Comenzó ésto como una apuesta ¿Desde cuando es amor?
Cinco semanas atrás ¿Por qué acepté? Jungkook me obligó, dándome aquella mirada desafiante, aquella que susurra "perdedor" si no aceptamos. Quizá ya sabia que eres el tipo de chico que me gusta ¿Por qué no lo dijo? O quizá en el fondo quería una nueva aventura. Algo de una sola noche.
- Hagamos una apuesta - ahora odio esa frase - Suga
Lo miré confiado, habíamos hablado ya de las consecuencias
- Está bien
Me arrepiento de aceptar.
Por nuestro juego ahora te encontras acá, debajo mio recibiendo placer.
Te abrazas a mi espalda y a mi oído gemis. Qué delicioso es sentirte.
-Suga, quiero más, Suga... por favor -consigues decir entrecortadamente.
Me alejo y te veo. Los ojos semicerrados y tu boca abierta gritando. Solo consigues excitarme más.
- Hay un chico nuevo - Jungkook sonrió, miró a Jin y volvió su vista a mi - va a entrar a trabajar mañana, según lo que me dijo nuestro jefe.
- Lo que tenés que hacer es darle una "cálida" bienvenida - Jin se acercó, y al decir la palabra "cálida" me tocó por encima de los pantalones. Inmediatamente lo alejé.
- ¿ Y cuánto tiempo tengo para follarlo?
-Qué rápido aceptas, querido
Jin acercó una de sus manos a mi mejilla, levantando mi mentón. Inmediatamente lo alejé y prosiguió
- A partir de mañana, seis semanas - lo miré desconfiado - fuimos buenos al darte ese tiempo, es que no conocemos su personalidad.
Deslizo mi mano por la extensión de tu cuerpo y su recorrido termina en tu erección. Te estremeces ante mi caricia y en el fondo de tu ser lo puedo notar.
Las estocadas que doy en tu interior cada vez son más rápidas.
Mi boca baja hasta tu pecho, donde se entretiene mojando uno de los pezones. Siento una de tus manos en mis rubias hebras, e institivamente poso mi palma derecha arriba de tu mano, esa que con desesperación agarraba la sábana. Se relaja al estar entrelazadas.
-Mmm... Suga
Mi mano deja de tocar tu pene, para pellizcar el pezón libre. Mis labios rozan los tuyos.
Abres los ojos y me sonríes. Sos hermoso.
Primera semana de la apuesta. Día uno.
Llego al trabajo y veo a mis tres compañeros reunidos. Taehyung me sonríe y entiendo que empezó la apuesta.
-Min Yoongi, lo estaba esperando - me decía el jefe - Hoy les presentaré a su nuevo compañero. Usted va a ser el encargado de mostrarle las instalaciones del lugar.
Un chico pelirrojo con flequillo.
- Park Jimin, él es Min Yoongi, te mostrará la empresa y luego tu puesto de trabajo.
-¿Cuál es?
- Producción de ventas y alquileres - Jin me miró, atento a la conversación- igual que el tuyo, Yoongi.
- Qué bueno, entonces somos compañeros - Jimin me sonrió.
- No Jimin ... mi nombre, quiero que gimas mi nombre.
Te abrazaste a mi levantando tu cuerpo. Ambos sentados, seguíamos unidos esperando el máximo momento de placer.
- Yoongi, me gusta... quiero más -
Cambiamos de posiciones; ahora está sentado sobre mí, autopenetrandose.
Cada vez más fuerte. El calor aumenta, mi exitación aumenta al verlo dándose placer, masturbándose para mí.
Mis manos nuevamente agarraron su necesitada erección, corriendo las suyas. Tan fuerte que no puede mantenerse más sobre sus rodillas. Cae sobre mi cuerpo.
Tercera semana de apuesta. Día dieciocho.
-Hola Jiminie- dije acariciando su pelo.
-¡Suga! -sonreiste.
Quiero ganar la apuesta.
- ¿Qué te parece después ir a caminar un rato? Para distraernos de tanto trabajo -
-Está bien.
Abrazados damos la últimas penetraciones.
Uno. Dos. Tres. Tu semen se encuentra acorralado entre nuestros vientres, mientras el mío se libera en tu interior.
-Yoongi... - tus ojos me lo demuestran. Te encanta que termine adentro tuyo.
- Jiminnie...
Quería salir pero me apretaste, dándome a entender que aún no. Posaste tus labios sobre los míos, simplemente demostrando cariño. Succionaste un poco labio inferior, Haciéndome reír. Con un fingido enojo dejaste que pudiera salir suavemente de vos, para luego abrazarte y apoyarte en mi. Te acomodas de tal modo que tu cabeza descanza sobre mi pecho. Yo boca arriba y vos con una pierna sobre las mias. Tus brazos sobre mi abdomen dibujando nuestros nombres
Luego de ocho horas de trabajo, salimos a despejarnos. Caminamos hasta encontrar una plaza casi desierta
-Jimin... ¿cómo comenzaste a trabajar en la empresa?
Estás tomando un helado. Te imagino haciendo lo mismo, pero que el helado sea reemplazado por...
- Es por mis padres - miras al frente - estoy peleado con ellos, así que decidí independizarme. Conozco al hijo del jefe hace tres años,por eso me tomó ¿Y vos?
- ¿Conoces a Jungkook?
- Sí... junto con Jin nos conocemos hace bastante. Ellos salen hace dos años.
-No lo sabía
Ahora me doy cuenta. Todas las miradas que los dos se daban. Todos los abrazos.
