Pov Wonwoo.
Antes todo era más alegre y el tiempo me parecía algo con lo cual podía jugar, pero todo cambio desde que debutamos. La sensación de perderte en la nada es constante y es que después de nuestro álbum el mundo para mí se había vuelto más competitivo. La presión es algo que encuentro hasta en el desayuno y la necesidad de mejorar cada día es agobiante. Desde que debutamos las risas y abrazos cesaron con él. Siempre que hay una cámara delante de nosotros Mingyu quiere acaparar la atención y eso es algo que me afecta, no en el sentido que se cree. Hay veces que siento ser reemplazado por ese aparato tecnológico.
Pero esa es una de las tantas variantes que me alejan de él.
Antes yo era su mundo, ahora siento que soy nada y lo peor es que no sé cómo demostrar mi inconformidad.
-¡Wonwoo! –llamo una voz en el fondo de mi mente a la que no quería prestar mi atención.
-¡¡Wonwoo!! –se dio una vez más esa voz, deje mi ensoñación y gire mi cabeza hacia la izquierda para darme cuenta que Soon Young me miraba con una interrogante en su rostro, esto me dejo más desubicado y mire al frente cerrando mis ojos para poder alejar mis pensamientos por un minuto y volver a la realidad.
- Dime –susurre un poco más espabilado.
- ¡Hombre! ¿Qué te sucede? Llevo rato llamándote y tú como si fueras un muro ni me hablas –se quejó el delgado muchacho, Wonwoo simplemente volteo una vez más y le sonrió como si nada para después mirar hacia la ventana de la furgoneta de color negro.
- ¡¿Desde cuándo un muro puede hablar?! –susurro tratando de sonreir manteniendo la mirada aun en las calles por donde se conducía la furgoneta.
- ¡Oye! ¡No seas así! Solo era un decir –hablo Soon Young algo avergonzado -¡Porque eres tan pesado!
Y la conversación que no se consideraba tan amena murió ahí, cada que pienso en mi realidad es un motivo para impulsarme hacia la tristeza, pero trato de que esta no me arrastre a una cruda depresión.
-¡Muchachos llegamos! –vocifero Seung Cheol con un ánimo que envidio cada vez que la presenta.
Iba caminando detrás de Ming Hao. Lo consideraba como el chico más taciturno que había conocido en mi vida, su voz era casi imperceptible en comparación al grupo de revoltosos que se encontraban más adelante. Mantuve la mirada en ese grupo para percatarme como Hansol liberaba su brazo del agarre de Seung Kwan, El bajito es un buen chico pero hay veces que deseo que deje ser tan pegajoso con Hansol. Era muy evidente la atracción que estos dos se traen, pero el grupo decidió mantener su distancia ante este hecho.
-Debes unirte al grupo Wonwoo, hasta Ming Hao lo hace y digamos que no es un gran hablador. ¡¿Qué pasa?! ¡¿Te sientes mal?! –y ahí estaba el, mi mejor amigo. Siempre trata de averiguar si me siento mal o si me falta algo. Un verdadero amigo, desde que fuimos aprendices siempre nos llevamos bien junto a Mingyu. Ese nombre otra vez en mi mente, esto se está volviendo caótico.
- No sucede nada malo Hansol, simplemente tengo sueño sabes muy bien cómo me encuentro a eso de las 6 y 7 de la mañana. Así que no exageres –hable de forma casual, no quería preocuparlo, deje de mirarlo para desviar mi vista hacia un Seung Kwan casi enfurecido, pude contemplar la ira desbordante que emanaba de este y sin mucha importancia ignore su típico melodrama.
-Sabes Hansol, creo que debes irte hay un chico pelinegro que desea degollarme en estos momentos y la verdad es que tengo suficiente con mi demonio personal –hable susurrando la última parte.
-Pero…-trato de intervenir.
-Pero nada, no me ocurre nada ya no soy ese chico ingenuo y asustadizo de 15 años. –dije lo último con un suspiro.
-Está bien –susurro preocupado y se alejó para volver con Seung Kwan. Este dejo su mal genio aun lado y se reunió con el americano.
- Bueno Chicos el álbum ha sido un buen comienzo para su carrera pero creo que debemos esforzarnos un poco más, ¿no lo creen?… -soltó nuestro mánayer y así siguió la reunión.
