Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Algo que proteger. por Eliann

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno esta es la primera vez que trabajo con esta pareja así que espero le guste. 

Notas del capitulo:

No sé que decirles en realidad, ya que esta es una historia... no sé... ¿romantica? ¿tranquila? ¿sin ningún muerto? 


 


Bueno... ninguno de los personajes me pertenece...


solo la historia


espero le guste

Quería estar solo

Para no sentir la perdida

Y en vez de eso

Me he perdido.

Me encontraba caminando por las solitarias calles de Konoha, a esta hora no había nadie despierto, o eso creía una que otra luz encendida, luego de mi misión estaba completamente agotado, el lodo y el barro, además de la sangre que mayormente no era mía, atrofiaba mi sensible olfato…

 

Necesito un buen baño, le encargue a uno de mis compañeros el informe, otro se encargaría de hablar con el tercero, solté un suspiro quitándome la máscara de porcelana, en forma de perro, para luego quitarme mi uniforme. . . desde hace cuánto ¿nadie pronuncia mi verdadero nombre?

 

No  es que tenga que arrepentirme, solo soy una herramienta desde hace muchos años. Deje que el agua fluyera por mi cuerpo, quitando todo sucio, todo rastro de sangre, que el agua y el jabón se llevaban…. ¿De cuánta sangre a estado lleno este cuerpo? ¿Cuántas vidas han arrebatado estas manos? No lo sé, deje de seguir la cuenta.

 

¿Cuántos compañeros he perdido? Vidas jóvenes, han sido aniquiladas, por simple errores de cálculo o emboscadas, no he podido evitar esas muerte. . . ¿Qué tan duro será dar la noticia? A la familia, a la madre y el padre… si es que tienen, a la esposa… esposo…o al hijo que se quedó sin progenitores.

 

No lo sé… pero estoy cansado de esto, de rememorar noche tras noches las muertes…. Criminales, asesinos, bandidos, personas influyentes, niños inocentes… cerré los ojos dejando que mi cuerpo se relajara en el agua caliente, quedando en la completa oscuridad.

 

Frío. . .  desde hace tanto que siento frío. . . hace tanto que este cuerpo no siente ningún rastro de calidez, no es que no tengo pareja… he tenido amantes, cuyo corazón congelado no puedo entregarles. . . Águila es una buena amante. . . pero. . . sé que no es duradero. Como alguna vez lo fue Halcón. . . terminare por perderla… no puedo aferrarme a nada, que es tan frágil como para ser quebrado entre mis manos.

 

Salí de la relajante agua, para luego secarme ponerme solo unos calzoncillos y acostarme a descansar un buen descanso me hará bien.

 

-¿En dónde estoy? –Un constante goteo se ausculta en mis oídos –

 

Comencé a caminar, más… más… más hasta que me encontraba corriendo, pero no veía nada más que la profunda oscuridad, oscuridad más y más me adentraba en la oscuridad, siento frío… mucho frío.

 

-¡Hey cabezota! – ¿esa voz? – ¡¿Qué piensas que estás haciendo?! ¡No andes de vago muévete! A que eres tan irritante.

 

Allí estaba él con aquella sonrisa en sus labios, allí estaba ella sonriente con calma, allí estaba mi maestro, allí estaba mi viejo equipo… allí estaba la única calidez que sentí después de tanto y luego perdí.

 

Muerte…. Él me dio su ojo y me dijo que cuidara a la chica que amaba. . . muerte. . . no pude hacerlo… ella murió también. . .  muerte. . . mi maestro también murió para proteger la aldea… para proteger. . . proteger. . . ¿proteger qué?

 

Me desperté de mi sueño la luz del sol atravesaba la ventana, mire hacia el techo resignado… proteger… ¿qué? Acaso yo…. ¿tengo algo que proteger?

No puedo seguir con esto… si sigo con esto. Perdiere el único rastro de cordura que me queda.

 

Adiós a esta mascara de porcelana, adiós a sabueso.

 

Quería una máscara.

Para que no tuvieran.

Un rostro que recordar.

Y en vez de eso.

Recuerdan un ser.

Un nuevo comienzo, es como respirar un nuevo aire, antes me encontraba entre las sombras, enmascarado y ahora salgo a las calles con una nueva mascara que cubre mi rostro.

