-¡Vamos sei, llegaremos tarde!- Le decía un peli-celeste a su gemelo mientras corría al que sería su nuevo instituto.
-N-no tardo aoba- Le respondió este jadeando mientras se detenía un momento para descansar apoyando sus manos en sus rodillas. Su gemelo se acercó a él y le dio pequeñas palmaditas en la espalda en forma de aliento.
-Sigamos, falta poco-
-¡S-si!- Nuevamente corrieron sin detenerse hasta cruzar la gran puerta del instituto por la cual miles de personas entraban a la vez.
-¡Koujaku!- Dijo aoba acercándose con su hermano al mencionado.
-Aoba, sei, buenos días, llegaron a tiempo-
-Buenos días- Saludaron al unísono.
-Claro que llegamos a tiempo, siempre lo hacemos- Declaró aoba orgulloso y con aires de grandeza, koujaku sin creer lo que dijo le preguntó a su gemelo.
-Aoba se quedó dormido y tuvieron que correr hasta aquí ¿Verdad?- A lo que él respondió con una leve risa y asintiendo varias veces. El mayor de los tres sonrió y observó a aoba que desviaba la mirada y tenía un puchero en su cara en forma de protesta.
-Bien ¿Ya saben en qué clase están?-
-No- Volvieron a declarar al unísono.
-Puedo ayudarles a buscarla ¿Qué número es?-
-¡27!-Por alguna razón decían todo al mismo tiempo.
-Ok, síganme-
Subieron un par de escaleras y caminaron por algunos pasillos, a veces se detenían a saludar amigos, entre ellos, un albino llamado clear y dos rubios que dicen no ser gemelos llamados virus y trip.
-Bien, llegamos, a la hora de salida les enseñaré el instituto, creo que tenemos una clase juntos hoy a la tercera hora así que, nos vemos en unas horas.
-¡Adiós koujaku!- Dijeron estos observando como su amigo se alejaba, entraron al mismo tiempo y se sentaron juntos en una de las mesas del centro del salón. Al lado de Aoba estaba sentado un rubio, el cual se veía un poco joven, tenía dos argollas en su ceja derecha y dos piercings debajo de sus labios y en el puente de su nariz, usaba muñequeras verdes llenas de puas, jeans negros, un gorro azul oscuro y verde, una camiseta de mangas largas negra y sobre ella una camisa blanca con un estampado de una corbata verde, usaba un cinturón de conejos que resultaba bastante tierno, contrario a aquello, su mirada era seria y fría, lo cual reflejaba su actitud.
Ignorando eso, Aoba no dudo en acercarse y hablarle, cosa que su gemelo también hizo.
-¡Hola, mi nombre es Aoba y él es mi gemelo sei!- Declaró alegre.
-Hola, soy noiz- Dijo seco e indiferente.
-Un gusto conocerte- Dijeron los hermanos al mismo tiempo.
-¿T-te gustan los conejos?- Pregunto el más callado de los hermanos, algo que hizo que el rubio sonriera.
-Sí, me encantan- Respondió todavía sin emoción alguna. En ese momento el profesor llegó lo cual impidió que los hermanos siguieran hablando con el de ojos verdes.
-Buenos días alumnos, para los que no me conocen, mi nombre es Ren y voy a dictarles clase de... de...- El profesor observo con detenimiento toda el aula hasta llegar a Aoba donde su mirada se detuvo unos segundos y un sonrojo se hizo presente en sus mejillas. El de cabellos celestes no podía apartar su mirada del mayor, y lo único en lo que pensaba era que sus mejillas de seguro estaban más sonrojadas que las del profesor.
Segundos después, el mayor parpadeo un par de veces y desvió la mirada –Robótica- Terminó de decir.
-S-sei ¿Viste eso?-
-¿Eh? ¿Qué cosa?-
-¡El profesor se sonrojo al verme!- Su gemelo dio una leve risa y le miro amigablemente.
-Jajaja, él es un poco atractivo ¿Crees que haya salido de la universidad hace poco?-
-Sí, parece que sí, es muy joven-
-A-aoba-kun, sei-kun, silencio por favor-
-Disculpe profesor- Respondieron los nombrados.
