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Eres mio. por Daydream duet

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La fuerte declaratoria que llego a sus oídos lo dejo aturdido, las palabras parecían haberse atorado en sus oídos y repetirse con el eco procedente desde afuera de un gran balde de plástico, Joe pestañeo tupido sintiéndose repentinamente mareado, una oleada de extrañas sensaciones se instalaron en su pecho evocando recuerdos, pensamientos y deseos que al mezclarse le hicieron sentir mareado.

Adair se arrepintió al instante de haber pronunciado en voz alta sus pensamientos, sujeto del brazo a Joe cuando este se tambaleo y casi caía, había perdido el color del rostro y parecía enfermo…

-Joe… Joe? Estas bien?- El castaño le miro a los ojos y lo que Adair pudo ver lo dejo helado, estos se estaban humedeciendo y enrojeciendo, tan mal le sentaba la idea Joe? A idea le hizo sentir desesperado. –Oye tranquilo, tranquilízate por favor, no quise ofenderte, lo siento en verdad, solo dije lo que pensaba… yo no quería… no sabía…- Se callo en súbito, no iba a decir que era una mentira cuando acababa de darse cuenta el mismo de lo que sentía, no iba a retractarse de sus palabras, jamás lo había hecho y no era momento para comenzar.  

Joe observo las expresiones de Adair pasar de la desesperación a la culpa y luego a la desilusión aquello fue como un golpe en la nuca y se obligo a controlarse de a poco, Adair seguía sosteniéndole pero Joe podía notar como este rehuía su mirada, ahora fue su turno de sentirse culpable.

-Vamos, te llevare a tu casa.- Adair hablo de manera controlada y fría, era su manera de escudarse cuando ni el sabia exactamente que es lo que quería expresar.

Joe no pudo decir nada, espero el momento de que el pelinegro le observara para tratar de aclarar las cosas pero este solo medio lo arrastro hasta sentarlo en el asiento del copiloto, cerro la puerta y se encamino a subir en el lugar del piloto sin mirarle.

El sonido del motor al arrancar y la leve música del estéreo que se encendió en automático cuando el auto lo hizo era lo único que se escuchaba, Joe seguía tratando de controlarse casa minuto un poco más mientras de vez en cuando dirigía miradas furtivas a su acompañante que permaneció en todo momento con la vista clavada en la carretera.

Joe jugaba con sus dedos en un intento de controlar la ansiedad, aunque pareciera mas calmado la verdad es que los recuerdos, las ilusiones y pensamientos en su cabeza seguían atormentándole con fuerza.

-Tanto te molesta la idea?- Adair pudo notar por el rabillo del ojo como Joe jugaba con sus manos y al fijar su mirada noto que las uñas de este rasgaban su piel con demasiada fuerza sin que el castaño pudiera notarlo, en reflejo separo una mano del volante para detener aquello y pensó en voz alta.

-Eh?-

-Tanto te afecta el hecho de qué sienta algo por ti?

Joe quedo sorprendido ante lo directo del pelinegro, la pregunta era valida y el mismo necesitaba saber la respuesta, realmente le molestaba? Era natural que Adair pensara eso después de cómo estaba reaccionando, pero como le explicaba que no era por él? bueno tal vez en parte pero no en su totalidad.

-Los dos… los dos somos hombres…- Comenzó despacio tratando de controlarse a si mismo mientras los recuerdos hirientes se conglomeraban en su cabeza.

-Eso importa realmente?

-yo…

-Se que es extraño pero lo que quiero decir es que yo tampoco lo esperaba, sí ambos somos hombres y sí vivimos en una sociedad mierda que sataniza este tipo de gustos, pero cómo te explico qué no pude evitarlo? Qué en este punto no puedo cambiarlo? Acabo de darme cuenta que es lo que soy, qué tiene eso de malo?

Nada, pensó Joe, no lo tenía, pero no pudo decirlo en voz alta, los insultos que había escuchado por años volvían a escucharse con claridad, gustos satanizados por la sociedad había dicho el pelinegro, la sociedad no importa… pero cuando es tu propia familia quien te condena es muy diferente.

-Sabes? Olvídalo, imagina que no dije nada, ignórame, de ahora en adelante tratare de mantenerme alejado de ti para no volver a incomodarte.

-Pero.. tu, tu no me incomodas.

-Joe, te he visto por 2 años, deja de ser amable y di lo que piensas, puedo notar como te repugna la idea de un hombre gustándole otro.

-No, no es eso, créeme.- Esta vez era el castaño quien entraba en desesperación al no poder encontrar las palabras correctas, no quería que Adair mal pensara, no quería que tuviera una idea equivocada de él  y definitivamente no quería que se alejara. –Soy gay.- Su voz salió en un susurro bajo entre culpable y avergonzado pero Adair pudo escucharlo con claridad.

orilló el auto y paro el motor para permitirse ver al castaño directamente a los ojos aunque este como cada vez que estaba frente a el tenia la mirada baja.