Somos trece jóvenes y solo existen dos malditos baños en este jodido departamento. Estando este hecho presente cada mañana nos da un resultado colérico, una batalla campal. Mi turno estaba cada vez más cerca y hubiera sido algo relajante sin mucho estrés, pero un empujón que me hizo dar unos pasos hacia adelante desgarro la atmosfera serena que había creado, gire y se asomó un rostro que no quería ni siquiera verlo en mis sueños en estos momentos.
-Wonwoo –saludo Mingyu con una sonrisa - te parece si compartimos el baño es que tengo prisa.
Me quede sin palabras. Compartir baño con Mingyu, ese tipo de cosas nunca se han atravesado por mi mente. Poco a poco mis nervios emergen tan solo con el pensamiento, automáticamente mi cerebro busco la forma de huir de la circunstancia poco cómoda que se avecinaba.
-¡Oh estas apurado! ¡Bien, te sedo mi puesto! –salieron las palabras de mi boca una tras otra de forma que se colisionaron sin reparo, mi mente solo quería huir de ese bizarro escenario. Y sin esperar una respuesta salí con la toalla y productos de aseo a la mano directo a mi habitación.
Lo que más me frustraba era encontrar las respuestas a estos comportamientos provenientes de Mingyu. Al instante sentí una mirada clavarse en mi nuca, algo a lo que no preste el mínimo interés, mi objetivo era la jodida puerta de color café marrón. Entre a mi habitación y cerré la puerta con una débil fuerza para no llamar la atención de ciertas miradas cotillas. Mi mente divago en las posibles opciones para resolver el gran lio en el que me encontraba. No podía seguir de esa manera. Pero como resolver este problema solo, era evidente que necesitaba la ayuda de alguien. Durante la lluvia de ideas que abordaron mis pensamientos llego el nombre de Hansol.
Y como si fuera una especie de personaje de Marvel que podía llamar con el pensamiento, apareció tras la puerta.
-¡Oh! ¡Gracias a Dios! –exclame con alivio. Me pare de un salto y deje a un lado mis cosas de aseo para tomar las manos de Hansol, mientras que este me miraba con una expresión que acunaba solo preocupación.
-¿Qué sucede Wonwoo? –Pregunto el chico más delgado con un ceño fruncido – ¡dime! Has estado actuando muy extraño estos días.
-¡Dios! ¡Sé que me he estado portando como un cretino, pero tengo una excusa! –trate de dialogar con el sin ningún tipo de llanto, pero como todo humano tuve que afrontar mi realidad y sin poder seguir mirándolo agache mi rostro y deje fluir mis lágrimas. No sabía que más hacer.
-¡Estas llorando! –exclamo Hansol sorprendido, nunca me ha visto llorar y esta es la primera vez que oía su voz alarmada – ¿Por qué?
-Ya no sé lo que siento Hansol, no puedo estar en un mismo sitio junto a él. Pensé que tal vez era la falta de contacto, como ya no hablamos y ni siquiera se acuerda de mí.
¿Es que acaso ya no existo para él? –pregunte a mi amigo, quien no entendía la compleja situación que maneja entre mis manos.
-Wonwoo mírame –pidió, lentamente alce mi rostro apenado de mi actitud tan frágil – ¿Qué es eso que te atormenta tanto?
- Mingyu –susurre despacio sin desviar mi mirada de la suya, el me miro sin comprensión –Me gusta Mingyu y…
El me miro sorprendido, me soltó las manos y empezó a dar vueltas como loco por toda la habitación. En ese instante la puerta es abierta y cerrada con un golpe ensordecedor que intervino en la habitación que traía un ambiente lleno de desesperación y llanto.
-¿Qué cosa dijiste? –tartamudeo Seung Kwan con una mirada pasmada y unos labios que imitaban a la gelatina cuando se la picaba – ¡Acaso estás loco!
-¡Cállate Seung Kwan! El solo quiso decir…--pero fue interrumpido por un dedo acusador.
-¡No me calles Choi Hansol! Sé muy bien lo que escuche –hablo el chico que volvió su mirada con dirección a mí – ¡Tu! ¡En serio que debes estar loco!
Seung Kwan se sentó en mi cama sin querer ver el rostro de su pretendiente, ni la mía. Sabía que nunca le había caído bien. Él se sentía celoso de cada palabra de aliento o de cada caricia que me proveía Hansol. Apoyando su mano en la rodilla y mirando algún punto en la pared. Comenzó con su regaño.
