Se tú secreto.
¿Qué?, ¿Rin había escuchado bien?- No, eso es imposible- pensó.
-¿Cuál secreto?-trato de disimular la preocupación y desesperación en su rostro y voz.
-Sabes al que me refiero- el chico lo miró fijamente a los ojos, lo cual ponía nervioso a Rin.
-No se de lo que hablas-Rin desvió la mirada, los ojos azules del chico lo ponían más nervioso.
-Me refiero a que tú eres la persona que escribe en el blog "Mis pensamientos", o una mierda así-se rio por lo bajo.
Rin abrió los ojos como platos, ¿Cómo sabía que era él?, no le había dicho a nadie ni tampoco hacía o decía cosas para que sospecharan, ¿como?
-Estoy en lo cierto, ¿verdad, sempai?-se acerco uno centimetros.
-No es verdad.
-¿Y por que te pones nervioso entonces?-se acerco un poco más acorralando al pelirrojo hacía la pared colocando una mano a un lado de la cabeza.-Mira-continuó- no le dire a nadie de que escribes en esa mierda de blog.
-¿Enserio?-Rin se alegro al oír eso, pero rápidamente el peliazul siguió hablando.
-Pero...
-¿Pero que?
-Tienes que ser mío.
-Espera un momento-rin agitó los brazos- ¿como?
-Quiero divertirme contigo-dijo con sinceridad.
¿Osea que eres gay?- pregunta- ¿Y que pasa si yo digo eso?-lo miró desafiante.
Bueno, en primer lugar, nadie te va a creer por que me he tirado más chicas que tú en toda tu vida-el pelirojo frunce el seño y el chico sonríe- y segundo, si lo dices, aunque nadie te crea yo diré el tuyo.
Rin pensó sus opciones, no tenía muchas y todas terminaban en lo mismo, el secreto, así que solo le quedaba aceptar.
Suspiró pesadamente y se dirigió hacía el- Acepto.
El peliazul sonrie de oreja a oreja-Excelente, pero primero me presento, soy Haruka nanase.
Yo me lla...-Cuando iba a continuar una voz lo calló.
Rin Matsuoka, diecisiete años, una hermana menor llamada gou.
Rin quedo impresionado y a la vez horrorizado,¿Cómo sabía eso de él? nombre y edad lo podía preguntar pero su hermana ni siquiera iba al mismo colegio ¿como?
Bueno... y... ¿Que tengo que hacer?
Tienes que ser mío.
Rin no lo entendia, "mio" ¿de que manera? ¿tenía que hacerles las tareas o algo así?
¿Quieres que te haga las tareas?-preguntó dudoso, de verda no sabía a que se refería ese niño.
Suspiro y llevo sus manos a la cara- De verdad que eres idiota, con razón supe tu secreto-movio la cabeza de un lado a otro.
¡Oye!-gruño- de todas maneras ¿como supiste que era yo?
Adivine.
¿Qué?- gritó- ¡¿De verdad adivinaste?!- no podía creer que había sido tan tonto como para caer en eso.
No idiota-se río-te lo contaré, mira un día saliste de clase y se te cayo un papel- rebusco en sus bolsillos hasta que pilló un papel arrugado y se lo mostró a Rin-bueno, me lo quede y cuando llegue a mi cuarto abrí ese estúpido blog para reirme un rato y me encuentro con que recién habías actualizado y escrito lo mismo que en el papel.
Ah... -fue lo único que pudo decir, ¿Cómo fui tan idiota? pensó, pero lo hecho, hecho está y solo le quedaba afrontar.
Bueno, ¿vamos a mi cuarto?-preguntó sacando unas llaves del bolsillo.
¿Para qué?-preguntó
Para decirte algunas cosas de las que quiero hablarte y creo que el pasillo no es la mejor opción.
Rin asintió y se dirigieron a la residencia de los del primer grado.
Hacía tiempo que no estaba allí, dos años exactamente y le daba mucha nostalgia entrar denuevo a ese lugar.
Haruka abrió la puerta de su habitación, al entrar no había nadie.
-¿Y tu compañero?-miró para todos lados tratando de encontrarlo.
-No tengo.
-¿Por qué? todos tienen.
A Haruka ya se estaba cansando de toda las preguntas de aquel pelirojo.
-Bueno- se sentó en medio de su cama, la cuál era más grande que la de los otros estudiantes- ven.
Rin se acercó y se sento al borde, pero haruka lo empujó, quedando así Rin sentado encima de él y sosteniendolko firmemente de las caderas.
-¿Qué estás haciendo?-preguntó tratando de soltarse del agarre.
-¿Quieres mantener tu secreto a salvo si o no?- Haruka era dominante, mucho, a Rin eso le intimidaba un poco.
-Si...-tartamudeo- pero primero quisiera conocerte más-miro hacía abajo.
De acuerdo-suspiró- Me llamo Haruka nanase, tengo 15 años y me gustan los gatos.
-A mi igual me gustan mucho los gatos-dijo Rin entusiasmado.
Perfecto-sonrío Haruka- y ahora continuemos.
Y en ese momento apegó a Rin a su cuerpo y junto sus labios con los del pelirojo.