-Bien, por favor, abran sus libros en la página 56 y desarrollen el punto...-
-Hey- Susurro alguien ubicado al lado de sei, sin embargo este no hizo caso ya que supuso que no le llamaban a él.
-Hey- Volvieron a susurrar, esta vez, el de tez blanca miro a quien le llamaba. Era un chico de tez morena, cabello vino tinto y tenía tatuajes de un curioso color alrededor de su cuello y otro en forma de lágrima que ocupaba la mayor parte de su mejilla izquierda, vestía chaqueta, jeans y guantes de cuero negro y rojo.
-Hola belleza ¿Cómo estás?-
-B-bien gracias-
-Mi nombre es mizuki, si necesitas algo, solo avísame-
-Eso hare Mizuki-kun- Le dio una gentil y amable sonrisa, el moreno se sonrojo ante tal acto.
-S-sí, bien, si quieres, puedes llamarme solo mizuki- Sei asintio.
-Mizuki- El nombrado se sonrojo violentamente.
-¿Cuál es tu nombre?-
-yo soy Sei-
-Un gusto sei-
-Eh Sei...- Le llamo su gemelo.
-Hablamos luego mizuki-
-Si-
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-Vamos sei, noiz ¡hay que comer!- Dijo aoba observando como su amigo y su gemelo terminaban un ejercicio de matemáticas, ellos eran los últimos en el aula ya que querían terminar la tarea en clase para no tener preocupaciones más tarde, todo lo contrario al perezoso de Aoba.
-¡Termine!- Anunció alegre sei guardando su libro y levantándose de su asiento.
-Igual yo-Dijo noiz imitando la acción del otro.
-Bien, vamos- Salieron del aula y caminaron siendo guiados por noiz hacia la cafetería. Mientras caminaban hablaban sobre los gustos del rubio, cosas como su amor a los videojuegos, los conejos y la pizza.
-Esta es la cafetería-
-¡Clear, koujaku, virus, trip, mink! - Saludó aoba acercándose con su gemelo a la mesa en la que se encontraban los nombrados, ellos al verlos sonrieron y les saludaron.
-Él es noiz- Presentó el de cabellos celestes.
-¡Un gusto conocerte!- Dijeron todos menos mink y koujaku que miraba al rubio algo enfadado.
-Yo ya lo conocía- Respondió el de coleta.
-No dañes el momento musculitos- Dijo noiz retándolo correspondiéndole la mirada.
-El que lo daña aquí eres tú- respondió.
-Mejor comamos tranquilos ¿Esta bien muchachos?- Mencionó Aoba tratando de calmar lo que pronto sería una pelea. Estos respondieron con un bufido.
-Aoba-san, Sei-san ¿Qué tal su primer día de clases?- Preguntó Virus mientras tomaba entre sus manos una manzana.
-Aburrido- Respondió Aoba inmediatamente.
-Interesante- Dijo Sei tratando de arreglar lo que respondió su hermano, todos en la mesa, menos noiz y mink, rieron ante tales comentarios.
-Yo creo que las clases son un poco aburridas, tal vez cambie un poco con Aoba-san y Sei-san, ellos saben cómo divertirse- Declaró clear sonriendo mientras jugaba con las patitas de su medusa de peluche.
-Es cierto, estos días serán entretenidos- Respondió a la declaración Virus.
-N-no es para tanto- Dijo Sei sonriendo y un poco sonrojado.
-Tal vez empecemos mañana- Habló esta vez Aoba. Todos menos noiz y mink rieron nuevamente.
-Aoba, sei, síganme, les mostrare el instituto- Hablo koujaku después de terminar su almuerzo y ver que los demás también lo habían hecho.
-¡Oh oh, yo también quiero ir!- Dijo clear emocionado tomando el brazo derecho de mink.
-Bien, entonces ¡vamos!-
-Nos vemos luego noiz, virus, trip, mink- Se despidió Sei, ellos respondieron agitando levemente sus manos.
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-El toque de queda es a las 18- Dijo Clear viendo la gran zona verde de la institución.
-¿En qué edificio están sus dormitorios?- Preguntó koujaku, Aoba rebusco entre unos papeles que tenía en sus manos hasta encontrar un pequeño y arrugado papel.