-Sé que eres mayor que yo y por ende te debo respeto, pero sabes muy bien que lo que está pasando por tu cabeza está muy mal y sabes bien porque está mal –hablo con los ojos cerrados.
- Seung Kwan por… --salió en defensa Hansol, pero su casi novio no lo dejo seguir y se levantó de un salto como si su trasero tuviera algún tipo de resorte y amenazo con quitarse la pulsera que tenía labrada las iniciales de ellos juntos. Hansol miro con asombro el acto y solo me dedico una mirada que manifestaba un lo siento. Yo solo dije que estaba bien y le di toda mi comprensión.
-Escúchame Jeon Won Woo –dijo mi nombre con gran desprecio, yo solo me limite a bajar la mirada –Mingyu está comprometido con una linda chica y él no se merece que le hagas esto, eres su mejor amigo. Y estoy completamente seguro que Mingyu es hetero y no va a echar a perder su vida.
Se calló y se miró las muñecas apresando su pulsera, la cual representaba algo muy importante para él ya que fue un bonito regalo de cumpleaños que le hizo Hansol. Levanto la vista con una expresión de pena y me dijo:
-No me caes muy bien, pero eres el mejor amigo de Hansol, además eres mayor que yo. A pesar de todo me gustaría que no hagas esto, no te enamores de un heterosexual. Solo encontraras sufrimiento y dolor. –termino de decir y se alejó de mi para llegar a la puerta de la habitación. Y sin nada más que decir salió.
POV Autor.
La vista de Wonwoo solo estaba fija en el plato de fideos revueltos con salsa de frejol negro y algo de cerdo. Todos los miembros comían sin miramientos. Seung Cheol ya iba por el segundo plato y es que tenía razón de comer así, después de haber ejecutado tan arduo trabajo junto a los miembros sin ápice de comida en todo el día. El estómago de Wonwoo aborrecía la comida en estos momentos, el sabor le provocaba náuseas y solo bebía agua. Después de la conversación con Seung Kwan sus ánimos habían decaído al punto de no querer hablar con nadie. Hansol acerco un plato pequeño con cuatro pedazos de zanahoria más.
-Y bueno Mingyu ¿cómo te va con Hye Mi? –pregunto con entusiasmo Seok Min.
El agarre de los palillos de wonwoo se acrecentó. Los fideos nunca fueron tan interesantes como ahora.
-Ahm... creo que bien, ella es una buena chica y resulta que sus padres son muy cercanos a los míos de hecho fueron buenos amigos en la secundaria –menciono el chico con una tambaleante convicción.
-Yo ya la conocí y es muy bonita –comento Chan con una sonrisa soñadora –sí que tienes suerte Mingyu, ella es encantadora.
Algunos miembros del grupo aun no la conocían y escuchaban con curiosidad la conversación. Wonwoo miro nuevamente el plato de fideos y las zanahorias de Hansol. Con los palillos el pelinegro alejo la comida extra y se paró de la mesa.
-Me retiro a dormir, buenas noches –hablo mirando la mesa y camino hacia la recamara que comparte con Seung Cheol y Jeong Han.
Ji hoon miro con incredulidad el plato de Wonwoo y preocupado volteo la vista hacia Seung Cheol y le dio un codazo. El líder terminaba su tercer plato y por el rabillo del ojo le prestó atención. El compositor con la cabeza señalo el plato lleno de fideos y SungCheol soltó el plato vacío para ir por el otro, no obstante no pudo llegar a su objetivo por una palmada fuerte en sus manos.
SungCheol se quejó de la fuerte palmada y lo miro de nuevo.
-¿Qué pasa? –pregunto el líder cerrando un ojo por el dolor, el compositor podría ser enano pero su fuerza no cuadraba con esa característica.
- Wonwoo no comió nada en todo el día y dejo el plato de fideos entero, me preocupa –expreso su ansiedad y el líder empezó a analizar la situación que cada vez se hacía más sospechosa. Él había notado el cambio radical de Wonwoo y pensó que eran solo tal vez cosas que se podrían solucionar por si solas. En su opinión personal no le gustaba meterse en las vidas personales de los miembros pero cuando la cosa se tornaba algo negativas o destructivas, el entraba en acción.
