Miyuki veía desde la ventana de su oficina, era una mañana fría y no tenía un solo pendiente. Podía disfrutar de la vista, la puerta se abrió y Kuramochi entro con dos cafés en mano. Se lo entrego mientras se sonría.
-pensé que tenias trabajo
-mmm lo tengo pero necesitaba despejarme, llevo trabajando en lo mismo desde anoche y ese lugar ya no me está ayudando
-y ¿vienes a molestarme a mí?
-tampoco veo que estés haciendo mucho y no vine con las manos vacías.
Kuramochi señalo el café y Miyuki rodo los ojos. Era increíble como después de tanto tiempo seguían siendo amigos. No se dedicaban a lo mismo pero habían terminado trabajando en el mismo edificio. Miyuki era uno de los principales abogados en un buffet sumamente importante de Tokio y Kuramochi era el director en jefe del departamento de diseño y programador de un estudio de videojuego. Por eso mismo Kuramochi solía visitar a Miyuki para despejar un poco su mente pero en ese momento era otro el asunto a tratar
-por cierto ¿viste las noticias?
-mmm no, se me hizo tarde y no encendí el televisor
-entonces no estás enterado que Sawamura volvió y se dice que jugara en la liga. –Miyuki dirigió su mirada a uno de los muebles que adornaban la oficina, en el había varios portarretratos con fotos de los equipos a los que había pertenecido y en el centro el de Seido. A él no le agradaba tanto la idea pero su asesora había dicho que era un buen toque para que los clientes tuvieran confianza en él.
-¿no se suponía que jugaba para las grandes ligas en Estados Unidos?
-pues eso fue lo último que supe pero lo confirmaron esta mañana
-mmm, bueno no se cual fuera su motivo pero estamos hablado de Sawamura, solo tiene beisbol en la cabeza y siendo francos no me lo imagino haciendo otra
-eso dijeron de nosotros dos y míranos
-supongo que tienes razón, nadie se hubiera imaginado que solo jugaríamos unas cuantas temporadas
-tres pasa ser exactos pero nadie puede quejarse, fuimos campeones en esos días hyahahahaha -Miyuki también se rio, el silencio reino mientras bebían de sus cafés –ahora que lo pienso lo que verdaderamente nadie se imaginaba era que Sawamura se fuera a Estados Unidos y que lo hiciera con Furuya, la verdad no entendí como pasaron de rivales a novios
-muchos menos a esposos –había algo en aquel tono que Kuramochi no supo interpretar
-sí, eso fue toda una sorpresa. Me pregunto si el también regreso
-es lo más probable no creo que desean estar separados por todo un océano.
-si, supongo y hablando de relaciones…
-oh no empiece Mochi. Ya terminamos
-¿¿qué?? ¿Es en serio? Pero si se veían bien juntos
-puede ser pero al parecer no fui lo que esperaba
-no es la primera vez que te dicen eso. Ya deberías de entender que hay algo que está mal.
-no quiero oírte sermonearme, yo no tengo la culpa que se hagan expectativas
-bueno pero tal vez si te tomaras más en serio tus relaciones, ya habrías logrado algo
-y ¿que se supone que es eso? ¿el matrimonio y formar una familia? Sabes que eso no está dentro de mis planes.
-pero aun así…
-no creo que estés en posición de hablar si has salido con la misma persona desde hace años, si tu encontraste a la persona indicada, no quiere decir que el resto tengamos esa suerte.
Youichi frunció el seño pero ya no replico, sabía que su amigo acaba de dar fin al tema.
…
Odiaba que Kuramochi lo sermoneara por lo mismo, no entendía la urgencia de sus amigos por deshacerse de su soltería, digo era cierto que de todos era el único que no había durado más de 4 meses en una relación pero no creía que algo estuviera mal con él. Kuramochi había sugerido un amor no superado pero por más que le daba vueltas no parecía encontrar algo como eso en su vida. Harto de esos pensamientos se detuvo un poco antes del café que solía frecuentar, dejo escapar un suspiro y miro a su alrededor, sorprendiéndose con quien tenía enfrente
-¿Furuya?
-Miyuki, ¿cuánto tiempo?
-ya lo creo, justo de ustedes estábamos hablando, ya decíamos que no solo Sawamura estaría de vuelta, ¿van a jugar para el mismo equipo?
-si sobre eso... En realidad son un tipo de vacaciones -Miyuki levantó una ceja,
-¿vacaciones? Entonces ¿no van a jugar en la liga?
-y-yo... -Antes de que pudiera contestar el celular de Miyuki sonó y Furuya aprovecho para despedirse con un gesto de mano y se retiro.
Cuando por fin colgó, Miyuki se sentía intrigado, siempre había sido raro Satoru pero en ese momento se había comportado aun peor. Negó con la cabeza y entro al café. En el mostrador estaba Sachi, la chica que siempre lo atendía
-buenas tardes Miyuki-san, lo mismo de siempre
-hola Sachi-san, mmm si lo de siempre. A veces creo que debería de variarle un poco pero nunca me convenzo
-hahahahaha entonces será un baggette italiano, con una coca cola
-si, después me llevo mi café
-bien, -Sachi levanto la vista y frunció el seño -creo que después de todo si va a cambiar un poco
-¿ja? -Miyuki se volteo en dirección a donde veía, sintió un extraño brinco en su corazón al reconocer a la figura que ocupaba su lugar usual en el café -hahaha no hay problema, resulta que lo conozco
Después de pagar, se dirigió hacia él, le daba la espalda, veía hacia la ventana, pero por la forma en que estaba sentado no parecía estar muy feliz. Miyuki se mordió el labio ¿cómo era posible que se diera cuenta de cosas como esas?
