompañante cada vez que las presiona lo que interrumpe su ritual matutino, logrando arrugas en su frente una vez el ceño hubo caído en picada en dirección a sus también preciosos ojos.

—Oye, oye, ¡ya basta!

El pelinegro lo ignora deliberadamente, con la lengua fuera de su cueva siendo apenas mordida por sus dientes a la par. Extremadamente concentrado en lo que quiera que con tanto esmero ha pasado minutos escribiendo.

Y SeHun lo odia, porque bueno, no sólo se ha atrevido a interrumpir su precioso ritual, sino que también osó despertarlo con ese maldito sonido exasperante que se producía sin explicación alguna.

Enojado, SeHun le lanzó una almohada, pero ChanYeol lo esquivó a tiempo, sin siquiera molestarse en levantar la mirada. Los dientes del maknae chirrearon inmediatamente y sus pies patalearon contra el suelo, cansado de ser ignorado y comenzando a buscar atención por cualquier modo existente: Incluso si eso lo hacía recurrir a su edad como una excusa para comportarse ridículamente.

—¡Hyung! — Hizo un puchero — ¡Hazme caso, Hyung!

Más pronto de lo que hubiese esperado, el gigante se levantó del lugar donde hubo estado sentado todo ese tiempo con una sonrisa fascinante, de esas incluso cegadoras que aparecen en los catálogos dentales de las tiendas departamentales, y se acercó a él a grandes zancadas, logrando que contuviese el aire durante un segundo.

—¡SeHun, mira! Dime, ¿¡qué opinas!?

El menor parpadeó, enfocando la vista para mirar el teléfono celular que su mayor de pronto le había plantado tan cerca de la cara, que SeHun tuvo que volverse bizco.

—¿Qué opino sobre qué?

Fue el turno de ChanYeol para fruncir el ceño, alejando un poco el artefacto de las narices de su dongsaeng para que éste pudiese ver bien. — Demonios, SeHun, te dije que no te desvelaras viendo pasarelas de moda hasta tan tarde, ¡mira lo que te ganaste! Ahora eres ciego.

Cruzándose de brazos, el rubio intentó que el comentario le afectara poco. — No estoy ciego, ChanYeol, tú eres un bruto.

—Mocoso insolente — ChanYeol bramó, golpeándolo con el puño en la nuca y encontrando un lugar para sentarse a su lado. — ¡Rápido, rápido! ¡Dime qué es lo que opinas!

Luego de rodar los ojos, SeHun finalmente le arrebató el móvil al azabache para mirar, sorprendiéndose de encontrar una publicación todavía no hecha para Instagram.

 

Editar.                                                                                                                                                               Etiquetar.

Gracias aeris de todo el precioso mundo en que vivimos por su ayuda. ¡Al fin nos hemos librado de esta perra! #UnDíaFeliz #Aeris #Más #PCY #Unidos #Jamás #Serán #Vencidos #EXOL #LasAmo #EnTuCaraPlastica

Ubicación: ---

COMPARTIR.

 

Oh levantó una ceja. — ¿Qué es esto, ChanYeol?

—¡Oh, SeHunee! — El tipo parecía tan emocionado de que se lo preguntase, que resultó perturbador y de pronto al maknae le dieron muchas ganas de abandonar la habitación, buscar una cama calientita como la de su hermoso Hyung de mejillas regordetas, y dormir hasta que todo el escandalo afuera pasase. Pero era demasiado tarde para eso… Claro.

El gigante se levantó de un salto, los brazos sacudiéndose con emoción: Como si acabase de ganar una medalla de oro en una maratón.

—¡BaekHyun y Taeyeon terminaron!

Hubo un breve instante distinguido por el silencio.

Ni los mosquitos se atrevieron a zumbar por ahí durante un par de segundos.

Luego, SeHun cerró los ojos y casi se parte a sí mismo bajo una peculiar carcajada. — ¡Oh por dios, Hyung, ¿qué drogas  estuviste usando ésta vez?!

Ofendidísimo, ChanYeol se acercó a zancadas y le arrebató el teléfono al Maknae que no paraba de burlarse y, por lo visto, tampoco planeaba dejar de hacerlo en un muy buen rato.