Me paralizo ante mi pesamiento. Quiero vivir lo mismo con Jimin... pero no, esto es sólo una apuesta, luego de estar en la cama, no más contacto.
-¿Qué haces en el tiempo libre? - pregunté para salir de mi pelea mental
- Canto. Además me gusta bailar.
-Yo rapeo.
-Entonces deberíamos juntarnos a hacer algo. A ver qué sale - me sonreiste. Otra vez toco tu cabello. eso se ha vuelto normal en nuestra relación
-Sí.
Cuarta semana de apuesta. Día veintitrés
Suena el timbre de mi casa.
Recién salgo de bañarme, pensaba vestirme, pero si quiero ganar la apuesta, tengo que empezar a seducirlo.
Abro la puerta. Solo un toalla atada en la cintura me tapa.
Me mira, veo cómo sus ojos recorren mis apenas formados músculos y sus mejillas se sonrojan. Sonrío, es hermoso.
-Jiminnie, no te esperaba tan temprano, pasa.
Me mira a los ojos apenado, quizá se dio cuenta que lo observé.
-Gracias.
Le sirvo algo para tomar. Se sienta sobre el sillón y espera a que me cambie.
Me pongo una camisa negra ajustada, y unos Jeans desgastados. Me alboroto mi pelo rubio y salgo a reencontrarme con vos.
-Listo, perdoname por la tardanza - te das vuelta a observarme. Tus ojos nuevamente me recorren.
-No importa Min
-Deja la formalidad... decime Suga - le acaricio otra vez la cabeza.
Me siento, bastante cerca de él, desde mi lugar puedo oler su fragancia.
- Al final no me contaste como comenzaste a trabajar...- no puedo escucharlo, solo me concentro en su boca - en la oficina ¿ya conocias a... -
Lo interrumpo con un beso. Pruebo sus labios, es exquisito.
Está asustado, mas luego de varios segundo cierra los ojos y mueve su boca. Lo imito. Al principio fue suave, un simple toque.
Levemente muerdo su labio inferior.
Mi cuerpo se pocisiona arriba del suyo, manteniendolo apretado. Mis manos se empiezan a mover en su cuerpo, recorriendolo entero por encima de la ropa. Siento como nuestras sensibilidades empiezan a reaccionar. Comienzo a mover mis caderas así profundizamos el contacto.
Un gemido apenas sonoro me permite entrar a su cavidad bucal. Discretamente tumbo su cabeza en la cabecera.
Ahora el beso se torna más desesperado. Mi lengua transita sobre su interior. Él apenas puede seguirme; es excitante.
Una de mis manos manosea su ligera ereccion. Provoca su reacción, y me aleja.
-Lo siento Jimin - es lo único que puedo decir
- Creo que... me tengo que ir - agarra su abrigo y lo último que veo de él es su pelo.
Te beso lentamente, acaricio tu hombro pausadamente, Me encanta tenerte aquí.
Te ries y te alejas de mí, tomas un mechón de mi cabello y me das un corto beso
-Yoongi...
Quinta semana de la apuesta. Día Veintinueve.
Desde que pasó "eso" me evitas. Ya estoy cansado, cada vez en el trabajo. Vives evitándome
-Jimin
-No... no importa... no sé que me tiene que decir... pero no importa.
-Jimin, escúchame
-No
Me cansé de su actitud... una semana... necesito cumplir la apuesta.
Lo tomo del brazo, haciendolo girar a verme
-Lo que pasó en mi casa...
-No importa, ya pasó
- ¡Sí importa! A mí me importó, por favor...
Nuestros cuerpo inmovilizados. No sabemos como actuar.
-Suga...
-Ven... es hora de almuerzo... vamos a la plaza.
Llegamos y nos sentamos en el mismo banco de la vez anterior. Observo tu pelo moverse debido al viento. Debo cumplir la apuesta.
- Min- volviste a la formalidad - lo de la otra vez - te sonrojas, me encanta tu expresión - a mi me gustó
Me paralizo.
-Es por eso que te he evitado. Seguro para usted no fue nada... pero para mi es importante... así que si no siente nada por mí, no me hable más.
Estás a punto de irte. Lo que me dijiste ¿por qué pensas que no siento nada? Sostengo tu mano y te abrazo
-Ven, vamos a mi casa a hablar, es mejor
¿Por qué actúo como si me gustara? Sólo una apuesta.
Vivo a tres cuadras de la oficina, por eso nos ha tomado quince minutos llegar.
Apenas pasamos te acorralo entre la puerta y mi cuerpo, vuelvo a abrazarte. Me gusta tenerte cerca.
-Yoongi
No dejo terminar la frase.
Te vuelvo a besar, esta vez siendo directamente feroz. Muevo mi cuerpo contra el tuyo y gemis. Hago rozar nuestras sensibilidades, y esta vez no me alejas. Por el contrario, apoyas tus manos en mis hombros y te alzo.
Te llevo a mi habitación y realizamos las acciones carnales que hace apenas un rato terminamos de hacer.
- ... ¿Ahora cómo seguimos? -
No puedo ahora decirte que todo es una apuesta.
No cuando estuviste gimiendo debajo y arriba mío.
No cuando conocí tu cuerpo... y tus puntos débiles.
No cuando me dí cuenta que también te quiero.
- Tengo una idea
Con una mano agarro un mechón de tu cabello para que me mires. Tu cabeza, antes recostada en mi pecho, se acerca a la mía y chocando narices susurras
-¿Y cuál es, señor Min?
Doy un suave beso a la punta de tu nariz para lamerte los labios, curvados en una sonrisa.
-Seamos novios
Veo como sonríes en nuestro último beso, y nos acomodamos para dormir.