-Aquí dice que es en el edificio 1B- Respondió el de cabellos celestes.
-Oh, el encargado de supervisar ese edificio es el profesor ren, su primera clase fue con el ¿No es así?- Aoba se sonrojo y sei soltó unas pequeñas risitas.
-Asi es Koujaku-san- Respondió el más callado de los hermanos.
-El profesor Ren es muy joven, de hecho, creo que algunos de los estudiantes están tras él, o algo así dijo mink- Añadió Clear observando el cielo y poniendo su dedo índice sobre su labio inferior-
-Creo que conozco a alguien- Dijo Sei sonriendo mientras cerraba los ojos, su gemelo el cual estaba sonrojado le dio un leve golpe con el codo en su estómago.
-¡Eso significa que los rumores son ciertos! ¡Iré a decirle a Mink! Además creo que ya llego a nuestro dormitorio, tal vez me esté esperando ¡Adios Sei-san, Aoba-san, koujaku-san! ¡Nos vemos!- Se despidió el albino mientras daba una leve reverencia ellos respondieron imitando su acción.
-El dormitorio de Clear y Mink está en el mismo edificio que el suyo, así que tal vez se vean muy seguido-
-¿Hay algún otro dato que recordar Koujaku-san?-
-Hm... A las 23 revisan los pisos de los dormitorios y no puede haber nadie afuera y... ¡Casi lo olvido! ¿Ya tienen sus horarios?-
-No- Respondieron los gemelos al unísono.
-Tienen que pedirlos al profesor Ren y si tienen otra duda pueden preguntarme a mí o a los vagos del consejo estudiantil, para saber a qué habitación tienen que ir también se lo preguntan al profesor Ren, creo que eso es todo, si necesitan algo me pueden enviar un mensaje, yo tengo que irme, así que nos vemos luego-
-Adios Koujaku- Se despidieron nuevamente al unísono.
-Entonces, el edificio 1B ¿Es ese?- Preguntó Aoba a su hermano, los dos sostenían un mapa de los edificios que formaban el instituto, sin embargo el mapa no contenía letras que les indicaba que era cada cosa.
-¿S-supongo?- Respondió Sei.
-Bien, entonces ¡Andando!- Doblaron el mapa y se acercaron al edificio señalado, era de un color anaranjado, se dividía en tres partes y todas terminaban en tres cúpulas idénticas, tenía un estilo barroco, algunos adornos estaban pintados de blanco y en el centro había una gran puerta de madera la cual estaba cerrada, el edificio desprendía un aura de seriedad.
-La puerta está cerrada- Dijo Aoba.
-Sí, hay que tocar, hazlo tú-
-No quiero, tal vez no sea y salga de ella un gran monstruo que nos comerá vivos-
-¿T-tú crees?- Preguntó sei temeroso, su gemelo empezó a reír.
-No- Respondió Aoba, Sei respondió aquello desviando la mirada y con un puchero –Jajaja, bien bien, discúlpame, ahora ¿Quién va a tocar?-
-Hazlo tú-
-No, mejor vas tú-
-Pero no quiero-
-Tampoco yo-
-Entonces ¿Qué haremos?-
-¡Lo haremos a piedra, papel o tijeras!-
-E-está bien-
Segundos después...
-¡Tú puedes sei!- El nombrado estaba al frente de la puerta, temblaba levemente, cerró los ojos y dio tres golpes. La puerta rechino y se abrió lentamente.
-Oh! ¡Hola Sei!-
-¿M-mizuki?- Sei abrió los ojos y observo al chico que estaba parado frente a él. Dio una leve reverencia y el moreno hizo lo mismo.
-¿Qué haces aquí?-
-¿É-este es el edificio 1B?-
-Jajaja, no, este es el 5C, el 1B está en el campus sur, este es el campus norte-
-Oh, disculpa, entonces iré a buscarlo-
-Te puedo acompañar, digo, si tú quieres, así... no te pierdes-
-P-por favor mizuki-san- El mayor le dedico una sonrisa.
-Voy a avisarle al sensei, ya vuelvo-
-S-sí- Sei se acercó a Aoba mientras mizuki entraba a su edificio.
-Bien ¿Es este?- Preguntó el más animado de los hermanos.