—¡Yo no estoy drogado! — El más alto exclamó, refugiándose como un niño tras la pantalla de su móvil, sus mejillas repentinamente coloradas por el simple hecho de que el insolente de SeHun se estaba burlando de él. — ¡Es oficial, tonto! Está por todos lados, para que lo sepas.

Las risas del rubio cesaron entonces, su rostro volviéndose a quedar sin expresión alguna y un alivio inexplicable hizo que las entrañas del mayor se retorcieran.

—¿Es verdad entonces?

ChanYeol le sacó la lengua infantilmente. — Por supuesto que es verdad, tú, idiota.

Pero Park definitivamente no podía culpar a su dongsaeng por dudar de ello: De cada una de sus palabras diariamente, a decir verdad. Todo el mundo sabe que Park ChanYeol es un imbécil, que no sabe la diferencia entre la fantasía y la realidad, y que le encanta el sexo rudo y duro, aunque poco tenga eso que ver con la situación.

SeHun sacudió la cabeza, finalmente. — ¿Estás seguro de que no lo soñaste esta vez? — Entonó cuidadosamente, recordando la última vez que un suceso parecido había ocurrido en ese departamento.

Era gracioso de recordar para algunos, pero no para SeHun. ChanYeol había roto su preciado espejo durante su berrinche post me enteré de que el BaekYeon todavía no ha roto y solo fue un maldito sueño, aunque fue por accidente, por supuesto.

—¡No lo soñé, SeHun! Mira las noticias si no me crees, ya te lo dije: Está por todos lados.

Vacilante, el menor se atrevió a husmear durante un segundo en la primera red social que se le ocurrió dentro de su teléfono móvil, no teniendo que esperar demasiado para confirmar las tonterías ya no tan tontas que ChanYeol le estaba diciendo. Cuando levantó la mirada, se encontró con la sonrisa victoriosa del gigante, provocándole un encogimiento de hombros indiferente casi instantáneo.

—Bueno, eso no importa. Escúchame bien, Hyung. — Habló, refiriéndose a él respetuosamente para ver si de ese modo por favor le hacía caso — Tú, no, puedes, publicar, eso.

El aludido se llevó las manos al pecho, evidentemente ofendido. — ¡Por supuesto que puedo!

—¡Sí, pero no debes, Hyung, no debes! — Oh exclamó, frotándose la sien con una mano. — ¿Qué es lo que crees que todo el mundo asumirá? ¡Estás siendo más obvio que Tao vistiéndose de mujer para llamar la atención de YiFan!

El alto ladeó la cabeza, mordiéndose efímeramente la uña de su dedo gordo derecho con los dientes. — ¿Tú crees que Tao en verdad lo haya hecho por eso? Sé que haría de todo para complacer a YiFan pero…

—Quién sabe, Hyung, todos sabemos que YiFan Hyung siempre tuvo fetiches muy raros. — SeHun se encogió de hombros.

ChanYeol asintió.

Oh zarandeó la cabeza precipitadamente. — ¡Eso no importa Park ChanYeol, concéntrate!

El gigante se desplomó repentinamente sobre la misma cama en que SeHun había estado todo ese rato sentado, aferrando el móvil a sus dos manos y mirando la pantalla nostálgicamente con un puchero que en él lucía de todo menos adorable.

—Tienes razón, no puedo publicar eso.

El menor estuvo a punto de agradecerle a los cielos, pero, una vez más, supo que se había adelantado a los poco dotados razonamientos del chico tendido a su lado cuando el sonido de las teclas virtuales de su teclado volvió a perturbarlo.

—¿Qué estás escribiendo ahora? — Dijo exasperado, dejando escapar un suspiro.

Tan sonriente como cada vez que planeaba hacer algo malo, porque podía ser un imbécil pero era de esos imbéciles listillos con planes macabros, ChanYeol no le contestó sino hasta que terminó con su trabajo, mostrándole una vez más el texto al rubio.

 

Editar.                                                                                                                                                               Etiquetar.

Hoy estoy muy, muy contento porque cosas buenas han salido finalmente a la luz. Aeris, alégrense conmigo. ¡Muchas gracias por todo el apoyo! #Aeris #ElMejorDía #EXOLYCHANYEOLUNIDOSPORUNASOLACAUSA

Ubicación: ---

COMPARTIR.