 

Es un día muy calmado ¿no es así? Es como si no se presintiera la muerte en el aire. . . mirar a las personas caminar sonriente.  .  . Los niños (armas) las mujeres (victimas) los hombres (herramientas) esto es lo que protegía mi maestro. . . este lugar… esta aldea estas personas.

 

Acaso yo… ¿tengo algo a lo que proteger? No deseo aferrarme a nada… porque este mundo en el que vivo se pierde todo. Y sin querer me tropecé con alguien.

 

-Ah… lo siento discúlpame –Se disculpó con una sonrisa en sus labios –Es que tengo algo de prisa

 

-No hay problema. . . yo andaba distraído –pronuncie y él hizo una reverencia y se marchó –

 

Hace tiempo que no veía ese cabello castaño. . . hace años que no veía esos ojos cafés… ni esa marca horizontal en su nariz. Vaya. . . y simplemente no pude evitar rememorar el primer encuentro que tuve con ese joven… ¿Cómo era? Iru….Ka. Recuerdo que yo tenía dieciocho años y era un anbu… había terminado una misión… pero… no quería regresar a casa. No aun…

 

Los viejos fantasmas me atormentarían como todos los días. . . y simplemente me adentré en el bosque separándome de mi equipo, allí en el bosque en el lago cristalino se encontraba un niño. Era muy lindo irradiaba inocencia, no era un arma rota… no era una herramienta rota, aún no había sido hecho pedazos. Pero se encontraba derramando innumerables lágrimas… una y otra vez. Sollozando solo… lejos de todos.

 

Me pregunto… ¿Qué te fuera pasado si yo no fuera estado allí? Observándote porque me intrigabas… me dabas curiosidad, sentía un deseo de abrazarte, consolarte y decirte que todo estaría bien, pero solo me mantuve lejos de ti… arriba de aquel árbol escuchando tus sollozos.

 

Y de repente un par de ninjas renegados aparecieron, te vieron como presa para entrenar, como algo para poder estrenar el filo de sus nuevas espadas y yo no lo quise permitir. Cuanto te iban a atacar a una velocidad que ellos no se esperaban estaba en el suelo muertos por el filo de mi espada.

 

-¿estás bien? –Le pregunte, me miro sus ojos cafés aun mostraban terror y solo asintió –Te llevaré  a casa, deben estar preocupados por ti

 

-No hay nadie esperándome en casa –Murmuro con la mirada baja –

 

-“cómo pensé es huérfano” –especulé para que tomara mi mano con cuidado de no cortarse con las afiladas garras de mi traje –

 

-¿quién es usted señor? –Me pregunto –

 

-Sabueso –Respondí él solo asintió para adentrarnos a la aldea y llevarlo a su casa –

 

Y estuve por unos días… unas semanas… unos meses… visitando a ese niño huérfano nosotros dos estábamos solos, en este mundo indeleble. . . pero. . . luego me dieron la señal, la preventiva de que yo debía alejarme de él.

 

-¿por qué? –Me pregunto con sus ojos llorosos –No quiero. . .

 

-Es mi deber, un día esta herramienta estará rota…–Y me interrumpió –

 

-¡usted no es ninguna herramienta Sabueso usted es más que eso! Usted es importante –Me dijo… ah tanto quise creer en eso, realmente quise creerlo –

 

-perdóname, por hacer que derrames lágrimas por mí, pero tengo que marchar a una misión peligrosa…

 

-¿y regresaras? ¡Me prometes que regresaras! –Me dijo aferrándose a mí –

 

-No me hagas prometer algo que no puedo cumplir Iruka-chan –pronuncie cerro sus ojos en resignación –

 

-No volverás… ¿verdad? –Respondió bajando la mirada y sentándose en su cama –Si no volverás… entonces…quiero… decirte que te amo… así este amor se marchara contigo ¿verdad?

