El equipo de Seidou iniciaba una nueva temporada después de la dolorosa derrota que sufrieron en el torneo pasado, donde Inashiro los derroto poniendo fin al sueño de convertirse en los campeones, terminando así el verano para los alumnos de tercero quienes entregaron sus uniformes en silencio conteniendo las lágrimas, la vista del atardecer se hace presente en este momento de tristeza y sentimientos encontrados, el silencio es roto por los llanto de los senpais cuando es el turno del capitán de Seidou el entregar su uniforme este se mantenía firme siendo un gran capitán hasta el final, el entrenador Kataoka estrecho su mano con Yuuki quien la sostuvo por unos minutos mirando sus ojos, toda esta triste escena hizo romper aún más el corazón de Sawamura quien los miraba escondido, las lágrimas no paraban de correr en su rostro mientras sus manos apretaban sus labios para evitar que los gemidos de tristeza amenazara con delatarlo, arrodillado detrás del árbol que usaba para esconderse la rabia y culpa lo aprisionaba cada vez más hondo quebrando su corazón.
Sw: S..s…soy…d..e..v..i..l..- Arrodillado y entre lágrimas se acurruco para esconderse aún más – l…l..lo..s..s..sien..to…es…mí..cul..pa..s..sí..so..lo..yo..s. – no pudo decir nada más por qué sintió que unos pasos se acercaban a donde se encontraba, con las manos aun en su boca se movió del sitio para ocultarse mejor y evitar ser encontrado, se acurruco en los arbustos guardando todo el silencio posible, miro hacia el árbol donde estaba hace unos momentos para ver con sorpresa que era Miyuki quien miraba preocupado a su alrededor como buscando algo, al verlo solo empeoro el estado del zurdo quien sentía que no solo decepciono al equipo también lo decepciono a él, la razón por la que había ido a Seidou era por ese pretensioso cátcher que tanto lo había ayudado a pesar de su personalidad retorcida, el sin duda era alguien de confianza , eso es lo que se había dado cuenta el pitcher a lo largo de su estancia en Seidou , las lágrimas nuevamente comenzaron a florecer mientras veía como se alejaba, la noche cayo y el frio tomo su lugar, todos se habían dirigido a sus respectivos dormitorios, solo el sonido de los grillos se escuchaban, aun las lágrimas estaban presente en sus mejillas y el silencio era roto solo por los grujidos de su estómago demandando algo que comer pero no le importó solo lo ignoro, cerró los ojos un momento pero sin darse cuenta se quedó dormido en la intemperie.
Las horas pasaron rápidamente, en sueños aun revivía los momentos finales del juego que determino la situación actual, los jugadores lo miraban con recelo en su sueño culpándolo por su debilidad, retrocedió un paso para toparse con Miyuki a su espada que lo miraba con profunda decepción antes de que se diera cuenta Miyuki se empezó a alejar junto a sus compañeros dejándolo solo en esa fría oscuridad, comenzó a correr pero no los podía alcanzar, gritaba disculpándose por todo pero aun así solo se sumergía mas en la oscuridad que no lo soltaba, antes de que pudiera hacer algo más se despertó con sobresalto, aun con la respiración agitada y el corazón a full miro a sus alrededores y se percató que estaba aún escondido entre los arbustos, debía ser tarde ya que las luces estaban apagadas y el frio se hizo sentir en su piel, al ver que todo era un sueño recordó donde se encontraba y poco a poco se puso de pie, su cuerpo dolía por la incómoda posición en la que se durmió esto agregando el cruel frio que no dejaba de tocar su piel, se abrazó para entrar en calor mientras caminaba a su dormitorio, al pasar junto a la entrada de los dormitorios, miro el reloj colgado en la entrada se detuvo horrorizado al percatarse que ya eran las 4 de la mañana, de seguro Kuramochi-senpai lo castigaría con una cruel llave por desaparecer sin decir nada, siguió caminando deprisa para llegar a su dormitorio el nerviosismo del castigo hizo que las lágrimas que amenazaban por salir se alejaran de sus ojos y que el frio se le pasara, al llegar a la puerta de su dormitorio vio que las luces estaban apagadas, con alivio suspiro y con suerte Kuramochi-senpai estaría dormido teniendo tiempo suficiente para poder inventar una excusa y enfrentarse a él mañana, que estaría más calmado, abrió lentamente la puerta la oscuridad del dormitorio hizo que se acordara del cruel sueño que lo atormentaba entro lentamente cerrando la puerta a su paso, una vez dentro miro con terror la cama de Kuramochi-senpai para asegurarse que estaría dormido, al llegar a su cama esta estaba arreglada sin signos de uso y de su senpai, confundido miro a su alrededor para ver si el temido senpai estaría por la zona, no había nadie en el dormitorio exceptuando el.
Sw: A lo mejor se quedó en el cuarto de senpai jugando, menos mal – suspiro aún más aliviado, al estar solo en ese dormitorio oscuro y frio las imágenes de su sueño empezaron a sumergir haciendo que la pequeña tranquilidad desapareciera de su rostro y este se llenara de lágrimas, con miedo cerro con seguro la puerta de su dormitorio, entrando en su cama aun temblando se apoyó en su almohada y las lágrimas salieron a chorros haciendo que la pena lo sumergiera nuevamente, sintió algo duro en su cabecera y saco su celular que había dejado atrás sin darse cuenta, encendiéndolo un poco se percató que ya eran pasada de las 5 por lo que arrojo su celular lejos y se sumergió nuevamente en lágrimas, quedándose dormido así.
Otra vez ese sueño atormentaba al zurdo chocando nuevamente con Miyuki que lo miraba con decepción, de pronto se percató que este abría su boca y decía:
Oii- alguien lo sacudía suavemente– oye Sawamura despierta de una vez – la voz se hacía más fuerte haciendo que se alejara de Miyuki que aún lo miraba con gran decepción – oye despierta Bakamura – se alejó completamente incapaz de apartar su mirada de esos ojos que ya no le sonreían – oye – sintió un golpe que lo devolvió a la realidad haciendo que abriera sus ojos de inmediato la luz lo cegó
Sw: PERO QUE – Se levantó de golpe chocando con la parte superior del catre – PERO QUE TE PASA – Miro a su lado ya que una sombra pudo deslumbrar al percatarse de quien era se quedó congelado.