 

SeHun tuvo que suspirar antes de salir corriendo de la habitación, confiscando temporalmente el teléfono celular de su estúpido Hyung.

—¡Oye, SeHun! ¡Trae eso acá, mocoso insolente!

Cuando entró a su habitación Minseok se frotó los ojos perezosamente, éstos tan somnolientos que seguramente a penas y podía ver.

—¿Qué está… — el mayor se interrumpió a sí mismo para bostezar prolongadamente — ¿Qué está pasando SeHunee?

El aludido sonrió enternecido por lo que estaba viendo: Un Hyung de cabello azul despeinado, mejillas regordetas con las sábanas marcadas en ellas y un poco de baba en la comisura de esos bonitos labios. No tardó mucho en arrojarse sobre él, llevándoselo a la cama de vuelta y acurrucándose a su lado lo más pronto posible, chisteando para que se callara cuando ChanYeol pasó haciendo un escándalo por el pasillo.

—Vamos a dormir, Hyung.

Nervioso por la forma en que los brazos del maknae lo sujetaban por la cintura pero demasiado cansado como para pensar en algo, Minseok asintió y se acomodó para dormir mejor.

—¡Deja que te encuentre maldito canalla!

La voz de ChanYeol en alguna parte del departamento ni los inmutó.

 

 

- - - - -

 

 

—SuHo Hyung…

Por primera vez, escuchar una cantarina voz referirse a él por la mañana, dejó de parecerle algo hermoso y sumamente apropiado, y eso que a él le encantaba cuando eso sucedía. Suspiró y le dio un largo sorbo a su café recién hecho, no importándole si se quemaba la lengua con tal de ganar unos cuantos segundos más de tranquilidad.

Yixing, sentado junto a él como todo un cabeza de familia, lo pateó en la espinilla bajo la mesa y con absoluta discreción: Aparentemente concentrado en comerse un delicioso panecillo pero prestándole atención a todo menos a eso.

Otro suspiro se le escapó al líder cuando la taza golpeó contra la superficie de la mesa, advirtiéndole que la tranquilidad brevemente instalada en el salón esa caótica mañana, estaba por terminar.

—¿Sí, ChanYeol?

La sonrisa perturbadora del gigante regresó. — ¿Sabes ya la noticia del día?

SuHo suspiró cuando la mirada de Yixing significó más que mil palabras.

—¿N-No?

ChanYeol se relamió los labios, como si estuviese ansiando gritar lo que estaba a punto de escapársele por ellos. Todos en la mesa continuaron mirando sus platos, esperando… JoonMyun decidió que si desviaba su atención en algo más las cosas se pondrían mucho menos tensas, de modo que tomó el periódico y fingió echarle una miradita.

Uno.

Dos.

Tres.

—¡Hyung, ¿cómo puedes no enterarte todavía de algo tan hermoso? BaekHyun y Taeyeon terminaron!

JoonMyun sujetó con fuerza el periódico, arrugando las orillas por donde estaba sujetando sus páginas. — Sí, ChanYeol — espetó intentando mantener la calma, Yixing se acercó para secar el sudor de su frente inmediatamente. — Eso ya nos lo dijiste unas quinientas veces en lo que va de la mañana.

—¡No lo entiendes SuHo Hyung! — El gigante exclamó con los ojos brillantes — ¡Es oficial y definitivo ésta vez! — Exclamó con su característico tono escandaloso, nunca olvidándose de reiterar lo obvio: — ¡Oficial y definitivo!

—Ay, no…

Los presentes se giraron para mirar a SeHun entrar en el comedor, pies descalzos y cabellera despeinada. Pisándole los talones un muy sonriente Minseok para ser ya el medio día.

—¿Ya está hablando de eso otra vez?

SuHo quiso asentir, desesperado, pero Yixing volvió a patearlo bajo la mesa, ésta vez haciéndolo gemir: Estaba claro quién era el que mandaba ahí.

—¡¿Eso?! — el gigante se escandalizo. — ¡¿Eso?! ¡Ellos rompieron, no puedes simplemente llamarlo eso!