- Hablare con el mas tarde ¿Ok? –trato de aplacar la viva preocupación de Jihoon y este último solo asintió volviendo a su plato de comida.
Seung Kwan y Hansol se dieron unas miradas furtivas y sin mencionar nada las bajaron para terminar sus respectivas comidas.
Jeong Han se encontraba lavando los trastes después de la cena, sin ayuda de nadie. Ni bien se levantó para recoger platos, uno por uno se fueron despidiendo sin voltear hasta quedar solo. Se maldijo por segunda vez al no poder predecir la jugada de sus compañeros en papel y tijera.
-Hola hermoso –susurro alguien en su oreja y sintió como ese cuerpo se apegaba a toda su espalda. Sintió una sacudida y los nervios se levantaron. Pudo sentir el baile de excitación de cada célula a causa de esa voz –Hoy estuviste increíble en la práctica y ese rapidito en el baño me dejo con más sabes...
Jung Han sonrió y dejo que el cuerpo que estaba apoyado a su espalda lo tocara como quisiera, al bajar su mirada pudo observar esas enormes manos acariciar su pecho y luego su abdomen. Volteo un poco su rostro para recibir un beso húmedo.
-Hermoso necesito un tiempo a solas con Wonwoo –dijo en medio del beso –estoy preocupado por el chico.
-¿Wonwoo? –pregunto Jung Han olvidándose de las caricias y separándose de Seung Cheol. Dio un giro y cambio su mirada excitada a una seria – ¿qué sucede con Wonwoo?
-No lo sé Jung han, eso quiero averiguar en este momento –hablo el líder de seventeen apoyándose en el mesón de la cocina. –no ha estado comiendo bien últimamente y temo que esto empeore.
Jung Han se detuvo a pensar y después de meditar unos minutos se acercó a Seung Cheol para darle un beso que se intensifico y termino con una lamida sobre los labios del líder.
-¡Ve! Habla con él y trata de solucionar el problema –susurro el castaño.
-Está bien, espera aquí –pronuncio con la mirada fija en los labios finos de su chico, Jung Han rio ante el ridículo comentario y se alejó.
-Claro que me voy a quedar, quien crees que va a terminar de lavar toda esta platería –comento sonriendo y se ubicó frente al lavadero, este lo saludo nuevamente con un plato manchado de salsa. Sung Cheol abandono la cocina para caminar hacia su dormitorio, entro sin permiso y lo primero que ve frente a frente es la oscuridad del dormitorio. Con la mano vagando por la pared encuentra el interruptor y lo enciende. Lo recibe un Wonwoo tapado hasta las orejas y podía claramente escuchar unos ronquidos que bien podrían pasar para cualquier miembro pero para el no.
-Wonwoo necesito hablar contigo –hablo el líder, el cuerpo no se movió a cambio se escuchó unos ronquidos más persistentes que lograron fruncir el ceño del líder – ¡Es en serio!
Wonwoo pensó que su gran actuación había logrado engañar a su compañero de cuarto y líder, pero es obvio que su vocación no es la actuación. Se obligó a sentarse y se sacudió su cabello un poco húmedo por la ducha reciente, al momento sintió un peso a su lado y supo que debía mentir bien si no quería que lo descubrieran. Alzo la vista con dirección a su teléfono y sin perder el tiempo lo tomo entre sus manos aguardando las palabras de Seung Cheol. Este observo minuciosamente el acto del menor y supo que no iba a salir ninguna palabra de lo que esté sucediendo con él. Así que decidió usar la psicología.
-¡Te gusta alguien verdad! –exclamo el pelinegro más fornido de brazos riendo internamente ante la gran idea que su mente macabra había ideado en tan solo segundos, no desperdicio ni uno solo –¡Y ese alguien ni si quiera mira si te caíste!
Wonwoo sintió nervios y sus piernas se empezaron a entumecer por su posición de indio, su corazón empezó a saltar acelerado dentro de su caja torácica, no puede creer que Seung Cheol haya deducido tan rápido lo que sucedía con él. Algo se traía en manos.
Seung Cheol observo la actitud sospechosa del menor y supo que había tocado un tema especial. La verdad es que el líder simplemente adivino la situación basándose en sus experiencias. En su mente empezó a rememorar sus salidas y peleas con Jung Han. Ese chico sí que era difícil pensó el chico fornido. Pestañeo numerosas veces para salir de su ensoñación y recordó porque había ido a ver a Wonwoo, así que era eso.
