Luego de una ardua rutina de CrossFit, Seth cayó exhausto sobre una de las bancas del gimnasio. Bebió toda la botella de agua de un solo trago y suspiró saciado. Las gotas de sudor hacían un viaje descendente por su rostro al igual que algunos mechones de su cabello se pegaban en su frente. Por mas que intentara concentrarse en el entrenamiento, su mente estaba por otro lado. Para ser mas exacto, recordando los sucesos de ayer por la noche.
¿Por dónde empezar?
Había interrumpido la entrevista que Renee Young estaba realizando con Dean, y después de un breve intercambio de palabras, Dean fue muy claro con su malestar.
"No confio en ti".
Seth trató de superar la situación con una respuesta rápida e inteligente, pero la tristeza se mostró en su rostro y la camara lo captó a la perfección. Los aficionados que se situaban en el Estadio y lo que sintonizaban RAW en vivo, eran testigos de su vulnerabilidad. Dean abandonó la entrevista y Seth quedó con sus sentimientos heridos.
***
El tiempo transcurrió y parecía ser que Seth no sería parte del show. No estaba en la lista y por lo tanto, no tendría un partido que luchar. No quería ir al vestuario donde estaban todos sus compañeros. No deseaba ser el receptor de las bromas, murmullos y las miradas de lastima. Asi que caminó hacía ningun punto, intentando despejarse, pero no lo logro. Aún resonaba en él los dichos de Dean.
"No va a pasar. Esto no va a pasar"
Se sentía frustrado, cansado y sólo tenía ganas de encerrarse en cualquier cuarto vacio y gritar a todo pulmón. ¿Por qué el hombre no le podía dar el beneficio de la duda? Dean no quería verlo, ya no quería nada con él. Sus ojos se nublaron y reprimió un gemido. No era el momento para llorar. Debía concentrarse y dar el máximo rendimiento. A la empresa le importaba muy poco y nada si él poseía sentimientos encontrados con uno de sus compañeros de lucha. Sin embargo, como ya no era la persona que buscaba problemas, ahora los problemas venían a él. Los campeones en pareja, Cesaro y Sheamus lo detuvieron. ¡Maldición! Esto no podía estar pasando. Una camara los encontró y se acercó a ellos. Sheamus y Cesaro se deleitaban con su situación. Se burlaban y se reían en su cara.
"Dean y tu vinieron a WWE como hermanos y consiguieron tantos exitos juntos, hasta que tu decidiste apuñalarlo por la espalda. Ahora Dean jamas confiaría en ti o nadie mas nuevamente"
"Tu última oportunidad para lograr el exito y ahora estas solitario"
Una gran ira recorrió su cuerpo y salió al exterior como un rugido. ¿Querían ensuciarlo? Eso no iba a suceder.
"¿Quieren pelear? Van a tenerlo entonces"
Sheamus dio un paso al frente, aceptando el reto.
***
Dos contra uno. Seth no confiaba en Cesaro. Lo conocía muy bien y sabía que el hombre protegería a su compañero cueste lo que cueste. El partido no comenzó muy bien para él, pero pudo reponerse.
¡¡¡Ganó!!!
Claro que la suerte no estaba de su lado y los golpes vinieron a su cuerpo uno detrás del otro. No podía levantarse. Respiraba con dificultad y aunque la gente le daba animos, su fuerza lo había abandonado.
"Queremos a Ambrose", pedía los aficionados con desesperación. Deseaban que Seth sea rescatado. Salvado, pero nadie apareció. Cesaro y Sheamus no habían terminado con su trabajo.
Golpe. Golpe. Golpe.
Seth parecía que iba a perder la conciencia y no fue testigo como la gente gritaba de emoción. Sólo sentía que era liberado de un gran peso. Dean vino a su ayuda. Buscando que los campeones en pareja pusieran su foco en él y no en Seth.
Al final, ninguno de los dos había terminado bien. Pero si eso no demostraba que nada estaba perdido para él y Dean, entonces no sabía que mas pensar. Pero claro, Dean Ambrose, el Lunatic Fringe, no era como todas las personas. En el vestuario, el hombre le dio una pobre excusa que no se creía y Seth lo aceptó con pesar.
***
Seth volvió al presente y suspiró. Se levantó y junto sus pertenencias. Necesitaba ser libre... necesitaba que su corazón dejara de doler. Momentos robados es lo único que podía tener con Dean por ahora.