El sonido de los cubiertos cayendo ruidosamente sobre el plato sobresaltó a todos menos a ChanYeol. KyungSoo le dedicó una mirada asesina, de esas intimidantes a las que todos temían y que tantos escalofríos causaban: La misma a la que, por lo menos en ese momento, el gigante parecía ser inmune.

—¿Y cómo se supone que le llamemos entonces, eh?

Park le mostró sus perlados dientes cuando sonrió. — No lo sé, pueden esforzarse un poco… ¿Qué tal octava maravilla del mundo?

—ChanYeol, las octavas maravillas son más bien físicas — Lay finalmente habló, con voz pastosamente dulce.

El aludido lo meditó durante un instante.

—¿Qué tal octava maravilla del mundo no física?

JongIn se frotó la morena cara con exasperación y el rostro de KyungSoo fue a dar contra la mesa una y otra vez, teniendo Minseok que sujetarlo para que dejase de hacerse un daño que únicamente él y Lay consideraban innecesarios, porque el resto de los ahí presentes prefería la muerte a continuar escuchando al imbécil de apellido Park.

—¡Ustedes no entienden! — Exclamó finalmente: Ojos llorosos y labios temblorosos abultados en un puchero. — ¡Minseok Hyung, diles!

Nervioso, el mayor de todos hizo un nudo con sus manos. — U-Uh… Bueno… Creo que la felicidad de ChanYeolee es totalmente comprensiva, ¿n-no lo creen?

Únicamente por el hecho de que le tenían respeto, nadie respondió.

—¡Soy un ser incomprendido dentro de este lugar! — Se quejó el nombrado.

SeHun deslizó el móvil anteriormente hurtado sobre la mesa en su dirección, con la expresión seria y los brazos cruzados. — Tienes que prometer que no vas a publicar nada.

—Ya, ya… No lo haré.

—¡¿Publicar qué?! — SuHo exclamó horrorizado.

—¡Oh por dios! — Yixing dijo entre risas, mirando la pantalla de su teléfono celular como si realmente le importase lo que estaba viendo… Las cosas que tengo que hacer por mis polluelos, se dijo a sí mismo. — ¿Ya vieron a Tao vestido como chica? ¡Seguro quería la atención de YiFan!

Los miembros no tardaron demasiado en rodear la silla donde el chino estaba sentado, olvidándose rápidamente de un ChanYeol llorica porque nadie me presta atención aquí, Minseok Hyung consuélame.

 

 

- - - - -

 

 

—A todo esto… ¿Dónde está BaekHyun?

Cualquiera en su sano juicio habría hecho la pregunta muchísimo más temprano. Pero no Park ChanYeol, eso está claro.

SeHun rodó los ojos desde el asiento trasero del auto en que viajaban, el brazo recargado en la puerta como si estuviese decidido a arrojarse por la ventanilla en cualquier momento si el azabache no se callaba.

Minseok sonrió a fuerzas, mostrando compasión por el enfadoso del gigante. — Tiene el día libre… Nos dijo que pasaría el día con su familia ayer, ChanYeol.

El aludido continuó haciendo publicaciones anónimas como spam en Twitter, dejando comentarios sarcásticos acerca de Kim Taeyeon y victoriosos en respuesta a algunas aeris tan felices como él por la noticia.

—Oh, ya… Supongo que la noticia me dejó muy impactado y lo olvidé.

SeHun puso los ojos en blanco, lanzándole una mirada fiera que dejó a notar las muchas ganas que tenía de lanzársele encima al muchacho, pero XiuMin encontró el modo de tranquilizarlo tomando su mano.

—¿Y no deberías querer estar con él justo ahora?

ChanYeol se encogió de hombros. — Él y Taeyeon terminaron, tenemos toda la vida para estar juntos, ¿sabes?

Por primera vez, SeHun se mantuvo en silencio por su propia voluntad, recibiendo una sonrisa autentica por parte de Minseok. Y, aunque le costase demasiado admitirlo, por segunda vez consecutiva en lo que iba del día… ChanYeol tenía razón.