-Qué?

-Yo, yo soy gay.- Con la voz entrecortada esta vez Joe no pudo hacer nada para evitar las lagrimas que resbalaron de sus ojos.

-Entonces… por qué?-  El desconcierto de Adair era tanto que ni siquiera odia moverse para limpiar esas malditas lagrimas que tanto odiaba ver en el rostro del menor. –Es que me odias entonces? No te gusto?- Necesitaba saber que ponía tan inquieto al castaño si no le repugnada la homosexualidad y por el contrario formaba parte de ella no se le ocurría otra razón por la que reaccionaria de esa manera.

-No, no es eso.- Joe sorbió la nariz e hizo un esfuerzo por controlar los espasmos del llanto, no tenia idea de que era lo que lo estaba impulsando a ser tan honesto, tal vez lo directo que era Adair, tal vez su sinceridad o el hecho de que concebir una posibilidad con el no le desagradaba en absoluto.

-entonces?

-Es muy complicado… siquiera sabes todo lo que implica asumir que te gusta otro hombre? No puedes hablar a la ligera, no es solo la sociedad… tus amigos, tu familia…- La mirada almendrada se clavaba con fuerza en los ojos chocolates, estaba molesto, quería hacerle ver con desesperación que aquello no era fácil… quería… quería evitar que el pelinegro tuviera que pasar por lo que él.

-Espera… estas diciéndome que si que tengo una posibilidad?

-Qué? No estas escuchándome?

-Claro que sí, no me importan las implicaciones, de la sociedad no vivo, si mis amigos no pueden aceptarlo entonces que se larguen, no lo son de verdad si no pueden aceptarme y mi familia no tengo ni idea de ello pero supongo que va por lo mismo.- La sonrisa triunfante y feliz que Adair le estaba regalando logro algo más que bajarle el enojo, aquella seguridad con la que hablaba, la honestidad de su mirada, algo en él le hacia sentir que tal vez si fuese posible vivir en paz consigo mismo, con su condición.

-No va a ser fácil.- Dijo más para si mismo.

-Claro que no, pero las mejores cosas nunca lo son.

Adair pudo descongelarse por fin y con ternura acaricio las mejillas de Joe limpiando los rastros de humedad que en ellas persistía, Joe solo pudo regalarle una mueca de sonrisa pero fue suficiente para que Adair pusiera nuevamente el auto en marcha ahora con nuevo sentimiento de esperanza y triunfo.

 

***

La recepción, la fiesta, la comida y la estampa de toda aquella escena estaba cargada de la ostentación característica de la clase alta, su clase.

-Qué pasa Dany? Parece que no te diviertes?

-no solo lo parece.

- Vamos, podrías cambiar esa cara de hastío e intentar divertirte un poco, no creo que mi fiesta sea tan terrible, o si?

-Sabes que odio estas cosas.

-La ostentación, presunción, desperdicio, vanidad e hipocresía…- Enumero la chica tratando de imitar la voz de fastidio de Dan.

-Exacto.

-Vamos, ven conmigo, trata de divertirte, hazlo como mi regalo de cumpleaños.

-Ya te he dado un regalo, uno caro por cierto.

-Si, y ha sido seguramente elegido por tu abuela.

-Me atrapaste.

-Anda, ya estas aquí, no tienes nada que perder.

- Georgina.- Dan dejó la copa que tenia en sus manos sobre la mesa y se giro para encarar a la chica, teniendo que elevar la cabeza debido a que ella se encontraba de pie. –No quiero que se mal interprete…

-shhh, tranquilo- lo interrumpió conociendo de antemano lo que este seguro iba a decir. – nadie mal interpreta nada, tendremos tiempo para encargarnos de ello, ya todos aquí saben que estamos comprometidos y permanecen a la expectativa de ello, como dije nada pierdes, además tal vez de esta manera tu abuela deje de fulminarte con la mirada y una vez complacida es seguro que te deje en paz un rato, no lo crees?

Dan medito la idea unos segundos y termino por acceder y levantarse de la mesa para acompañar a la chica al jardín donde varios chicos y chicas de la edad socializaban en un ambiente propio de su edad que contrastaba con la esencia protocolaria de quienes se encontraban bajo techo.

 

***

El camino se hacia largo y ninguno de los dos decía nada, desde que el auto fuera puesto en marcha ninguno había vuelto a hablar cada uno hundido en sus propios pensamientos, el sonido suave del radio reproduciendo una lista de reproducción al azar era lo único que evitaba al momento volverse incomodo.