 

-“amor… es cierto…el irradia una calidez, que por eso venía aquí constantemente” –Sonreí aunque él no lo notara –Cuidare muy bien de ese amor que me has entregado –Respondí… dulce… es dulce –Iruka-chan, sabes que… no le puedes ver el rostro a un anbu ¿verdad? –él asintió –Así que… podrías cerrar tus lindos ojitos –parpadeo un par de veces pero hizo lo que le dije, con mi mano izquierda tape sus ojos y con la derecha me quite mi dos mascaras para besar esos pequeños y dulces labios –“dulce y cálido…cálido y tierno” “ojala pudiera sentir algo como esto por siempre” –Sus manos pequeñas se aferraron a mis hombros y con timidez abrió un poco su boca, era torpe… era inseguro, demasiado inocente, me separe de aquel beso, colocándome de nuevo mis mascaras –Iruka-chan. . . una parte de mí siempre se quedara contigo, Adiós Iruka-chan

 

-Adiós Sabueso –pronuncio y desaparecí por la ventana en aquella noche de luna llena –

 

Me pregunto, si ¿él me recordara? Ya han pasado muchos años, comencé a caminar nuevamente, me había detenido recordando nuevamente aquella vivencia y sin querer toque mis labios recordando aquel beso tan inocente, no pude evitar sonreír.

 

Quería no sentir amor.

Por qué.

Alguien lloraría por mi cuando me fuera.

Y termine enamorándome de él.

Y ya sin saber estaba teniendo un nuevo equipo ahora yo como maestro el equipo siete, conformado por un cabezota, terco y lleno de vitalidad de nombre Naruto, Un chico serio y callado con porte de emotivo llamado Sasuke y una chica enamorada cuyo amor está destinado a no ser correspondido Sakura.

 

Pero aun así eso me daba una excusa para verle para hablarle del progreso de sus alumnos aunque al parecer no me quería pasar ni con agua, era como si yo le desagradara completamente ¿me odiara? A todos lo trata con tanta amabilidad y a mí es como si… me mandara al caño.

 

¿Está bien sentir esto? Es como mi pequeña obsesión, porque deseo que me mire como antes, no puedo dejar de imaginarme al pequeño Iruka-chan, tierno y adorable que me sonreía todas las noches que entraba a su habitación, el que me entrego su primer beso, tan dulce, tan cálido.

 

-¿Qué usted haces aquí? ¿No deberías estar en una misión? –Me dijo su expresión era seria mientras estaba sentado en la rama de un árbol en el patio de la academia pero daba una gran vista, una vista hacia Iruka-sensei –

 

-La termine anoche –Comenté, pero este Iruka-sensei, no era mi Iruka-chan –

 

-¿qué está leyendo? –Me pregunto, para lo que se preguntan, no, no es mi usual libro –

 

-. . . el guardián de Asahi –Respondí –Es sobre…

 

-es sobre la historia de los elfos del sol y de los guardianes que en parte son seres inmortales pero pueden morir por una daga que fue creada por otros guardianes –pronuncio le mire sorprendido –

 

-Si –Contesté –

 

-No pensé que usted leyera esas clases de libros de fantasía –Respondió –

 

-Hay muchas cosas de mí que no sabes –Comenté, tal vez porque no te has esforzado en saberlas –

 

-Posiblemente –Me dijo él, para que la campana sonara y él tuviera que adentrarse a clases –

 

-Iruka-sensei… ¿qué le parece si le invito a tomar algo? Luego de su trabajo yo invito –Comenté intentado poder hablar más tiempo con él, que pudiera soportarme…. Tratarme –

 

-. . . está bien –Respondió un leve sonrojo opaco por unos instantes sus morenas mejillas y no pude evitar sonreír –

 

-Hasta la tarde Iruka-sensei –Y con eso le vi partir hacia la academia –

 

Y esa tarde estuve para él y las que siguieron… estuve a su lado el tiempo que se me permitía luego de ir a las misiones y volver con él, volver a su lado y no perderlo…

Eso quería hacer… y de alguna extraña manera me termine enamorado, por su calor, por su sonrisa por su calidez, dime Iruka-sensei ¿recuerdas a Sabueso? Lo haces aun tienes la máscara de porcelana que te deje en la cama cuando había regresado de mi misión, esa noche donde tus ojos estaban manchado de lágrimas, aun la tienes y a veces te veo admirándola aquella mascara de porcelana.