El auto se detuvo a espaldas del teatro donde Chen estaría presentando el musical en que tanto había estado trabajando. El de cabello medio azul fue quien se encargó de conducirlos por él lugar, ChanYeol tuvo tiempo de notar lo enfurruñado que eso puso al Maknae porque bueno… Su Hyung había estado mucho tiempo ahí junto a JongDae y, aunque no quisiese admitirlo, eso hacía que SeHun ardiera en celos.

—¡Oigan!

Chen los recibió con su característica sonrisa gatuna y el cabello castaño peinado hacia atrás. Minseok se lanzó a sus brazos inmediatamente, ensalivándose un par de dedos y pasándoselos por el pelo después en un ademán demasiado cariñoso para el gusto de algunos de los presentes.

—¡BaekHyun y Taeyeon terminaron!

JongDae se carcajeó inmediatamente. — ¡Demonios, ChanYeol, pero si ellos nunca anduvieron!

El gigante chocó cinco con el intérprete del taxista Benny.

—¡Tú sí me entiendes, compadre! ¿Qué debería hacer? ¿Flores, cena romántica o una joya?

Chen se mofó casi de inmediato, nunca apartándose lo suficiente de XiuMin como para que el malvado Maknae pudiese robárselo: Porque algo era seguro, ese niño había estado demasiado cariñoso con su Minseok de un tiempo en adelante.

—De BaekHyun estamos hablando, regálale una rosa, hazle el amor y asegúrate de que cuando despierte lo primero que vea sean hot cakes con mucha, mucha Nutella.

 XiuMin sonrió enternecido, no pudiendo creer que en verdad estuviese escuchando una conversación así por parte de esos dos locos.

ChanYeol se relamió los labios demasiado pronto, sin embargo. — ¿Duro contra el muro?

—¡Durísimo!

Las regordetas mejillas de Minseok se sonrojaron mientras rodaba los ojos, con esos chicos nada debía tomarse demasiado enserio.

—¡Oye, ¿ya viste las fotos de Tao vestido de mujer?

Los cuatro se carcajearon bajo las atentas miradas del resto del reparto.

 

 

- - - - -

 

 

Las luces estaban apagadas cuando llegó.

BaekHyun levantó ambas cejas, sorprendido. — ¿Se fue la luz o qué?

Nadie le respondió, incluso cuando dejó que pasase un minuto. Pensando que probablemente sus compañeros estaban tratando de jugarle una broma, el rubio cerró la puerta, intentando acostumbrar sus ojos a la penumbra y se quitó los zapatos.

Los colocó en el mueble que era debido y prosiguió a quitarse el abrigo, tendiéndolo rápidamente sobre el perchero y asegurándose también de quitarse el suéter, únicamente quedándose con una camisilla y los pantalones.

Había tenido un día largo y maravilloso junto a su familia, sin embargo, estaba cansado y lo único que quería hacer realmente era dormir.

Caminó a ciegas dentro del departamento que ya se sabía de memoria, lanzando una bolsa con recuerditos sobre el sofá para que cuando los miembros dejasen de ser idiotas pudiesen recoger lo que había traído para ellos.

—Estoy cansado, se los advierto: No tengo ganas de jugar.

Su exclamación murió en el sepulcral silencio y un resplandor proveniente del pasillo lo hizo afinar la vista. Sus pies se movieron por los instintos que su curiosidad traía consigo, pasos lentos recorriendo de a poco el piso hasta llegar al lugar indicado.

BaekHyun abrió los ojos con sorpresa al encontrarse un camino de velas aromáticas encendidas, un camino que llevaba a la habitación que tenía prohibido visitar desde que SuHo Hyung comenzó a dormir en ella.

—¿H-Hay alguien…

Ni siquiera pudo terminar de formular la pregunta.

Grandes manos cubrieron sus ojos y un cuerpo se cernió sobre su espalda en la oscuridad. Se le escapó una bocanada de aire por la boca y la sonrisa vino después, casi inmediatamente, cuando sus pequeñas manos buscaron a tientas las que estaban sobre sus ojos.

—¡Park ChanYeol! — No lo dudó cuando exclamó.

Estuvo a punto de añadir un regaño y sin embargo, la gruesa voz del chico tan cerca de su oído lo mandó a callar. — Estaba esperándote.