-¡Dime! ¿Quién es la chica? –pregunto con un tono de curiosidad parecido al de las viejas cotilleras de su antiguo barrio. El líder noto cierto temblor en el chico y su instinto hizo acto de presencia, el líder empezó a negar rápido en su interior. No podría ser lo que estaba pensando – ¿Es bonita? ¿Es de por aquí? ¿Es alguna fan?
-Seung Cheol… --empezó wonwoo no muy seguro de lo que iba a expresar. Algo en su mente decía que debía mentir, pero su débil corazón pensó en la amistad de Seung Cheol y le dictaba probar suerte y saber si la persona que tenía en frente era un amigo o un homofóbico a muerte –Yo.. Yo...
-¡En serio! ¿Es una fan? –pregunto con intriga el líder, este se levantó de la cama e inicio un recorrido por la ya conocida habitación –Sera más difícil sabes, si es una fan…
-¡¡Seung Cheol!! –alzo la voz WonWoo y Seung Cheol sintió que era un grito de ayuda que le hizo recordar la escena de su padre gritarle en la cara maricón y sin más se paró en medio de la habitación esperando las palabras del menor –Soy gay.
En ese momento entro Jung Han con entusiasmo pero su cuerpo pudo notar el ambiente tenso de la habitación y se preguntó porque se habrá formado tremendo escenario en su habitación y justo cuando iba a descansar. En su mente se hacia la idea de que la charla entre Sung Cheol y Wonwoo ya habría terminado, pero algo le decía que había llegado en el apogeo del dialogo.
-Yo también –dijo muy seguro Sung Cheol sin dejar su renovada convicción fuera de la conversación. Jung Han pudo ver la expresión de sorpresa impresa en el rostro de wonwoo y sintió que se había perdido de algo que lo incumbía.
Sung Cheol se acercó a Jung Han con una determinación aplastante lo tomo de la cintura y le planto el mejor beso de su relación. El joven castaño se dejó llevar por unos minutos y hubiera dejado que su fornido chico haga el resto del trabajo pero recordó que había público y resulta que ellos mantenían en secreto su relación que aún no estaba definida del todo. Sung Cheol soltó a su pareja y miro el terror en los ojos de él.
Jung Han abría y cerraba la boca sin saber cómo defenderse y miro a Seung Cheol con una cara de reprobación, sintió inseguridad y deseos de salir corriendo.
-Como vez no tengo ningún problema con ello –anuncio Seung Cheol mientras que Jung Han no sabía cómo reaccionar, su mundo dio un vuelco rotundo y se sentía pequeño ante wonwoo. Este último dejo a un lado su sorpresa y miro con curiosidad a Jung Han.
-Wonwoo no es lo que crees –trato de explicar Jung Han –Yo en realidad…
-Yo también soy gay –corto la palabrería de su mayor y después una sonrisa broto de sus labios, por un momento sintió paz en esa pequeña habitación. El castaño se quedó sin habla por unos minutos y movió la cabeza en afirmación de forma lenta. Se mordía los labios y junto sus palmas sudorosas posándolas en su frente dejando los dedos índices levantados. Su novio levanto una ceja al ver el drama que su pareja estaba montando.
-Ahmm… Ok, creo que está bien –dijo Jung Han soltando el aire que contenía –Lo siento por mi comportamiento pero es que me tomaste por sorpresa.
-Tú también me tomaste por sorpresa –aclaro wonwoo soltando una risa. Los tres se vieron y se sintieron cómodos entre si después de la inesperadas declaraciones.
El envolvente ritmo de “Adore you” retumbaba en las paredes de la sala de prácticas, cada miembro daba lo mejor de sí. Excepto alguien que se sentía perdido, su burbuja se llenaba de temor e inseguridad. La palabra rechazo estaba cada vez más presente en su vocabulario y el deseo de salir huyendo se hacía fuerte con el paso de las semanas. En un completo giro wonwoo sintió que su tobillo se retorcía y sin esperarlo cayó al piso pero sus reflejos reaccionaron en milisegundos dejando a wonwoo con sus palmas sobre el suelo, codos doblados y su rostro a centímetros del piso encerado.