-No, pero un amigo nos va a enseñar donde es- Sei sonrió, su gemelo hizo lo mismo.
-Entonces ¿Qué tan lejos está el edificio 1B?-
-Creo que mucho, al parecer este es el campus norte y el 1B está en el campus sur-
-Entonces ¡Vamos!- Dijo emocionado Aoba, Sei le tomo por el cuello de la chaqueta deteniendo su andar.
-Todavía tenemos que esperar a mi amigo-
-¡Oh, es cierto!-
-¡Sei!- Dijo mizuki llamando la atención de los gemelos, el mencionado se acercó al moreno sonriente.
-Mizuki, él es mi hermano gemelo Aoba, hermano, él es mizuki-
-Un gusto conocerlo- Respondieron aoba y mizuki a la presentación haciendo una leve reverencia.
-Bien ¿A dónde?-
-¡Gemelos, síganme!- Los hermanos respondieron riendo.
-¡Si señor!- Decidieron seguirle el juego.
-Entréguenme sus mochilas, se ven pesadas, yo las cargare-
-No tiene por qué molestarse mizuki-san-
-Si no me las entregan, no les mostrare done esta su edificio así que...- Los gemelos hicieron lo que su amigo les pidió, este recibió sus mochilas y siguió caminando.
-Hey, siempre me he preguntado ¿Qué se siente tener un gemelo?-
-¿Qué se siente?- Preguntó Aoba un poco extrañado.
-Pues es un poco cansador- Respondió Sei.
-¡Hey!- Reclamó su hermano, mizuki y su gemelo rieron.
-Jajaja, es broma, creo que es genial, es decir, sientes que nunca estarás solo, literalmente, de pequeños íbamos con Aoba al mismo baño-
-¿¡Enserio!? Genial, tener prácticamente un espejo en el baño pero que no imita tus movimientos-
-E-eso es raro- Susurro Aoba a su hermano.
-Supongo, pero gracioso- Le respondió acompañado de una leve risita.
-¿Es verdad que saben lo que piensa el otro?- Preguntó nuevamente el moreno.
-Supongo que es más una filosofía, es decir, sabes cómo va a actuar el otro o lo que va a decir porque él nunca ha dejado de estar a tu lado, creo que cualquiera podría hacerlo, pero los gemelos han estado juntos desde que nacieron, van aprendiendo del otro con el tiempo, creo que eso explica rumores-
-Woah, que profundo ¡Eres una ternura!- Respondió mizuki, Sei se sonrojo.
-Sí, generalmente se mantiene casi en silencio todo el día, pero en un momento determinado habla mucho mucho- Declaró Aoba, el moreno sonrió y miró a Sei el cual se mantenía desviando la mirada, su sonrojo aún no desaparecía.
-¡Oh, oh! ¿Ustedes hacen esas cosas de gemelos como vestirse igual o en Halloween disfrazarse de lo mismo?-
-De hecho no se nos ha ocurrido- Respondió Aoba observando el cielo y con su dedo índice en su barbilla.
-¡Deberían hacerlo! Pronto es Halloween, en mi edificio va a haber una fiesta, claro, es de los de tercero pero, no importa, es decir, todos van a ir así que ¿Por qué no van disfrazados de cosas iguales o parecidas?-
-¡Es cierto, deberíamos hacerlo! ¿Oíste eso Sei? ¡Hagámoslo!- Dijo aoba agitando por el brazo a su gemelo.
-B-bien, si tú quieres-
-¡Genial!-
-Mizuki ¿Usted está en tercer grado?- Preguntó Sei.
-¿Eh? Así es ¿Por?-
-¿Mizuki...-Habló esta vez Aoba -...Es sempai?-
-¡Mizuki-sempai, gomenasai!- Dijeron los gemelos al unísono mientras se inclinaban ante él.
-¡N-no hagan eso! No es necesario y ¿Por qué se disculpan?-
-P-por no haberle tratado como un superior- Respondió Sei.
-No importa, solo trátenme como un igual, a ustedes les tengo confianza-
-Un momento, si mizuki es sempai ¿Por qué estaba en nuestra clase?-
-Oh, eso fue porque tenía que supervisar que el profesor hiciera bien su trabajo o algo así ya que es nuevo en esto, pero parece que no lo hizo, miraba mucho a un punto fijo-
-Ese punto fijo era Aoba- Delató Sei.