—Yo…

Un quedo shh brotó de la garganta del más alto, sus labios rozando lujuriosamente el lóbulo de la oreja de BaekHyun. — Tú y yo tenemos cosas más importantes qué hacer esta noche que hablar.

Cada centímetro en la piel del bajito se estremeció. Sus sentires se entumecieron cuando la entrepierna del muchacho escondido a sus espaldas tocó su espalda baja, logrando que se arqueara un poco, convirtiéndolo en un inmenso mar de nervios y temblores. Las grandes manos descendieron por su rostro lentamente, una deslizándose sobre la piel expuesta de su cuello y la otra colándose por debajo de la camisilla, acariciándole el estómago ahora apenas abultado.

—¿Qué has hecho con todo ese relleno de cremosa Nutella?

BaekHyun gruñó. — Se le llama Gimnasio, gigante. Aunque aparentemente es un lugar que tú desconoces.

El aludido lo giró entre sus brazos, maniobrándolo a su antojo. BaekHyun levantó la mirada en la oscuridad, jurando haber visto el precioso brillo de los ojos ajenos demasiado cerca pero no estando demasiado seguro. Fue la respiración traicionera de su gigante contra su propia nariz la que le hizo saber exactamente dónde se encontraba, y Baek elevó sus pequeñas manos para sujetarle el rostro con parsimonia.

—¿Desde cuándo te importa mi ausencia de músculos?

Más ansioso que tembloroso, BaekHyun se puso sobre las puntas de sus pies y juntó sus labios con los del grandote de forma efímera. — Nunca dije que me importara… — Murmuró quedamente, sus brazos encontrando el camino a seguir para envolver el cuerpo de su preciado su gigante.

ChanYeol lo abrazó también, moviendo un pie tras otro con torpeza e invitando a Byun a caminar con él sobre el pasillo.

—¿Me extrañaste hoy?

El gigante se mordió la lengua: Mentir no estaba en sus planes, sin embargo, contarle que había estado demasiado ocupado actuando como un bebé entorno a los demás miembros por su ruptura con aquella rubia de Girls Generation, tampoco estaba dentro de sus planes.

—Uhm… — terminó evitando la pregunta con un dulce beso y, justo cuando Baek se separó y abrió la boca para ponerlo bajo un ferviente interrogatorio, ChanYeol colocó su arma secreta entre sus bocas.

La suavidad de un pétalo le acarició al bajito el labio inferior, el ademán haciéndolo estremecer.

—BaekHyunee, ¿eres mi chico?

El pequeñito parpadeó en su dirección aunque el otro no pudiese verlo con claridad. En la habitación a la que habían entrado en algún momento del que él no se percató, había muchas menos velas pero sus ojos podían perfectamente ver la rosa roja que el gigante estaba sosteniendo entre ellos.

Sus mejillas no tardaron demasiado en teñirse de escarlata, un poco avergonzado por la pregunta repentina. — Gigante idiota… — dijo bajito, empujando con timidez al aludido por el abdomen — por supuesto que soy tu chico. Somos novios hace más de un año, ¡no me digas que lo olvidas-

Los esponjosos labios del menor lo silenciaron con beso.

BaekHyun dejó que sus ojos se entrecerraran placenteramente.

Shh ChanYeol volvió a pronunciar, derritiéndolo bajo la grosura de su encantadora voz. — ¿Sólo mío?

El brillo de sus ojos bajo la luz de las velas hizo a BaekHyun estremecer antes de asentir con lentitud. — S-Sí…

—¿Mío y de nadie más?

Baek intentó agachar la cabeza, demasiado avergonzado por las preguntas y la mirada intensa de la que era preso, pero ChanYeol lo detuvo justo a tiempo, sujetando su mentón y forzándolo a mirarlo.

—¿Esto es por Taeyeon? Porque si es así…

El gigante le robó un beso una vez más, dejándolo sin aire.

—No la menciones nunca. Nunca más, BaekHyunee.

El bajito asintió temblorosamente.

La rosa le hizo cosquillas en la barbilla. —Voy a hacerte el amor tan intensamente, que ese nombre quedará borrado de tus recuerdos para siempre.