-¿Sawamura? -el menor dio un brinco y volteo para enfrentar al que fuera su catcher en Seido, tenía los ojos rojo. Eso no le gusto para nada a Miyuki
-¿Miyuki Kazuya? -bueno en eso no cambiaba
-¿estás bien? - el menor se puso de pie y se le abrazo al más grande. Por un instante se quedo en shock, pero termino correspondiendo el abrazo -ya, trata de calmarte, ¿qué está pasando? Yo pensé que estabas muy bien en Nueva York, ¿por qué regresaste?
Por más que se esforzó no consiguió que le dijera nada, Eijun se limitaba a sollozar y a abrazarse fuertemente. Sashi vio lo que estaba pasando y en lugar de llamar a Miyuki por su orden amablemente se la llevo hasta la mesa, le dedico una mirada tímida y Kazuya se la regreso y a base de señas le pidió lo mismo para Eijun que solo tenía una taza de café y un sobre.
Fue hasta que Sashi volvió con la otra orden que Eijun se tranquilizo y se sentó frente a Miyuki, aun sorbía pero acepto la comida, no supo porque pero aquello le pareció adorable y se sonrió. Llevaban ya la mitad de su baggete cuando Kazuya se atrevió a preguntar una vez más
-ahora que estas más tranquilo, me vas a decir ¿qué es lo que está pasando? Porque la verdad no estoy entendiendo nada. - Eijun hizo un puchero antes de tomar aire. Por un segundo creyó que no le contestaría
-estos son los papeles del divorcio
-oh -en ese momento Miyuki empezó a encajar las piezas, todo comenzó a tener sentido; que estuviera de regreso y que el idiota de Satoru dijera que estaba de vacaciones, no sabía que decirle pero se sentía molesto -¿qué fue lo que paso?
-snif, snif yo no estoy seguro. Todo parecía estar en orden, no teníamos problemas, aun cuando no pudieran creerlo no peleábamos
-tal vez ese fue el asunto, ya no pasaba nada entre ustedes, ni mejor ni peor -Eijun parpadeo, como cayendo en la cuenta.
-pues no puedo saberlo, solo sé que hace dos meses llego al departamento y me dijo que no podíamos seguir así. Que no podía estar con alguien que a pesar del tiempo seguía pensado en otra persona. Pero yo... Yo no... Entendía a que se refería. A los pocos días me ofrecieron volver aquí y pues si ya no había forma de arreglar las cosas, decidí que eso era lo mejor. Estuve un tiempo en Nagano y todo ese tiempo solo tenía en la mente a una sola persona. Ahí fue cuando me di cuenta a que se refería Furuya. -permanecieron callados, mientras en el pecho de Miyuki algo parecido a la esperanza se empezaba a forma
-y entonces él se acababa de ir cuando yo entre, el te entrego los papeles –acepto con la cabeza amenazando con ponerse una vez más a llorar
-sé que es como ilógico que me ponga así después de que entendí cual era la verdad pero hice una vida con él. Y no deja de ser triste que de pronto algo se acabe
-pero tienes que pensar que tarde o temprano esto iba a pasar y que además podía haber sido peor. Imagino que no terminaron mal o ¿sí?
-mmmm no, entendimos que no había remedio y hablamos como amigos.
-y ¿esa persona por la que todo cambio? ¿Ya hablaste con ella? -las mejillas de Eijun se encendieron al instante y a Miyuki lo recorrió una oleada de expectativa
-mmm no lo he hecho, estaba esperando por lo papeles, además que me sabe mal buscarlo justo después de que terminara con Furuya, no sé qué pensaría.
En ese momento sonó un celular. Eijun salto, era el suyo, lo busco y contesto la llamada. Kazuya se dedico a contemplar cada rasgo del pitcher, a pesar del tiempo no olvidaba ningún detalle, desde su forma de sostener el celular, hasta la manera en que paseaba los ojos mientras hablaba. Aquello era ridículo, sentía un hormigueo en los dedos y estaba empezando a entender y a creer las palabras de Kuramochi, tal vez si era un amor no correspondido o había sido tan imbécil que no se había dado cuenta de lo que verdaderamente sentía por Eijun.
Eijun colgó el teléfono y contemplo a Kazuya, no se había imaginado jamás que terminaría viéndolo justo después de que su relación con Furuya llegara a su final y sobretodo porque él era el responsable. Cuando llego a Tokio había querido buscarlo de inmediato pero se había contenido, no quería descomponer la vida que el mayor tuviera, ya tenía suficiente con lo que había pasado con la suya.
Eijun dejo escapar un suspiro, sintiendo calma en su corazón. A pesar de que no tenía la intensión de encontrarlo tan pronto se sentía feliz de que estuviera presente en un momento tan difícil para él, tal como lo había hecho tantas veces en el pasado; con esa idea en la cabeza le sonrió al mayor. Ante tal gesto Miyuki parpadeo, por no poner su mente en claro hace años se le había escapado, si era él o no la persona por la que Furuya había dejado a Eijun no se detendría a averiguarlo, solo tomaría esa oportunidad y vería que sucedía
-Eijun -en ese momento Sawamura estaba jugueteando con su teléfono y levanto la vista para encontrarse con Miyuki, levantado y estirado a través la mesa, le puso una mano sobre la mejilla para acercarlo y darle un suave beso en los labios. Se separo unos cuantos centímetros -no fuiste el único que no se dio cuenta
-Miyuki, siempre fuiste tú pero nunca tuve el valor y jamás creí que tu sintieras lo mismo.
-hahahah entonces eso es señal de que somos tal para cual
Eijun se sonrió y se encogió de hombros, tenía el rostro sonrojado y volvió a acercarse para besar una vez más a Kazuya.