Joe observaba distraído como cambiaba el paisaje a través de la ventanilla mientras dejaba a la música se un sonido de fondo.

Las conocidas notas de  goo goo dolls de Iris fueron llegando de a poco y cuando las primeras letras de la canción se hicieron escuchar Joe no pudo seguir prestando atención al paisaje, se giro y sin rastros de su característica timidez o control cedió a su impulso y se apodero del estéreo como si fuera suyo subiendo el volumen a un nivel casi ensordecedor y comenzando a corear cada palabra.

And all I can taste is this moment 
And all I can breathe is your life 
Cause sooner or later it´s over 
I just don´t want to miss you tonight 

And I don´t want the world to see me 
Cause I don´t think that they´d understand 
When everything´s made to be broken 
I just want you to know who I am 

And you can´t fight the tears that ain´t coming 
Or the moment of truth in your lies 
When everything feels like the movies 
Yeah you bleed just to know you´re alive

 

Adair parecía ir sumido en sus pensamientos y lo estaba pero a la vez y aún con la vista clavada en la carretera mantenía una parte importante de si atención sobre el cuerpo a su lado, por algún rato pensó que Joe podría estar llorando, no entendía por que y era algo que le gustaría conocer… por qué lloraba tanto? Pero si el castaño no quería decírselo el no lo obligaría ni presionaría, conocía muy bien el amor a su propia privacidad como para irrumpir en la de alguien más por más intrigado que estuviera, pero cuando de vio cambiar de posición y estirar el brazo hasta alcanzar el radio y elevar el volumen se sintió extasiado.

Le gustaba mucho la idea de que la confianza creciera entre ellos, los días que habían pasado juntos en su departamento habían quedado atrás y parecían tan distantes que por momentos se preguntaba si realmente ocurrieron, en ese momento y la mayoría del tiempo Adair no había sido más que un idiota pero en ese instante tenia el camino libre para enmendarse y comenzar a hacer las cosas bien y lo primero en su lista era sin duda poder tener la confianza del castaño.

Cuando Joe comenzó a cantar la letra de la canción se sintió más cautivado que nunca, aquel era un Joe diferente, era el mismo Joe que había estado observando por 2 años, era el mismo desconocido y nuevo Joe que había rescatado del suicidio y era ese nuevo Joe que cantaba con sentimiento transmitiendo en su voz y con sus ojos cerrados que aquello no era solo el coreo de una buena canción si no el grito de su propia alma en una melodía.

Lo escucho cantar y para no perderse ni n detalle estaciono el auto, al fin de cuentas llevaba rato dando vueltas sin rumbo fijo y sin sentido, Joe estaba tan sumido e si mismo que ni siquiera lo noto y cuando los últimos versos de la canción llegaron Adair no pudo reprimirse y termino por acompañarlo.

 

 

I don´t want the world to see me 
Cause I don´t think that they´d understand 
When everything´s made to be broken 
I just want you to know who I am 

I just want you to know who I am 
I just want you to know who I am 
I just want you to know who I am 
I just want you to know who I am.

 

Cuando la canción termino dando paso a un ritmo mas movido y contrastante Joe cayó en cuenta de lo que acababa de suceder y sin poder evitarlo el sonrojo le tiño el rostro hasta llegar a las orejas y sin querer confrontar al pelinegro volvió a mirar hacia la ventanilla cayendo en otra novedad de la que no se había percatado pero sin tener el valor de preguntar por que e habían detenido.

Adair sonrió al notar la pena grabada en las mejillas del castaño, no sabia exactamente qué o porqué pero le gustaba y mucho.

-Tendrás que verme en algún momento.- Sentenció Adair cansándose de ser ignorado.

-Lo siento, canto terrible.- Dijo Joe sintiéndose aun apenado.

-Si, un poco pero no te preocupes.- Joe sintió como el rubor volvía con más intensidad a su rostro y Adair no pudo reprimir la carcajada que eso le provocó.

-Por qué nos detuvimos?

-Porqué no tengo ni idea de a donde llevarte, necesito que me digas donde vives.

Y con esas simples e inocentes palabras la burbuja se rompió, el semblante de Joe se ensombreció, su mirada se apago y el rubor se esfumo.

-Me quedare aquí, gracias, lamento haberte retrasado.- Joe no le dirigió ni una mirada y se bajo del auto lo más rápido que pudo, y ubicando la calle en la que se encontraba comenzó a caminar sin mirar atrás.

Por un momento se había olvidado de todo, que tonto, se había prometido a si mismo no volver a soñar despierto porque el problema no era soñar sino despertar a la realidad y eso, eso era un dolor que no quería volver a experimentar.

Notas finales:

Aufwiedersehen. 


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