A BaekHyun le hubiese gustado asegurarle que no tenía que hacer algo como eso para que sucediera, que esa chica nunca significó nada para él, que siempre fue ChanYeol: ChanYeol, el chico del cabello rizado y sonrisa estúpida. Park ChanYeol, su primer compañero de habitación con acné y dientes no del todo blancos. Yeol, su mejor amigo, su amante, su todo.

Pero fue precisamente él quien lo tumbó sobre la cama, su cuerpo cerniéndose sobre el suyo, su voz susurrándole palabras tanto amorosas como calientes al oído… Y BaekHyun lo olvidó todo.

Sus preocupaciones, su cansancio, lo olvidó todo y se quedó con ChanYeol.

ChanYeol, el hombre que le hizo el amor salvajemente sobre las blancas sábanas de la cama. El mismo del que repitió el nombre una y otra vez, sin control, sin detenerse a pensar. Ese chico que durante tanto tiempo había sido el responsable de sus suspiros.

El único al que ama y, aunque sabe que el futuro es siempre incierto, quiere poder amar durante el resto de su vida.

Y no sabe cuándo es exactamente que sucede, pero los labios de ese ChanYeol que tanto quiere le besan la mejilla y se duerme sobre su pecho. Los latidos irregulares de su corazón arrullándolos a ambos… Sus manos entrelazadas en una promesa que no necesita de palabras.

 

 

- - - - -

 

 

Un delicioso aroma penetra sus fosas nasales.

No necesita abrir los ojos para saber que ya ha amanecido y el resplandor blanco de la luz solar penetra las cortinas de la habitación. Le duele todo el cuerpo y el cansancio le pide a gritos volver a dormir pero no puede hacerlo. Recuerdos de besos y caricias sobre su piel lo hacen estremecer.

Un peso adicional sobre la cama hace que el colchón se hunda.

Una sonrisa se traza en los labios de BaekHyun antes de finalmente abrir los ojos, luchando contra la claridad y encontrándose con el precioso rostro de su hermoso ChanYeol recortado por la luz.

—Buenos días, BaekHyunee…

Y demonios, seguramente no hay nada mejor que esa voz ronca sea la que lo despierte. Ni que ver esa maraña de hilos negros en que su cabello se convierte cada mañana. Baek quiere limpiar los residuos de baba con su pulgar pero la imagen es tan terriblemente tentadora y tierna que se resiste.

—Demonios, ChanYeol… Te amo tanto.

El gigante lo besa con suavidad, queriendo demostrarle con acciones que él lo ama mucho más.

Y como cada mañana luego de compartir una preciosa noche con Park ChanYeol, cuando despierta creyendo que no puede haber absolutamente nada más perfecto, BaekHyun se equivoca.

Los labios de su novio saben a Nutella.

Baek no tarda en olvidarse de sus músculos adoloridos y mandar el cansancio al carajo, porque comer panqueques con Nutella en los brazos de ChanYeol durante las mañanas… Definitivamente es lo mejor que hay.

Y no es noticia, y probablemente nunca lo será, pero Byun BaekHyun ama a su ChanYeolee tanto como éste lo ama a él.

 

 

Notas finales:

No podía dejar que un evento como este pasara desapercibido xD La idea llegó a mí como una bofetada en el transporte público hace unas horas de camino a casa. Regularmente llego y duermo un poco, pero hoy no lo hice: Hoy escribí para mí y para ustedes. Esto al principio sería únicamente una viñeta de humor (¡BaekHyun ni iba a aparecer!), sin embargo la idea daba para más y ya saben como soy xD

Créditos a Moni por la idea de los post en Instagram y a mi mujer Lanny por la de Tao vistiéndose como niña para que Kris lo perdone, las amo con amors del bueno <33

Besitos gheis.

Ah! No se olviden de hacer cadena de oración por Huang ZiTao, el chico ya se anda vistiendo de nena para llamar la atención de Wu XD

Ahh! También… No pude evitar la insinuasión del ChenMinHun </3

Ahhh! Según esto estaría finalizando Stranger para mañana, así como publicando un OS TaoRis. En cuanto a Blank Space... Bueno, esperenme poquis xD

Ahhhh! Y no le puse lemon porque no sé... No creo que hubiese quedado igual de bonis. Así me gustó a mí <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).