-¡Hey!- El mencionado se sonrojo violentamente, luego desvió la mirada, bufó e hizo un puchero en forma de protesta. Sus compañeros rieron ante tal acción.
-Bien muchachos, realmente el campus sur todavía está muy lejos, así que tomaremos un atajo- Dijo el moreno.
-¿Un atajo? ¿Por dónde?- Preguntó Aoba.
-hm... Tendremos que salir de aquí sin permiso, ya que estamos un poco lejos para avisarle a algún profesor-
-Me da un poco de miedo- Susurró Sei a Aoba.
-Tranquilos, hago esto con mis amigos todo el tiempo, solo hagan lo que les digo-
-¡Sí!- Dijeron los gemelos al unísono nuevamente.
Caminaron hacia unas vallas cercanas, mizuki les entrego sus mochilas y trepó ágilmente las vallas, los gemelos le tiraron sus mochilas desde el otro lado y este las recibió. Aoba unió sus manos y se agacho un poco, Sei puso su pie derecho en las manos de aoba y subió, luego le dio la mano a su gemelo ayudándole a subir, muzuki tomo al de cabellos celestes por su cintura y le dejó suavemente en el piso, luego, cargo a Sei en su hombro y empezaron a caminar.
-M-mizuki, ya puedes bajarme-
-Nop, no lo haré-
-Hmp...-
-Bien, ahora ¿por dónde iremos?- Preguntó Aoba.
-Si caminamos por la derecha, evitaremos el campus este y llegaremos al sur así que vamos-
-¡Si señor!- Dijo el más animado de los gemelos.
-¡Hey, ustedes! ¡¿Pertenecen a este instituto?!- Grito una voz que se escuchaba algo lejana. El moreno giro suave y lentamente su cabeza, siendo imitado por los gemelos, dentro de las vallas había un guardia de seguridad corriendo hacia ellos.
-¿Recuerdan que les dije que hicieran lo que les diga?-
-S-si- Tartamudeó Aoba.
-Hay que correr-
-¡S-si!- Aoba y el moreno corrieron mientras Sei vigilaba si el guardia se acercaba, lo cual hacía, pero ellos llevaban ventaja.
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-Llegamos, este es el campus sur-
-¡Esperen ahí!- Grito el guardia, Mizuki subió a Sei y Aoba por la valla, nuevamente les tiro sus mochilas y luego el trepó la valla, empezaron a correr hasta llegar a una gran fuente que conectaba tres edificios.
-Llegamos, el edificio de ahí es el 1B- Dijo mizuki señalando un edificio como el 5C, solo que este estaba dividido en dos partes en vez de tres y a diferencia del otro, estaba pintado de negro, al igual que los otros dos edificios.
-Vamos los acompañare-
-Gracias mizuki- Dijeron los gemelos caminando hacia el edificio señalado.
La puerta estaba abierta y dejaba ver un gran salón, a la derecha de este habían unas escaleras que llevaban a un pasillo el cual no se alcanzaba a ver, pegado a la pared se hallaba un sillón algo largo y a su derecha un sillón igual al anterior pero más corto, en el centro había una pequeña mesita de madera y vidrio. Parecía un lugar de tomar té. A la izquierda del salón había una puerta de madera.
-Bien, dentro de esa puerta está la habitación del profesor Ren, tienen que preguntarle a qué habitación tienen que ir, los espero aquí- Dijo mizuki luego de tirarse sobre el sillón largo y dejar las mochilas de los gemelos cuidadosamente sobre el otro sillón.
Los hermanos se acercaron a la puerta y golpearon levemente, la puerta se abrió lentamente y de ella salió el profesor ren el cual se sonrojo al ver a Aoba, este respondió desviando la mirada, Sei solto pequeñas risitas.