 

Y me pregunto. . . que hubiera sido si yo no fuera estado admirándote a lo lejos, de seguro fuera perdido mi poco cordura. Y simplemente no podía seguir, con este sentimiento que me carcomía el pecho y me calaba hasta los huesos… te confesé que te amaba. No me respondiste de inmediato en realidad parecías vacilante de tus decisiones, como el “los dos somos hombres” “además es un poco raro” pero no, es normal, muy normal, lo único que tu no participaste en tantas misiones como yo mi querido Iruka-sensei.

 

Pero a la final, me aceptaste, a pesar de que estuve muy preocupado, por demás torpe en todo y que mi equipo lo noto. Me extendiste tu mano y dijiste.

 

-Si estás contento. . .  con alguien como yo – ¡No estar contento! Para mí lo eres todo Iruka-sensei –

 

 

Soy una herramienta.

Que cuando se rompe.

No puede volver a ser utilizada.

Había pasado tanto tiempo desde que estamos juntos, mi equipo ya no es un niño, no, se hizo pedazos… Sasuke se fue… Sakura entrena con la quinta, Naruto con Jiraiya… soy un desastre como profesor soy un desastre con los equipos.

 

Me quede mirando al piso enmaderado donde me encontraba tirado, con heridas en mi pierna izquierda, con un brazo lastimado estoy seguro que tengo dos costillas fracturadas. . . y eso que sale constantemente de mi torso es sangre. . . el piso se está tiñendo con mi sangre. O vaya. . . esta misión sí que fue difícil, pero jamás pensé que fuera una trampa. . .de un viejo enemigo.

 

Entre mi vaga conciencia que se iba y venía a su antojo. . . lo recordé, nuevamente estaba él con una sonrisa en su rostro y sus mejillas morenas sonrojadas. . . y luego lo vi allí llorando… sobre mi tumba.

-“no quiero eso” –pensé, le observe allí tendido en el suelo a mi enemigo muerto –“tengo que levantarme” “tengo que volver”

 

Con aquel impulso simplemente me levante, como pude vendé la herida de mi costado la de mi pierna no era tan grave. Me quede jadeando un momento pero no me importaba tenía que regresar…

 

Esta herramienta aún no está rota, aun quiero seguir luchando, no haré llorar a Iruka-sensei, no derramara lágrimas por mí, tengo que ser fuerte… seguir adelante… y me empeñe con demasía en llegar a mi hogar, hasta el punto que lo único que movía mi cuerpo era la adrenalina… cuando a lo lejos divise las puertas de Konoha me alegré y con más empeño fui… cuando llegue  a la entrada simplemente mi cuerpo colapso todo se volvió oscuro de repente.

 

Estaba completamente envuelto en la oscuridad y de repente solo observe una luz, una intensa luz blanca que me hizo entrecerrar los ojos para adaptarme de nuevo a ella.

 

-¿este es el cielo?. . .oh.  . . Iruka no estará feliz –susurre intentado alzar mi mano –

 

-No es el cielo, tonto –esa voz, voltee lentamente y allí estaba él, derramando lágrimas –

 

-Iru…ka –murmure para que él sonriera –

 

-estoy tan feliz que estés bien –pronuncio –

 

-Iruka –Dije nuevamente su nombre haciendo que me mirara –Regrese…. Estoy en casa.

 

-Bienvenido de vuelta –Respondió dejando un casto beso en mis labios tan dulce tan cálido –

 

-Te amo –Sonreí, aunque me dolía todo el cuerpo, sonreí para él, le amo… ojala pudiera estar con él para siempre –

 

 

Pero sé que alguien llorara cuando yo me vaya.

Quería estar solo…

Para no sentir la perdida.

Y en vez de eso.

Estoy perdidamente enamorado de él.

 

Fin.

Notas finales:

Bueno.... espero les haya gustado y por favor comenten.

 

Aahh... Mi típica frase…

 

Un fic mío no es fic mío sin mi frase al final

 

Es como los abrazos psicológicos de German

nos vemos 

¿Un escritor sin nadie que lo lea puede decirse escritor?

 

Es como un poema sin verso

 

Un artista sin lienzo

 

Un comediante sin gracia

 

Una flor sin pétalos.

 

-Si te hice sonreír al menos una vez entonces mi día abra valido la pena

-los locos estamos cuerdos, los cuerdos están locos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).