-¿Qué estás haciendo Wonwoo? –pregunto el coreógrafo encargado de revisar las fallas de los chicos, el profesor se acercó a pasos agigantados. Los chicos también se acercaron preocupados – ¿Te puedes parar?
Wonwoo sintió su mirada humedecida y con una opresión en el pecho negó con la cabeza. El coreógrafo llamo al chico con el cuerpo más desarrollado para poder cargar a wonwoo con mayor facilidad.
-¡Mingyu cárgalo! –pidió el maestro, Wonwoo perdió la poca calma que tenía y levanto la cabeza buscando la ayuda de Hansol. Wonwoo no termino de levantar la cabeza cuando escucho a su mejor amigo y novio contradecir al profesor ofuscado de la interrupción causada por el pelinegro.
-¡Maestro podemos cargarlo nosotros dos! –hablo en voz alta Hansol. El vocalista se paró junto a su pretendiente y asintió con rapidez. Sin tener la oportunidad de gritar el profesor veía como aquellos chicos empezaron a levantar a wonwoo con rapidez. Saliendo del estudio de baile wonwoo se percató de la mirada sorprendida y perdida de Sung Cheol y supo reconocer que su casi secreto había sido descubierto por una tercera persona.
-¡Increible! ¡Nunca me lo había imaginado! –susurro Seung Chol sentado al lado de wonwoo, quien va estar en cama durante una semana. El doctor no parecía tan preocupado por el pequeño esguince – ¡Mingyu!…
-Deja de nómbralo –pidió en un susurro wonwoo, estaba harto de toda esa situación y no sabía cómo deshacerse de ese obstáculo que la vida le había asignado. La puerta fue golpeada tres veces y los dos jóvenes que estaban casi recostados en la cama con sus ojos cerrados a causa del sueño y cansancio los ignoraron. Mingyu apareció cerrando despacio la puerta para evitar algún tipo de molestia.
Sung Cheol escucho la puerta abrirse y chirrear. Abrió sus ojos lentamente y pudo divisar a Mingyu, su instinto reapareció para indicarle que hacer. Debía estar loco, muy loco. El último pensamiento que atravesó su mente fue “Pobre Hye Mi”. Se paró y sin molestar a wonwoo salió. Mingyu ignoro al líder mientras hacia su desaparición.
-Hola Wonwoo –dijo Mingyu. Para wonwoo escuchar esa voz era una maldita película de terror que aterrorizaba su mente, abrió sus ojos lentamente y coloco su mejor mascara para evitar a Mingyu. –Han pasado semanas desde que no hablamos como se debe.
- Yo diría meses –menciono el pelinegro.
- Te extraño –exclamó Mingyu sin pensarlo dos veces dejando impactado a wonwoo por esa pequeña declaración. Se acercó a la cama y se sentó alado de su amigo y sin ningún reparo abrazo a Wonwoo. Este se quedó petrificado a lado del más alto y por un momento pensó encontrar algo de tranquilidad y estabilidad en su vida. –No sabes cuánto te he extrañado wonwoo.
- ¡De que hablas! ¡Acaso he viajado y he vuelto hoy! –exclamó bromeando el pelinegro y trato de separarse de Mingyu. Este no cedió y lo apretó con más fuerza hacia su cuerpo. Wonwoo intento de nuevo, pero no dio resultado.
-Sabes de lo que hablo –susurro Mingyu.
-¡Mingyu suéltame! –pidio el pelinegro sin mirarlo.
-¡No! –hablo determinado y sin más el sonido de una cachetada resonó en la habitación. Mingyu sintió un dolor punzante en su mejilla y sin saber que más hacer se levantó – ¿Por qué?
-Y todavía te atreves a preguntarlo –exclamo Wonwoo mirando con rencor al hombre que siempre le robaba suspiros entre sueños –Seung Kwan piensa que soy algún tipo de piedra en tu relación, si tan solo supiera quien le ruega a quien.
Mingyu se quedó parado frente a la cama. Su mente divago en preciados recuerdos que aun hacían latir con fuerza su joven corazón y sin poder evitarlo su rostro expuso la realidad de su vida. Lagrimas tras lagrima rodaban sin cesar. Wonwoo no pudo contener sus lágrimas tampoco. Estaban hartos de las malditas escenas ridículas, los diálogos típicos y todo era parte de un maldito plan. Eran simples marionetas que debían seguir un maldito libreto.