-Ren sensei, b-buenas tardes- Dijo sei inclinándose un poco-Nosotros vinimos aquí por nuestros horarios y a buscar nuestra habitación-
-oh, y-ya veo, síganme-
-¡S-si señor!- Entraron a la habitación del mayor, era un poco grande, había un escritorio a la derecha de la entrada, sobre él estaban tirados papeles y libros, pegada la pared derecha y trasera se encontraba una cama de una persona, al otro extremo estaba una puerta la cual parecía que era el baño, al frente de la habitación se encontraba una ventana que era cubierta por cortinas y debajo de ella un sillón de cuero negro. A un lado de la cama había una pequeña mesita, a los pies de ella un mini refrigerador.
-Pueden sentarse en el sillón ¿Quieren algo de beber? Tengo café y soda- Dijo Ren acercándose al mini refrigerador.
-Soda por favor- Dijeron al unísono los hermanos luego de sentarse en el lugar indicado. El mayor tomo entre sus manos dos latas de soda y las entregó a los gemelos.
-B-bien, esperen un momento, buscare sus horarios y las llaves de su habitación- El de ojos amarillos rebusco entre los papeles y sacó una libreta de apuntes, la abrió y con su dedo empezó a señalarla, parecía leer ya que movía suavemente sus labios como si estuviese pronunciando letras. Cerró el libro y lo dejo sobre los papeles del escritorio. Abrió un cajón y de él sacó dos llaves, luego abrió otro y tomo dos papeles.
-Bien, estas son las llaves de su habitación y sus horarios, su equipaje lo tiene el consejo estudiantil, mañana pueden ir por él- Le entregó las llaves y el horario a sei y luego miró a Aoba.
-A-aquí tienes- Tartamudeó.
-G-gracias profesor Ren- Ninguno apartaba la vista de los ojos del otro, sei soltaba risitas mientras observaba la escena.
-Aoba, hay que ir con mizuki-
-¿Qué?- De repente, aoba dejó de lado sus pensamientos y miró al profesor y luego a su gemelo -¡Ah! ¡E-e-es cierto! Vamos Sei, no hay que hacer esperar a mizuki- Aoba se levantó de su asiento, tomo del brazo a su gemelo y corrió prácticamente arrastrándolo hacia la puerta.
-Gracias sensei- Alcanzó a decir Sei antes de salir.
Aoba se detuvo, su hermano se acercó a Mizuki quién dormía profundamente sobre el sillón.
-Mizuki- Susurró cerca de él –Mizuki- Volvió a susurrar. El moreno abría lentamente los ojos.
-¿E-estoy muerto? V-veo un ángel...- Dijo susurrando, aoba le golpeó la cabeza.
-¡No estás muerto, y ese es Sei!-
-Ouch! ¡Eso dolió!- Sei reía suavemente y le dio un abrazo a mizuki, él se sonrojo.
-¿P-por qué haces eso?- Preguntó el moreno.
-Por traernos hasta aquí, muchas gracias mizuki-
-N-no fue nada, creo que nos vemos luego-
-Asi es- Sei se inclinó y el moreno hizo lo mismo antes de irse. Aoba tomó su mochila y le entregó a su hermano la suya.
-Bien, hay que ir a nuestra habitación-
-S-sí, vamos-
Subieron las escaleras y caminaron por el pasillo al que llevaban estas, abrieron una puerta de madera la cual daba paso a un pasillo corto, en las paredes de este había cuatro puertas, a la derecha también otro pasillo con cuatro puertas, extrañamente no había nadie afuera de sus habitaciones.
-¿Cuál es la nuestra?-
-Supongo que la numero 5, es decir, ese número es el que está en las llaves-
-Entonces es esa- Aoba señaló una puerta que tenía el número 5 sobre ella-
-Vamos-
Al entrar vieron una ventana en el centro de la habitación la cual estaba cubierta por una delgada cortina blanca, a cada lado de la ventana se hallaba una cama, a los dos lados de la entrada habían dos armarios que estaban unidos a dos escritorios de madera, cada uno con un asiento, a la derecha de la habitación estaba la puerta para entrar al baño y a la izquierda un pequeño sillón de tela azul, en medio de las dos camas había una mesita con cajones.
-¡Yo quiero la cama de la derecha!- Dijo Aoba animado.
-Entonces yo la de la izquierda-
-Bien-
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Después de ducharse, Aoba y Sei se acostaron en sus camas no sin antes haber arreglado un poco sus libros y ropa. Luego cayeron en brazos de Morfeo